Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis es Psicóloga Sanitaria, experta en Terapia Online con más de 20 años de experiencia y más de siete haciendo Terapia Online. Además, es supervisora de casos y apoyo de todo el equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días. Paula, ¿qué tal? ¿Cómo estás?
Paula: Buenos días, Jota. Encantada de estar aquí.
¿Qué es el día mundial de la Amabilidad?
Jota: Sí, yo también. Me agrada mucho que me saludes tan amablemente. Y es que hoy vamos a hablar de un día mundial, como todos los días que hay. Pero hoy, no es justamente hoy, pero esta semana es el Día Mundial de la Amabilidad y creo que es importante que hablemos de este día y la importancia que tiene. Si quieres, ¿por qué no nos cuentas y nos empiezas contando exactamente qué es el Día de la Amabilidad?
Paula: Bueno, el Día de la Amabilidad es el 13 de noviembre, va a ser el 13 de noviembre y es un día que se eligió, porque sí, al azar a raíz de un movimiento que se generó en Japón, creo que en el año 1997, un movimiento en Japón que era procedente de una organización, el movimiento de la amabilidad, que lo que trataba de promover era el ser amables, al tener conductas de amabilidad para contrarrestar la violencia y la falta de consideración a nivel social que se está produciendo en esta época en la que vivimos. Parece ser que con el transcurso de los años se fue contagiando a otros países y dicen que en el año 2000, en Singapur, es cuando se generó una organización más a nivel mundial. Fue esta organización mundial la que finalmente estipuló que el día 13 de noviembre sería el día de la amabilidad y es un día para hacer especial alegato a esto, a la importancia que tiene ser amables, porque es muy importante y en muchísimos sentidos.
Jota: He dicho antes que era esta semana, realmente es el lunes que viene, nos estáis escuchando. Bueno, depende en cuándo escuchéis esto, la verdad. Está saliendo el podcast el martes día siete y es el lunes que viene día 13 para que todos nos vayamos preparando y no se nos pase el martes. Y aunque todos deberíamos ser amables todos los días, el martes que viene día 13 lo seamos especialmente.
Paula: Y si lo somos bien el día 13, probablemente nos deje ahí una huella de placer y de bienestar que a lo mejor hasta promueve que lo vayamos siendo el resto de los días un poquito más.
La Amabilidad como Pilar Fundamental en la Salud Mental
Jota: Qué bien. Pues a mí me gustaría que nos explicaras un poco cómo relacionar la amabilidad con el podcast que tenemos, que es de salud mental, pues eso, con la salud mental. ¿Cómo relacionamos estos dos elementos?
Paula: Bueno, según algunos psicólogos, según algunas corrientes psicológicas, la amabilidad es lo que mueve al ser humano. No tanto la amabilidad, sino el amor, la capacidad de amar y ser amados. Claro, la amabilidad, como si dijéramos, es la herramienta para poder trasladar este amor. Y tiene lógica porque somos animales sociales, vivimos en sociedad. Estar en contacto con los demás y estar de una manera sana, de una manera productiva, de una manera beneficiosa, se consigue más bien a través de la amabilidad también. Hay una… Podemos decir un instinto a nivel de especie, que es el de la protección de los miembros de nuestra propia especie. Esta es la razón por la que es algo tan básico, es algo tan animal, tan primitivo, el hecho de ser amables. Luego ya si quieres, analizamos un poquito más y te voy contando punto por punto cuáles son cada uno de esos efectos que la amabilidad nos produce de forma positiva sobre nuestro estado psicológico.
Los Impactos Profundos de la Amabilidad en Nuestra Salud y Bienestar
Jota: No me dejes con las dudas, ni ganas y cuéntanos.
Paula: Esperaba que me hicieras la pregunta, Jota, pero ya si quieres me pongo con ello.
Jota: Sí, por favor.
Paula: Porque lo he contestado muy a nivel general, pero es que es verdad que desde el punto de vista, incluso, psicofisiológico, se dice que cuando somos amables, simplemente el mero hecho de sonreír hace que segreguemos una hormona, la hormona del placer, que es la oxitocina, que la liberemos con una mayor facilidad. Luego también, yo recurro mucho a que tengamos en cuenta que muchas veces somos de fuera a adentro. Es decir, el hecho de sonreír, el hecho de tener un comportamiento amable, aunque no nos apeteciera, automáticamente va a generar en nosotros, en nuestro interior, como un cambio de esquemas, como un cambio de emociones. Entonces, esto va a mejorar también nuestro estado de ánimo, puede mejorar incluso nuestra autoestima y puede mejorar además la confianza en nosotros mismos. Ser amables da sentido a nuestra vida, puede dar un sentido. Si yo me marco el objetivo de que en cada una de esas cosas que haga, las haga con amabilidad, ya lo ves, le estamos dando un sentido. Más luego, lo que supone a nivel social, que es un poco con lo que empezaba antes. Si somos amables con los demás, pues probablemente recibamos una respuesta amable. Es contagiosa la amabilidad y entonces vamos a vivir en un clima mucho más adecuado. Hay estudios que demuestran incluso que el ser amables favorece a nuestra presión arterial y que mejora nuestro sistema inmune. O sea, que fíjate lo que te digo. Y además, pues nos ayuda bastante a manejar nuestro estrés, a poder tomar un mayor control en nuestra vida, que yo creo que es uno de nuestros fines también fundamentales.
El Poder Transformador de la Amabilidad en Nuestra Interacción Social
Jota: Madre mía, es como una píldora mágica.
Paula: Por supuesto que lo es. Por supuesto que lo es. Y sin embargo, no recurrimos nada a ella. Tan poquito!
Jota: La verdad es que sorprende cuando de repente te encuentras con alguien realmente amable, llama, da una atención y…
Paula: Que te da los buenos días, que te sonríe, que te da un gracias. Todo esto es verdad. Vivimos en una sociedad en la que casi casi hasta sorprende. Pero y lo que se agradece, el bienestar que produce, también es verdad, ¿no?
Jota: Sí, quería aquí que nos estás contando un montón de efectos, pero a mí me gustaría saber, porque entiendo que tiene efectos tanto en el que los da como en el que lo recibe, esta amabilidad. Y si pudieras contarnos un poco ese bienestar emocional que da en cada uno de los dos lados.
Paula: Bueno, antes te hablaba sobre todo del que los da, ¿no?
Jota: Claro.
Paula: De la persona que es amable, que es la persona que tiene el control. La persona que lo recibe no puede controlar que vaya a recibir esta amabilidad por parte de los otros. Pero sin duda es algo que es agradable, que se siente de manera positiva. O sea, si decíamos lo de que aumentan los niveles de oxitocina, el mero hecho de ser amables, recibirlo también debe de aumentarlo, ¿no? Que tranquiliza, que calma, que crea un clima mucho más agradable y, como decíamos, mucho más controlable. No es lo mismo, aunque estemos ante un ambiente desconocido, si nos encontramos con gente amable, tenemos más la sensación de control sobre el entorno que si nos encontramos con un entorno hostil, porque automáticamente para nuestro cerebro es poner en funcionamiento los mecanismos de defensa y de protección, vaya. Con lo que, por tanto, esto nos hace entender también por qué recibir amabilidad es algo positivo. Y por lo que decía antes, por qué es contagioso. Claro, si recibimos conductas amables, respondemos.
Jota: Eso te iba a decir, cuando el efecto del que da esa amabilidad, si la persona que tiene enfrente, lo lógico es que te devuelva esa amabilidad porque la está recibiendo. Al final, todos estos beneficios se van multiplicando. Es un efecto en cadena.
Paula: Sí, exacto, así es.
Incorporando la Amabilidad en Nuestro Día a Día: El Poder de la Sonrisa
Jota: Te quería preguntar una cosa que a mí me parece importante, porque es verdad que la gente no va con una hacha por la calle, pero es verdad que nos falta muchas veces esa amabilidad de la que estamos hablando. ¿Cómo puede una persona incorporar todos estos beneficios que acabas de comentar, siendo más amable? ¿Cómo puede uno ser más amable? ¿Qué pasitos tiene que dar una persona que ahora mismo no está ofreciendo esta amabilidad para empezar e ir incorporándola poco a poco.
Paula: Bueno, yo creo que hay una técnica, estrategia o medida básica que es la de la sonrisa. Sonreír ya, insisto, tiene efectos directos sobre el funcionamiento de las hormonas y los neurotransmisores en nuestro cerebro. Activa automáticamente, insisto, aunque no nos apetezca. No sé qué psicólogo hablaba, ahora no me acuerdo del nombre, pero bueno, lo buscaré, que hablaba de hacer el ejercicio de ponernos un lápiz en la boca, que ya automáticamente obliga a estirar las comisuras labiales como si estuviéramos sonriendo. Y nos hacía preguntarnos qué sentíamos cuando esto pasaba. Los efectos que produce, probadlo. Ánimo a la gente que nos está viendo, que nos está escuchando, que lo pruebe. Los efectos que produce son automáticos, son inmediatos y destacan, totalmente contrastan con estados de negatividad y con estados de malestar. Automáticamente produce un estado de bienestar, de tranquilidad, de calma, etcétera. Entonces, bueno, la sonrisa. La sonrisa, por ejemplo, es lo primero y es lo más básico, que sonriamos.
Jota: He hecho una búsqueda rápida, se trata de Fritz Perls, que es el que desarrolló la terapia Gestalt, el que hacía este comentario sobre el forzar la sonrisa.
Paula: Fíjate, no lo asociaba con Gestalt, pero puede ser, puede ser, claro.
Jota: Sí. Aprovechando.
Paula: Gracias por la búsqueda, Jota.
Compromiso de Amabilidad: Tres Pasos para el 13 de Noviembre
Jota: Pues efectivamente, efectivamente, me parece buenísimo el que empecemos con una sonrisa y poco a poco sería ideal que fuéramos incorporando pequeños detalles con la gente que nos cruzamos.
Paula: Mira, ¿sabes lo que se me ocurre? Que pongamos como unas condiciones mínimas básicas que ejercitemos todos, que nos comprometamos a ejercer el día 13 de noviembre. ¿Vale?
Jota: Qué bueno.
Paula: Por ejemplo, el sonreír desde primera hora de la mañana. Sonriamos. Aunque solo sea ese día, sonriamos. Levantémonos con una sonrisa. Escuchemos cosas de humor, sonriamos a las primeras personas que veamos, aunque estemos adormilados, si hace falta, sonriamos a un desconocido, sonriamos en el trabajo. Sonriamos. Como segunda medida pondría la de tengamos un gesto de compasión, un gesto de ayuda hacia alguien. Puede ser desde subir a mi vecino la compra, porque viene muy cargado, sujetarle la puerta, cederle el ascensor si hace falta, traerle un café a un compañero en el trabajo, ofrecer algo de ayuda a alguien en la calle. Bueno, pues ayudar a una persona invidente, acariciar a un perrito. Tengamos un gesto de compasión, un gesto de conexión con los otros como segunda medida. Como tercera medida, se me ocurriría el hecho de que seamos amables con nosotros mismos. Que nos cuidemos, que nos mimemos, que nos comprendamos, que dejemos de exigirnos, que dejemos de culpabilizarnos, que dejemos de presionarnos, que ese día, solo, solo, ese día, dejemos de ponernos pues eso, tantas presiones en la cabeza. Tantos tengo que. Que nos demos un poquito de tregua. Mira, tengamos ese gesto de amabilidad también para con nosotros mismos. Que cantemos, que bailemos un poco. También. Bueno, no sé. Y añade tú alguna más.
Jota: A mí me gustaría. Sí, sí, porque a veces vamos como pollos sin cabezas por la vida con las prisas que llevamos por todos lados. Y me gustaría, aunque solo sea cuando entremos en cualquier sitio, dar los buenos días, las buenas tardes, dar las gracias, pedir por favor, que son cosas que a veces nos salen y tal, pero hay otras veces que lo perdemos. Y es una tontería que no cuesta absolutamente nada que ya abre otro camino con la gente que te cruzas.
Paula: Sí, se me olvidaba. Son palabras clave, el gracias, el perdón, el por favor, el buenos días. Son palabras clave que, sin embargo, inundan de amabilidad cualquier situación en la que estemos.
Jota: Incluso nuestra forma de conducir, que sea más amable.
Paula: Ahí es difícil.
Jota: Que a veces vamos, hay como una competición ahí, que por lo menos ese día estemos más relajados al volante. Si alguien pone un intermitente, dejarle espacio para que pase.
Paula: Que incluyamos un poquito la solidaridad, ¿verdad? Que cedamos el paso un poco más, que no nos importe tanto si alguien se nos cuela, intentemos comprender que a lo mejor tiene prisa. Y mira que solamente lo pedimos este día. Ojalá, ojalá surtiera tan buen efecto que empiece a generalizarse a algunos cuantos más.
Jota: Sería estupendo, sería estupendo. Pero todo lo que estamos diciendo parecen cosas sencillas, pero muy difíciles a la vez.
Paula: Sí, ¿porque, donde está la dificultad?
Jota: Pues a lo mejor va un poco con la persona, pero a veces cuesta estos detalles que estamos diciendo de que dejemos pasar a alguien que viene con el coche y se nos está colando, que entremos en un sitio que vas también con tus ideas, tus cosas en la cabeza y que saludemos y que seamos amables. Incluso a veces es más sencillo con personas desconocidas que con las conocidas. Depende, no, de muchas situaciones, pero…
Paula: Pero fíjate cómo lo dices. A veces es que estás hablando a nivel general. Nosotros lo proponemos solo ese día. Claro. Ese día vamos a a focalizarnos en ser amables.
Jota: Si estás escuchando esto después del día 13, no te esperes a que pase un año y hazlo también un día.
Paula: Hazlo también, sí.
Autocuidado: El Primer Paso hacia la Amabilidad
Jota: Estaría genial. Has hablado del autocuidado y me parece también que el ser amable con uno mismo es muy importante y también hay muchas veces que nos olvidamos de esto. Y creo que esto también debe tener una repercusión a nivel de salud mental importante. Cuéntanos un poco sobre ello, aunque sea unos segundos.
Paula: Bueno, por supuesto, el autocuidado es básico, es fundamental por la sencilla razón de que somos las personas con las que vamos a convivir las 24 horas del día de los 365 días del resto de años que nos queden en nuestra vida. Por esa razón, debemos de cuidarnos a nosotros mismos, los primeros. Y no es egoísta, que mucha gente cuando digo algo así me dice ‘Uy, qué egoísta.’ No, no, no, es que si me cuido a mí voy a poder cuidar mucho mejor a los demás. Y efectivamente, por eso también apelaba un poco al ser amables con nosotros mismos y darnos un poquito de tregua y reducir exigencias, porque ser amables es cuidar. Ser amables con los demás es cuidar. Si no nos cuidamos primero a nosotros mismos, si no nos caemos bien, no nos vamos a ver capaces de poder trasladar esa amabilidad a otras personas. Entonces, aunque solo sea para eso, para podérselo dar bien a otros, hagámoslo primero con nosotros mismos. Tenemos que estar a gusto con nosotros mismos, tenemos que querernos, tenemos que gustarnos. Por eso también ser amables mejora nuestra autoestima y el concepto que tengamos de nosotros mismos, incluso la autoimagen. Nos vemos más guapos cuando somos amables.
La Amabilidad como Antídoto en Tiempos Difíciles
Jota: Sí, totalmente. Cuando hay alguien que tiene sus problemas, que pueden ser más, menos graves, está metido en su día a día, a veces cuesta más. Si tú estás ya con heridas de cosas y vas castigado, probablemente estés siendo menos amable, que eso te está repercutiendo también a la vez, porque no consigues todos los beneficios que estamos comentando. ¿Cómo puede alguien ser amable cuando está pasando por dificultad, por problemas? ¿Cómo da ese paso de salir con esa sonrisa que tú dices cuando estás atravesando un mal momento?
Paula: Evidentemente es más costoso, pero si lo vemos casi, casi como un antídoto a nuestro sufrimiento, lo viéramos quizás como una solución o una forma de curación a aquello que nos está pasando, quizás no nos cueste tanto, cueste menos recurrir. Al final, que dejemos de ser amables porque estamos viviendo alguna situación complicada en nuestra vida, significa que estamos dejando que esa complicación inunde todos los aspectos de nuestra vida. Porque, ¿qué culpa tiene mi vecino? Si yo tengo problemas con mi pareja o tengo conflictos en el trabajo. Es algo que no tendría por qué verse trasladado a otros aspectos de mi vida. Entonces, si esto me es difícil de llevar a cabo es porque lo estoy dejando trasladar, porque ya está inundando esa negatividad. Y a lo mejor es la razón por la que me convendría quizás pedir ayuda y recurrir a terapia. Cuando vemos que algo que pasa en un aspecto concreto de mi vida empieza a empapar o a inundar otros aspectos de ella.
Jota: Claro. Me ha encantado descubrir este Día Mundial. Sabemos que hay días mundiales de muchas cosas, pero este día me parece muy especial y por eso hemos querido hablar sobre ello, para que sepamos todo lo que puede aportar y que de verdad aprovechemos para ser todos más amables, sonreír más, como nos estás contando, Paula. Y espero que lo consigamos. Muchísimas gracias por estar otro día aquí y espero verte pronto en otro capítulo.
Paula: Gracias a ti, Jota. Estoy encantada de estar aquí.
Jota: Chao.
Paula: Hasta la próxima.