97 – La sinceridad o el sincericidio

Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Patricia, que como todos sabéis, es Psicóloga Sanitaria enfocada en población adulta que trabaja desde las Terapias Contextuales y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online avanzada. Muy buenos días, Patricia, ¿cómo estás?

Patricia: Hola, buenos días, Jota. Muy bien. ¿Y vosotros qué tal?

Jota: No sé si quieres que sea sincero… pero como puedes ver, estoy un poquito resfriado. Espero que no moleste a los que nos están escuchando.

Patricia: Se te escucha perfectamente.

¿Que tan importante es la sinceridad?

Jota: Pero, por lo demás, estoy perfectamente deseando charlar un poquito contigo sobre la sinceridad, que muchas veces se da una importancia, se dice que hay que ser sincero, decir siempre las cosas y tal. Y quiero un poco que nos desveles cuándo es importante, si lo es siempre o si hay alguna vez que es mejor callarse un poquito. Cuéntanos, ¿cómo de importante es la sinceridad?

Patricia: Vivimos en una sociedad que parece que cada vez más nos empuja a esto de mojarnos, de posicionarnos, de decir lo que pensamos abiertamente sin importar cómo nos podamos sentir en ese proceso, si nos apetece compartir lo que pensamos o no. Entonces, creo que es un podcast, un tema de podcast que viene muy a cuento en estos tiempos. Yo creo que es importante que podamos distinguir entre dos conceptos. Entre la sinceridad como tal, el acto de ser sincero, y el sincericidio. ¿En qué se diferencia? Ser sincero consiste en decir lo que pensamos, en expresar nuestras necesidades, en marcar a las otras personas, en comentar nuestro punto de vista, en mostrar discrepancias si es necesario, en fin, en ser transparentes en el sentido de comentar un poco lo que pensamos o lo que sentimos. Por otra parte, está el acto de cometer sincericidio, como decíamos antes. ¿Qué significa esto? Significa que manifestamos lo que pensamos sin tener en cuenta cómo eso le puede afectar a la otra persona. Cuando somos insensibles con respecto al otro, damos detalles a lo mejor innecesarios, por los cuales no se nos ha preguntado o detalles que realmente no aportan nada a lo que estamos diciendo, sino simplemente lo que pueden hacer es más daño a la otra persona, ¿no? Fíjate que sí que existe una diferencia importante entre ser sincero, porque ser sincero implica ser sensible, decir lo que yo pienso, pero teniendo en cuenta que mis palabras van a tener un efecto en la otra persona, versus cometer que es actuar desde un yo tengo la necesidad de decir lo que pienso y que solo coma al otro, sea lo que sea. Son conceptos muy diferentes.

Sincericidad vs. Asertividad: Reflexiones sobre la Tendencia a Decirlo Todo

Jota: Claro. Entonces, ¿por qué me parece a mí o tengo yo la sensación de que ahora está… no sé si es moda, pero sí que parece que se aprecia que la gente directamente diga todo lo que piensa independientemente de cómo lo recibe la otra persona?

Patricia: Quizás lo relacionamos mal con el concepto de asertividad, como que ponemos en valor en ‘Jolín esta persona que dice totalmente lo que piensa y lo que siente, qué valiente’, lo valoramos de esta manera, de qué valentía, qué coraje tiene esta persona. Sin embargo, es muy fácil verlo desde fuera cuando no estamos involucrados, no lo estamos haciendo desde una primera persona, ¿no? Podemos hacer esa valoración externa, pero esa persona que realmente está siendo sincericida, por decirlo así, va a tener unos costes relacionales con otra persona, unos costes públicos, unos costes sociales, lo que sea. Entonces, yo creo que lo ponemos muy en valor por esto de verlo como un acto de asertividad, cuando en realidad no tiene por qué ser así, cuando se pasa por exceso ya no es asertividad, es agredir a la otra persona.

Jota: Claro, y no se está teniendo en cuenta eso. Al final estamos atravesando esa barrera del sentimiento del que tenemos enfrente.

Patricia: Claro.

Sincericidad con Sensibilidad: Cómo Evitar Herir a los Demás con Nuestras Opiniones

Jota: Ahí habría que tener en cuenta que hay otra persona detrás a la que podemos estar haciendo daño con nuestras afirmaciones. Y probablemente, además, sean cosas que ya sabe. Porque, no sé, voy a poner un ejemplo sin más, pero se me ocurre que una persona le pueda decir a otra cuando se encuentren: ‘Anda, has engordado.’ Probablemente, la persona sabe perfectamente que ha engordado. ¿Qué necesidad hay de decírselo? Esto sería un momento de sinceridad en el que estás atravesando una línea de una cosa que la otra persona probablemente ya sabe.

Patricia: Efectivamente, y por la cual no te ha pedido opinión ni te ha pedido que lo juzgues ni probablemente tenga por qué querer hablar de ese tema. Eso sería un acto de sincericidio, como decíamos antes. Estoy nombrando una realidad que no viene al caso, que no se me ha preguntado y que además puede herir los sentimientos de la otra persona. Es cierto, Jota, que el ser sincero a veces puede generar un daño en la otra persona. Yo qué sé, se me ocurre, por ejemplo, si quiero dejar una relación de pareja porque ya no tengo los mismos sentimientos que tenía antes, el transmitir esto al otro va a generar un daño. Pero una cosa es transmitir la realidad, lo que está pasando, y otra cosa es dar detalles innecesarios, como: ‘Es que estoy empezando a sentir atracción sexual por otras personas, por ejemplo, mi compañera de trabajo me atrae y ya la estoy empezando a mirar con otros ojos. Y de hecho, anoche soñé con ella y tuve un sueño erótico.’ Esos son detalles que no aportan nada a los hechos. Entonces, ¿para qué los vamos a decir? Lo que van a causar es mucho más daño a la otra persona y un daño gratuito e innecesario. Es decir, como decía antes, la sinceridad a veces duele, pero hay que medir un poco esa medida del daño que causamos y ver qué dato es relevante e importante transmitir y qué detalles nos podemos ahorrar en ese proceso.

Consecuencias de la Impulsividad: Reflexiones sobre la Sinceridad sin Filtro

Jota: Claro. En este proceso de medir la sinceridad y el daño que podemos hacer, ¿es consciente la persona que ahora abiertamente es tan  sincera y va diciéndolo todo, es consciente o es que realmente no es consciente del daño que está haciendo al otro?

Patricia: Es que depende del perfil de la persona. Puede que esto de dar detalles de más. Puede que sea un acto de impulsividad en el que a mí me abruma mi malestar, entonces necesito decir lo que pienso totalmente a la otra persona. Entonces, lo vomito, por decirlo así, lo saco sin ningún tipo de filtro, pero eso responde a una impulsividad. No puedo yo gestionar mis emociones y entonces actúo de la manera más rápida y sin medir mis palabras, sin elaborarme un guión previo, sin establecerme qué objetivo quiero con esta comunicación con la otra persona, puede responder a un ‘me da igual lo que piensen los demás’. Con lo cual aquí habría un perfil con baja empatía, baja sensibilidad hacia el otro, un perfil un poco más narcisista, quizás donde priorizo por encima de todo mis necesidades y mis deseos y me dan igual los demás. Es que puede responder a distintos tipos de perfiles, pero al final en todos ellos lo que ocurre es que priorizo mi necesidad de hablar sin tener en cuenta al otro, ya sea por una causa o por otra.

Sinceridad a toda Costa: ¿Qué Pasa Cuando Todo se Vuelve Público?

Jota: Claro, no sé por qué se me está ocurriendo, además con el ejemplo que estabas poniendo antes, en una situación diferente, no en la vida real, sino ahora tenemos muchos realities donde se premia el ser sincero y directo y expresar siempre lo que uno opina. Y se habla mucho de lo que se dice a la cara y lo que se dice por detrás. Entonces, claro, imagínate una situación en la que tú tienes unos sentimientos hacia una persona, que puedes estar diciéndoselo solo a esa persona o no, pero puedes estar compartiéndolos con otros compañeros o no. Y aquí, independientemente de cómo sea, lo están viendo todos. Al final, esto es público, al final todo se va a saber. Cuando tú lo expreses en voz alta, sea a quien sea, lo estás diciendo. En algún momento todo el mundo se va a enterar. Pero aquí se previa mucho ser sincero. Me imagino que da igual que se lo digas a la persona a la cara, que más tarde lo va a saber. No es como en la vida real, que sí que puedes comentar algo de una forma a la persona afectada, pero luego en tu intimidad, con tus amigos, en tu familia o lo que sea, puedes hacer tus comentarios distintos, que nunca va a llegar a esa persona lo que tú piensas realmente. ¿Y qué opinas de esta situación, tanto en la vida real como en una situación ficticia que se da ahora en los realities y está tan de moda decir directamente, tienes que ser y expresar todo lo que se piensa?

Patricia: En cuanto a los realities, bueno, al ser una situación artificial, se generan experiencias y situaciones que no se darían en la vida real, como el hecho de que si yo hablo de una persona a sus espaldas, esa persona se va a terminar enterando igualmente, porque lo va a poder ver luego, lo va a poder escuchar, le van a poner vídeos, que además sabemos que los realities juegan mucho con este tipo de situaciones para crear conflicto, para crear debate, polémica, etcétera. Pero al final, por otra parte, también es un reflejo de la realidad, de cómo necesitamos, de alguna manera, compartir cómo nos sentimos. Y a veces lo hacemos de una manera un poquito más adecuada y a veces de una manera más inadecuada. Pero necesitamos sacarlo fuera. Y hay veces que, por lo que sea, no se lo decimos a la persona directamente o no se lo decimos en primer lugar a la persona implicada, sino que necesitamos hablarlo con otras personas con una función de desahogo, para comprobar qué opinan los demás, para buscar apoyo, para buscar una visión un poco más externa y cuestionarnos el mensaje que le queremos transmitir al otro. Por muchos motivos, lo que pasa, la faena es que en el reality show luego el otro se va a enterar, si yo no se lo digo directamente. Pero es que enlazándolo con la vida fuera de los realities, es que esto es algo que nos ocurre. Hay veces que necesitamos comentar antes y pedir otros puntos de vista o incluso desahogar. Y hay veces que a través de este desahogo con otra persona, podemos llegar a una conclusión diferente y, por lo tanto, no transmitir el mensaje inicial a la persona implicada. Esto también es válido, tenemos derecho a cambiar de opinión, tenemos derecho a tomarnos un tiempo antes de hablar y decir lo que pensamos, esto también es lícito, también tenemos derecho a hacerlo. También teniendo un poquito en cuenta cómo me estoy comunicando con las otras personas, es decir, en qué términos estoy hablando de la otra persona. Si hay algún tipo de falta de respeto o de crítica destructiva, pues al final eso lo único que nos va a llevar es a desahogarnos, a esta parte, digamos, como más egoísta, entre comillas decíamos antes de necesito desahogarme, me da igual cómo esto le pueda sentar al otro, pero yo me dedico a desahogarme con otras personas. Pero eso no va a resolver el problema o la situación de conflicto con el implicado. Lo que realmente lo resuelve es hablarlo con esa persona, teniendo en cuenta cómo se vaya a sentir y midiendo un poquito mis palabras.

Expresión y Claridad Mental: Cómo Verbalizar Ayuda a Procesar y Consolidar Ideas

Jota: Me ha parecido muy importante una cosa que acabas de decir, y es expresar mi pensamiento, lo que yo tengo ahora mismo en mi cabeza, en voz alta. Y a lo mejor, es verdad que lo estaré comentando con alguien, pero incluso yo escuchándome, esto hace que este proceso se madure y llegue a una idea final que puede variar, que puede modificarse y hacerse consistente, incluso en el diálogo con alguien, para llegar a una verdad mía procesada, que no tiene que ser el primer pensamiento. Y que gracias a este diálogo, esta comunicación, a este rato de haber dedicado al tema, se llegue a una conclusión y que puede efectivamente haber cambiado como comentabas, y que es lícito cambiar esa idea inicial. Que importante ese trabajo también.

Patricia: Efectivamente. Y de hecho, Jota, es algo que también ocurre en terapia, que al ir y expresar y sacar y verbalizar, ya no es un enredo en mi cabeza, ya no es una madeja de hilos, sino que lo saco y me escucho a mí misma diciendo eso, entonces eso genera un efecto en mí. Cuento con la perspectiva de otra persona, de ahí la importancia de expresarnos, de comunicar. Y no tiene por qué ser en todos los casos con otra persona, también puede ser a través de otra forma, escribiéndolo, incluso a través de una expresión artística, dibujando o componiendo música, a través de la alfarería, no sé, pero que hay muchas formas. Pero lo importante es poder sacarlo y madurar esa idea conjuntamente con otros o con nosotros solos, pero eso, desde luego, que suele aportar bastante.

Conciencia a través de las Consecuencias: El Impacto Relacional en la Búsqueda de Apoyo Psicológico

Jota:Todo esto, tanto la persona que es sincera o que necesita este desahogo, que el que llega al sincericidio, como comentas, igual está en un punto en el que necesite apoyo psicológico para… Pero, ¿es consciente esta persona de esta necesidad o no necesitaría ningún apoyo ni ninguna ayuda, y es algo que a lo largo de la vida se irá dando cuenta a través del propio rechazo que pueden tener otras personas hacia esta persona? ¿Cómo sucede esto?

Patricia: Yo creo que sobre todo la persona va a tomar conciencia de la dificultad a través de los costes que eso tiene, a través de los costes relacionales, de que efectivamente eso vaya generando rechazo en las otras personas, de ir viendo la reacción de los demás, ir viendo cómo los demás se van alejando o cómo no se acercan o cómo los demás reaccionan emocionalmente a lo que está ocurriendo. Al final, si lo que hacemos no tiene un coste, no lo vamos a percibir como algo problemático. Hay relaciones que, bueno toda relación se asienta siempre en roles que suelen ser complementarios los unos con los otros. Hay algunas relaciones, como comentaba antes, que se basan en esto, en que uno expresa abiertamente de manera sincericida, sin tener en cuenta el efecto en el otro y demás, entonces el otro se amolda eso, deja de expresar sus propias necesidades y entonces el sincericida, como todo el espacio, todo el vínculo, todo se ha moldado conforme a cómo se comporta él, no va a detectar que hay un problema en esto. Entonces, no va a cambiar o no va a querer tener deseo, no lo va a ver como un problema, entonces no va a ir a terapia ni va a generar ningún cambio. Y esto es un problema, porque a veces se conforman familias así, a veces se conforman matrimonios o parejas así, de tal manera que los que lo sufren son los hijos y genera bastantes secuelas, por decirlo así, en ellos. Entonces, si la persona no tiene un coste, una consecuencia negativa al respecto de este acto de no ser sensible con los demás, no va a empezar una terapia.

Desafiando la Justificación: Reconociendo la Responsabilidad en las Conductas

Jota: Claro. Yo he escuchado alguna frase en alguna persona con un perfil de este estilo, que cuando se ha enfrentado a alguien que se lo ha reprochado, su respuesta es: ‘Es que yo soy así.’ ¿Qué te parece este tipo de frases?

Patricia: Me parece una manera de justificarme sin tener en cuenta que puedo tener posibilidad de cambio. Es que el ser no es lo mismo que el hacer. Y bueno, aquí podríamos entrar en algo más filosófico que me encantaría y demás, pero lo que yo hago es modificable. Y El acto de comunicarme es algo que está bajo mi control, que yo decido cómo me comunico, puedo tener más dificultades o menos dificultades, pero siempre hay posibilidad de cambio. Por lo contrario, si yo lo justifico en cuanto a que yo soy así, al describirlo como ser, como algo que es mi esencia, no voy a ver posibilidad de cambio. Entonces, creo que es un argumento que muchas veces se utiliza para justificar ese tipo de conductas y no responsabilizarse o no hacerse cargo del sufrimiento que podemos llegar a causar en los demás. Aquí sería importante señalarle a la persona: ‘No, no es que seas así, es que te estás comportando así. Y al igual que eliges levantarte a las ocho de la mañana, puedes elegir primero respirar, medir tus palabras, escribirlo antes’, en fin, lo que sea. ‘Pero puedes elegir comportarte diferente, porque no es que seas así’. Es una diferencia importante.

Jota: Claro, me apunto lo de seguir hablando del tema filosófico para otro día. Sí que me gustaría, antes de que terminásemos, que hiciéramos un resumen de los puntos más importantes para contar cómo de importante es la sinceridad. Cuándo sí que debemos hacerla y cuándo debemos tener cuidado para no llegar al sincericidio que nos has puesto aquí sobre la mesa, para evitar ese daño los demás.

Patricia: Sí, la sinceridad es importante en cualquier tipo de relación, porque me permite comunicar mis deseos, mi opinión, mis necesidades a los demás, marcar límites, etcétera. Y también, por otra parte, me permite reafirmarme a mí como persona, de tengo derecho a decir lo que pienso, tengo derecho a ser escuchado, está muy vinculado con la autoestima. Por lo tanto, es fundamental poder ser sinceros en la vida, pero esto difiere del sincericidio, que es cuando no tenemos en cuenta cómo eso le puede afectar al otro, dando detalles innecesarios que no aportan nada más que daño a la otra persona. O sea, en la sinceridad hay una sensibilidad hacia el otro, por lo tanto hay un autocontrol a la hora de hablar y en el sincericidio no. Actuamos más desde el impulso y desde mi propia necesidad egoísta, entre comillas, de volcar todo lo que tenga que decir. No sé si esto podría servir un poco como resumen.

Jota: Yo creo que queda perfecto. Me ha encantado hablar contigo sobre este tema y espero que todos seamos muy sinceros sin hacer daño a los demás.

Patricia: Efectivamente. Muchas gracias, Jota.

Jota: Gracias a ti, Patricia. Nos vemos pronto en otro capítulo.

Patricia: Un abrazo.

Jota: Chao.

Patricia Martinez Psicóloga Online

Autor: Patricia Martínez

Psicóloga Psicóloga General Sanitaria con experiencia de trabajo en población infanto-juvenil y adulta.
Supervisora de casos y apoyo del equipo de POA.
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