Índice
Mi mente se queda en blanco cuando hablo con otras personas
Hace poco recibí la siguiente pregunta de una persona que se sentía alejada de su entorno cuando se comunicaba con otros. Como es una situación por la que yo también pasé, pensé en abordar este tema.
“Muchas veces, cuando estoy en una situación social, mi mente se queda en blanco, me siento desconectado de la realidad y de la propia conversación. Esto me lleva a no decir apenas nada o a acabar divagando para intentar disimular mi malestar. Esto está teniendo un impacto tan negativo en mi vida, que sólo quiero saber por qué está ocurriendo y qué puedo hacer para superarlo”.
Este problema realmente consiste en el miedo a la interacción social, que provoca un sentimiento temporal de despersonalización.
La despersonalización crónica aparece principalmente debido a que el cerebro tiene la sensación de estar amenazado constantemente por un bombardeo de miedo y preocupación, mientras que ésta sólo está presente cuando hay interacción con otras personas, por lo que es más temporal que persistente.
Las personas que experimentan este estado suelen tener las siguientes quejas:
- Sensación de pérdida de conocimiento, en un estado de ensueño.
- Incapacidad para pensar en qué decir, la mente permanece en blanco.
- Ser conscientes de las conductas propias.
- Miedo y ansiedad.
- Incapacidad para pensar con claridad o exactitud.
- La necesidad de acabar con la conversación.
Esta sensación de disociación de la realidad cuando mantenemos una conversación es mucho más frecuente en personas que sufren ansiedad social que con ansiedad general. Esto ocurre porque la ansiedad social está motivada principalmente por la baja autoestima, que provoca el miedo a ser juzgado o rechazado.
Por ello, es posible que vivamos más en nuestra cabeza que en participar en la conversación, ya que nos preocupamos por la imagen o impresión que estamos dando, o por si la sensación de ansiedad o extrañeza se presentará.
Toda tu atención está en ti
Es muy difícil mantener una conversación cuando toda tu atención está en ti.
Como tu conciencia sólo puede enfocar una cosa a la vez y ahora está dirigida principalmente a tu interior, acabas por apenas escuchar lo que la otra persona está diciendo. Esto hace que te sientas alejado de la interacción, lo que crea más miedo y ansiedad, por lo que interiorizas más.
Debido a que la persona tiene múltiples pensamientos y miedos a la vez, el cerebro se siente amenazado y entra en modo de protección. Por eso empiezas a sentirte alejado de tu entorno, como si ya no formaras parte de la realidad. Piensa en ello como si un ordenador fuera lento porque tiene demasiadas ventanas abiertas, o se cuelga por completo porque no puede manejar la sobrecarga de información.
Esta situación puede llegar a ser un círculo vicioso, ya que cuanto más alejado te sientes, más temeroso e interno te vuelves, lo que no hace más que exagerar estos sentimientos.
Luego normalmente llega la preocupación por la próxima interacción social y por si volverá a ocurrir, cosa que suele ocurrir. Esto puede conducir a que evites situaciones sociales salvo que realmente debas acudir a ellas. El problema es que esto no hace más que alimentar el subconsciente de que hay un problema de comunicación con tu entorno, por lo que el miedo no hace más que aumentar.
Cómo superar este sentimiento de desapego frente a otras personas
Comprende que este sentimiento es totalmente inofensivo, no es más que una parte natural del mecanismo de defensa del cerebro que te protege de lo que percibe como una amenaza inmediata. Saber que este sentimiento es temporal y totalmente inofensivo puede ayudarte a tener menos miedo, y cómo esto se trata de reducir el miedo, es una parte importante para superar esta experiencia frustrante.
Deja de lado pensamientos negativos que puedas tener sobre ti
Reconoce que hay personas que no te juzgan como tú crees que lo hacen. Eres tú el que te juzga a ti al creer que otros te ven como tú lo haces.
“Muchas personas que sufrís de ansiedad social os ponéis nerviosas porque situáis a todos en un pedestal. Consideráis a otros como si fueran mejores que vosotros debido a lo que sentís por vosotros mismos, de ahí que os preocupe que os juzguen y acepten.”
La verdad es que todos somos exactamente iguales, nadie es mejor que el resto. La única diferencia son los pensamientos que tenemos sobre nosotros mismos. Aprende a dejar de lado estos pensamientos que te deprimen o que intentan decirte quién eres. Date cuenta de que no son la realidad, no hacen más que crear una versión falsa de lo que crees que eres.
Trabaja en el fortalecimiento de tu autoestima y practica el autocuidado
La principal causa de la ansiedad social se debe a que no te sientes cómodo con lo que eres. Por eso es vital NO buscar la aceptación fuera de ti, pero sí dentro.
Aumentar la autoestima es otro tema aparte, pero hay muchas cosas que puedes hacer para sentirte mejor a nivel personal, como, por ejemplo:
- Cuídate comiendo bien, practicando ejercicio y mostrándote amable en todo momento.
- Aprende a dejar de lado a las personas tóxicas de tu vida que te deprimen y rodéate de otras que te hagan sentir mejor como persona.
- Intenta abandonar los malos hábitos.
- Ponte en forma.
- Empieza a caminar por la naturaleza.
- Apúntate a clases de budismo o meditación.
- Adopta nuevas aficiones e intereses que estén en línea de lo que te gusta, todo aquello que alimente tu alma.
Aprende a cuidar tu salud física y mental lo mejor que puedas. La verdad es que cuanto mejor te sientas sobre tu persona, más cómodo te sentirás con respecto a otras personas.
Vive en el presente y no en tu cabeza
Al socializar, aprende a salir más de tu cabeza para participar más en las conversaciones. Debes aprender a concentrarte en la otra persona y no en cómo te sientes.
Si al principio hay algo de ansiedad, deja que sea así. No intentes hacer nada para controlarla o deshacerte de ella. Simplemente permite que la ansiedad esté presente. La ansiedad se debilita por sí sola. Preocuparte por ella sólo la incrementa y hace que tu conciencia esté más centrada en lo que ocurre internamente que en la conversación.
Una cosa clave que aprendí es que ya no me importaba si mi cerebro se desplomaba y tenía una sensación de desapego, si pasaba, pues pasaba.
Cuando ya no te importa ni te preocupa, el miedo disminuye drásticamente y, como es tu miedo el que realmente lo crea, verás que no ocurre, o si ocurre, es mucho más leve. Por otra parte, al dejar de preocuparte, descubrirás que estás menos absorto en ti mismo en comparación con lo normal, lo que a su vez te permite estar más presente.
No evites las interacciones sociales
Sigue relacionándote con otras personas. Enseña a tu cerebro que no existe una amenaza al estar rodeado de otros. Incluso si empiezas con poco, hablando con tu vecino en lugar de retirarte, entablando una conversación con un cajero o haciendo una pequeña charla con un extraño en una parada de autobús.
Tal vez puedas empezar a apuntarte a una nueva clase o hacer un voluntariado, todo aquello que te permita relacionarte más con otras personas. Cuanto más practiques y más cómodo te sientas en las situaciones sociales, menos ansiedad sentirás.
No intentes hacer una actuación o crear un personaje que creas que otras personas quieran ver en un intento de ganar aceptación. Una vez más, esto sólo te hace volver a la cabeza tratando de ser una persona que no eres o tratando de decir cosas que crees que otros quieren oír. De este modo, la conversación resultará forzada y poco auténtica.
No ensayes una conversación ni intentes pensar en lo que vas a decir. No sientas que tienes que ser ingenioso o cubrir los silencios, deja que ocurra de forma natural y espontánea.
Acéptate como eres y acepta cómo van las cosas. No te juzgues si no va cómo te gustaría inicialmente. Con práctica y perseverancia, las cosas mejorarán gradualmente.
La clave para superar esta experiencia frustrante es reducir el miedo que te produce y aprender a salir de tu cabeza. Si sigues los consejos anteriores, verás que tu confianza aumenta y tu ansiedad ante otras personas empezará a debilitarse. Si aprendes a estar menos metido en tu cabeza, tu conciencia cambiará automáticamente al mundo exterior y te sentirás más presente con otros.
Terapia Online – Camino a la recuperación
En Psicología Online Avanzada, trabajamos mediante métodos con una validez científica, acompañándolos de una gran cercanía, comprensión de tu problema y con profesionales certificados.
Mediante la terapia online, buscamos derribar todo tipo de barreras, aplicando la tecnología para la realización de las sesiones por vídeo-llamada.
Para tratarte los problemas de ansiedad, recurriremos principalmente a dos tipos de técnicas que nos permitirán abordar todo tipo de síntomas:
- Técnicas de control del pensamiento: para trabajar la correcta interpretación de amenazas que no existen realmente. También para el control de los pensamientos que pueden incluso, potenciar los síntomas de ansiedad.
- Técnicas de relajación: para el control de los síntomas de tu ansiedad.
Nuestra capacidad de adaptación a los pacientes como tú, es lo que nos está permitiendo ser los números uno en tratamientos de este tipo. Permite que te ayudemos para que así logres dar un paso más en el cumplimiento de tus objetivos.