Jota: Muy buenos días a todos, aquí estamos un día más para hablar sobre salud mental y estamos con nuestra amiga Paula de nuevo, que como todos sabéis, Paula Massa es Psicóloga, experta en terapia online, con casi 20 años de experiencia haciendo terapia y más de seis años haciendo terapia online. Además es supervisora de casos y apoyo de todo el equipo de Psicología Online Avanzada.
Paula: Buenos días.
Jota: Buenos días Paula.
Paula: Buenos días, Jota, encantada de estar aquí contigo.
Jota: Sí, sí, sí. Estaba deseando que quedáramos otro día más para hablar de estos temas tan interesantes. No sabes cuánto aprendo yo en estos, en estos podcast que grabamos. Y bueno, lo interesante que espero que sea para todo el mundo. Hoy además traemos un tema que yo creo que cada vez suena más, que cada vez se escucha más, que es la procrastinación.
Paula: ¿Qué palabra?
Jota: Cuesta un poco, eh?
Paula: Ya estamos con esas palabras raras, ¿verdad?
¿Qué es la procrastinación?
Jota: Pues si quieres, para que deje de ser una palabra rara, y si hay alguien que no sabe lo que es, porque no nos explicas qué es la procrastinación.
Paula: Bueno, la palabra procrastinación tiene un origen latín y un origen griego. Procrastinar del latín significa posponer, retrasar algo, y luego viene acompañado del origen griego, que es acracia, que de ahí el completo procrastinar, que significa hacer algo en contra de lo que consideramos correcto. Entonces bueno, pues al final es posponer algo que es importante para nosotros, por lo menos en ese momento. Es decir, al final es un ataque como hacia nosotros mismos. ¿Vale?
¿Por que se escucha cada vez más hablar sobre la procrastinación?
Jota: Fíjate. ¿Y porque está tan de moda, porque se escucha cada vez más hablar sobre la procrastinación?
Paula: Pues sinceramente, porque yo creo que cada vez somos más procrastinadores. Fíjate.
Jota: Curioso.
Paula: Sí, desgraciadamente, porque. Porque no es nada bueno que procrastinemos, no lo es. Y a diferencia de lo que cree mucha gente, que piensa que es algo que tiene mucho que ver con la vaguería o con la pereza, más bien, el tema de la procrastinación es un problema de regulación emocional. Es un tema de gestión emocional. Entonces es una cuestión importante que nos debemos de hacer y que nos debemos de plantear.
¿En qué cosas procrastinamos?
Jota: Nos has dado una definición mezclando los términos de dónde viene el latín y el griego, que has explicado muy bien. Pero realmente, ¿qué es la procrastinación sin aludir al término del que viene? O más que qué es, que ya lo has explicado un poco, en que cosas procrastinamos?
Paula: Bueno, pues si quieres empiezo por ponerte un ejemplo. ¿Vale? Mira y te pongo un ejemplo aplicado a mi vida, a mi vida laboral. Tu suponte que hoy yo tengo que presentar un informe, tengo el informe de un paciente, de un paciente que yo puedo considerar más o menos complicado, pero que bueno, que tengo que hacerlo y me tengo que poner a ello. Lo que pasa es que antes de ponerme a ello, pues me acuerdo que me dejé los cacharros de la cena de anoche sin fregar, o que llevo mucho tiempo queriendo sacar mi ropa de invierno que ha terminado la temporada de verano y parece que encuentro cualquier excusa, cualquier motivo, cualquier tarea antes que hacer lo que verdaderamente en estos momentos me estaba planteando, que era ese informe. Ummm eso es procrastinar, dejarlo para después, no? Y tiene una razón, tiene una explicación, tiene un por qué, que debo de averiguar, que debo de hurgar y explorar dentro de mi misma.
Jota: Si en el fondo estás evitando el hacer esa tarea que no te apetece.
Paula: Exacto. Y eso es lo que explica porqué procrastinamos. Porque al final, cuando estamos procrastinando lo que estamos haciendo es pensar a corto plazo. En realidad, quizás, consciente o inconscientemente, esa tarea que nos estamos planteando se nos puede hacer muy difícil. Puede ser que no nos guste, pueda ser que sea desagradable y con tal de evitar, o con tal de calmar eso que la tarea en sí me provoca, me pongo a hacer cualquier otra cosa. Es el pensar más a corto plazo y sin embargo, no tanto al medio o largo plazo, que es donde debería de estar pensando ahora, no? En ese informe que es necesario que entregue para, por ejemplo, poder seguir avanzando en mi terapia con ese paciente.
¿La procrastinación ocurre solo en el ámbito laboral o puede que también ocurra en otros ámbitos?
Jota: Claro, y pasa sólo en el ámbito laboral porque has puesto un ejemplo laboral, pero puede que también ocurra en otros ámbitos.
Paula: Pasa en todo, pasa en todo. Nos puede pasar en todo. Como te decía, es un problema que está bastante generalizado en esta sociedad en la que vivimos. Ummm, precisamente por el tema de las tecnologías y por el tema de las pantallas, tiene una explicación muy clara. Desde que vivimos en el mundo de internet, donde tenemos un acceso tan rápido a todo, estamos acostumbrándonos cada vez más a la inmediatez, lo cual está haciendo que nuestro cerebro piense menos en el medio o el largo plazo. De primeras, ya por una cuestión biológica, a nuestro cerebro le cuesta pensar en un medio y largo plazo. Cuesta mucho mejor de inmediato. Entonces, el tema de la procrastinación, por ejemplo, también se puede dar ante tareas que consideramos grandes, difíciles de abarcar. ¿Y cuál está siendo el verdadero problema? Que no las estamos sabiendo dividir lo suficiente en esas pequeñas metas, a partir de lo cual es tan necesario el ponernos a ello, no?
Jota: Claro, imagino que la mayor parte, la mayor parte de la gente, poniéndome en situación, cuando está en un ambiente laboral y quiere procrastinar, si tiene alguien a quien tiene que rendir cuentas o alguien que le va a pedir ese trabajo realizado, no le quedará más remedio al final que hacerlo, aunque pueda poner excusas por el camino para evitarlo, pero al final tendrá que hacerlo. Es en otro ámbito, y dime si estoy correcto, que es más personal, en el que no tienes a nadie a lo mejor, que puedas decir, Imagínate, me pongo que estás en casa y la tarea que no te gusta es, por ejemplo, planchar. Pues procrastinar y decir uy, es que hay que poner la lavadora, no puedo planchar, o los cacharros, o hay que barrer, cualquier tarea que pueda ser una excusa para no realizar la que no quieres. Y más en el ámbito laboral, sobre todo si tienes a alguien a quien rendir cuentas, al final, de en tu caso, o que en el ejemplo que ponías del informe imagino que al final el paciente.
Paula: Me lo va a reclamar.
Jota: Te lo va a reclamar y tarde o temprano no te va a quedar otra que hacerlo.
Paula: Claro, yo creo que sí, tienes razón. Esa presión externa nos puede ayudar un poco a cortar y acabar con la procrastinación. Pero fíjate, o sea, el problema de la procrastinación a veces llega a términos tan graves, a términos tan grandes, que incluso podría llegar a limitarnos en ámbitos tan importantes como es el de nuestro trabajo. Pues que este paciente se enfadase conmigo, que efectivamente abandonase su terapia, que no pudiésemos avanzar en la terapia sería una grandísima limitación como consecuencia de la procrastinación. Y lo que ocurre con la procrastinación es un poco lo que pasa con otras cosas, que es como una especie de círculo vicioso, e incluso se dice, hay quien dice que es en cierto modo un poco adictiva. Entonces, si no controlamos y no sabemos frenarla a tiempo, es posible que nos pueda llevar a cada vez más. Llegando hasta esos puntos en los cuales pues bueno, pues sería verdaderamente limitante porque me está trayendo consecuencias. Hombre, que se me amontone una cantidad de ropa por planchar, igual también llega a unos límites totalmente exagerados. Pero claro, en un caso así lo veríamos bastante obvio, cuando hay otro externo que nos está pidiendo cuentas, no?
Jota: Claro, no? Y además estaba pensando en este ejemplo que he puesto que puede haber gente procrastinando aunque le pidan cuentas, no? Externas, no a lo mejor en el caso del informe, pero si tú estás en un trabajo en el que hay una tarea o un informe de tu trabajo que no quieres hacer y siempre a tu jefe le puedes decir es que estoy con esto, es que tengo que hacer esta otra cosa. Es que fíjate, he profundizado en este análisis de otra cosa, de no sé qué y que no puedo centrarme en esa otra tarea que me dices porque tengo otras muchas que estoy haciendo, no?
Paula: Sí, claro. Y puede colar, Podría colar. Lo que ocurre es que bueno, pues al final se trata de hablarnos con honestidad a nosotras y a nosotros mismos y decirnos que no, que lo que estamos haciendo es realmente evitar esa tarea.
Jota: A mí me parece un término que he escuchado en muchos ambientes, más que el que estamos aquí sacando, en gente emprendedora, en gente que monta o quiere emprender. Y hay varias cosas en las que yo personalmente lo he escuchado, y es la gente que está empezando, que no arranca, no termina de hacer ese emprendimiento que quiere hacer porque quiere estar preparado. Es por el miedo, también se juntará, a lo mejor el síndrome del impostor, que alguna vez hemos hablado también en este podcast, pero están procrastinando siempre por: no estoy lo suficientemente preparado, tengo que hacer este otro curso, tengo que tener una web súper bien configurada o tal, y están siempre haciendo otras tareas y preparándose de otra manera antes de lanzarse. Y esa es una forma, a lo mejor también de procrastinar, no?
Paula: Sí, sí, puede ser. A lo mejor nos estamos engañando en esos momentos y realmente nos estamos diciendo que lo que estamos es estableciendonos esas pequeñas metas en las que debemos de dividir la tarea. Pero en realidad quizás nos estamos yendo por las ramas y estamos haciendo cosas que no son verdaderamente necesarias y que no tienen nada que ver directamente con la tarea en cuestión, no? Con dar el paso, con dar el salto. Si en el mundo del emprendimiento es normal que suceda, porque hay que hacer como un ejercicio de compaginar mucho lo que es una mente grande, una mente soñadora que me lleva a imaginar grandes proyectos que son a los que yo me quiero dirigir, no? Y tener una mente en cierto modo ambiciosa, pero al mismo tiempo también una mente ejecutora, una mente realista y la mente ejecutora y la mente realista, pues como decíamos antes, es esa la que está más biológicamente preparada para las pequeñas cosas, para las pequeñas tareas, la que me permite dividir la gran tarea en una tarea pequeña, cuando en el mundo del emprendimiento procrastinamos, quizás es porque sólo y exclusivamente estamos pensando a lo grande. Y claro, se nos hace un mundo, no hay quien se ponga con eso.
Jota: Sí, sí, claro. Luego otra de las tareas que bueno, al final la explicación es la misma, es cuando una vez que ya estás lanzado y estás haciendo tu emprendimiento, que eso supone pues ser un hombre orquesta, no? Hay que hacer muchas tareas de todo tipo, sobre todo al principio si no tienes un equipo y empiezas solo, y entiendo que hay una serie de tareas que no te gustan.
Paula: Claro.
Jota: Y me voy, por ejemplo, a un ejemplo que es típico, muy común, que el que sea emprendedor probablemente lo va a entender, que es todo el tema de la burocracia, de las facturas, de hacer los impuestos y todo eso, que normalmente se acaba delegando de las primeras cosas y tienes una gestoría que te lleva ya estas tareas, por lo incómodo que es y porque al final sino pues terminas procrastinando y intentando hacer otra cosa que no sea esa.
Paula: Sí.
¿Qué podemos hacer para evitar procrastinar?
Jota: Sí, y estás hablando, yo creo que sin decirlo abiertamente, pero creo que estás sacando aquí una pista de qué se puede hacer, porque te iba a preguntar ahora el remedio y has dicho en varias ocasiones la de dividir tareas, que entiendo que haya tareas muy grandes que pueden dar un poco de miedo, meterse en ellas. Imagino que dividirlas será una de las cosas. Ahora nos lo dices, pero sí esta es una de ellas, y además qué otras cosas pueden hacerse para evitar procrastinar.
Paula: Yo partiría de un trabajo mucho más profundo, el trabajo emocional y preguntarme muy mucho de una forma muy honesta conmigo misma: ¿qué es lo que me está pasando con esa tarea? ¿Qué es lo que me ocurre? ¿De qué manera la estoy pensando, de qué manera me la estoy contando? ¿Cómo la estoy interpretando? Ahí, por ejemplo, puedo detectar, pues, la grandeza con la que me lo planteo. Y entonces a partir de ahí, pues llegó a la conclusión de establecerme pequeñas metas. Pero igual no es tanto que sea grande, sino que sea una tarea que no me gusta, pues es importante que me pregunte el por qué y al final no olvidemos que es algo que a medio o largo plazo me iba a traer unas consecuencias positivas. Entonces de alguna manera trabajarme la motivación en ella. El tema de las facturas para el que tiene una empresa, hombre, pues es que a lo mejor si no las hace no las cobra. Entonces pensar en que esa es la manera o la vía o el puente por el que hay que pasar para poder cobrar su trabajo y recibir esa recompensa quizás ya pueda ser una motivación por la que conseguir ponerme en ello, no? Es eso hacer ese trabajo, ese análisis un poquito en profundidad de qué me está pasando a nivel emocional con esta tarea. A veces puede ser que nos recuerda a otras tareas y sin embargo no tenemos que hacer nada más que decirnos que nos lo mismo, y bueno, ver qué está pasando ahí para hacer ese ejercicio de regulación emocional. Que no nos olvidemos que procrastinar no es una cuestión de vagueza o de pereza, es una cuestión emocional.
Jota: Que interesante! Se me ha venido otro grupo de personas que a lo mejor también pueden tener este problema desde un enfoque distinto, que son los estudiantes, no? Cuando te metes en una carrera que son muchos años para conseguir ese objetivo, que ya de por sí la carrera viene más troceada en asignaturas y en bueno, no sé si son trimestres o demás para ir sacando cosas adelante, pero imagino que también se te puede atragantar, pues cierta asignatura, imagino que también ahí al final hay que rendir cuentas, hay alguien que te va a pedir, que tienes que sacar eso adelante, que por muy bien que tengas todo lo demás, si hay una asignatura que se te ha atravesado, habrá que ir a por ella también. ¿Hay algún consejo para ir a esas tareas, a esa asignatura, esa gran meta que hay ahí que se te atraviesa para ir hacia delante, no? Venga, hay que hacer esto, pues nos arremangados, hacemos lo que haga falta. Y sí que hay que meterse en el río y mojarse para pescar, pues se va y se hace.
Paula: Pues volvería un poco más a lo mismo, a preguntarme que me está pasando con esa asignatura, por ejemplo, que se me ha atravesado, que son? ¿Los contenidos? A lo mejor la dificultad, o un problema personal que yo tenga con la asignatura, a lo mejor un problema propio mío para memorizar determinados contenidos, o que me cae mal el profesor, también puede ser, no? Entonces hacer un poco ese análisis exhaustivo de que me está pasando con esta asignatura para poder un poco quitar lo que es secundario, lo que es tangencial. Oye, que si me cae mal el profesor, a lo mejor hay unos contenidos estupendos que por culpa de ello me lo estoy perdiendo. Voy a intentar investigar un poco más, voy a intentar entrar y profundizar más en la tarea. Al final, pues es lo que te decía antes, buscar una motivación, es que a medio plazo me va a traer unas consecuencias positivas, si yo me quito esta asignatura cuanto antes, puedo seguir avanzando en mi carrera efectivamente, y quiero seguir avanzando en mi carrera. Entonces, a lo mejor ese pensamiento en el medio plazo es el que también me puede servir como motivación y me puede ayudar en el empuje. Volveríamos un poco a lo mismo. Pues antes de meterme a estudiar esa asignatura, pues voy a establecerme, los pequeños pasos, las pequeñas metas, cuanto más alcanzables, muchísimo mejor. Y quizás, bueno, no sé, no se me ocurriría más. Es que sería muy personal en cada uno. Qué es lo que realmente pasa, no?
Jota: Claro, entiendo que hay tareas como la que estamos hablando de una asignatura, de un estudiante, que si no le queda más remedio, tendrá que atacar al problema y estudiarla. Pero a lo mejor hay otras tareas que hablábamos en parte laboral, en la que a lo mejor hay una persona que es muy buena en otras cosas y que esa tarea que se le atasca y que él no es el experto, a lo mejor en este caso esa tarea es mejor que la realice otra persona.
Paula: A lo mejor, sí.
Jota: Y es una vía, tú no eres experto en esto, pues a lo mejor esta tarea no la hagas tú. Vamos a dársela otra persona que se le atasca una de las tareas que a ti te gusta. Puede ser una solución.
Paula: Es cierto. Ahí entrarían en juego otras características de nuestra personalidad, porque a veces también nos cuesta delegar. Resulta que no nos gusta la tarea y sabemos que somos bastante negados a ella, pero sin embargo no se nos ocurriría dejársela a nadie para que la haga. No se nos pasa por la cabeza. Es como un poco esa obsesión porque tengo que hacerlo todo, no? Y porque tengo que abarcarlo yo todo. Pues es verdad, habría que tener ese diálogo también honestamente contigo mismo y preguntarte muy mucho hasta qué punto de verdad esa tarea que tanto te está costando y que tanto te está limitando y te está resultando un obstáculo en el avance de tu trabajo, la tendrías que hacer tú y no se la puedes delegar a nadie. Es que igual te compensa y no pasa nada. Si es que tampoco tenemos por qué saber hacer de todo, sería pedirnos un poco ese perfeccionismo, esa perfección. Y es que en el tema de la procrastinación también existe mucho ese rasgo, esa característica. Hay un cierto perfeccionismo o incluso una baja tolerancia al fracaso. Eso es lo que, fíjate, paradójicamente, muchas veces nos puede llevar a que dejemos las cosas para otro momento sin hacer para otro momento, no? Porque en realidad nos está dando miedo fracasar, nos está dando miedo enfrentarnos a ese fallo. Entonces sí, aunque aunque parezca que no tiene que ver, asumir que esta tarea no es lo mío y que se la podría dejar a otra persona, podría ser también una buena solución para romper esa parte de procrastinación que, sin embargo, tanto me está frenando.
Jota: Qué bien! Pues a mí me has dejado muy claro el tema.
Paula: Sí.
Jota: Veo lo importante que es saber qué es lo que está pasando, entender cual es el problema y efectivamente, en cada caso, personalmente tendrás que decidir. Habrá tareas que se puedan delegar que puedas, si no es una cosa que puedas decidir tú y que tienes que hablar con un jefe, poder entablar esa comunicación y decir esto, prefiero no hacerlo que lo haga otra persona. Y si el problema es la plancha, pues a lo mejor tienes que ponerte la camiseta arrugada o dialogar con tu pareja a ver si esa tarea la podéis compartir de otra manera.
Paula: Sí, claro. Al final es como todo, preguntarme hasta qué punto me compensa, no? El posponerlo o delegarlo, o incluso asumirlo y automatizar con ello, que esa sería la medida más conductual. Ni siquiera me pregunto si me apetece o no. Está claro que son mis emociones, son mis pensamientos los que me frenan a hacer la tarea. Si no me pregunto y automatizo y me pongo a ella, que para eso hay una técnica muy buena: es ponernos una alarma en el móvil, nos suena a las 3 de la tarde, que me pongo a esto y me pongo, y ni siquiera me pregunto si me apetece o no. Bueno, pues esa también puede ser una opción.
Jota: Pues sí. Genial. Pues muchísimas gracias Paula, por haber venido hoy a darnos un poquito de luz en otro tema y nos vemos pronto.
Paula: Pues gracias a ti, Jota.
Jota: Un saludo.
Paula: Otro para ti.