Jota: Muy buenos días a todos, un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Ana Ballesteros, que como todos sabéis, es psicóloga sanitaria que trabaja con población adulta y adolescente, aplica el enfoque cognitivo conductual y además es un pilar fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Buenos días, Ana. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Ana: Muy buenos días. ¿Qué tal? ¿Cómo estás tú?
Jota: Pues muy bien. Aquí deseando que empecemos a hablar el otro día de algo más, de salud mental. Hoy, además, tenemos un tema de parejas, que hace tiempo que no hablamos de las parejas, que con las parejas pasan muchas cosas, siempre hay temas. Y hoy vamos a hablar de un caso concreto, que es que cuando una pareja, pues imagino que ya lleva tiempo y se empieza a perder la magia, y esas cosas bonitas que sucedían al principio ya no pasan tanto. Y entonces, bueno, pues vamos a ver cómo se puede recuperar, si se puede salvar, ¿no? O hay que conformarse. Ahora nos descubrirás qué es lo que ocurre. Así que, ¿qué ocurre? ¿Por qué? ¿Por qué las parejas pierden esa chispa, esa magia que existe siempre al principio? ¿Por qué ocurre esto?
Por qué las parejas pierden la chispa con el paso del tiempo
Ana: Bueno, en primer lugar, creo que vamos a esta fase psicoeducativa, en la que explicamos un poquito conceptos. Creo que es importante conocer cómo funciona el amor y el enamoramiento en las parejas. Y bueno, pues tenemos esta primera fase de enamoramiento, donde todo lo emocional se sobrepone a lo lógico, en el que está esa fase de idealización de la otra persona, de que haya muchísima conexión, de que haya mucho vínculo, de estar muy juntos, es necesario que exista esta fase de enamoramiento. Pero luego comienza lo que es el amor real, el día a día, el conocer de verdad a la otra persona, el entender que a veces va a haber problemas o discusiones, aceptar lo que a lo mejor no me gusta tanto del otro. Entonces, muchas personas se desencantan cuando realmente es un proceso que en primer lugar es natural. Aparte de esto, yo creo que la rutina es una de las cosas que puede desgastar más en el día a día, de repente discutir sobre cosas relacionadas con la convivencia o relacionada con los hijos, por ejemplo, con personas externas, problemas con familiares que afectan directamente a la pareja o mis problemas en el trabajo también afectan a la pareja. Entonces, muchas veces seguimos en esa relación un tiempo y al final nos damos cuenta de que aquello por lo que nos enamoramos o aquello que antes hacíamos, ya no está tanto. Así que creo que es un buen recurso venir a terapia para tratar de aclarar por qué hemos llegado hasta este punto de un poco de dejadez, de no intentar las cosas, de ser un poco compañeros y ver qué resolución tiene la pareja, porque muchas veces a lo mejor puede ser que la pareja finalice, porque a lo mejor ya no te estás aportando. Pero creo que si sigue existiendo este sentimiento de amor hacia el otro, se pueden recuperar muchas cosas y se puede trabajar desde la terapia de pareja.
Cómo recuperar la conexión emocional y mejorar la comunicación
Jota: Claro, sí, es muy probable como comentas, que la relación, aunque haya perdido esa magia, si llevan mucho tiempo juntos, sí que existe ese amor, ese cariño. Pero a lo mejor les falta… Bueno, es que claro, cuando te conoces y no hay ningún defecto, es todo maravilloso y todo son sorpresas y descubrimientos, pues no es lo mismo que cuando ya conoces al otro, sabes lo que va a hacer y las sorpresas cada vez son más poco frecuentes. Entonces, es normal. ¿Cómo puede pasar ese proceso, con esta rutina, con los problemas, con los niños, que si el cole, que si no sé qué, que si tengo que el trabajo, que si estoy cansado, todas esas cosas, hacer que aún así esa chispa y eso vuelva a florecer o vuelva a aparecer después de que se haya perdido?
Ana: Bueno, primero, en la primera fase de evaluación trataríamos de detectar qué está pasando en esa pareja en concreto con la que estamos tratando. Si es que hay un problema de comunicación, si es que no hay tiempo en conjunto, si es que la sexualidad cada vez es menos y no es tan satisfactoria, es decir, qué está pasando con esa pareja en concreto. Yo casi siempre lo primero que trato es de reducir los conflictos, es decir, de tratar de saber discutir desde el respeto, porque evidentemente va a haber desavenencias, no siempre vamos a estar de acuerdo, pero a veces cuando estamos desconectados hay niveles de agresividad más altos, discuto más o grito. No me trato de la misma manera o con el mismo respeto que antes. Creo que sí importa primero reducir como esos niveles de agresividad y tener una comunicación efectiva. Y se puede discutir sobre un tema, tratando de llegar a un acuerdo, a un punto en común o incluso cediendo sobre algo que nunca voy a estar de acuerdo, pero que a veces también es importante y necesario.
La importancia de crear tiempo de calidad en pareja
Ana: Yo siempre trato, en primer lugar, de ver qué niveles de agresividad, entre comillas, que se me entienda, está habiendo entre ellos y cómo se están comunicando. Y luego ver cuáles son las otras problemáticas que están sucediendo. Y al igual que trato de reducir los conflictos, trato de aumentar lo bueno. Si solamente reduzco los conflictos, pero luego no hay nada que me esté aportando la pareja, pues evidentemente va a seguir decayendo esa relación. Entonces, pues el tiempo compartido, el decirme algo bueno, el comunicarme todos los días, es decir, no simplemente llegar del trabajo como estás y esta comunicación que realmente no llega a nada. Hacer otras cosas que nos gustaban, hacer planes nuevos. El tiempo de calidad es superimportante y el tiempo compartido, incluso cuando trabajo o tengo una familia, es como encontrar esos momentos. Y muchas veces también tratamos de revisar qué es lo que ha hecho que yo esté con esta persona. Pues fortalecer esos valores de pareja, lo que nos gusta del otro. Y entonces, bueno, pues tratar de salir de esta vorágine de tareas que tengo que hacer en el día a día, que a lo mejor no son tan importantes y centrarme en alimentar un poco mi relación.
Relaciones proactivas: cuidar el vínculo y poner intención
Jota: Claro, pero no será fácil, ¿no? Cuando tienes todo ese peso encima de la casa, el trabajo, si tienes, como hablábamos antes, niños, no sé qué tal. Buscar ese rinconcito para la comunicación, para buscar esas cosas que nos gustaba hacer juntos, cuando a lo mejor antes era más sencillo, cuando no había tantas obligaciones, tantas responsabilidades. No será fácil. ¿Hay que ponerse un poco obligación de buscar esos huecos, de reservarse un hueco en la agenda y decir: ‘Esto hay que reservarlo y no lo puede ocupar otra cosa para mantener esa sorpresa, esa chispa’?
Ana: Claro, desde luego tiene que haber una intención. Es decir, las relaciones tienen que ser proactivas no puedes estar en una relación de manera pasiva. Cuando una relación no la alimentas, se acaba perdiendo. Si tú dejas de llamar a tus amigos, te dejarán de llamar, probablemente. Las relaciones familiares, incluso. Si yo no tengo mucha comunicación con mis primos, evidentemente va a ser algo que se va a ir debilitando con el tiempo y parece que como estamos en la pareja, seguimos hacia adelante y tiene que ocurrir lo mismo. Es decir, por supuesto que tiene que haber intención y no se trata de obligarse, sino de cuidar algo que quiero preservar. Porque cuando una pareja viene a terapia, es porque quieren estar juntos, es porque la primera de las opciones que ellos tienen y barajan es continuar juntos y estar bien y recuperar eso. Entonces, muchas veces sí que se tienen que pautar cosas, porque el día a día, sin querer, tenemos muchas tareas muchas veces o a lo mejor me está pasando algo a nivel personal que me está costando conectar con el otro. Por eso hablo de que cada pareja va a necesitar conectar de una manera distinta o va a tener una problemática distinta a otra. Entonces, ya no se trata de obligar tampoco, pero sí de poner la intención, por supuesto, para mejorar algo que quiero que vaya hacia adelante.
Cómo afrontar la terapia de pareja y convencer al otro miembro
Jota: Claro. Estás hablando mucho del tema de la terapia. Yo creo que aquí las cosas que yo detecto desde fuera es que es muy habitual que uno de los miembros de la pareja sea el que toma la decisión de vamos a terapia de pareja, vamos a hacer esto. Y a veces la otra parte, no es a lo mejor que no quiera hacer un esfuerzo de recuperar la pareja, pero el tema de la terapia de pareja no le convence tanto. ¿Cómo se convence de que esto puede ser bueno para ellos? Habrá casos en los que no, que no quiera y que sea imposible, pero sí que suele suceder, ¿no? O es la sensación que yo tengo.
Ana: Sí, bueno, al final pueden ser personas muy distintas, ¿no? Y bueno, evidentemente siempre propone uno de los dos, ¿no? Hay parejas que se ve que tienen la misma intención y el mismo deseo de venir a terapia y la misma adherencia a la terapia, y está genial, pero es verdad que a veces nos podemos encontrar con la situación de que uno de ellos no está tan convencido. Yo trato de recoger esa información, de preguntarle directamente a esa persona el por qué no está convencido, si necesita saber algo más sobre la terapia. Y creo que hay que darle valor a esa persona, que se sienta importante en las sesiones y que sienta que su opinión también cuenta. Creo que para esto es muy interesante las sesiones individuales. Dentro de la terapia de pareja, como tú decías, a veces nos ocurren cosas a nivel individual que interceden en mi relación. Entonces, evidentemente, para mí, lo más importante es que la mayoría de sesiones sean en conjunto, por ejemplo, para hacer dinámicas, para hacer ejercicios y demás. Pero es verdad que a veces hacemos sesiones individuales y esto ayuda mucho al vínculo terapéutico. Si yo me quedo a solas con esa persona que no quiere tanto venir a terapia, a lo mejor esa sesión me puede ayudar para tratar de explicarle cómo es el proceso, de que me diga cuáles son sus dudas, de tratar de brindar la información que necesite, explicarle cómo le puede ayudar. Al igual que muchas veces tratamos problemas individuales en esas sesiones. A lo mejor, si una de las personas está teniendo un problema en el trabajo que está afectando mucho, en esa sesión individual, como que se ve ese problema para que tratemos de que no tenga una repercusión negativa en cuanto a la pareja. Pero evidentemente hay veces que si uno de ellos decide no continuar con la terapia, es complicado que se lleve a cabo al final. Es muy importante que haya implicación en ambas partes.
Jota: Claro. Supongamos que sea con terapia, sin terapia, ¿cómo podemos hablar, conectar de nuevo, recuperar esas cosas? No solamente hay que estar dispuesto, habrá que dar algún paso extra, cuando hemos llegado a un deterioro de la relación, para mejorar esto. Has hablado así de pasada, de algunas cosas que hemos hablado en algún otro podcast, como la comunicación, que creo que es importantísimo al final con tu pareja, pero también habrá que buscar algún juego, habrá que sorprender al otro, habrá que hacer cosas para que esto no se apague.
Ana: Claro, buscar un poco que haya estímulos dentro de la pareja, que haya un plan que me apetezca hacer en conjunto, sorprender al otro, decirle algo que nunca le he dicho. Entonces, muchas veces estos ejercicios se hacen en terapia para que luego se traten de establecer en la vida diaria. No sé, muchas veces hacemos un ejercicio, a lo mejor si estamos muy desconectados, a veces hacemos un ejercicio de tratar de empatizar al otro, entender cómo está, qué le pasa, qué necesita de mí. Hacer incluso una lista de actividades que nos gustaría realizar en conjunto. Hay que buscar ese estímulo, el que me apetezca estar con el otro, porque como digo, pensamos que como ya quiero a mi pareja, ya está todo. Y no es así, tenemos que tratar de alimentarlo y de tener esa intención de querer mejorar. Entonces, sí, digamos que aquí se hacen esas dinámicas, según la necesidad de cada pareja, para que luego traten de trasladarlo en su vida diaria, incluso como tú dices, pautarlo. Yo muchas veces les he pautado a pacientes: ‘Oye, quiero que a la hora de la cena, cuando vuestros hijos estén dormidos, habléis entre vosotros. A lo mejor no tengáis la tele encendida y que ese sea vuestro momento de conexión, de contaros, de hablar, de explicar, de estar juntos.’ Porque muchas veces decimos: ‘No tengo tiempo.’ Ya, pero a lo mejor has tenido tiempo para hacer otras cosas que no eran tan importantes como cuidar tu relación, que al final debería de ser uno de nuestros grandes pilares en la vida, ¿no?
Cuándo es momento de dejar una relación y priorizar el bienestar emocional
Jota: ¿Hay alguna señal que a ti te haga ver cuando una relación, aunque haya amor, haya cariño, incluso estén intentando arreglarlo acudiendo a terapia de pareja, que tú digas: ‘Esta pareja casi es mejor que no continúe junta.’?
Ana: Yo lo veo un poco cuando siento que no ceden en absolutamente nada, que estoy en el ‘yo’ y no estoy en el nosotros, que me importa mucho más ganar una discusión o tener la razón que vayamos hacia adelante. Esto para mí es un signo muy negativo y a veces he tenido sesiones en las que hemos tratado estos conflictos para tratar de llegar a un punto en común. Y esta polarización que ocurre en las discusiones, en las cosas en las que no estamos de acuerdo, cuando siento que no quieren llegar a un punto en común, cuando tratas de hacer un ejercicio de empatía, pero salen enseguida, pero es que yo, yo, yo, yo, cuando estamos muy en el ‘yo’, es cuando creo que se pierde lo que es una relación. Porque sí, estás tú como individuo, pero también está el otro como individuo, y luego estamos nosotros en conjunto. Y todas esas partes son igualmente importantes y deben ser igualmente cuidadas. Entonces, cuando veo que hay mucha individualidad, cuando es más importante el cómo me esté sintiendo que tratar de entender a mi pareja, ahí sí que veo que es un signo muy negativo y que creo que los terapeutas debemos reflejar como una problemática en la relación. Y muchas veces, a lo mejor no se están dando cuenta y simplemente reflejando esto, bajan las tensiones y podemos empezar a trabajar desde ahí.
Jota: Claro. Es importante recuperar esta magia, tener una calidad de pareja, pero hay veces que incluso después de todo esto que estamos tratando, hay gente que dice: ‘Mira, no veo solución, pero voy a mantener la relación por costumbre, por rutina, por mis hijos.’ ¿Hasta qué punto es mejor terminar con esto? Influye, sobre todo en el caso de los hijos, mantener una relación en la que no hay ya esa magia y esa chispa y tus padres no están en ese punto tan bonito. ¿Qué recomendarías en torno a esto?
Ana: Pues mira, hay algo muy simple que se dice que es papá feliz, niño feliz. Como tú estés, tú al final, tenemos que entender que los adultos regulamos a los niños. Los niños no saben regular sus emociones, por eso tienen rabietas, este episodio de rabietas que estuvimos hablando un día. Entonces, tú funcionas como su regulador emocional, tú eres su figura de referencia, de apego seguro. Entonces, todo lo que esté pasando entre los padres va a interceder negativamente en los niños, porque yo no voy a estar bien o voy a estar deprimida o voy a estar ansiosa o va a haber discusiones. Es verdad que tratamos un poco de enmascarar y entender que los niños no tienen que estar presentes en esto, pero al final eso se ve en el entorno. Entonces, muchas veces es mejor atravesar por esta situación que es muy dolorosa, porque lo es, y de entender que no estás rompiendo tu familia, porque siempre se habla de este concepto: ‘Es que voy a romper mi familia.’ Bueno, en vez de romper, vamos a hablar de reestructurar, de buscar un futuro mejor. Y cuando las separaciones se llevan bien, se explica bien a los niños, se les intenta dar información, se les pregunta, se les acoge. Generalmente, tiene un impacto quizá no tan grande como tendría una separación donde estás con juicios de por medio, muchas discusiones, etcétera. Entonces, mientras este proceso se haga de la mejor manera posible, un niño puede estar bien y puede tener calidad de vida. Entonces, al final, el mundo de los adultos afecta a los niños. Yo siempre, cuando hablo con las parejas que tienen hijos, digo: vosotros sois los primeros, porque sois los que habéis creado este sistema familiar. Si vuestra relación se rompe, todo funciona mal. Y es muy importante cuidar a la pareja cuando se tiene una familia. Y en el otro caso que me comentabas de estar por rutina, simplemente tienes que revisar tus emociones, a ver cómo te está haciendo sentir eso. Probablemente haya mucho malestar. Creo que todo esto genera muchas emociones relacionadas con la tristeza y la apatía, de estoy apático, estoy triste, ¿por qué? Porque no hay ilusión, porque no hay emociones positivas, porque… Y a veces es mejor atravesar por un periodo doloroso, porque esos periodos nos ayudan muchísimo: la resiliencia, tan importante que hablamos en terapia, para después encontrar cuál sea nuestro camino. Y a veces el malestar tiene que estar presente en la vida y las situaciones de malestar también nos enseñan mucho. Así que yo no aconsejaría continuar una relación en la que no eres feliz.
Jota: Claro. Bueno, creo que lo que nos has transmitido al final es buscar momentos de calidad dentro del espacio que tenemos en nuestro día a día. Minimizar los problemas que vemos o que pensamos, que nos llega del otro. Intentar sorprender, conversar, tener comunicación. Y al final, bueno, pues sembrar un poquito de cositas ahí para que sucedan grandes cosas.
Ana: El tener intención, yo hablo siempre de esto, tener la intención de no solo… no estás con una persona y ya estás, sino de querer estar de verdad y de que sea una relación proactiva, en la que yo propongo, en la que yo digo, en la que nos sentimos que estamos presentes. Y bueno, se hacen cosas muy chulas en terapia de pareja, o sea, son dinámicas muy bonitas y a veces hay sesiones muy emocionales, otras en las que me doy cuenta de que estoy discutiendo por una tontería durante mucho tiempo, que tiene una solución super rápida. Y a veces, simplemente tener esta persona externa, que somos los psicólogos, nos ayuda a veces a salir un poco de estos vicios que genera las discusiones, el malestar. Y yo lo aconsejo siempre y no hace falta tener un problemón súper grande tampoco para venir a terapia de pareja, sino simplemente sea algo que creo que no se está aclarando bien, pues ya puede ser un motivo de tratar de buscar esta ayuda.
Jota: Genial, Ana. Muchísimas gracias por otro capítulo estupendo y espero verte muy pronto en otro.
Ana: Nos vemos pronto. Chao. Adiós
.Jota: Chao, chao.



