Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula, Paula Massa, que como todos sabéis es Psicóloga experta en Terapia Online con más de 20 años haciendo terapia, más de siete haciendo terapia online y además es supervisora de casos y apoyo de todo el equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula, ¿qué tal?
Paula: Muy bien, encantada de estar aquí contigo, Jota.
Jota: Sí, yo también estaba deseando volver a charlar otro ratito contigo. Y además estamos justamente haciendo una videollamada para grabar este podcast y vamos a hablar del agotamiento que se está produciendo de este exceso de videollamadas que muchos de nosotros tenemos a lo largo del día.
Paula: Exacto. Vivimos en la era de la videollamada y muchos ya tenemos la suerte de teletrabajar, que desde mi punto de vista es una suerte, pero como todo tiene sus inconvenientes. Entonces, este sería uno de ellos, el agotamiento que nos produce estar no solo en videollamada, sino constantemente frente a una pantalla.
Jota: Efectivamente. Fíjate que hay algunos de nosotros, creo que tú también, bueno, sé que tú también lo hacías antes de la pandemia. Yo también tenía ya algunas cositas online, pero desde la pandemia del COVID, es algo totalmente instaurado en nuestras vidas y ya es algo sumamente normal para muchos de nosotros.
Paula: Para algunos nos ha llegado de manera más o menos progresiva, pero es que a otros les ha llegado de forma totalmente inminente, con lo que por tanto pueda ser que no les haya pillado preparados. Y esto además es un elemento más a añadir a ese agotamiento.
Entendiendo las Raíces del Agotamiento en la Era de las Videollamadas
Jota: Sí. ¿Por qué ocurre este agotamiento? Porque es verdad que antes también hacíamos reuniones y charlas con otros compañeros, colegas, o pacientes, o dependiendo del rol que tengamos cada uno. Pero ahora estamos hablando de este agotamiento. ¿A qué se debe?
Paula: Bueno, el agotamiento siempre se produce por un exceso de lo que quiera que sea que nos está agotando, que nos está cansando. En salud mental y bueno, yo creo que en la vida en general, la palabra moderación es clave y el equilibrio es clave. Entonces, efectivamente, ahora nos encontramos especialmente enfrentados. Ya te digo, no solamente al tema de las videollamadas, sino a las pantallas, pero mucha gente diría yo, es que antes en mi trabajo presencial también estaba constantemente delante de una pantalla. Ya, pero cuando te reunías con un compañero no tenías por qué hacerlo, ¿no? Lo hacías de manera directa, de manera presencial, con lo que por tanto ya había como un poquito más de equilibrio y había un poquito más de diversificación, como si dijéramos. Ahora no. Ahora, tanto el trabajo que haces delante de tu pantalla, que a lo mejor sí que era el mismo que hacías a nivel presencial, más la reunión, cualquier contacto, cualquier cosa que implique relacionarte con los demás, tienes que hacerlo a través de las pantallas. Y ya solo por eso, por el abuso y por el exceso, agota. Además, las pantallas, la luz que tienen nuestro nuestros dispositivos, los móviles, las tablets, los ordenadores e incluso la propia televisión, tiene una característica muy especial, que es la del mantenernos despiertos. Esto activa determinadas ondas de nuestro cerebro que hace que estemos en un estado de hiperactivación. Otro añadido bastante importante en el tema del agotamiento. Sobre todo estamos hablando de agotamiento mental, pero yo creo que incluso podríamos hablar de un agotamiento físico. ¿Por qué? Porque ese estado de hiperalerta y de estar despiertos también es agotador desde el punto de vista físico.
El Auge de las Videollamadas: Encontrando el Equilibrio entre Comodidad y Cansancio
Jota: Sí, yo creo, dependerá mucho de los entornos, pero yo me encuentro mucha gente que ahora hace bastantes más reuniones que hacían antes, el tener ese acceso a la videollamada a golpe de botón. Incluso hay reuniones o conversaciones que antes se tenían, por ejemplo, en llamada telefónica, que ahora se hacen en videollamada. Reuniones que antes tenías que organizar para que todo el mundo estuviese, que fuese, y ahora se pueden hacer de manera prácticamente inmediata en cualquier dispositivo, hace que se hagan más de estas reuniones. Aparte, efectivamente, de que estamos todo el día desde que nos levantamos hasta que nos acostamos delante de una pantalla, aunque no sea en videollamada, entiendo que a veces resulte agotador.
Paula: Agotador. Todo lo que es en exceso, al final agota. Pero es que es algo tan cómodo, es verdad. Incluso en el aspecto personal, si yo quiero llamar a mi abuela, incluso me gustará más verla. ¿Por qué no voy a hacer una videollamada? Por ejemplo.
Jota: Total.
Paula: Bueno, pues eso nos lleva todavía a un mayor abuso.
Jota: Claro. Y fíjate qué contradicción: comodidad y agotamiento. Y hacemos más videollamadas porque es más cómodo y estamos agotados porque hacemos todas estas videollamadas. ¿Cómo salimos de este bucle? ¿Cómo conseguimos descansar de tanta videollamada?
Paula: Descansar significa parar. Si estamos cansados físicamente, paramos. Nos tumbamos, reposamos. Si estamos cansados mentalmente, cambiamos de actividad. Es decir, paramos de aquella que nos está agotando. Entonces, en el tema del agotamiento por videollamadas, la clave está en poner límites. Debemos de ser bastante conscientes de que, aunque sea algo cómodo, algo accesible y algo a lo que podemos recurrir de manera rápida, debemos de frenar y en algún momento tratar de equilibrar. Es decir, si puedo hacer otro tipo de contacto, si en lugar de hacer una videollamada con mi vecino salgo al descansillo y le llamo a la puerta, mejor, solo por aquello de la moderación y el equilibrio.
Jota: Está claro que al final lo que decías, la moderación es el punto. Cuando son videollamadas que, como comentabas, la de la abuela, hombre, ve y queda con ella a comer y no tenga que ser…
Paula: Seguro que le va a gustar mucho más, pero la falta de tiempo.
Jota: Claro.
Paula: La poca disposición que tenemos a día de hoy, la velocidad a la que vamos con todo, si es que todo esto influye. Y también son añadidos a ese agotamiento. Pero entonces cogemos la videollamada, yo ya he visto a mi abuelita y ya no tengo tanto la necesidad de tenerme que ir a merendar o a comer con ella.
Estrategias Efectivas para Combatir el Cansancio de las Videollamadas
Jota: ¿Cómo podemos hacer? Aunque hayas dicho sí, la moderación, pero al final hay veces que no es tan sencillo. ¿Hay alguna técnica o algo que podamos..? Veo que me dices que sí, cuéntame, no hace falta ni que siga.
Paula: Yo recomiendo estrategias, incluso de lo más prácticas, pues ponerte una alarma en el móvil que te avise que llevas una hora de videollamada o que llevas una hora ante la pantalla del ordenador al igual que podría ser la del móvil o que podría ser la de la televisión. Esos sistemas que tienen las televisiones, lo que pasa es que para mi gusto duran demasiado, que a veces se apagan por sí solas porque llevan demasiado tiempo encendidas. Pues eso es lo que deberíamos de hacer nosotros, controlarnos nosotros de una manera obviamente más a corto plazo. Quizás cada hora convendría parar, levantarnos de donde estemos, respirar profundamente e incluso si tenemos la oportunidad de salir fuera y respirar un poco de aire libre, muchísimo mejor. Estaría genial si hiciéramos algún tipo de movimiento físico, algún tipo de estiramiento o algún tipo de ejercicio, algo así. Y luego ya, si tenemos que retomar nuestra tarea, volvemos a ello. Pero por ejemplo, lo de ponerse alarmas en el móvil, que nos avisan de que llevamos equis tiempo, viene muy bien para ponernos ese límite temporal.
Jota: Me parece un consejo buenísimo. Ojalá lo pudiéramos aplicar, que a veces no es tan sencillo, pero ya el hecho de tenerlo planteado es genial. Hacer videollamadas, intentar no alargarlas más de lo necesario. Probablemente la hora estándar es esa famosa hora de videollamada, pero probablemente si se puede acortar y reducir a 40 minutos una videollamada, mejor hacerla de 40 que de una hora.
Paula: Mejor todavía.
Jota: Y hacer esas desconexiones, que igual incluso hay pequeñas técnicas de relajación de un minuto o dos minutos que viene genial para luego concentrarnos y seguir con nuestras tareas.
Paula: Exacto. Exacto. Viene muy bien, es muy importante lo de salir fuera y respirar un poco de aire libre. También por el hecho de ampliar la mirada. Cuando fuimos a poner título a el capítulo de este podcast, lo llamábamos el efecto Zoom. Zoom, me imagino que he referido a la aplicación Zoom con la que hacemos las videollamadas, mucha gente. Es que además hay un efecto Zoom. Hay un efecto en el cual que yo cuando empecé a utilizar las videollamadas en mi trabajo, me gustaba mucho porque sentía que tanto el paciente como yo en la consulta nos centrábamos y nos concentrábamos mucho más en lo que estaba pasando por el mero hecho de ser a través de una pantalla. Nos permitía una mejor concentración y nos permitía no distraernos con elementos externos que hubiera alrededor. Bueno, esto es fenomenal para el tema de la concentración, efectivamente. Pero claro, llega un momento en el que la vista siempre en esa dirección se nos agota la vista, la atención, el foco. Por eso, de vez en cuando, cuando hagamos nuestros parones, cuando hagamos nuestros descansos, salgamos fuera y lo ampliemos. Es decir, hagamos como una visión más generalizada, como cuando hacemos esas fotografías panorámicas que abarcan absolutamente todo, que las hacemos como si dijéramos en redondo. Pues así. Entonces nos tenemos que obligar a mirar. Y esto hacerlo con muchísima conciencia para que le mandemos la señal a nuestro cerebro de ese equilibrio y esa moderación que él mismo nos está pidiendo.
El Impacto del Teletrabajo en la Percepción y la Productividad
Jota: Claro, claro, claro. Qué bueno. Sería genial que lo pudiésemos hacer. Espero que no nos mate la gente que esté viendo salir a sus empleados ahora a la calle entre videollamadas.
Paula: Hombre, yo creo que las empresas hasta lo deberían de facilitar.
Jota: Sí, efectivamente.
Paula: Porque es descanso, es reparación que luego influirá, seguro, estoy segura sobre la productividad. O sea, que si lo que a la empresa le interesa es producir, que le faciliten esta posibilidad a sus trabajadores.
Jota: Totalmente. Hay una parte en la videollamada que yo quería sacar aquí, que no sé si va, o tiene relación con el agotamiento que se produce, pero hay una cosa que nos perdemos ahora al no tener el contacto presencial, y es que al final en la videollamada solo aparece una parte nuestra. No estamos las personas completas. Al final ves el rostro y puedes ver un poquito del cuerpo, pero estamos perdiendo mucho de la otra persona, sus movimientos, su posición, su tal. ¿Esto influye de alguna forma en..? A lo mejor no en el agotamiento, sí me imagino que influirá a lo mejor en la percepción de esos gestos y movimiento popular. ¿Qué opinas de esto?
Paula: Yo creo que evidentemente produce una percepción errónea. A lo mejor no muy alejada, pero es errónea. Hay una parte de información ahí que se nos escapa, que desconocemos. Este es otro motivo del agotamiento también, Jota, porque nuestro cerebro tiende a rellenar huecos, tiende a rellenar vacíos. Entonces, si algo no lo sabe, lo inventa, lo construye, lo imagina, lo crea. ¿Qué es lo que pasa? Que aunque no seamos conscientes de ello, yo ahora mismo que te estoy viendo a través de la pantalla, mi cerebro puede estar un poco construyendo esa falta de imagen que me falta de ti. Por ejemplo, tu altura, el cómo puedes ir vestido. Yo ahora te veo solamente prácticamente de cintura para arriba. Cómo puedes estar de cintura para abajo. Qué postura tienes, si estás de pie, si estás sentado. O sea, hay cosas que el cerebro está dando por hecho, pero porque las está imaginando, las está construyendo, con lo que por tanto le estamos dando más trabajo, no?
Jota: Totalmente.
Paula: Aparte de que la percepción pueda ser errónea, creo que es más ejercicio para nuestro cerebro, que no es malo, que no es malo, entendamoslo, pero que agota, cansa.
Compensando la Pérdida del Lenguaje Corporal en las Videollamadas
Jota: Aparte de otros efectos que puede tener el perderte ese lenguaje corporal, esas señales que antes percibíamos o podíamos percibir más fácilmente. Y ahora no. ¿Hay alguna posibilidad de compensar esta falta de información que perdemos?
Paula: La falta de información, bueno, pues conectando de manera presencial con la persona. De hecho, es muy curioso y yo diría que hasta divertido hacer el ejercicio de descubrir. Anda, pues te imaginaba más alto, pues te imaginaba más bajo. Pues me dabas una sensación diferente a través de la pantalla, que no es tan diferente, no es tan distinta. O sea, que en realidad, por ejemplo, para lo que es el tema reuniones de trabajo o para el trabajo que yo realizo, las video-consultas, es una información que se me escapa, pero que tampoco la necesito para poder hacer mi trabajo y que se puede solventar con determinadas habilidades y estrategias, habilidades terapéuticas que el propio terapeuta online, por ejemplo, tiene para poder solventar un poquito esa parte, el lenguaje no verbal, etcétera. Pero yo creo que la mejor solución es eso: vamos a conectar presencialmente, vamos a encontrarnos presencialmente y ahí hacemos ese ejercicio de descubrimiento, que también es curioso y es interesante.
Jota: Sí, totalmente. Me parece que luego hay otros factores en torno a donde estamos haciendo esa videollamada que también pueden mejorar o empeorar ese agotamiento. Me refiero a la luz que haya en la habitación, incluso el sitio donde estemos, si estamos de pie, si estamos sentados, la silla que utilicemos, una videollamada de diez minutos, al final, a lo mejor puede dar igual. Pero si estás todo el día entiendo que una buena iluminación, que una silla, un sitio cómodo donde estés bien sentado, con una buena postura, todo esto ayudará a que ese agotamiento no sea tanto, o no tiene que ver tanto con la videollamada, todo esto.
Paula: Efectivamente, o sea, son elementos que prevendrían, un poco que ese agotamiento no llegue temprano. Incluso los propios elementos que tengamos nosotros en nuestro propio espacio, como los que tenga la otra persona. Por ejemplo, un ejemplo que se me ocurre, la conexión. Cuando tenemos conexiones interrumpidas, que no escuchamos bien, que se entrecorta la imagen, que tenemos que hilar, eso también es un esfuerzo para nuestro cerebro. Y entonces, ya no es la videollamada en sí, sino ese añadido de esfuerzo que requiere. O sea, que hay unos elementos efectivamente técnicos y físicos que facilitarían que ese agotamiento quizás no llegue tan temprano, pero al final todo en exceso agota.
Burnout y Teletrabajo: Enfrentando el Cansancio de las Reuniones Virtuales
Jota: Claro. ¿Puede esto llegar a afectar a la gente que ya está quemada de por sí por su trabajo el tener que estar tantas horas haciendo si su trabajo se relaciona con estas reuniones virtuales, estas llamadas o videollamadas constantes? Me imagino que este agotamiento también afectará, ¿no?
Paula: Sí, por eso es muy importante cuando una persona viene a consulta, quizás con un problema de burnout, un problema de estar quemados en el trabajo, es muy importante analizar exactamente cuáles son esos elementos de los que se compone su trabajo para saber dónde puede estar el mayor peso en el agotamiento. El mayor peso y que todo suma al final, pero también el menor o el más fácil de solucionar. Porque si empezamos a quitar pequeños pesitos, quizás consigamos que el afrontamiento del día a día a nivel laboral, obviamente de primeras, necesitará un descanso. Esa persona necesitará una desconexión, necesitará una curación, una reparación. Pero luego a la hora de reincorporarse, poder seguir incorporando de manera progresiva, teniendo muy en cuenta cada uno de esos elementos, quizás de menor a mayor en cuanto a la intensidad de quemazón o cansancio que le produzcan, e irse enfrentando, introduciendolo poquito a poco.
Gestión del Estrés en la Era de las Videollamadas: Consejos Prácticos
Jota: Y esto puede influir a personas que ya estén dentro de algún problema, que ya estén con estrés, con ansiedad, incluir este hilo de videollamadas, videollamadas, pantallas y tal para aumentar esa problemática?
Paula: Sí, todo suma. Quieres decir, por ejemplo, que estés pasando por un trastorno de ansiedad o que estés pasando por un estado depresivo, quizás. Y que a lo mejor, además, tu trabajo conste. Pues claro, todo suma, todo suma. Pero hombre, hay que tener en cuenta que una persona que está pasando por un trastorno de ansiedad o por un estado depresivo también tiene una hipersensibilidad, tiene una mayor fragilidad, por lo que por tanto está más sensible a todo, ya no solamente al agotamiento por las videollamadas, sino a cualquier elemento que pueda resultar en determinadas situaciones adversas para él. Siempre lo va a recibir con mayor intensidad. Sí, todo suma.
Jota: Claro, claro. Ya para ir terminando, me gustaría que me contaras qué debe hacer una persona que ve que está esto repercutiendo en su vida. Porque al final, manejar esto, que cuando hay una, tanto a nivel laboral como a nivel el social, hay una predisposición a que estas llamadas o videollamadas se realicen y más como hay que estar disponible. Todos tenemos en la mano un dispositivo con que se puede hacer y prácticamente, ¿cómo lo podría manejar o gestionar una persona que esto ya le está afectando?
Paula: Yo no hablaría de manejo para una persona que ya esto le está afectando. Hablaría de manejo para todos, absolutamente todos. Todos tenemos este riesgo. Todos tenemos esta situación, efectivamente, como tú dices, de acceso a las pantallas. Entonces, tanto si ese enfrentarte a las pantallas es mucho como si es poco, es importante siempre tener en cuenta lo que hablábamos antes, que en cualquier caso conviene parar, conviene ponerse límites, que en esos momentos de descanso aprovechemos y hagamos todo lo contrario, que incluso si nos podemos levantar, podemos estirar las piernas o incluso hacer algún ejercicio físico de estiramiento, etcétera, nos va a venir muy bien, que también nos vendría muy bien algún ejercicio de relajación o de respiración, por lo menos en esos momentos, y la salida del aire libre. Esto a nivel micro, en el día a día, según nos estamos enfrentando. Y luego a nivel macro, como te decía desde el principio, es cuestión de moderación y es cuestión de equilibrio. Entonces, también un poco organizar nuestra vida en general, donde también estemos incluyendo actividades que tengan que ver más con lo presencial, que tengan que ver más con el contacto con la naturaleza, con el aire libre, etcétera. Es decir, que lo incluyamos como un hábito de vida. El salir a pasear por el campo, que si además lo compaginamos con ejercicio físico vendrá fenomenal porque este nos ayuda a canalizar muchas de las tensiones y del estrés que vamos acumulando en nuestro día a día. El potenciar, sí, o sea, pensar que la llamada con nuestra abuelita está muy bien porque ahí le damos cantidad, pero que si además le diéramos calidad yendo a visitarla en esa comida o en esa merienda de la que hablábamos antes, pues muchísimo mejor. Que ella lo va a agradecer y que a ti te va a sentar mejor. Entonces, es un poco eso a la hora de organizar, planificarnos, programarnos, que no se nos olvide incluir esta parte, que es muy importante. Las tecnologías, las videollamadas han venido a este mundo para facilitarnos la vida, pero eso no significa que tengamos que estar por eso siempre recurriendo a ellas, sino que hay otras muchas cosas a las cuales también tenemos que recurrir y que debemos de tener en cuenta.
Jota: Genial. Me parece que nos has dado aquí un montón de consejos y de recomendaciones súper importantes. Ahora queda dar el paso y aplicarlo. Y nada, espero que a todo el mundo le haya gustado, como a mí, todos estos consejos y ayudas que siempre nos das.
Paula: Me alegraría mucho que así fuera, Jota.
Jota: Claro que sí. Nos vemos pronto en otro capítulo.
Paula: Gracias. Hasta luego.
Jota: Chao, chao.