Cuando escuchamos la palabra ‘autolesión’, la mayoría de nosotros piensa en el acto de lastimarnos físicamente. Pero como sugiere su nombre, la autolesión es solo eso: cualquier cosa que dañe a uno mismo. Esto significa que la autolesión puede abarcar mucho más que lo físico. De hecho, es posible causarnos autolesiones mentales y emocionales que pueden ser igualmente dañinas para nosotros a largo plazo.
Miremos más de cerca.
El crítico interior: cuando nuestro mayor crítico somos nosotros mismos
“Soy un inútil”, “nadie me amará jamás”, “todos piensan que soy un idiota”, ¿te suena familiar? Aquí tienes una (no tan) cálida bienvenida a tu crítico interior. Nuestro crítico interno es nuestro propio comentario de crítica personal; la voz dentro de nuestras cabezas que quiere avergonzarnos y hacernos dudar en cada paso.
Todo el mundo tiene un crítico interior, pero algunas personas tienen uno mucho más fuerte y duro que otras. Esto puede deberse a varias razones. Nuestro crítico interior se forma desde la infancia o la adolescencia, a partir de las voces que teníamos a nuestro alrededor cuando éramos pequeños. Esto significa que alguien que sufrió abuso emocional, o quizás padres muy estrictos o críticos, probablemente tendrá un crítico interno más duro con el que lidiar que alguien que creció en un hogar más solidario.
Dicho esto, las formas sutiles de crítica también pueden ser perjudiciales. Quizás tuviste un maestro que ridiculizó tus habilidades en medio de la clase, o te acosaron por tu forma de caminar o hablar. Estas críticas, no importa lo grandes o pequeñas que sean, se acumulan para hacernos sentir que no somos adecuados, que somos “diferentes” de alguna manera o que hay algo “mal” en nosotros que necesitamos “arreglar”.
Corremos peligro cuando no reconocemos a nuestro crítico interno por lo que es, una colección de opiniones del pasado, y en cambio permitimos que dicte nuestras vidas. Cuando nuestro crítico interno crece sin control, puede causarnos una profunda autolesión emocional, lo que lleva a una baja autoestima, autosabotaje, bajo rendimiento y, a veces, incluso depresión.
Cómo detener la autolesión emocional
En primer lugar, puede ser útil recordar que tu crítico interior está realmente ahí para protegerte. Nuestro crítico interno se formó como una forma de alejarnos de tener que experimentar la desaprobación o la vergüenza de las personas que nos rodean. Al crear nuestra propia voz interna, un diálogo de aquellos a quienes necesitábamos complacer, pudimos, hasta cierto punto, protegernos de experimentar más dolor.
Aumentar la conciencia de nosotros mismos y mejorar en el reconocimiento de nuestro crítico interno es el siguiente paso importante. Aprender cuándo llamarlo y reemplazar sus críticas con palabras de aliento.
Muy a menudo nos hablamos a nosotros mismos de una manera que nunca soñamos con hablar con nuestros seres queridos. Preguntarnos cómo responderíamos a un compañero, amigo o familiar puede ayudarnos a encontrar formas nuevas y más positivas de relacionarnos con nosotros mismos. Trabajar con un terapeuta puede ser especialmente útil para descubrir nuestro crítico interno, trabajar con él y desarrollar un diálogo interno más positivo.
Autolesiones emocionales.
¿Te encuentras eligiendo la misma pareja sin compromiso en cada nueva relación? ¿O atraes constantemente a personas negativas o abusivas a tu vida? ¿O tal vez, a pesar de tus esfuerzos, te encuentras en un estado de cambio constante, tirando la toalla a la primera señal de dificultad?
También podemos causarnos autolesiones emocionales al permanecer atrapados en los mismos patrones destructivos recurrentes.
Por supuesto, tomar conciencia de estos patrones es un primer paso importante. Pero, lamentablemente, la conciencia por sí sola no siempre nos impide volver a hacerlo la próxima vez. Esto puede llevarnos a un lugar de frustración y auto-culparse, “¿Por qué sigo haciéndome esto?”
Es importante señalar que este tipo de patrones a menudo están muy arraigados y pueden ser realmente difíciles de romper sin el apoyo de un profesional de la salud mental. Así que lo primero es lo primero, no te castigues. Se necesita comprensión, paciencia y una buena cantidad de práctica para romper los patrones.
Entender el origen de las autolesiones emocionales.
Los patrones se exploran en terapia basándonos en esquemas, los esquemas son esencialmente las estrategias de afrontamiento que desarrollamos para responder a lo que la vida nos arroja. Nuestros esquemas se remontan a nuestras experiencias en la infancia y se desarrollan de acuerdo con la forma en que nuestras necesidades emocionales fueron satisfechas, o, mejor dicho, no satisfechas.
Cuando crecemos en un hogar seguro, amoroso y solidario, naturalmente creamos patrones saludables en la vida posterior. Si hemos tenido una educación más desafiante, una en la que nuestras necesidades emocionales no se cumplieron por completo, podríamos crear lo que se conoce como un esquema de inadaptación como una forma de ‘afrontarlo’. Estos esquemas de mala adaptación se entienden mejor como patrones de auto sabotaje de relación (con los demás y también con el mundo) que llevamos con nosotros hasta la edad adulta.
Las 4 claves del origen de las autolesiones emocionales.
– Se crean en la infancia.
– Están inconscientes, lo que significa que probablemente no seamos conscientes de ellos.
– Son verdades absolutas. Por ejemplo, creencias, como, “Todos me abandonan al final”.
– Son constantes, nublando todas nuestras decisiones o movimientos.
Comprender lo anterior debería dejar en claro cómo los esquemas de inadaptación pueden conducirnos en última instancia a un ciclo negativo. En su esencia, los esquemas de inadaptación distorsionan nuestra realidad y sin desarrollar la conciencia a su alrededor, podemos fácilmente terminar atrapados en nuestra propia versión perpetua de la famosa película de Bill Murray “El día de la marmota”.
Ejemplo de un esquema dañino que terminaría autolesionándonos mentalmente.
A los 10, tus padres se divorciaron y terminas viviendo en una sola casa con tu mamá. Tu madre tenía una tendencia a confiar demasiado en ti. Tal vez te trató más como a un amigo y compartió sus secretos más profundos contigo, o tal vez pasó por períodos de inestabilidad emocional y tú eras quien mantenías la estabilidad y recogías los pedazos después.
A pesar de tus esfuerzos, en la edad adulta te encontrarás luchando por mantener unas relaciones saludables. Tal vez siempre juegas a ser el cuidador de los demás o tienes una tendencia a “perderte” en tus relaciones, dejando a tus amigos y pasatiempos en el camino. Tal vez tengas dificultades para expresarte, mantenerte firme y decir “no” o te encuentres siendo pisoteado en el trabajo.
Debido a que nuestro primer apego fue inadecuado, sin límites saludables, podríamos movernos por la vida eligiendo parejas que tampoco respeten estos límites. O, podríamos comportarnos de una manera tan impredecible en nuestras relaciones que en realidad provocamos el tipo de comportamiento que esperamos.
En otras palabras, nuestros esquemas nos conducen hacia lo familiar, más que hacia lo que es mejor para nosotros. De esta manera, cumplimos nuestra propia profecía.
¿Cómo superar las autolesiones emocionales?
La buena noticia es que con la ayuda adecuada siempre podremos liberarnos de patrones dañinos. Como se mencionó anteriormente, el primer paso consiste en tomar conciencia de estos esquemas.
Una cosa que hay que tener en cuenta es que tener una reacción excesivamente emocional a algo o un comportamiento que esté fuera de lugar, lo podemos entender racionalmente como una respuesta desproporcionada, pero de todos modos nos sentimos impulsados emocionalmente a la acción.
Hablar con un psicólogo proporciona un espacio seguro y sin prejuicios para identificar y trabajar con estos esquemas inadaptados. En estos casos, la terapia trabaja para debilitar estas estrategias de afrontamiento inadaptadas y reemplazarlas por formas más saludables de relacionarse y afrontar la situación. De esta manera, la terapia nos permite liberar las cadenas de nuestro pasado y, por fin, satisfacer nuestras necesidades emocionales de la manera que necesitamos. De esta manera nos liberaremos de las cadenas auto-impuestas y estaremos un paso más cerca para poder vivir una vida más plena.