También puedes ver este podcast en Youtube: #31 – Por qué siento que todo el mundo me ataca
Jota: Muy buenos días a todos, otro día más aquí para hablar de salud mental y estamos hoy de nuevo con nuestra amiga Patricia, que es Psicóloga Sanitaria enfocada en población adulta, que trabaja desde las Terapias Contextuales y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Patricia.
Patricia: Hola. Buenos días, Jota, cómo estás?
Jota: Pues muy bien, muy bien. Encantadísimo otra vez de estar aquí hablando sobre salud mental y descubriendo este maravilloso mundo. ¿Qué tal tú?
Patricia: Bien, muy bien, pues un placer, como siempre, estar aquí contigo.
Jota: Genial. No sé, yo siento que hoy me estás atacando un poco.
Patricia: Sí, no?
Jota: Si, si te digo esto es que hoy vamos a hablar de por qué siento que todo el mundo me ataca, no? Hay gente que siente esto, que todo el mundo está en contra.
Patricia: Efectivamente. Además, imagínate lo desagradable que tiene que ser esta sensación, no? El sentir que, sentirme observada por los demás, sentirme juzgada continuamente. Vamos a ponernos un poco en la tesitura de sentir esto, porque es algo que realmente hay personas que experimentan de esta manera y que claro, les genera un alto grado de malestar.
¿Cómo puede una persona percibir que todo el mundo le ataca?
Jota: Claro, claro, tiene que ser. Todo el mundo me está atacando. Tiene que ser horrible. No sé si hay alguna, alguna parte así por donde te apetezca empezar, si quieres, por qué no, no empezar por cómo se siente esto o cómo puede una persona percibir que todo el mundo le ataca.
Patricia: Mmmmm pues verás, yo me lo imagino, utilizo mucho la metáfora, la referencia de la sensación de ir con la espada cargada todo el rato, no? Como si fuese la época en la Edad Media, no? De esto, de estar todo el rato con la mano echada la espalda un poco alerta de por dónde me va a venir el ataque. ¿De qué manera se puede traducir esto, no? Pues al final estas personas que van un poco con este miedo, de sentirse atacados, al final lo que ocurre es que están en un estado de hipervigilancia hacia la crítica. Estoy constantemente alerta ante cualquier indicio que pueda ir de la mano de que se ponga en duda mi opinión, o mi forma de ser, mi forma de comportarme, etcétera, no? Es decir, una hipervigilancia hacia toda actitud de crítica, de desaprobación, de desacuerdo, etcétera. Y además, qué pasa? Que el hecho de yo estar todo el rato atenta a estos indicios va a hacer que yo interprete siempre la realidad en torno a este filtro, por decirlo así, no? Es decir, de todo un mensaje voy a seleccionar solo esa parte en la que puedo sentirme criticada, juzgada, desacreditada o en una situación de desacuerdo. O sea que no solo estoy atenta a eso, sino que además filtro la realidad en base a este tema de la crítica, no? También estas personas es muy común que se lleven muy a lo personal comentarios que a priori no tienen porque llevar esa intención detrás, no? Típico ejemplo de, por ejemplo: estás trabajando en la oficina con 50 personas más y de repente entra el jefe o la jefa y dice un comentario general de ‘A partir de ahora ruego a todo el mundo que se cumplan los horarios estrictamente, porque hemos detectado varios casos en los que hay personas que llegan tarde.’ Oye, se está hablando de una manera general. Estoy rodeada de 50 personas, sin embargo, me lo tomo como que es hacia mí, no? Son este tipo de situaciones en las que comentarios generales o incluso que no tienen por qué ser críticos, sino que a lo mejor son simples propuestas de mejora. Pero yo siempre me lo voy a llevar hacia algo personal y me voy a sentir agredida por esos comentarios, claro. Entonces te podrás imaginar que al final todo esto me lleva a tener una desconfianza bastante generalizada con respecto a las intenciones de los demás. Siempre voy a filtrar la realidad en base a este tema de la crítica y por lo tanto, siempre voy a estar pensando que los demás tienen una intención de agredirme o de dañarme. ¿De qué última manera se puede percibir o experimentar esto de la sensación de ataque continuo? Pues resulta que paradójicamente, Jota, estas personas no sólo se sienten atacadas o criticadas por los demás, sino que ellos mismos también son muy críticos consigo mismos, son muy hostiles hacia ellos mismos y también hacia los demás. Es decir, es paradójico que ya no es que exista solo un miedo a la crítica o al juicio de los demás, sino que es que yo siento que los demás me atacan, pero es que yo soy la primera que me ataco a mí misma. O sea, fíjate qué complejo.
Jota: Sí, la verdad es que me puedo hacer un poco la idea, imagino que es lo típico que notas risas en la calle a tu alrededor y crees que se están riendo de ti y cosas así. Que todo a tu alrededor es un complot contra ti.
Patricia: Eso es.
¿Qué consecuencias puede tener el pensar que todo el mundo está en contra de uno?
Jota: ¿Que consecuencias puede tener esto, el estar todo el rato pensando que todo el mundo está en contra tuya?
Patricia: Bueno, pues sobre todo en cuanto a las relaciones interpersonales, no? Relaciones de pareja, de amistad, compañeros de trabajo, en la familia. Porque como estoy yo todo el rato con la espalda cargada, como decíamos, pues voy a estar tensa en las relaciones interpersonales, sobre todo con personas que no conozca, porque voy a filtrar todos sus gestos en base a: me está juzgando, me está atacando, me está rechazando. Entonces eso va a generar muchas dificultades para generar nuevas relaciones con otras personas. Y además, con respecto a las relaciones que ya tengo, pues bueno, pues pueden ser relaciones con mucho nivel de conflicto, porque como hay muchas cosas que yo me llevo a lo personal o de una forma desproporcionada o desde una herida propia, pues voy a tener muchísimos problemas en esas relaciones, no? Además, las situaciones sociales en general, lo que puede ocurrir es que me generen muchísimo malestar, porque si estoy todo el rato focalizándome en el ataque, en el peligro, en vez de centrarme en disfrutar y en quedarme con las cosas buenas o en tener por lo menos una visión más realista de la realidad, pues esas relaciones van a ser fuente de malestar para mí. Además, una sensación constante de fragilidad o de incomprensión, no? Si yo siento que todo el mundo es susceptible de poder atacarme, es que yo me estoy sintiendo también como débil, o susceptible de estos ataques. Entonces esto puede hacer que me coloque una coraza, una coraza que sea impenetrable para los demás. Oye, como me da miedo que me ataques, saco todo mi repertorio de actitudes agresivas, de mecanismos de defensa, etcétera para que tus críticas no puedan penetrar en mí. Que ocurre que sí, que penetran. Lo que pasa es que es una coraza que en realidad es humo. Pero es una coraza que pesa para la persona que la lleva y que aleja con respecto a las demás personas.
¿Cómo se origina la creencia de que todo el mundo está en contra de uno mismo?
Jota: Fíjate. Y todo esto por qué ocurre? ¿Cuál es el origen de que esté ocurriendo esto?
Patricia: Pues una vez más nos tenemos que remontar brevemente a la infancia, porque bueno, es que es ahí donde se construye todo, no? En los primeros años de vida. Entonces, justamente eso a lo que yo temo como adulta, el tema de las críticas, de sentirme atacada, sentirme rechazada, es algo que yo he vivido de niña, por eso le tengo esa hipersensibilidad o ese miedo, no? Entonces es muy probable que estas personas se hayan criado en ambientes muy críticos en los que predominaba el castigo en el estilo educativo. Normalmente se han criado con padres o madres con un estilo educativo sobreprotector o autoritario, sobreprotector porque la sobreprotección siempre va de la mano de la crítica, la sobreprotección es esta idea de: no dejo que aprendas por ti mismo a hacer cosas, ya lo hago yo por ti, pero encima te regaño porque es que lo tengo que hacer por ti. Es esta doble cara de la moneda. Y el estilo autoritario es aquel en el que los límites se marcan de una manera muy firme y sin afecto, es decir, todo desde una parte muy impositiva, muy agresiva. Entonces fíjate como en ambos estilos lo que predomina, pues es esta crítica, esta orientación al castigo, a la regañina, al sí a la crítica, al final, no? Además, es habitual que en este contexto educativo los castigos no sean a la conducta, sino a la persona. Y con esto me refiero a imagínate que de niños pintamos una pared. Bueno, pues esa conducta, el hecho de que un niño, de que tu hijo haya pintado la pared tiene que tener un castigo para que el niño aprenda que eso no debe hacerse. Los límites son sanos, siempre y cuando se pongan desde el afecto, no desde la violencia. Entonces, ¿qué sería un castigo a la conducta? Pues coger al niño y decir: ‘Cariño, esto no se hace, ya te ha dicho mamá que no tienes que pintar en la pared porque fíjate que marca se queda. Ahora vas a ayudar a mamá a limpiarlo.’ Es decir, estoy enseñando a mi hijo que como ha hecho algo que no debe hacer, eso va a tener unas consecuencias. Eso es lo que es útil. ¿Qué es lo que no es útil, lo que por el contrario, es dañino o lesivo? El que el castigo sea un castigo personal, hacia la persona. Es decir, cuando yo veo que mi hijo ha pintado en la pared, decirle: ‘Pero madre mía, si es que eres un inútil, si es que no escuchas, madre mía, como te va a ir en la vida, como sigas así, es que eres un torpe.’ Fíjate que diferencia, no? No estoy castigando a lo que el niño ha hecho. Estoy castigando al niño como tal, a su propia identidad, no? ¿Qué pasa? Que a medida que vamos creciendo, ese niño que se va transformando en adulto va a tener una hipersensibilidad a esa crítica, a ese castigo, a ese rechazo, como es en lo que yo me he criado, pues voy a estar especialmente atento a cuando se repitan este tipo de situaciones en mi vida adulta. Además, por este tipo de castigos personales que decíamos han sido castigos hacia la persona, ese adulto lo que ha aprendido es que lo que hago es lo que soy, es decir, he pintado la pared porque soy un torpe. Entonces cuando alguien me haga una crítica, no voy a saber discernir entre que lo que me están diciendo es algo a mejorar, sino que lo que me están diciendo es algo que me está criticando a mí como persona. Entonces, por eso llevan tan mal las críticas, no? Porque al final su identidad es muy frágil, está basada: Yo soy lo que yo hago y si críticas lo que yo hago, entonces estás criticando a mi esencia, a lo que yo soy, no? Y en último lugar, pues un poco también con respecto a este origen, se da cuando los límites de los que hablábamos, los límites en la educación, están puestos desde esta parte más autoritaria, más agresiva y no desde el afecto, no desde un te lo digo para que puedas mejorar, sino desde un te lo digo porque así es como se hacen las cosas y no hay tiempo para debates.
¿Puede ser que una persona siente que todo el mundo le critica porque hay algo que sobresale de su personalidad que es realmente criticable?
Jota: Fíjate, porque estaba pensando que puede haber, aparte de todo esto que nos comentas, alguna característica de la persona que pueda ser molesta para los demás. Pero claro, no puede ser que moleste todo en todos los ámbitos. Sí que puede ser que laboralmente lo que comentabas antes de llegar tarde al trabajo, pues a lo mejor una persona que es perezosa llega tarde al trabajo siempre y en todos los trabajos, vaya donde vaya le critiquen eso. Pero no puede ser que luego, cuando estés con tu familia pase otra cosa con los amigos, puedes tener críticas en cierto ámbito porque haya algo criticable que pueda, que pueda ser. ¿Puede existir alguna persona que sienta que todo el mundo le critica porque hay algo que sobresale de su personalidad, que realmente es criticable?
Patricia: Ummmmm. Sí, claro. Claro que puede que puede ocurrir, no? Pues no lo sé, por ejemplo, personas que tiendan a ser muy conflictivas en sus relaciones. Pues oye, al final este ser muy conflictivo pues va a ser objeto de crítica, va a ser algo que sea muy reseñable o muy resaltable en ti, no? Entonces por supuesto que puede ocurrir, que haya algo que sea bastante observable de cara a los demás y que sea fuente de crítica, no? Pero un poco yo creo que la diferencia está en que yo percibo que cualquier tipo de conversación, de comentario, de situación se realiza en tono de una crítica hacia mi persona, no? Y eso me lleva a tener muchísimos conflictos con los demás y conmigo mismo. Claro, voy a tener al final una actitud muy hostil hacia los demás, porque los demás significan amenaza, los demás significa algo que puede atacar mi identidad. Entonces ahí es donde está el punto.
Jota: Si, es un tipo de persona que incluso cuando le estás comentando algo, la justificación que encuentra a lo que tú le estás argumentando no tiene nada que ver con lo que tú le estás diciendo. Es un poco como defendiéndose de ese ataque cuando tu a lo mejor no le estás atacando, le estás diciendo pasó esto, o aquello, y sin embargo lo ve o lo vive como un ataque.
Patricia: Ummm, eso es, o incluso situaciones mucho más cotidianas, Jota. Por ejemplo, el me lo invento, el estar en la cola del súper y que una persona se cuele y a lo mejor lo ha hecho sin darse cuenta, pero que tú ya te lo tomes como: ‘Fíjate, lo está haciendo porque me ve que yo soy, que yo visto de tal manera, o que o me ha visto que llevo huevos ecológicos y se ha pensado que me puede tomar el pelo.’ Es decir, incluso ya situaciones que se alejan bastante de la realidad, no? Situaciones en las que la primera explicación que yo doy es que alguien está haciendo eso para herirme cuando en absoluto tenemos información que pueda justificar esa creencia.
¿Cómo pueden mejorar su situación las personas que se sienten criticadas o atacadas por todo el mundo, para dejar de sentirse así?
Jota: Claro, claro, claro. ¿Cómo se puede ayudar a estas personas? ¿De qué manera pueden mejorar esa situación y que no se sientan atacados?
Patricia: Pues en primer lugar, como siempre, trabajando con la historia de vida de esa persona para identificar algunas de las cositas que hemos ido nombrando, del origen, de la evolución, de todo esto, de cómo ha sido la vida de la persona. Y luego, bueno, pues trabajando algunas cositas de manera muy específica, trabajando en regulación emocional, porque como esta percepción de ataque me lleva a ser bastante explosiva con los demás de manera explícita o de manera pasivo-agresiva, es decir, a través de indirectas, a través de contesto de forma neutra, pero por dentro estoy criticando muchísimo a la persona. Bueno, pues trabajando a nivel emocional con todo eso, enseñando o trabajando con la persona a que pueda transmitir sus emociones a los demás, pero de una forma que esté regulada, que esté adaptada a la situación. Trabajando también con habilidades sociales que me permitan expresar lo que pienso, lo que siento, lo que necesito, sin atacar a los demás. Y también es muy útil trabajar mucho la empatía. Voy a entender porque los demás se comportan como se comportan y voy a buscar explicaciones alternativas que no sean siempre desde los demás me están atacando, sino el porque esa persona se me ha podido colar en el súper, no? Más allá de que sea porque he comprado huevos ecológicos, no? Entonces, eh, pues eso puede ser muy útil ejercicios de empatía, no? Y luego también es muy importante trabajar con la propia autocrítica, porque es que en realidad esto viene de que si yo soy muy dura conmigo misma, yo soy frágil, entonces voy a sentir que los demás me pueden atacar en cualquier momento, no? Entonces también es muy importante trabajar con esa parte de autocrítica, el que la persona comienza a tener una visión mucho más compasiva, más amable, más bondadosa de sí misma y que por lo tanto eso lo pueda generalizar hacia los demás, no? No voy a estar con una actitud de suspicacia constante hacia ellos, sino que voy a pensar que los otros pueden tener también intenciones positivas o simplemente intenciones neutras, no? Y en último lugar, trabajando también con la identidad mucho, de yo no soy lo que yo hago. Yo, mi esencia va mucho más allá de eso. Entonces, aunque una persona pueda criticar algo que yo he hecho, no significa que yo sea menos o que se esté atacando a mi esencia como persona. Pero desde luego es un tema complejo como ves, que hay que trabajar cuestiones de historia de vida, de la identidad, de bastantes cositas. Así que creo que sí, que es muy útil en general, pues el que se acuda a terapia en estos casos.
Jota: Si, si, tal como lo estabas contando, digo todo esto me imagino que sin la ayuda de un profesional es complejo el elaborarlo una persona por sí sola.
Patricia: Claro. Sobre todo a mayor nivel de conflictividad con los demás, cuantos más desencuentros voy teniendo o veo que voy teniendo con las otras personas, jo, pues más necesaria se hace la la terapia porque implica que hay más desregulación emocional o más dificultad para regular el enfado, etcétera. Entonces, a mayor nivel de conflictividad, más señal de alarma de que estaría bien ir a terapia.
Jota: Pues sí. Oye, Patricia. Apasionante. De nuevo este tema, no sé si hay alguna cosita que quieras decir antes de que terminemos.
Patricia: Bueno, creo que hemos hablado un poquito de todo y ya para cositas más concretas, pues como decimos terapia.
Jota: Genial. Pues nada, lo dejamos aquí. Muchísimas gracias. Estoy deseando que volvamos a charlar otro día, así que nos vemos pronto, Patricia.
Patricia: Gracias a vosotros. Un abrazo.
Jota: Un abrazo. Chau, chau