Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Patricia, que como todos sabéis, es Psicóloga Sanitaria enfocada en población adulta, que trabaja desde las Terapias Contextuales y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Patricia. ¿Qué tal estás?
Patricia: Buenos días, Jota. Muy bien, aquí con muchas ganas de hablar de lo que vamos a hablar hoy por mis propios valores, básicamente.
Jota: Uy, qué interesante. Pues oye, cuéntanos enseguida. Hoy vamos a hablar de un tema triste, porque es el duelo que se pasa cuando perdemos a un ser querido, a una mascota. Entonces, bueno, es un tema interesante que a veces es muy fácil de hablar y de entender cuando hablamos de personas pero hay veces que no todo el mundo entiende qué pasamos cuando perdemos a una mascota, no? La que sea, a mí sí me está ocurriendo ahora mismo un perro, pero en el caso de otras personas, pues será otra mascota, un gato, periquito o una tortuga, o lo que sea.
Patricia: Sí, he de decirte que yo antes de grabar este podcast le he dado un achuchón a mi gata antes de hablar de este tema. Y bueno, justamente por esto que comentas, bueno, es un tema triste, pero al final es una realidad y creo que es genial que podamos visibilizar que oye, que las personas lo pasamos mal cuando fallece también un animalito que nos ha hecho compañía durante tanto tiempo.
El Vínculo Especial con Nuestras Mascotas y el Dolor de su Pérdida
Jota: Claro, está claro que al final es un ser querido más que nos acompaña durante mucho tiempo y se convierte en una persona… una persona, bueno, un integrante más de tu vida, de tu familia, al que cuidas y tienes que cuidar porque tienes que… Depende de qué mascota sea, pero sacar, pasear, darle de comer y tal. Y estás muy implicado, que a lo mejor no te sucede tanto con otras personas que puedes estar comiendo con ellas, pero no les tienes que estar paseando tú, o sacando tú, o cuidando tú, o pensando qué hacer con ellas, si organizas un viaje, puedes plantearte muchas cosas, irte con tu mascota y tienes que buscar un sitio donde puedas ir con ella y hacer este tipo de cosas especiales que supone tener una mascota. Cuéntanos qué supone perder ese ser querido a la persona que lo sufre a nivel de salud mental, ¿qué le ocurre?
Patricia: Claro, como tú bien estabas comentando, Jota, al final se convierte en un miembro más de la familia. O sea, es un animal con el que estamos creando un vínculo, al igual que lo estamos creando con los seres humanos, con otras personas, con otros miembros de la familia. Estamos construyendo recuerdos con ese animal, estamos pasándonoslo bien, disfrutando, compartiendo tiempo, compartiendo incluso nuestras emociones. Hay veces que nos proporcionan apoyo, que nos proporcionan cariño, compañía, calma, tranquilidad. Son tantísimas cosas las que nos aportan nuestros acompañantes animales, que cómo no vamos a establecer un vínculo muy importante con ellos, ¿no? Un vínculo que no tiene por qué ser comparable con el de las personas, porque como tú bien decías, es que puede que esté conviviendo con otro miembro de mi familia y puede que ellos tengan más vínculo con mi gata o con mi perro, con lo que sea, con mi tortuga que con otras personas. Y es que al final es un vínculo único y especial. Entonces, claro, cuando este animalito desaparece, cuando fallece, supone una pérdida que implica un impacto. Al igual que si se tratase de una persona, es decir, es un duelo de la misma manera que si fuese por el fallecimiento de una persona, es lo mismo, implica una pérdida y una nueva realidad a la que tengo que adaptarme. Entonces, por eso el proceso va a ser exactamente el mismo, implica un gran daño, implica un tengo que ser consciente o tengo que familiarizarme y aceptar la idea de que mi vida va a continuar en la ausencia absoluta de ese animalito. Entonces, nos va a producir probablemente el mismo dolor o un dolor muy similar al que se produce cuando es la pérdida de un familiar querido.
Rituales de Despedida: Honrando la Memoria de Nuestras Mascotas
Jota: Claro, totalmente. Hay algo que debamos tener en cuenta ante esta pérdida, porque aunque lo estemos comparando aquí, diciendo que es igual, hay cosas que a lo mejor no suceden igual. Cuando sucede con una persona, lo normal es que la enterremos, haya una ceremonia, visite gente, esté ahí, nos acompañen en ese momento. Sin embargo, en una pérdida de una mascota, todo esto no suele suceder. Esto no sé si es bueno o si es malo para la persona que tiene esta pérdida. ¿Cómo se vive esta diferencia de tratamiento?
Patricia: Yo creo, Jota, que quizás no está incorporado como una tradición más, por decirlo así, o un ritual más, como se hace con las personas, pero porque quizás antes no se le daba, no se percibía de la misma manera a los animales que a las personas. Ahora, afortunadamente, esto está cambiando. Entonces, creo que es algo a lo que cada vez se le da más importancia al que pueda también haber un ritual cuando fallece una mascota tan querida. Es algo que creo que está cambiando y además no solo que se esté haciendo más, sino que le estamos dando más normalidad a todo esto. Cada vez hay más servicios que ofrecen este tipo de ceremonias de cierre con nuestros animales. Creo que hacer todos estos procesos de cierre facilita mucho más el duelo, la integración de la pérdida, la asimilación, etcétera. Es decir, creo que aquí lo importante es qué necesito yo. Qué necesita cada persona, de qué manera necesito afrontar esta situación. Si para mí es lo suficientemente bueno el no hacer nada, es decir, llevármelo a un terreno más personal, integrarlo yo internamente, o a lo mejor a mí me apetece, quiero, puedo y siento que deba hacer otro, un ritual, una ceremonia, más ritualizada. Oye, pues vamos a hacer lo que necesitemos hacer cada uno. Yo creo que poder permitirnos hacer una cierta ceremonia o cierto rito puede facilitar mucho más la integración, como decíamos. No tiene por qué ser igual que con las personas. Lo podemos adaptar a la circunstancia. A lo mejor no podemos tener acceso. Puede no ser sencillo para nosotros enterrar nosotros mismos a la mascota. Bueno, podemos hacer un entierro simbólico, enterrando algo que haya formado parte de la vida de esa mascota. Puede ser un juguete, puede ser incluso a lo mejor si tenemos guardado pelito de la mascota, puede ser cualquier cosa o una foto, algo que simbolice que estamos dejando atrás a esa mascota y que supone un final de la vida de la mascota.
El Apoyo Necesario en Tiempos de Pérdida: Mascotas y Duelo
Jota: Claro, fíjate qué buenas ideas. Sí, sí, totalmente. Luego también pasa una cosa, cuando fallece un ser querido, una persona allegada a ti, todo el mundo está pendiente, todo el mundo te contacta, te llama, se preocupan por cómo estás y están ahí. Probablemente esto cuando te pasa con una mascota no sucede de la misma forma. ¿Cómo lo vive esta persona que probablemente necesite un apoyo también en esos momentos? Sin embargo, habrá excepciones, pero normalmente la gente no se va a preocupar por cómo está, cómo se encuentra, ni van a estar pendientes de ella durante un tiempo. ¿Cómo se vive esto?
Patricia: Creo que es doloroso, porque cuando tú sientes que ha cambiado algo muy importante en tu vida, que implica tener que ajustarte a ello y los demás no le dan esa importancia o hacen como que no ha ocurrido nada, es muy doloroso, porque es como que parece que los demás están rechazando de alguna manera una realidad que tú estás viviendo desde el dolor. Entonces, creo que es doloroso que otras personas lo manejen de esta manera. Entiendo que por tradición cultural, como decíamos, esto sea así, aunque está cambiando, pero creo que una manera de llevar eso puede ser el transmitir a los demás oye, necesito hablar de esto o esto para mí tiene la suficiente importancia como para que me preguntes, como para que dediquemos un tiempo a hablar de ello, como para que me permitas estar mal. Es decir, el poder transmitir lo que sea que estemos necesitando también a las demás personas para que puedan ser partícipes y acompañantes de nuestro sufrimiento. Quizás si no lo transmitimos, las otras personas no son conscientes de que para nosotros sí que tiene esa importancia. Por eso vamos a comunicarlo, vamos a comunicar a los demás qué es lo que necesitamos de ellos.
El Tiempo y el Espacio en el Duelo por una Mascota: Consejos para una Transición Saludable
Jota: Claro, totalmente. Cuando sucede esto, que tenemos esta pérdida de la mascota, ¿qué recomendarías? ¿Es bueno incorporar otra mascota lo antes posible? ¿Es mejor esperar un tiempo? ¿Es mejor no volver a tener mascota? ¿Qué recomendarías aquí para que no confundamos sentimientos y emociones y la persona lo pueda llevar bien?
Patricia: Esto es no igual, pero sí similar un poco a la pregunta de ¿está bien cuando en una ruptura de pareja conocer a alguien enseguida. Es una pregunta muy similar porque también implica un duelo. Bueno, yo creo que los duelos hay que vivirlos y hay que pasarlos y que al final el acoger a otra mascota para tapar el dolor que sentimos por la pérdida anterior, creo que no es lo más beneficioso para nosotros. Más que nada porque a lo mejor estamos depositando en la nueva, en el nuevo animalito, una serie de expectativas que no se van a cumplir. A lo mejor espero que se comporte en la misma manera que hacía mi anterior gatita y no tiene por qué ser así. A lo mejor espero que tenga un determinado carácter que no tiene por qué tener. Entonces, a lo mejor lo que me acaba generando es incluso rechazo. Voy a comparar, no, es que no es como Lola, por ejemplo, una gatita que tuve yo. Es que no es como Lola, es que no es igual de juguetona, es que tiene más mala leche. Claro, es que no me he permitido a mí el darme un tiempo para aceptar que mi anterior mascota ya no está y que puedo tener a una nueva, pero que va a ser completamente diferente de una manera muy, muy probable. Entonces, creo que siempre es aconsejable, en general, pues dejar un margen de tiempo en el que poder echar de menos y en el que poder recordar momentos que he tenido con el animal y poder compartir con otras personas. Necesitamos un tiempo para integrar todo esto antes de embarcarnos en una nueva aventura de tener otro acompañante en casa. Un tiempo concreto, pues no lo hay, por supuesto. Y es cierto que al final, el recibir amor por parte de otro animal también nos puede ayudar un poquito a sentirnos acompañados. Pero bueno, que no lo hagamos con la función de tapar el dolor o de sustituir, sino que seamos muy conscientes de lo que estamos haciendo en cada momento y de lo que necesitamos.
Afrontando la Pérdida Inesperada de una Mascota: Consejos para el Duelo y la Sanación
Jota: Claro, sí, muy importante. Estaba pensando en una situación que se da muchas veces, que es raro que pase con las personas. Y es que en algún momento, por algún problema que pueda tener el animalito, lo llevamos al veterinario y ahí nos den una mala noticia de que la situación, aunque el perro estaba con nosotros jugando en la mañana y estaba bien, pues que tiene una situación complicada y que es mejor no despertarle, por ejemplo. Es una decisión que pasas de tener a tu mascota tranquilamente, que sí, que algo le podría pasar, pero… Y es una decisión, me imagino, que muy dura, que a una persona no pasaría. ¿Cómo se afrontan estas situaciones?
Patricia: Bueno, pues al final es complicado, ¿no? Porque no he tenido un tiempo que me haya permitido asimilar que mi perro o mi gato, o lo que sea, está enfermo, que estoy haciendo lo posible, pero que es probable o hay alguna posibilidad de que no salga adelante. No contamos, en este caso, con ese tiempo. Entonces, al final el impacto es mayor, porque no me he podido adaptar a la nueva situación. No he podido reajustar las expectativas de lo que creo que va a pasar. Entonces, por supuesto que va a ser, va a ser mucho más doloroso, pero sí que creo que bueno que nos puede pasar algo parecido con las personas, cuando de repente hay una muerte súbita y se produce, bueno, no lo sé, pues un infarto o cualquier problema.
Jota: Un accidente.
Patricia: Claro, un accidente de tráfico, por ejemplo, implica todo lo que implica una pérdida súbita e inesperada, siempre va a ser más difícil de gestionar que una pérdida a la que yo me he podido ir anticipando gradualmente. Entonces, bueno, pues al final las recomendaciones siempre son un poco las mismas, ¿no? Porque es que al final es que nos tiene que doler. Nos tiene que doler y nos tiene que doler aún más si es una pérdida súbita. Entonces, al final es permitirnos un tiempo de estarlo mal y por supuesto, hacer lo importante, lo que decimos siempre, que es importante lo que hacemos en ese tiempo. Pues poder hacer algún ritual de despedida, como decíamos, escribir una carta a ese animalito, hacer una especie de entierro simbólico con lo que sea, como habíamos dicho antes. También el permitirnos recordar situaciones vividas con ese animal y compartirlos con otros. Oye, ¿te acuerdas de cuando bañamos a la gata en la bañera, la que montó, que no le gustaba nada y me arañó y no sé qué? Pues poder permitirnos el recordar todo esto, porque forma parte de nuestra vida y son momentos de alegría o momentos que nos ha generado alguna emoción que hemos tenido con ese animalito. Entonces, permitirnos sentir malestar y poder compaginarlo gradualmente con nuestra rutina, que es muy importante, como en cualquier duelo, no imponernos algo. No, es que era un perro, no le tengo que dar tanta importancia. No, perdona, sí, si te está doliendo es porque tu cuerpo te está avisando de que era importante para ti ese perro. Entonces, permítete estar mal, no te fuerces a sentirte diferente. Podemos sentirnos mal y tratar de ir compaginándolo, como decíamos, poco a poco con nuestra rutina. Y luego también un ejercicio que a veces recomiendo y que creo que puede ser muy útil y bonito es crear una cajita de recuerdos de ese animal, con fotos, incluso, pues yo, por ejemplo, tengo pelito guardado de animales que he tenido. Entonces, tener todos esos recuerdos, guardar un juguete simbólico, la mantita que tenía o cualquier cosa. De manera que cuando nos apetezca recordar de una manera más tangible a ese ser que ya no está, podamos abrir esa cajita y poder conectar con todos estos recuerdos.
El Dolor de Tomar Decisiones Difíciles: Duelo por la Pérdida de una Mascota
Jota: Lo único que aquí hay un elemento extra que yo creo que también puede doler un poquito y es el hecho de tomar la decisión. Si están diciéndote: está así, probablemente, n… Claro, como en un humano no nos lo dicen. Pero no sé qué pasaría. O sea, intentarías llevarte a esa persona a otro hospital, que lo viera otro médico que dijera, no es que se estén equivocando, es que la situación es esa. Pero al final tomas tú la decisión de bueno, pero si estaba bien hace nada. Ahí añades un extra de: he sido yo.
Patricia: Sí, sí, sí, sí, es cierto. Se me había escapado ese detalle que comentabas. Sí, claro, desde luego que es un paso muy desagradable y que además es muy difícil de asimilar si ayer yo estaba bien con él y le veía jugar y estuvo normal. Y ahora de repente me encuentro con esta nueva situación y soy yo quien tiene que decidir. Y a veces cuesta mucho dar ese paso, claro, porque es que yo no le he visto mal. Entonces, me puedo sentir culpable luego si tomo una decisión. Bueno, al final son emociones que pueden aparecer y que debemos de permitirnos un tiempo para procesar.
Tiempos y Procesos de Adaptación
Jota: Me imagino que al final estamos hablando de un duelo, ya hemos hablado del duelo en otras ocasiones y que las circunstancias son las habituales del duelo, pero ¿nos puedes hacer un resumen rápido por los tiempos, la duración, cómo lo va a vivir esa persona, qué puede hacer un poco y qué tiempo esperar el estar pasando por esta situación incómoda de vivir este duelo?
Patricia: Bueno, al final, en cuanto a la duración y los tiempos, etcétera, es que siempre realmente es muy complicado establecer un tiempo, porque es que depende del vínculo que yo tuviese con ese animal. Depende de muchísimas cosas y son cosas tan subjetivas. Los seres humanos somos tan subjetivos, tan cada uno de nosotros diferente, que es difícil establecer unos parámetros. Sí que se habla de que podemos ver que es un dolor patológico cuando a partir de un año sigue existiendo un malestar intenso, una incapacidad para afrontar la rutina, etcétera. Aunque, bueno, yo he de decirte que no me guío mucho por el dato numérico, sino por la dificultad que conlleva. Cuando realmente esto que ha ocurrido está impidiendo que yo afronte mi día a día. Eso me parece mucho más significativo que el tiempo como número en sí mismo. Entonces, es difícil hablar de tiempos, es totalmente esperable y normal que pasemos unos cuantos meses pensando mucho en ese animal, echándole mucho de menos, recordando mucho a ese animal, entrar en casa y ver que no viene a recibirte, todo eso va a ser doloroso durante un tiempo. Lo esperable sería que el malestar, al principio sea muy intenso y que gradualmente vaya bajando en intensidad. Esto sería lo esperable. Si vemos que el malestar no disminuye, sino que incluso aumenta a lo largo del tiempo, pues ya sí que podríamos hablar de oye, ¿qué está ocurriendo? ¿Qué procesos está habiendo detrás que están dificultando el que yo integre este cambio en mi vida? Entonces, no sé si respondo en cuanto a los plazos.
Consejos para Superar la Pérdida de una Mascota: Permítete Sentir y Compartir el Dolor
Jota: Sí, sí, sí. Esperaba que me respondieras justamente esto. Y antes de terminar, me gustaría que mandaras un mensaje a la gente que pueda estar pasando por este proceso de pérdida para, no sé, que les puedas indicar, dar algún consejo para pasar la situación lo mejor posible.
Patricia: Bueno, pues empezaría diciendo que entiendo el malestar que pueden estar sintiendo. A las personas, sobre todo que adoramos a los animales, pues se hace muy complicado de repente perder a alguien de tu familia, sea un perro, sea un gato, sea un abuelo, o sea un tío. Es que forman parte de la familia de la misma manera. Entonces puedo empatizar con el dolor que se siente cuando esto ocurre. Entonces, pues lo que se me ocurriría decir, pues nada, que es un proceso que duele, que nos tiene que doler, que está bien que nos duela porque implica que somos humanos y que al final si algo nos duele es porque nos importaba mucho inicialmente. Entonces, permítete sentir dolor. Enhorabuena porque eres humano y enhorabuena porque tienes sentimientos. Vamos a permitirnos sentir ese dolor, vamos a escucharnos, a hacer lo que nos apetezca, lo que nos pida el cuerpo y lo que necesitemos. Y oye, si necesitas ver fotos, si necesitas llorar, si necesitas hablar de ese animal, pues hazlo con total libertad, con aquellas personas, sobre todo con las que te puedas sentir más comprendida.
Jota: Pues sí. Muchísimas gracias, Patricia. Me ha encantado que hablemos de nuestras mascotas en este momento tan delicado. Espero hablar contigo prontito para tratar otros temas de salud mental.
Patricia: Por supuesto.
Jota: Nos vemos prontito, entonces.
Patricia: Un abrazo.
Jota: Un abrazo.
Patricia: Hasta luego.