Jota: Muy buenos días a todos! Aquí estamos otro día con Patricia, hoy otra vez para hablar de salud mental. Recordaros a todos que Patricia es Psicóloga Sanitaria enfocada en población adulta, que trabaja desde las Terapias Contextuales y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Patricia.
Patricia: Buenos días, Jota, ¿cómo estás?
Jota: Muy bien. ¿Y tú qué tal? ¿Cómo estás?
Patricia: Muy bien. Todo muy bien. Aquí deseando hablar.
Jota: Sí, sí, sí. Y hoy vamos a hablar de un tema al que estás muy acostumbrada porque es tu trabajo del día a día, de la terapia. Y sobre todo, vamos a enfocarnos hoy para que un paciente se pueda preguntar si la terapia a la que está yendo está funcionando, para que pueda evaluar si lo que está haciendo sirve o no sirve de algo y qué expectativas debe tener, no?
Patricia: Um efectivamente, creo que es algo clave, que cualquier persona que esté acudiendo a terapia pues pueda preguntarse esto. Y claro, muy importante la parte también de ajustar expectativas, de ver cuándo tiene un poco de sentido o cuando es útil hacerse esta pregunta y cuáles son aquellos indicios de que todo va bien. Porque, oye, no todo le tiene porqué funcionar a todo el mundo, no? Entonces, bueno, para que cada persona pueda hacerse un poco este ejercicio de autoanálisis.
¿Qué es una terapia y cuando se debe acudir a terapia?
Jota: Genial. Antes de empezar a hablar de esas cositas que debe ver uno mismo. Si quieres nos ponemos un poco en contexto, hablando un poco sobre muy rápidamente que es una terapia o cuando se debe ir a terapia, o esas personas que están en esa situación, quiénes son. Ya sé que vamos a partir y probablemente me lo digas, que todos deberíamos ir a terapia y que todos tenemos alguna cosita que trabajar y que el autoconocimiento y el crecimiento personal. Pero te voy a dejar que contestes tú, que al final estoy contestando yo.
Patricia: Si, bueno, yo creo que al final el momento de ir a terapia, así muy en general, surge cuando me doy cuenta de que, de que estoy sufriendo, de que hay algo, hay algo que no va bien y que no considero que tenga los recursos suficientes como para poder afrontar la situación, o por lo menos ya he intentado resolverla de varias maneras, pero ninguna de ellas me ha generado ningún cambio. Entonces pondría el foco en el malestar que siente la persona, pero también quizás el foco en el malestar que sienten las personas de su alrededor, cuando se da una situación en la que mis relaciones sociales o familiares o relación de pareja estoy viendo que es algo que está siendo algo problemático para ambos. Oye, pues voy a ver qué pasa, no? Entonces puede ser útil acudir a terapia.
Jota: Claro. Está claro que cuando una persona, pues es como si te duele algo en el cuerpo, vas al médico. Pues si tienes algún problema en este tipo de relaciones y demás, es interesante intentar pedir ayuda.
Patricia: Ummmmm, por supuesto, para eso estamos.
¿Cuando una comienza a ir a terapia, cuando puede empezar a preguntarse si está funcionando?
Jota: ¿Y qué ocurre cuando uno empieza y comienza a ir a terapia? ¿Cuando puede empezar a encontrar o a preguntarse si el estar yendo a terapia le está funcionando?
Patricia: Umm, vale. Es muy interesante que podamos hablar de esto, porque hay veces que tenemos unas expectativas acerca de cómo funciona la terapia que no se corresponde con la realidad. Entonces, si no tenemos claro cómo funciona la terapia, eso nos va a llevar a frustrarnos en el proceso y abandonar cuando quizás ni siquiera hemos empezado todavía a trabajar, no? Entonces a mí me resulta muy útil verlo con un ejemplo y es algo que suelo contar a veces en las primeras sesiones y es, por ejemplo Jota, a ti se te ha caído alguna vez aceite al suelo o en la encimera de la cocina?
Jota: Me imagino que sí.
Patricia: Seguramente si, no? De esto que a lo mejor estás quitando el aceite de una sartén y se te derrama, se te sale por fuera de la botella o del cazo. Claro, que ocurre que lo limpias, coges una bayeta o una fregona, empiezas a frotar y al principio pasa que parece que es contraproducente. Al principio solo estaba el cerco de aceite de la botella, pero al frotar parece que se extiende por todas partes. Dices jolín, es que estoy pringando todo. Acabo yo pringada de aceite, la bayeta aceitosa, la encimera toda llena de aceite. Al principio parece que es peor el remedio que o bueno, si el remedio que lo anterior. ¿Qué pasa? Que en base a insistir, a aclarar la bayeta, a echar un poco de jabón en base a continuar frotando yo al final logro que el aceite vaya desapareciendo, no? ¿Por qué te cuento esto? Porque con la terapia pasa un poco lo mismo. Al principio podemos tener la sensación de estar incluso peor. ¿Por qué? Porque se remueven muchas cosas, no? Porque empiezo a tomar contacto con determinadas cuestiones que a lo mejor antes estaban en un segundo plano. Yo ni siquiera era consciente de cómo me afectaba. Entonces, ir a terapia supone remover algunas de estas cosas, podemos experimentar, podemos sentir que el malestar se acentúa inicialmente, que ocurre que tenemos que dar un margen de tiempo a la terapia. Es realmente imposible generar cambios en una sesión, en dos, en tres, porque al final estamos tratando de cambiar patrones o hábitos ya instaurados a lo largo de muchos años y entonces esto no se puede hacer de una forma rápida. Entonces debemos dar tiempo para poder hacernos esta pregunta de esto me está funcionando. Creo que debemos dar un tiempo, dar un margen para poder cuestionarnos y para poder hacer una valoración de cómo está siendo el proceso.
Jota: Claro, es súper interesante esto que en cuanto lo has contado lo veo claro, pero claro, ni me lo había planteado. O sea, una persona cuando empieza se tiene que meter en profundidad en el problema.
Patricia: Mmmmm.
Jota: A toda la luz, claro.
Patricia: Claro, claro. Entonces al principio pues esto suele ser bastante desagradable, no? Tenemos que en ese sentido confiar en que estamos delante de una persona que sabe lo que está haciendo, de un profesional y que al final todo tiene un sentido. Y oye, por supuesto, si tenemos cualquier duda al principio o durante el proceso, pues que tengamos la confianza como para poder preguntar a nuestro psicólogo o psicóloga.
¿Puede ocurrir que una persona decida no continuar la terapia porque se siente peor?
Jota: Claro, habrá gente que cuando esté pasando por esto en las primeras sesiones decida no continuar porque se siente peor cada vez que va al psicólogo. ¿Podrá pasar esta situación?
Patricia: Sí, desde luego que es algo que ocurre, que a lo mejor esa persona no está en un momento como para que, como para querer remover todo eso o que quizás le esté resultando demasiado desagradable. Es algo que desafortunadamente ocurre en nuestro día a día en nuestro trabajo. Y bueno, yo igualmente me gustaría transmitir a todos nuestros oyentes, pues que hay que tener un poco de tolerancia al malestar, que entiendo que es complicado y que es doloroso al principio, pero al final tiene un sentido que pasemos por todo ese sufrimiento inicial.
¿Después de una primera sesión de terapia, puede la persona preguntarse si la terapia está funcionando?
Jota: Claro. ¿Hay una posibilidad de que un paciente después de su primera sesión salga y se plantee si la terapia le está funcionando.?
Patricia: Bueno, podría ocurrir, pero no sería muy equilibrado que esto sucediese, por decirlo así. ¿Por qué? Porque en una sesión es imposible que se resuelva nada. Una primera sesión es una primera toma de contacto en la que yo como psicóloga, pues profundice un poco más acerca del problema, pero me quedan muchas cosas más que continuar evaluando junto con la persona para poder intervenir. Esto es como cuando vas al médico porque te duele la tripa. El médico te puede dar un paracetamol, un analgésico, no? Al final eso te va a aliviar el dolor, pero el médico no sabe porque te duele la tripa. Necesita hacer pruebas, necesitas identificar qué es lo que hay detrás de ese dolor de tripa o cuál es el origen del problema. Entonces, el analgésico puede ser útil a corto plazo, pero eso no está solucionando el problema. Te pongo este ejemplo porque nosotros como psicólogos hacemos un camino más o menos parecido. Necesitamos evaluar exhaustivamente qué es lo que hay detrás de ese malestar para poder atajar el problema desde la raíz. Y esto requiere un tiempo. No se puede hacer en una sesión, ni en dos, ni en dos, ni en tres. Necesitamos conocer exhaustivamente a la persona, su vida, su historia y de qué manera le está afectando ese problema para poder hacer una intervención personalizada y que la persona pueda cumplir sus objetivos. Entonces después de una primera sesión es imposible determinar si la terapia es útil o no, porque la terapia no ha empezado por decirlo así, o por lo menos la parte de la intervención.
¿Cuáles son las primeras señales de que la terapia está funcionando?
Jota: Si ya damos un margen a una persona cuando lleva ya un mes, dos meses de sesiones que ya pueda haber pasado o empezado por lo menos parte de este proceso. ¿Cuáles son las primeras señales que puede identificar una persona que está yendo a terapia, que la terapia está sirviendo de algo?
Patricia: Ummm vale, yo creo Jota que las primeras señales simplificando un poco, pero creo que las primeras señales vendrían porque me siento cómoda con mi terapeuta, porque siento que tengo confianza como para poder abrirme, como para poder enfrentarme a tomar contacto con mi malestar y poder transmitirlo así en la propia terapia. Cuando a mi terapeuta le puedo transmitir dudas e inquietudes, le puedo hablar de mis miedos, etcétera. Creo que esto es fundamental porque es una de las bases de la terapia el que exista un poco esta sintonía entre terapeuta y paciente o consultante. Si yo no me siento cómoda con la persona que tengo delante, difícilmente voy a poder abrirme. Entonces difícilmente ese proceso va a resultar de utilidad para mí. Por eso diría que es uno de los pilares fundamentales de la terapia la sensación de me siento cómoda hablando con la persona que tengo delante, siento que no me está juzgando, siento que realmente está conectando con lo que yo necesito y con lo que quiero construir en la terapia. Eso por una parte como eje fundamental, como decíamos. Pero luego también creo que poco a poco, a medida que van pasando las sesiones, uno de los primeros cambios que las personas podemos notar en terapia es el que vamos teniendo mayor consciencia, es decir, una mayor capacidad de introspección, de poder ser más consciente de cómo me voy sintiendo en mi día a día, ser más consciente de qué es lo que hago para resolver el malestar, de si voy identificando patrones. Es decir, creo que uno de los primeros cambios es que se produce un aumento en la capacidad de análisis en las personas, de poder observarse en su día a día para poder transmitirlo así a la terapia y poder ir efectuando otros cambios. Y esto va de la mano Jota de lo que te decía al principio de limpiar el aceite. Claro, cuanto yo más consciente soy, quizás al principio, más mal lo paso, porque empiezo a ser consciente, a lo mejor, de que estoy más triste de lo que yo pensaba o soy más consciente de que los problemas que yo tengo en mi pareja en realidad tengo problemas en general con el resto de relaciones. Entonces, claro, el ser más consciente hace daño un poquito más, pero al final para poder cambiar algo tengo que pasar por el primer paso de ser consciente, aunque ello implique sufrir un poco más al principio. Entonces te diría que estos son los dos primeros cambios un poco más generales que creo que pueden identificar las personas.
Jota: Claro, me parece súper importante lo que has dicho, el sentirte cómodo y que el paciente pueda expresar con tranquilidad, es más de estar deseando el contarle todo lo que le pasa, todo lo que piensa de toda la situación a su terapeuta y que no esté planteándose no puedo contar esto porque me va a juzgar o va a pensar de mí ciertas cosas. Es fundamental, claro.
Patricia: Y esto sobre todo requiere tiempo, porque al principio estamos delante de una persona que no conocemos de nada y de la que probablemente vamos a conocer más bien poquito. Entonces también es importante que nos podamos conceder este tiempo en el que yo me voy sintiendo cómoda, en el que voy ganando confianza. Es decir, no es una transición de noche y día, sino que requiere este tiempo. Pero efectivamente es una de las señales de que todo va bien.
¿Hay algunas otras señales de que la terapia está yendo bien?
Jota: Claro. Y estas dos partes que nos has comentado. ¿Hay algo más que durante el proceso según va avanzando pueda identificar una persona de esto, esto está yendo bien?
Patricia: Um, sí. A medida que vamos avanzando en la terapia, creo que hay dos cambios muy generales, pero que son una señal clara de que hay una evolución. Es precisamente la sensación de cambio, de estoy generando cambios en mi entorno. Algo está cambiando en mi vida, en mi o en el contexto, en las áreas de mi vida. Pero voy notando el cómo actúo de una manera diferente, como me comporto de una manera diferente, voy haciendo las cosas de otra forma. Al final es un poco, asemejo esta idea a cambio de un piloto automático, de que yo antes actuaba de forma impulsiva o de forma muy automática, respondo automáticamente a los eventos de mi vida. Pasar de eso a verlo como una elección. Me voy dando cuenta de que yo voy cogiendo un poco las riendas de mi vida y que yo voy eligiendo cómo enfocarme en cada una de las situaciones en las que me voy encontrando. Entonces, creo que esta sensación de elección simboliza este cambio en el que me estoy priorizando o en el que estoy empezando a enfocarme en las cosas de una manera diferente. Y esto va de la mano de la otra fuente de feedback, por decirlo así, de que la terapia funciona. Y es que al final voy notando que me voy acercando a los objetivos terapéuticos, de que poquito a poco voy consiguiendo determinados retos que van en la línea de los objetivos que se plantean al inicio de la terapia.
¿El mero hecho de acudir a terapia es suficiente para que funcione?
Jota: Claro. Estaba pensando justo según estabas contando todo esto, que puede haber pacientes que estén acudiendo a terapia, pero que no estén tomando ningún tipo de acción, que estén presentes en la hora de sesión que tengan con su psicólogo, pero no están llevando a cabo ninguna otra medida. Simplemente lleguen ahí, estén a esa hora y luego no hagan nada. Me imagino que el paciente también tiene que tomar un poco de acción y llevar a cabo cambios para que la terapia tenga su efecto. ¿O simplemente por estar durante una hora todas las semanas con su psicólogo, el resto de su vida va a ser distinta?
Patricia: Bueno, esto es realmente imposible que suceda de esta manera. Es cierto que la terapia no es igual en todo momento, sino que va pasando por distintas fases, que no tienen por qué ser las mismas, ni en el mismo orden ni nada en todas las personas. Pero puede que haya momentos más de pasividad en los que se estén abordando cosas que solo impliquen el trabajo en sesión. Pero realmente es difícil consolidar cambios así. Tiene que necesariamente llegar un momento en el que la persona vaya generando cambios fuera de sesión. Yo siempre digo que la terapia es como una muleta cuando nos lesionamos. Es una muleta porque acompaña, porque facilita el que tu puedas ir andando poco a poco, el que te vayas rehabilitando, pero al final tú no te rehabilitas de esa lesión si no te mueves. La muleta puede estar ahí, puesta al lado de la cama, pero si tú no realizas ese movimiento, la muleta no sirve de nada, no? Con la terapia pasa lo mismo. Es un acompañamiento, es el poder tener un punto de vista desde fuera de la situación que me permite quizás identificar patrones en mi misma, repeticiones, bucles. Es un análisis más objetivo, por decirlo así, más externo. Entonces yo me puedo beneficiar de todo eso, pero al final necesito el trasladar esos cambios a fuera de la sesión. Esto es fundamental.
¿Que puede hacer o plantearse un paciente que está dudando de si su terapia está funcionando?
Jota: Claro. Qué le podemos decir a los pacientes para que hagan este tipo de autoevaluación y sean conscientes de que puede que haya alguno que no note que esté funcionando y que simplemente es por que no se lo está planteando correctamente. ¿Qué puede un paciente que tenga dudas de si está funcionando o no su terapia pensar o plantearse?
Patricia: Pues lo que se me ocurre Jota es hablar con su terapeuta, con su psicólogo o psicóloga, no? El plantear un poco cómo se están sintiendo y cuáles son las expectativas que la persona tiene en ese momento trasladarlas al psicólogo. Porque quizás no es que las cosas vayan mal por decirlo así, sino que a lo mejor se están abordando otro tipo de objetivos que requieren un plazo de tiempo diferente, por decirlo así, no? Yo creo que cuando hay esta comunicación totalmente genuina y sincera entre paciente y psicólogo, pues se puede identificar qué es lo que está ocurriendo detrás, si tiene sentido o no tiene sentido, e incluso se puede plantear el cambio de terapeuta si sentimos que las cosas no están yendo como querríamos. Y bueno, desde la honestidad nuestra como profesionales, pues también esto pasa por ahí, por el poder detectar, oye, parece que con esta persona algo está estancado y que podamos hacer un poco este ejercicio de compartir con el paciente el qué es lo que está ocurriendo y si podemos realizar algún cambio más o menos significativo. Pero creo que es fundamental esto, el que las personas puedan sentirse con confianza para comentar estas inquietudes a su terapeuta y que juntos puedan identificar que es lo que está ocurriendo y que solución alternativa encontrar ante esto.
Jota: Claro, también puede ser que en algunas ocasiones el paciente quiera ver resultados antes de lo que realmente es posible o en su caso, claro que le gustaría estar bien en lo antes posible y todo lleva un proceso.
Patricia: Claro, claro. Por todo este tipo de situaciones es fundamental que se pueda hablar de forma abierta con cada psicólogo.
Jota: Claro, Patricia, no sé si hay algún consejo último que quieras dar a nuestros oyentes antes de determinar. Pero me ha encantado todo lo que hemos descubierto hoy, estos pasos y estos consejos para detectar si la terapia está funcionando y cuéntanos unas últimas palabras.
Patricia: Nada, pues sobre todo eso, transmitir la idea de que la terapia no es un cambio inmediato. No es como cuando nos tomamos un fármaco que suele tener acción más o menos inmediata, sino que al final es una inversión de tiempo, pero que yo creo que merece la pena, porque al final el objetivo un poco general es una mejora personal y que podamos sentirnos mejor con nosotros mismos. Entonces quizás merezca la pena pasar por un poco este malestar inicial y por estas dudas para poder abordar estos cambios.
Jota: Sí, es evidente que pasar por una terapia te va a hacer crecer, te va a hacer mejorar y disfrutar de la vida que tenemos. Entonces merece la pena siempre.
Patricia: Umm, sí.
Jota: Pues nada Patricia, muchísimas gracias. Nos vemos prontito en otro capítulo y lo dicho, muchísimas gracias otra vez por estar aquí.
Patricia: Estupendo, gracias a vosotros. Un abrazo fuerte a todos.
Jota: Un abrazo. Chao. Chao.