66 – Como lidiar con la pérdida de un ser querido

Jota: Muy buenos días a todos. Aquí estamos un día más para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula, que como todos sabéis, es Experta en Terapia Online, con más de 20 años haciendo terapia, más de estos últimos siete años haciéndola de forma online y además es supervisora de los casos y apoyo de todo el equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? 

Paula: Muy buenos días, Jota. Encantada de estar aquí contigo. 

¿Qué podemos hacer cuando nos enteramos de la pérdida de un ser querido?

Jota: Genial. Yo también estoy super encantado. Me alegro mucho de estar aquí contigo, aunque hoy estamos para hablar de un tema un poco triste, pero que por suerte o por desgracia, a todos en algún momento nos toca pasar por ello. Entonces, bueno, como estáis viendo probablemente en el título ya sabéis que vamos a hablar de la pérdida de un ser querido, de cómo poder lidiar con este proceso por el que vamos a pasar. Y creo que para empezar, lo más interesante sería que nos contases un poco qué es lo primero que debemos hacer, si es que se puede hacer algo, cuando nos enteramos de la pérdida de un ser querido. 

Paula: Bueno, recién enterados de la pérdida de un ser querido, van a venir una serie de emociones a las cuales no nos podemos cerrar. Y es importante aceptar. En ese momento inmediato vendrá bien sacarlas y una buena herramienta es el llanto. Pero muchas veces también nos sorprende el bloqueo, nos sorprende la parálisis. Es como un mecanismo de defensa de nuestro propio cerebro, porque lo que está pasando es tan doloroso que quizás nos hace un poquito inconscientes de la situación. Entonces, vamos a contar con nuestros mecanismos de defensa que para eso están. Poquito a poco irá llegando esa más toma de conciencia de lo que ha pasado y empezaremos a enfrentarnos a nuestros sentimientos y a las emociones que el hecho en cuestión nos ha producido. A partir de aquí, yo lo que diría a todos nuestros oyentes es que esto es todo un reto. Es un proceso por el que vamos a pasar muy incómodo, muy molesto, doloroso. De ahí su nombre, duelo. Y consiste en transcurrir por una sucesión de sentimientos. Sentimientos que tienen que ver con la tristeza, que tienen que ver con la rabia, con la ira, con la negación, con la culpa. Pero que al final vamos a salir muy fortalecidos y vamos a salir muy enriquecidos de ello. Entonces, ya de alguna manera motivarte con esta idea, esto para mí va a ser un reto y cuando termine de llevar a cabo mi proceso, que no sé cuánto me llevará, no me voy a meter prisa con ello, voy a salir mucho más fuerte y con menos miedo, por tanto, ante la vida, porque se me podrán enfrentar otras situaciones difíciles que cada vez voy a saber mejor afrontar. Gracias a haber pasado por esto. 

Jota: Bueno, por suerte o por desgracia, muchas veces esto sucede, evidentemente, sin que nosotros queramos. Aquí te quería preguntar, en este primer momento, cuando nos enteramos de la noticia, entiendo que no es lo mismo, que es muy diferente tener la noticia de que una persona que estaba bien, que no tenía ningún problema, que no tenía mucha edad, fallece a que la persona que fallece tenga un problema, sepamos que esto puede ocurrir, sea una persona de avanzada edad que nos puede sorprender menos o que es algo que estamos esperando, entre comillas, de alguna manera. El impacto que puede ocurrir es menor, dependiendo de la situación. Esto es por alguna manera porque tú ya has iniciado previamente el duelo. ¿Por qué el impacto es menor dependiendo de estas circunstancias? Que yo creo que es menor dependiendo de esto. 

Paula: Claro, pero porque como tú mismo lo nombras, es un impacto. O sea, no es lo mismo que yo sepa que me va a caer un bofetón, que de repente tú de manera inesperada vayas y me lo pegues. Si yo sé que te voy a contar algo, por lo cual es un ejemplo muy tonto, por el cual tú me vas a dar un bofetón. Bueno, pues ya lo sé. 

Jota: No es el mejor ejemplo. 

Paula: No es el mejor ejemplo, no es el mejor ejemplo. Pero bueno, que tiene mucho que ver con lo esperado, lo inesperado, lo que esperas y lo que no esperas. Evidentemente, lo que esperas te permite ir llevando a cabo un proceso. Tiene sus pros y sus contras. No entendamos siempre que aquello que sabemos que va a pasar es más fácil de elaborar y de llevar a cabo. Es distinto. Ni es más fácil ni es más difícil. Es distinto, porque también influyen otros factores, como la persona a la que estamos perdiendo, el tipo de relación, el cómo estábamos con esa persona en el momento en el que se fue. Es verdad que cuando es algo esperado, tenemos más facilidad para poder dejar las cosas más o menos bien, en la medida de lo posible, no siempre es posible. Pero por ejemplo, hay sentimientos como el de culpa, que pueden aparecer también más fácilmente en casos así, de lo esperado. Porque también cuando, por ejemplo, es una larga enfermedad, viene un sentimiento de alivio, de liberación, de ‘Uf’, y es que es verdad, estamos cansados física y mentalmente. Entonces, cuando termina todo esto, la persona fallece, el sentir ese alivio, esa sensación de descanso, también puede generar mucha culpa. Así que no demos por hecho que una pérdida es mejor o peor. Todas las pérdidas son dolorosas y lo que pasa es que quizás se manifiesten con diferentes sentimientos. Por eso es muy importante hacer un buen análisis y una buena reflexión de qué es lo que me pasa, cómo me está pasando, cuál es el paso a paso que voy dando a lo largo de mi proceso. Ser muy conscientes de que estamos viviendo un proceso, de que estamos pasando, recorriendo un camino y podernos parar de vez en cuando y observarnos en cada uno de los distintos episodios que tiene ese camino. 

¿Cómo se puede manejar la tristeza y la depresión durante el proceso de duelo?

Jota: Entiendo que en este proceso lo normal es que sintamos tristeza. No sé si es normal entrar en depresión, en cierta medida. ¿Cómo se puede manejar esto, la tristeza o depresión, durante el proceso del duelo? 

Paula: Abriéndonos a ella, permitiéndonosla y aceptándola. Y por tanto, permitirnos expresarla. Mediante el llanto se me ocurre como una de las mejores herramientas para poder expresar la tristeza, pero bueno, existen otras. Entendiéndonos y comprendiéndonos en todo momento. La tristeza es una emoción que de primeras pide parar. Pide parar para observar, para analizar qué es lo que está sucediendo en mi vida. O sea, es un ejercicio de toma de conciencia. La tristeza en el caso del duelo me ayuda a aceptar la realidad de esa pérdida. 

¿Cómo se puede afrontar o lidiar con el sentimiento de culpa?

Jota: Claro. Has hablado de la culpa. Puede haber arrepentimiento, entiendo, de ciertas cosas que has hecho o dejado de hacer. ¿Cómo puedes manejar esto? Porque comentabas antes estos sentimientos, pero ¿cómo lo manejas si te sientes culpable? Tú has sacado aquí el momento de alivio en el ejemplo de la larga enfermedad como culpa, pero puedes tener otras culpas o arrepentimientos de cosas que has hecho o dejado de hacer antes del fallecimiento. ¿Cómo puedes al final afrontar o lidiar con este sentimiento? 

Paula: Ya, como siempre que hemos hablado de culpa, hemos hablado de tratar de transformarla en responsabilidad, porque de primeras es un sentimiento que sirve bastante poco. Entonces, esta sería un poco la idea. Incluso puedo hacer como una especie de honra a mi ser querido. Y si yo me he sentido culpable por algo que ha sucedido en nuestra relación, puedo asumir mi responsabilidad aprendiendo y quizás marcándome el propósito de en otras situaciones similares no actuar de la misma manera, por la que quiera que me esté culpabilizando. Es una transformación en responsabilidad si te das cuenta y por tanto un aprendizaje que además honra a la persona a la que he perdido. Yo creo que es muy bueno en el duelo cuando nos damos cuenta que aunque esto que ha pasado no nos gusta en absoluto, podemos sacar algo de ello. Y este, por ejemplo, podría ser uno de los aprendizajes. Por ejemplo, me puedo sentir culpable por no haberle dicho más que le quiero. A partir de ahora me voy a proponer decirle más a las personas que quiero esas dos palabras. Te quiero, por ejemplo. 

Jota: Mmhmm. 

Paula: Y es algo que he aprendido de la pérdida de ese ser querido. Ya me está aportando algo. Oye, ya que ha pasado, que me sirva. Y esta, por ejemplo, es una manera de trabajarse la culpa. Luego, lo que en otras ocasiones hemos dicho con la culpa, pues el auto-perdón, el trabajar la intención. O sea, ¿con qué intención yo actué de esta manera? Pues a lo mejor era inconsciente, pues a lo mejor fue impulsiva. Oye, pues también me tengo que perdonar. Entender que hay una fase del duelo que tiene mucho que ver con la culpa, que pasar por sentimientos de culpa es muy frecuente, es muy común en el proceso de duelo y que va a ser una etapa por la que voy a pasar. Pero en cualquier caso, debo de analizar, debo de reflexionar, debo de abrirme una vez más a la emoción, sentirla y ver qué puedo hacer con ella. 

Jota: Iba a llevarlo un poquito más al extremo. Me parece que con los consejos que has dado es suficiente, pero me imaginaba la sensación de que la culpa sea del acto mismo, de sentirte culpable por el fallecimiento. Me imaginaba la situación en la que una persona vaya conduciendo y ocasione un accidente o no, pero que se sienta culpable por ser el que llevaba la responsabilidad en ese caso y que haya o produzca el fallecimiento de alguien. Entiendo que el proceso es el mismo de lo que comentabas antes, porque entiendo que no tienes esa intención, pero puede haber aquí muchos componentes que hagan mucho más difícil el quitarte esa culpa. 

Paula: Claro, claro, son dolores muy complicados, que se pueden parar bastante en esa fase de la culpabilidad. Pero efectivamente, aquí la clave es la intención. O sea, tú nunca tuviste la intención en ese momento en el que conducías de que pasara lo que finalmente pasó. Eso es importantísimo. También puedes aprender y resarcir esa culpa o resarcir ese mal hecho, transformándolo en responsabilidad de nuevo. A partir de ahora, pues qué sé yo, igual iba de más de dos rápido. Voy a controlar mucho la velocidad a la hora de conducir, voy a ser mucho más moderado. Voy a ser mucho más cuidadoso con cómo conduzco. Pero si, por ejemplo, no hubo ningún error de esos, pues sí, trabajarme el auto perdón. Va a ser un proceso y me va a llevar un tiempo. Dentro del duelo, otro proceso. Pero será importante trabajarlo y es un punto bastante esencial para poder seguir avanzando. 

¿Hay alguna herramienta o técnica de afrontamiento que pueda ser útil durante el proceso del duelo?

Jota: Llegados a aquí, ¿hay alguna herramienta, técnica de afrontamiento o algo que pueda ser útil durante el proceso del duelo? ¿Algo que puedas decir cuando te sientas de esta manera, poder hacer algún ejercicio, alguna cosa que nos puedas recomendar? 

Paula: Ejercicios hay muchos en función a las distintas fases y a los distintos sentimientos por los que estemos pasando. Son ejercicios que a lo mejor están más enfocados a eso, al sentimiento en cuestión. Pero luego hay unos ejercicios muy genéricos que siempre nos van a venir muy bien durante el duelo, que es, por ejemplo, el ejercicio de la escritura. Hacer un diario del duelo, un momento en el que me paro cada día y me pregunto cómo me estoy sintiendo con respecto a ello. Y me voy a proponer y me voy a pedir recordar muchas de las cosas que a lo mejor a lo largo del día me han venido a modo de flashback, a modo de fogonazo, pero que sin embargo a lo mejor me han encontrado en una situación de mi vida que suponían más una interrupción que algo en lo que me pudiera detener y observar. Eso me lo puedo dejar aparcado a un lado a lo largo del día y luego dedicarle ese espacio y esa reflexión en mi diario. Por ejemplo, al final del día. La escritura es algo que nos ayuda mucho. También es muy importante el auto-mimo, el autocuidado. ¿Por qué? Porque una persona que está en un proceso de duelo está llevando a cabo un proceso complicado y un proceso que implica un esfuerzo y requiere, por tanto, de una valoración y de un refuerzo, qué mejor que el tuyo propio. Entonces, yo recomiendo a esas personas que están en duelo que se quieran y que se mimen mucho, que se den caprichos, que se regalen cosas, que se proporcionen aquellas cosas que tanto les gustan. Es muy importante el tener esa manita propia pasándonosla por encima de la cabeza. Hacer ese ejercicio de autocompasión con nosotros mismos para que el duelo se nos pueda hacer mucho más fácil. Por ejemplo, antes hablábamos de honrar al ser querido con el aprendizaje, etcétera. Hacer homenajes a nuestros seres queridos también es algo que ayuda bien homenajes de despedida, bien homenajes de recuerdo. A veces, si tenemos la sensación de no habernos despedido de la persona a la que hemos perdido o nos han quedado cosas por decir, por ejemplo, un buen ejercicio, volviendo otra vez al tema de la escritura, es escribir una carta que dirijo a esa persona en segunda persona, por tanto, donde le digo todas aquellas cosas que me han podido quedar por decir. Y de alguna manera puede ser eso como un homenaje de despedida. 

¿Qué tan importante es contar con apoyo y tener alguien con quien hablar?

Jota: Yo creo que son muy buenos consejos, herramientas que sí que intuyo pueden liberar un poco, mucha de esa carga y presión que se tiene. Te quería preguntar por el apoyo, el apoyo y la comunicación durante el proceso. ¿Cómo de importante es? 

Paula: Era la última parte que se me olvidaba, pedir ayuda. O sea, es importantísimo durante el proceso del duelo. El hablar de cómo te sientes con los tuyos. El pedir ayuda, incluso a nivel terapéutico, a nivel profesional. Buscar ese proceso terapéutico que se base en el apoyo y acompañamiento de lo que estás viviendo. Verbalizar lo que estás sintiendo, lo estás haciendo si escribes a través de la escritura. Pero además, si lo compartes con otros, vas a poder obtener otra perspectiva, o vas a poder obtener otra forma de verlo desde ti mismo. Porque también te escuchas. Ya no tanto por lo que te diga el otro, que en estos casos no sirve de nada generalmente los consejos, ni los consuelos, sino por cómo tú a ti mismo te estás escuchando y que esas palabras te están liberando. 

¿Qué podemos decirle a alguien que está pasando por un duelo complicado y no consigue salir de ese proceso?

Jota: Cuando estás en este proceso, imagino que por todo lo que estás contando, pues es un proceso y como todos los procesos, pues llevan un tiempo. Me imagino que hay veces, por la persona, por lo que haya sucedido y tal, que esto puede durar demasiado, alargarse mucho en el tiempo. ¿Qué consejo le puedes dar a alguien que está en un proceso, que ya lleva años con este duelo de esta persona? ¿Qué se le puede decir a una persona que se le está complicando el duelo y no consigue salir de ese proceso? 

Paula: Bueno, que no impaciente, que no se meta prisa, pero sí que se pregunte qué es lo que le puede estar frenando, qué es lo que le puede estar obstaculizando. Porque hay una estrategia muy buena, que es la de la distracción, muchas veces, cuando hablábamos antes del diario, te decía, hay muchos momentos en los que nos vienen recuerdos, nos vienen ideas relacionadas con el duelo y con la persona perdida, en situaciones que no corresponden, porque quizás estoy en el trabajo y en ese momento no me puedo permitir llorar, no me puedo permitir sentir lo que este recuerdo me está trayendo. Entonces mejor me lo apunto y me lo dejo para el final del día, donde voy a hacer mi diario. Esto significa que la distracción, el tener otro tipo de estímulos, también son de ayuda. Me vienen muy bien, ¿vale? Pero muchas veces el exceso de distracción se convierte en negación. Y parece que llego a un punto en el cual ya esto que estoy viviendo en realidad no está pasando. Hacer eso, de alguna manera, llevado a un extremo, en otros casos es un mecanismo de defensa, viene muy bien, necesitamos recurrir a ello, pero hacerlo de manera extrema me puede llevar a una parálisis absoluta en mi proceso, con lo que por tanto va a hacer que se prolongue. Luego habrá otras muchas cosas que probablemente estén obstaculizando o estén paralizando ese proceso y esté haciendo que se esté haciendo tan largo. Bueno, pues yo aquí recomendaría acudir a terapia. Si te está costando encontrarlo, acudamos a una terapia y vamos a analizar con la ayuda de ese profesional que está cualificado para ello, qué es lo que me está frenando, qué es lo que me está pasando. ¿Sabes lo que pasa? Que muchas veces acudimos a terapia en una situación así sin saber que eso sucede. En realidad no vamos porque estoy teniendo un duelo complicado. En realidad vamos porque a lo mejor tengo un problema de insomnio, porque estoy detectando un problema de ansiedad, porque no me centro en mis tareas habituales. Y muchas veces te pones a indagar, te pones a analizar y te pones a reflexionar con la paciente, con el paciente y descubres que hace un tiempo, un tiempo bastante considerable, perdió a alguien. Y entonces, cuando empiezas a preguntar a la persona cómo ha elaborado ese proceso, es cuando te das cuenta de que quizás ese proceso no se ha llevado a cabo, que está paralizado, que está enquistado y que está siendo el causante entonces de todas esas consecuencias que le han traído a consulta. 

¿En qué casos es conveniente acudir a terapia?

Jota: Te iba a preguntar justamente por este punto de acudir a terapia y te iba a preguntar si, evidentemente, cuando has entrado en un proceso complicado que lleva mucho tiempo, entiendo que es muy recomendable acudir a terapia, pero te iba a preguntar cómo de recomendable es en otras ocasiones, porque al final es un proceso en el que vas a tener muchos sentimientos, los que hemos estado comentando, de tristeza, depresión, culpa, negación, todos estos procesos que aunque sean normales y lógicos, puede que también el ir a terapia te ayude en el proceso. Te quería preguntar si lo es o no conveniente acudir a terapia, en qué casos sí, cuáles, cuándo no, que nos comentaras un poco. 

Paula: Yo creo que acudir a terapia nunca, nunca nos va a hacer daño, nunca nos va a venir mal, eso nunca. Digamos que a partir de no ir, todo lo demás suma. Es verdad que hay… bueno, el proceso del duelo es un proceso totalmente natural y no es necesario acudir a terapia en principio. A no ser que se convierta en un duelo patológico donde ya sí empezaría a surgir la necesidad. Pero si acudimos a terapia en un proceso de duelo en el cual no es necesario acudir a terapia, vamos a recibir un apoyo muy bueno, vamos a recibir un apoyo muy importante, que es a un profesional cualificado que te acompaña durante tu proceso. Además, desde el punto de vista terapéutico para las personas, para los terapeutas, las terapeutas. Mi caso, por ejemplo, es que además es un proceso, es un trabajo que me gusta. Para mí, sinceramente, se me hace muy cómodo y me parece muy bonito, porque se observa desde fuera, pero al mismo tiempo, desde una manera muy cercana, ese crecimiento y esa evolución que se produce, esa transformación, a mí personalmente, incluso me ayuda, me resulta esperanzador. Es lo que me ha servido quizás para que en mi vida personal, cuando he tenido que pasar por una situación así, directamente, lo primero que me ha venido es, esto va a ser un reto y de esto voy a aprender y de esto voy a salir fortalecida. No sé cuánto me llevará, pero lo voy a hacer. Entonces, eso es gracias a mis pacientes. Y ya te digo, es un trabajo muy bonito, muy reconfortante, muy gratificante, además, desde el punto de vista personal. O sea, que hablo egoístamente. Para la persona que está en terapia, pues le va a servir mucho para normalizar, le va a servir mucho para darse un espacio concreto, que muchas veces nos cuesta encontrarlo en nuestro día a día, que dedicarle a mi duelo, donde poderá hacer balance de los sentimientos por los que voy pasando, cómo he llegado a ellos, dónde me encuentro. 

Jota: Pues, Paula, me parece que lo hemos explicado muy bien. A mí me ha servido de mucho entender algunas de estas cosas. Espero que a todo el público que nos ha escuchado también. Y darte las gracias de nuevo por el capítulo de hoy y espero verte pronto en otro nuevo capítulo que hablemos de salud mental. 

Paula: Nos veremos pronto, Jota. Encantada de estar contigo. 

Jota: Que tengas buen día. 

Paula: Un abrazo. Jota: Chao, chao.

Paula Massa Terapia Online

Autor: Paula Massa

Psicóloga experta en terapia online con 20 años de experiencia haciendo terapia.
7 años haciendo terapia online.
Supervisora de casos y apoyo del equipo de POA.