72 – El manejo de conflictos

Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula, que como todos sabéis es Psicóloga Experta en Terapia online con 20 años de experiencia haciendo terapia, más de siete años haciendo terapia online. Además, es supervisora de casos y apoyo de todo el equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? 

Paula: Buenos días, Jota. Encantada de estar aquí de vuelta. 

Definición de Conflicto

Jota: Sí, sí, yo también. No quiero tener ningún conflicto contigo antes de empezar. Y perdonad estas gracias que hago, pero no lo puedo evitar. Y es que hoy vamos a hablar del manejo de estas situaciones cuando tenemos conflictos en nuestras vidas con otras personas. Y antes de nada, te quería preguntar: ¿qué es un conflicto? 

Paula: Muy bien empezar por ahí, porque yo creo que es lo principal, empezar con una definición de conflicto. Y un conflicto es algo tan simple como un desacuerdo entre dos partes. Por distintas razones. Puede ser porque tenemos distintos intereses, porque tenemos distintos objetivos, distintos valores o incluso distintos puntos de vista. El hecho de que se produzca ese desacuerdo ya define el conflicto. 

Tipos y Contextos de Conflictos

Jota: Fíjate, o sea que bueno, cuando tenemos una discrepancia con alguien, ahí tenemos un conflicto. Y me imagino que habrá niveles de conflictos. 

Paula: Sí, sobre todo hay contextos. Un conflicto se puede dar en distintos aspectos de nuestra vida. Puede haber conflictos laborales, puede haber conflictos de relaciones personales, puede haber conflictos sociales, incluso. Entonces, dependiendo del contexto, yo creo que esa sería quizás la mejor de las clasificaciones. Luego, dentro de las relaciones, pues también no es lo mismo conflicto a nivel de relaciones familiares o relaciones de amistad, cómo puede ser un conflicto en la relación de pareja. 

Niveles y Naturaleza de los Conflictos

Jota: Claro. Tenemos aquí varios aspectos que puede ser en nuestro entorno de vida más personal, con la familia, los amigos. Otro lado que puede ser laboral, compañeros de trabajo, con los jefes, con este entorno. Y luego, con gente que no es ni familia, ni amigos, ni con la que trabajamos, que es con la sociedad. 

Paula: Conflicto social, efectivamente. 

Jota: Fíjate. Y si tengo un conflicto que no es… Por ejemplo, voy conduciendo con el coche y tengo un conflicto con otro conductor, ¿qué tipo de conflicto sería? 

Paula: Bueno, yo lo incluiría dentro del conflicto social, quizás, porque probablemente tenga que ver con un incumplimiento de normas o haya tenido que ver con una mala interpretación de esas normas de circulación, por ejemplo, que son tan necesarias en nuestra sociedad para que todos vayamos un poquito de acuerdo y coordinados. 

Importancia de la Resolución de Conflictos

Jota: Claro. Entiendo que a lo largo de nuestra vida todos tenemos conflictos en estos entornos, en un grado u otro. 

Paula: De hecho, son necesarios los conflictos 

Jota: Claro, imagino que para progresar y demás tenemos que tener discrepancias con los demás. Pero, ¿cuando estos conflictos pasan de ser una simple discrepancia con otra persona, a pensar de un modo distinto, a ser un problema que nos pueda afectar? 

Paula: Bueno, yo creo que el problema del conflicto es no resolverlo, precisamente. Siempre van a ser una discrepancia mientras no lo resolvamos. Claro, hay conflictos con los que efectivamente se pueden vivir con ellos, ¿no? Pero hay otros conflictos donde es imprescindible la resolución, y es a lo que hemos venido a hablar hoy aquí en nuestro capítulo del podcast. No tanto de los conflictos en sí, sino de la resolución de conflictos, que es todo un proceso y que hay que analizar y reflexionar sobre ello, porque es de gran importancia, es algo de gran utilidad. 

Fases de la Resolución de Conflictos

Jota: Pues si quieres vamos a ello, cuéntanos. 

Paula: Bueno, pues como te decía, es un proceso y entonces como tal, digamos que tiene sus distintas etapas. Nos encontramos con una primera etapa, es en la cual se identifica el conflicto. Es cuando nos damos cuenta de ese desacuerdo que hay entre las distintas partes. Digamos que luego viene otra etapa en la cual nos vamos a proporcionar las soluciones. Voy a simplificar mucho, porque luego cada una de estas etapas podríamos decir que tiene sus respectivas sub etapas o que cada una de ellas pueda tener su complejidad por el tiempo que implique cada una de ellas. Y todo depende mucho del conflicto y del entorno y el contexto en el que se esté dando. Entonces, esa segunda etapa podríamos decir que es la de aportar soluciones. Y luego la tercera etapa es la implementación de esos acuerdos a los que hemos podido llegar. Hay que tener en cuenta que claro, para hacer esa implementación habrá tenido que haber una negociación que es como una sub etapa, como te decía, entre la segunda y la tercera, no? La del aporte de soluciones y finalmente la implementación de acuerdos. 

Jota: Claro, me imagino que aquí dice habrá que diferenciar en muchos aspectos que hay en situaciones en las que las dos personas que están en conflicto son iguales, con respecto a otras relaciones en las que puede haber un grado de superioridad y en la que a lo mejor la resolución es más impuesta, sin negociación. Y estoy, por ejemplo, pensando en una relación entre padres e hijos, o en una relación laboral en la que un jefe puede imponer su criterio en algunos momentos. 

Paula: Claro, por eso el desacuerdo no siempre se produce por intereses. En una relación entre padres e hijos, pues a lo mejor estaría dándose el desacuerdo más bien por una cuestión de valores. O podría estarse dando el desacuerdo quizás por un tema de puntos de vista. Aunque seas el padre, aunque digamos que en este sentido eres la autoridad, no debes de dejar de escuchar el punto de vista de tu hijo. Esa es la parte en la que de alguna manera estamos definiendo el conflicto y tratamos de llegar a las posibles soluciones. Porque solamente el hecho de estar escuchando tu opinión, estar escuchando tu punto de vista ya puede ser un acercamiento, ya puede ser algo que facilite el punto final, que es la implementación de acuerdos. 

Jota: Totalmente, totalmente de acuerdo. Pero estaba pensando en esos momentos en los que los padres están relacionándose con algún hijo, evidentemente pequeño, en el que no se apliquen esta serie de técnicas más de diálogo y de escucha, sino que pueda decir, se va a hacer lo que yo diga y imponga más esa situación, que probablemente o seguramente no sea lo más correcto y que el diálogo siempre sea el punto más acertado. 

Paula: Claro, no se estaría resolviendo el conflicto a lo mejor de la manera más adecuada y probablemente quizás no se resuelva. Se pueda tapar, se pueda parchear el conflicto, pero a lo mejor no se está resolviendo realmente si no hay una escucha. Si no hay sobre todo una comunicación efectiva, porque esto es una de las herramientas más importantes para la resolución de conflictos, la comunicación efectiva, la empatía es otra de las herramientas esenciales y luego ya llegan herramientas tan importantes como puede ser quizás la negociación que decíamos antes, que es esa etapa intermedia entre la propuesta de soluciones y finalmente la implementación. Negociación y mediación, a veces. Tenemos que recurrir a un tercero neutro para que también nos ayude a resolver los conflictos. 

Jota: ¿Podemos entrar en cada una de esas etapas que nos has comentado, que eran estas tres etapas, y explicar un poquito de cada una de ellas? 

Paula: Sí, claro, me parece estupendo. 

Jota: Pues, si quieres empezamos por la primera, que es..? 

Paula: La definición del conflicto. Es el momento en el que nos estamos dando cuenta que hay un desacuerdo, ¿no? Es bastante clara. ¿Cómo podemos empezar a sentirlo? ¿Cómo podemos empezar a notarlo? Pues desde un punto de vista muy emocional. Ya de primeras, cuando hay un desacuerdo en nuestro sistema emocional, digamos que se produce alguna alteración. Se está produciendo, incluso a lo mejor a nivel fisiológico, una elevación de nuestros niveles de cortisol, incluso en respuesta a la percepción de una amenaza por el mero hecho de que hay un desacuerdo, cuanto más y la persona con la que estoy teniendo el conflicto me importa. Es decir, puede llegar incluso a generarse ansiedad. Y es a partir de todas esas reacciones por parte nuestra, a nivel emocional y a nivel fisiológico, cuando podemos estar identificando que hay un conflicto. Vale. 

Jota: Aquí entiendo que hay alguna cosa interesante que podamos hacer. No sé si hay veces que puede ser que yo te esté detectando el conflicto y la otra parte no lo sepa. 

Paula: Exacto. 

Jota: ¿Es interesante de hacérselo saber? 

Identificación del Conflicto

Paula: Claro, claro. Aquí es cuando está, cuando también entra en juego esa herramienta tan importante, la de la comunicación efectiva, ¿no? Y es que yo comparto con la persona que tengo el conflicto, que estoy teniendo un conflicto y que estoy percibiendo una disonancia o un desacuerdo. Esa sería una parte importante, sin duda, sin duda. O sea, lo esperable es que ambas partes lo estuviéramos notando, pero es cierto, a veces solo lo nota una de las partes del conflicto, y ha de hacérselo saber al otro. Es fundamental, es necesario. Esa es la parte de identificación y definición del conflicto. La primera parte. 

Jota: Aqui lo mejor será hacérselo saber de buenas maneras, sin alterarnos, sin decirlo de la manera más correcta, que a veces no será fácil si a mí me está produciendo todas estas alteraciones que comentabas antes, que me puede estar llevando a un estado de alteración en la que quizá haya que esperar un poquito para poder decir las cosas de una forma más correcta. 

Paula: Claro, estamos hablando de comunicación efectiva y normalmente cuando hablamos de comunicación pensamos siempre en los otros. Primero, tiene que haber una comunicación efectiva con nosotros mismos, donde a nosotros mismos nos estemos contando qué es lo que nos está pasando y hasta qué punto esta elevación que yo puedo estar notando puede ser un problema a la hora de hacer este ejercicio de comunicación, ya más a nivel hacia afuera, ya con el otro. Quizás sea importante también, por tanto, recurrir a la regulación emocional. Mira, aquí surge otra herramienta. Esa regulación emocional a partir de la cual conseguimos el gestionar nuestras emociones, que no significa rechazarlas. Que si a mí me está pasando algo, es lo que me está enseñando y señalando, que tengo un conflicto y por eso voy a ir a solucionarlos, o sea que bienvenida sea mi emoción. Pero que no llegue a superar determinados niveles, que al contrario, me bloquee, me paralice o me impide la comunicación, porque esté teniendo quizás todo lo contrario, una comunicación agresiva. 

Jota: ¿Qué pasa si una persona decide no expresar que está teniendo un conflicto? Un conflicto, tragárselo o dejarlo pasar o tomar alguna acción. Puede decir, mira, yo con esta persona prefiero no tener más relación o más contactos y hace estas cosas o piensa de esta manera. O es mejor siempre dialogar y expresar lo que nos ocurre. 

Paula: No, siempre, siempre, no. Nada, nada en nosotros, nada en psicología es todo o nunca. Es siempre o nunca. Fíjate, y empiezo diciéndolo por nada. Las generalizaciones no existen, no caben. Pueda ser que en determinadas situaciones mejor sea ni siquiera abordar el conflicto, alejarme de esa persona. Al fin y al cabo, ya estoy tomando una decisión. Quizás es verdad, estoy decidiendo ahí por mí misma resolver el conflicto yo sola para conmigo misma. Me alejo. Normalmente aquí entra en juego un mecanismo de defensa muy importante, que es el de la negación. Que no por llamarse así es malo, en absoluto, que es un mecanismo de defensa y como su propio nombre indica, nos protege. Lo que ocurre muchas veces con la negación es que también, superando determinados límites, nos puede llevar a olvidar el tomar medidas efectivas ante un problema en cuestión que si no lo solucionamos ahora, más adelante nos va a pasar factura. Esa es la pregunta principal que nos tenemos que hacer. Si yo esto no lo estoy resolviendo ahora, solo con alejarme para mí puede ser una correcta solución del conflicto. Porque a lo mejor me alejo y luego me viene un sentimiento de culpa, o a lo mejor me viene una frustración, o me quedan esas cosas que me quedaron por decir, que no siempre se las tengo por qué hacer llegar al otro en Psicología, en terapia, concretamente, tenemos muchas otras estrategias y herramientas para también poder expresar y sacar aquello que nos quedó por decir en situaciones en las que a lo mejor ahora no podemos volver atrás y podemos expresarlo. Pero sin embargo, tenemos la manera de saciar, entre comillas, esa necesidad. 

Jota: Hablemos de la segunda fase, que estábamos en la segunda etapa. 

Propuesta de Soluciones

Paula: Propuesta de soluciones. Aquí ya la comunicación ha sido totalmente efectiva y tiene que serlo, porque hemos expuesto que hay un conflicto, lo hemos puesto, como si dijéramos, encima de la mesa, hemos visto nuestras respectivas partes y como tal, desde nuestro distinto punto de vista, vamos a proponer nuestras respectivas soluciones. A ver hasta qué punto tienen cabida. Hay un método para la resolución de conflictos, que es el win-to-win. Esa sería la idea principal, eso sería lo ideal, digamos, el llegar a un acuerdo en el cual ambas partes ganemos. 

Jota: Claro. Entiendo que si ninguna, o una de las partes siente que ha perdido, ahí ese conflicto seguirá latente de alguna forma. Si piensa que la otra persona ha ganado y él ha salido perdiendo en esa negociación. 

Paula: Y que él no ha ganado su parte. Claro, es necesario. Es necesario el tener ese… Pues volvemos un poco a lo mismo, a ese diálogo honesto contigo mismo y a partir también de la autocrítica y por supuesto de la empatía, dar un poco cuenta, darte un poco cuenta sí, de la parte en la que tú cedes, pero también de la parte en la que está cediendo el otro. 

Jota: Claro. Claro. 

Paula: A veces, aunque no lo parezca, Jota, la otra parte también cede. 

Jota: Sí, sí, es importante saber verlo, que hay veces que nos quedamos solo con lo que nosotros estamos perdiendo y no nos damos cuenta de que la otra parte también está poniendo parte de su terreno a nuestro lado. ¿Cuál sería la tercera etapa? 

Paula: Bueno, la tercera etapa es la que llamamos implementación de acuerdos. Aquí ya se supone que hemos llegado a una serie de acuerdos y vamos a intentar llevarlos a la práctica, porque no todos funcionan. A veces no todos son efectivos. A veces al implementar estos acuerdos, al llevarlos a la práctica, de repente es cuando surge un poco de nuevo el conflicto de la otra parte, no está cediendo realmente. Pero aquí tenemos que volver a la parte de la negociación en la que sí que habíamos llegado a un acuerdo con que esto podría ser una solución, siempre cabiendo la posibilidad de que no funcione. Por eso es bueno tener distintas alternativas. 

Implementación de Acuerdos

Jota: Claro, entiendo que por lo que estás comentando, en este punto hay veces que en todo este proceso se cometen errores, aunque se haya dialogado, aunque se haya pensado todo esto, no se consigue resolver del todo. ¿Cuáles son los errores más comunes que se hacen al manejar estos conflictos o al intentar resolverlos? 

Paula: Pues yo creo que uno de los más importantes, el que tú comentabas antes, el de no creerte que la otra parte está también poniendo de su parte. También está haciendo un esfuerzo y está cediendo. El creer que tú lo pierdes todo y que la otra parte gana todo, quiero decir, o no se esfuerza en nada, no cede nada. Eso indicaría que no hemos hecho una buena exposición, a lo mejor ni siquiera del conflicto, pero tampoco de la parte de las propuestas de soluciones, porque en esa parte de propuesta de soluciones, ambos tenemos que hablar y ambos tenemos que proponer nuestras respectivas soluciones. Hombre, si al final solamente se han llevado a cabo las que ha propuesto el otro, se supone que es que ha habido un previo acuerdo contigo, ¿no? Entonces, es importante preguntarte muy mucho por qué en ese momento quizás has dicho que sí. Si te das cuenta, en todo eso está entrando en juego la negociación. Y uno de los problemas que nos encontramos muchas veces es que por mucho que hablemos de una comunicación efectiva, no todo el mundo es capaz. Y a veces por esa subida de nuestras emociones y por esas alteraciones, incluso a nivel fisiológico, nos es imposible el poder llevar a cabo esa comunicación efectiva y poder tener esa negociación con lo que, por tanto, también podemos recurrir a una mediación. Un tercero que entra en cuestión y que nos ayuda, de alguna manera, a resolver el conflicto. 

Uso del Mediador

Jota: Justo te iba a preguntar por este perfil que habías comentado ya antes del mediador, ¿cuándo es interesante utilizarlo? A mí me suena a conflictos políticos entre países. 

Paula: Bueno, principalmente es lo que hacemos cuando acudimos a terapia, sobre todo si vamos a en terapia de pareja. En terapia de paresa, por ejemplo, es algo muy frecuente. En general, la mayoría de los motivos de consulta es eso: tenemos un conflicto, no somos capaces de llegar a ningún acuerdo. Vamos a buscar un mediador. Que el terapeuta en este caso no es que sea un mediador realmente, no tiene que ejercer tanto el rol de mediador, sino que más bien es alguien que nos enseña a comunicarnos, a hablarnos, a entendernos, a ponernos en el lugar del otro, a poder llevar a cabo todas esas herramientas que son tan necesarias en la resolución de conflictos, pero que a lo mejor nosotros, por nosotros solos, no estamos siendo capaces. Pues quizás no estamos siendo capaces de tener una comunicación efectiva. En muchas relaciones de pareja, esto es porque nunca lo han tenido. Entonces, claro, acudir a terapia de pareja es un aprendizaje buenísimo, porque no solamente te va a ayudar quizás a resolver tu conflicto, sino que te está ayudando a comunicarte en general con tu pareja. También te va a ayudar pues a eso, a empatizar, a ser consciente de cuándo también la otra parte está cediendo, que no eres tú el único que está haciendo esfuerzos, quizás. Entonces, aunque no es exactamente la función del psicoterapeuta de pareja, un poquito de mediador sí que ejerce. Pero por ejemplo, el rol del mediador 100 por 100 también se aplica, por ejemplo, en temas de familias. Ya más a nivel social. Cuando hay una familia problemática, cuando estamos teniendo a lo mejor en un proceso de separación, problemas con los hijos, etcétera. Y somos ya incapaces porque estamos totalmente metidos en una guerra. Aquí hay un rol que es el del mediador a nivel social, a nivel de asistencia social, que nos es de grandísima utilidad, por supuesto. 

Jota: Claro, sí. Yo creo que aquí es más evidente. Yo entendía que en terapia de pareja el psicólogo, pues hacia esas labores que es más de que la pareja encuentre su camino por sí misma, que el de mediar directamente. 

Paula: Sí, pero somos un poquito mediadores cuando, por ejemplo, hacemos ver a una de las partes que no se está sabiendo poner del todo en el lugar del otro. Sobre todo somos, yo creo, que principalmente mediadores y orientadores a la hora de la aplicación de las herramientas. Pero es cierto, nunca, nunca el terapeuta ha de decir a qué punto tenéis que llegar. Ese acuerdo lo tenéis que encontrar vosotros. Claro. 

Jota: Me gustaría, antes de que terminásemos, que dejaras alguna reflexión en este tema que estamos tratando sobre los conflictos y el manejo de conflictos para que todos los que se encuentren ahora mismo en una situación de este tipo les llegue y les haga mejorar y resolver, o llegar a algún acuerdo para mejorar sus vidas. Porque al final ese conflicto probablemente esté afectando a esas relaciones. Desde que te levantas hasta que te acuestas nos esté trastocando todo nuestro entorno. 

Paula: Pues yo la primera reflexión que haría con respecto al tema de los conflictos es que no hay que huir del conflicto. No hay que evitar el conflicto. A lo largo de mi experiencia profesional, me he encontrado con muchísimos perfiles de personalidad que tienden a esto, Jota. Que no les gusta nada el conflicto, que no toleran el conflicto y como consecuencia de ello han adoptado una serie de estrategias que les puede acabar resultando muy peligrosas. Por ejemplo, una de ellas la de la sumisión absoluta. El ceder totalmente en todo. El tragar con cosas que no me gustan. El dejar de ser fiel a ti mismo o a ti mismo misma por evitar el conflicto. El nunca decir que no y el nunca tener una comunicación asertiva por tanto, sino optar, por ejemplo, por la comunicación sumisa. Esta, por ejemplo, es una de las reflexiones principales que haría. No evitar el conflicto, no es necesario porque de los conflictos se aprende. Aprendemos muchísimo y además debemos de asumir que es algo que forma parte de nuestra naturaleza, porque existen unas diferencias individuales a nivel general que no podemos negar y que eso nos va a hacer en muchas ocasiones chocar. El problema no es chocar. El problema, por ejemplo, en el caso de la relación de pareja, muchas veces nos creemos que esa media naranja es aquella persona que va a coincidir conmigo en todo. ¿Qué va? ¿Qué va? No, al revés, puede ser una persona totalmente distinta a mí, puede ser opuesta, si lo verdaderamente importante es que me enriquezca. Y si yo soy capaz de, por ejemplo, resolver los conflictos que tengo con esta persona por las diferencias que existen entre nosotros, vamos a crecer entre los dos muchísimo. Entonces, la resolución de conflictos, sin embargo, es algo que debemos de poner en práctica porque nos ayuda a crecer y nos ayuda a aprender mucho. Por ejemplo. 

Jota: Que interesante, veo muy interesante todo esto que hablas de estos conflictos en pareja. Quizás sea un tema para que tratemos en concreto. 

Paula: Estaría bien que hiciéramos un capítulo en concreto sobre conflictos en la relación de pareja, es verdad. Y resolución de esto, por supuesto. 

Jota: Pues, Paula, muchísimas gracias por habernos enseñado un poquito a manejar estos problemas que tenemos con nuestro entorno y poder salir adelante. Muchísimas gracias. Espero verte pronto en otro capítulo. 

Paula: Gracias a ti, Jota. Encantada de estar aquí, como siempre. 

Jota: Chao, chao. 

Paula: Adiós.

Paula Massa Terapia Online

Autor: Paula Massa

Psicóloga experta en terapia online con 20 años de experiencia haciendo terapia.
7 años haciendo terapia online.
Supervisora de casos y apoyo del equipo de POA.