Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental. Y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis, es psicóloga sanitaria experta en terapia online, con más de 20 años haciendo terapia, más de ocho haciéndolo de forma online y además es supervisora del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Cómo estás, qué tal?
Paula: Buenos días, Jota. Encantada de estar aquí.
Jota: Sí, también tenía yo muchísimas ganas de que hablásemos otro día más aquí de salud mental. Hoy vamos a hablar de un tema de las personas ansioso depresivas, que yo he oído este término cuando… Pero la verdad es que se me hace extraño cuando hemos hablado mucho de la ansiedad, hemos hablado mucho de la depresión, pero que haya una persona que conjuga los dos problemas, que entiendo ahora nos lo describes un poquito, que tiene los dos problemas a la vez. Así que yo lo primero que te quería decir es, ¿qué le pasa a una persona que es ansioso-depresiva?
¿Qué significa ser una persona ansioso-depresiva?
Paula: Bueno, pues en realidad algo muy simple, y es que está sufriendo un problema de ansiedad, que se le junta con un problema de depresión. Y no es una cuestión casual. Es verdad que por sintomatología pudieran parecer incompatibles ambos trastornos, parecen contradictorios, pero sin embargo, no, tiene mucha conexión la ansiedad con la depresión.
Jota: Entonces, cuando una persona tiene un problema de ansiedad, entiendo que es un problema serio, que puede ocasionarle problemas. Hemos hablado en otras ocasiones de problemas físicos, en todo lo que supone… Hemos hablado de ataques de ansiedad y distintas opciones de ansiedad en muchos capítulos. En la depresión pasa igualmente. O sea, tienes muchísimas problemáticas causadas por la depresión, que pueden ser causadas por mil problemas que ya hemos abordado. No imagino una persona que tenga los dos problemas, cómo abordarlo, me parece que ya para… Tiene que ser muy complicado el encarar ese problema, con qué aptitud y cómo se sale de ahí. Espero que nos los descubras hoy a lo largo del episodio. Y empezamos un poquito por aquí. ¿Cómo llega una persona en su vida a tener este problema?
Cómo la ansiedad puede derivar en depresión
Paula: Generalmente, es mucho más frecuente de lo que te imaginas. Y te puedo decir, me atrevería a decir, que en la mayoría de los casos de trastornos de ansiedad, si no han sido tratados, si no han sido trabajados y se han prolongado en el tiempo, acaban derivando en una depresión. Y por eso hablamos de un trastorno ansioso-depresivo. ¿Por qué? Pues porque al final la ansiedad se manifiesta con una serie de síntomas, con una serie de reacciones, a veces incluso en nuestro propio cuerpo, que si no entendemos lo que está pasando, puede generar mucha impotencia y puede incrementar incluso el miedo. En varias ocasiones hemos hablado del bucle de la ansiedad, de ese círculo vicioso que se produce. Estamos sufriendo un problema de ansiedad, nos genera una sintomatología y a veces la propia sintomatología, porque nos genera una preocupación, porque no entendemos de dónde deriva, porque no sabemos lo que nos está pasando, acaba incrementando lo que es nuestro estado de ansiedad, lo cual lleva a intensificar esos síntomas. Esto, hemos hablado de ello en varias ocasiones, pero no importa. Lo repito, todo el tiempo que haga falta. Al final estamos hablando de eso, de un círculo muy dominado por la incomprensión. Y como no se comprende lo que en un principio nos está pasando, si además, como te decía, no lo hemos tratado, puede derivar en una impotencia y en una sensación de pérdida que deriva en tristeza y al final puede acabar en una depresión ¿Por qué pérdida? Pues porque la ansiedad al final, si no se trabaja, puede llegar a limitarnos bastante. Puede llevarnos… Es miedo, ¿no? Nos lleva a evitación. El miedo es evitación. La respuesta de miedo, por excelencia, es evitar. ¿Vale? Como mecanismo de defensa, y es muy correcta. Pero claro, cuando estamos hablando de ansiedad, al final, evitamos actividades, evitamos relaciones sociales, evitamos muchas cosas. Y muchas de esas cosas que evitamos podían ser fuentes de refuerzo para nosotros en nuestra vida. ¿Qué es lo que ocurre? Que cuando se eliminan esas fuentes de refuerzo, que es así como las llamamos, al final acabamos cayendo en una depresión. Es lo más probable.
Jota: Entonces, cuando ocurre esto, ¿lo frecuente es que empiece con una ansiedad?
Paula: Generalmente, sí. Yo me atrevería a decir que sí. A veces el paciente no lo tiene muy identificado. A veces el paciente ya llega en un estado depresivo. Pero probablemente haya mucha ansiedad ahí de base. Si.
El tratamiento psicológico del trastorno ansioso-depresivo
Jota: Vale. Cuando llega un paciente en esta situación, ¿cómo lo abordáis en terapia? ¿De qué manera se trabaja? Porque claro, lo hemos hablado en otras ocasiones, pero aquí al venir con problemas acumulados, entiendo que el trabajo es más complejo y que no es tan sencillo salir.
Paula: No, no te creas. O sea, no es tampoco un trabajo, desde mi punto de vista, especialmente complicado. O sea, es lo que digo en muchas ocasiones, los tratamientos en terapia no son difíciles, no son complicados. No tenemos que ir con miedo a la terapia de que yo no vaya a poder o que no vaya a saber. Si yo tengo ganas, si yo pongo de mi parte, si yo estoy motivada a la terapia, claro que voy a salir de aquello que me esté trayendo a consulta, ¿vale? Pero tengo que tener paciencia, tengo que permitirme unos tiempo. Son procesos que están ubicados en tiempo. Necesitamos ese tiempo para poderlos llevar a cabo. Estar muy abiertos, ser muy tolerantes y entender distintas perspectivas, porque al final la terapia también es un poco eso, un espejo en el que nos miramos y nos devuelve un reflejo de nosotros mismos. Y también nos ofrece una visión más clara, más objetiva de lo que nos está pasando, nos permite colocarnos en otra perspectiva. Pero para podernos llegar a colocar en esa perspectiva, tenemos que estar un poquito abiertos, abiertos de mente. Y a lo mejor hay que pasar previamente para esa apertura por una fase de desahogo, de descarga, de sacar fuera, de mucha liberación. Que ya puede llevar un tiempo en el tratamiento, pero el tratamiento en sí no es complicado.
Por qué muchas personas tardan en pedir ayuda psicológica
Jota: Como comentabas un poco antes, es habitual que haya habido una ansiedad prolongada, no trabajada, que bueno, acabe derivando un poquito en la depresión. El paciente, en todo este recorrido que hace, ha esperado tanto tiempo para acudir a terapia. Ya llega en un estado bastante severo de gravedad. ¿Esto es tan frecuente? ¿Por qué no ha puesto… en general, por qué ocurre esto que dejen una persona a pasar tanto tiempo antes de ponerle remedio?
Paula: Existen distintos motivos, existen distintas razones, pero yo una que he escuchado en muchas ocasiones es la del: ‘Creía que iba a poder solo.’ ‘Yo siempre he sido muy fuerte, no me ha hecho falta nunca antes pedir ayuda.’ Lo cual no tiene nada que ver. En realidad, claro que podemos ser personas muy fuertes, efectivamente. Pero precisamente ser fuertes es saber tirar para adelante. Y muchas veces en ese tirar para adelante, lo que necesitamos es un apoyo, es unas muletas. Y las muletas puede ser, bueno, pues el apoyo de los nuestros, de nuestro círculo y el apoyo de un profesional.
Jota: Claro. Es verdad que entiendo esa justificación que comenta la gente. ¿Estas cosas le pueden pasar a una persona fuerte?
Paula: Claro, claro que sí. Precisamente, o sea, a lo mejor esto de prolongarlo en el tiempo, es posible que precisamente porque tengan demasiado presente esa fortaleza, porque se les haya ya dicho en varias ocasiones que son personas muy fuertes, es lo que les haya podido impedir. Pero por supuesto, O sea, no es en absoluto compatible. Incompatible, quiero decir. No. Sufrir ansiedad y acabar derivando en un estado depresivo, no es una cuestión de débiles. No quiero que entendamos algo así, en absoluto. Claro que le puede pasar a personas fuertes. De todas formas, me gustaría definir qué entendemos por personas fuertes, porque al final el concepto, bueno, puede ser muy relativo.
Jota: Sí, no, claro. Pero bueno, cuando una persona se autoproclama fuerte, que nunca lo ha necesitado y todo esto como justificación.
Paula: A veces una persona fuerte se define así por ser insensible, porque no siente, porque no identifica, no sabe identificar tan bien sus emociones. Bueno, a lo mejor eso no es una fortaleza, igual más bien es una debilidad.
Cómo se trabaja en terapia: ansiedad, depresión y fortaleza emocional
Jota: Bueno, ya hemos conseguido que la persona sea consciente de que tiene un problema, acude a terapia, comentas que el trabajo no es difícil, que hay que estar preparado a acudir. En todo este proceso que se inicia, acabamos con la depresión, acabamos con la ansiedad. Si sigue algún orden específico, igual que empezó con ansiedad y luego, habitualmente, y luego deriva también en depresión, ¿en el proceso, se trabaja al revés o se trabaja todo a la vez?
Paula: Depende. Cada paciente es un mundo. Y cada caso que nos llega a consulta, el terapeuta también ha de estar abierto y ha de estar con un espíritu de aventura, a ver qué me encuentro. Es muy interesante profundizar en la persona. Es muy interesante conocer las características de su personalidad y entender de alguna forma cómo esa persona ha aprendido, qué es lo que ha sucedido a lo largo de su vida y a qué tipo de creencias y esquemas cognitivos le ha llevado las vivencias y lo que ha sucedido en su vida. Eso, por un lado. Por otro lado, a lo mejor es verdad que puede haber síntomas muy intensos de ansiedad que estén resultando muy limitantes, con lo que, por tanto, aparte de a lo mejor recurrir a algún tratamiento farmacológico, etcétera, también recurrimos a técnicas de control de estrés, como pueden ser ejercicios de relajación, como pueden ser ejercicios de meditación, para poder también de alguna manera calmar. Y paliar esos síntomas. Luego también será muy interesante, a lo mejor, trabajar incluso desde un punto de vista conductual, lo que es la propia depresión. Por conductual me refiero, establecer a lo mejor un plan de acción. Salir, empezar a relacionarte, empezar a tener un poco y retomar esas cosas que has perdido en tu vida, que no te van a apetecer en absoluto. ¿Ves? Aquí es donde tendría que salir la fortaleza, porque tienes que hacer el esfuerzo de ello, ¿vale? Pero no pasa nada. Yo lo que estoy averiguando, descubriendo a lo largo de toda mi carrera, es que el ser humano es muy fuerte y es muy resiliente y tiene una capacidad de adaptación enorme. A veces no tenemos nada más que pedírnoslo para poder hacer muchos de esos esfuerzos que en un principio nos consideramos incapaces, pero que efectivamente somos capaces de hacerlos.
El papel del entorno y la importancia de acompañar sin juzgar
Jota: Claro. Bueno, sabiendo ya todo este recorrido, lo que tenemos que hacer es acudir a pedir ayuda lo antes posible en cuanto detectemos, antes de llegar a esta situación en la que se te están acumulando las problemáticas. ¿Cómo se ve desde fuera, en nuestro entorno, es habitual que haya gente en nuestra familia, nuestra pareja, nuestros amigos, que puedan estar detectando toda esta evolución de ansiedad, depresión y tal? ¿O tienes que estar sumamente mal? Porque puede ser que esas personas que se autoproclaman tan fuertes, no muestren estos sentimientos y pase transparente, que la gente se sorprenda cuando de repente, lo llegan a saber en algún momento, que están pasando por esta problemática.
Paula: Yo creo que no es difícil de detectar, porque por lo menos desde el punto de vista conductual, la persona empieza, como te decía antes, a aislarse, empieza a dejar de hacer. Entonces, tú, si tienes una relación con esa persona en determinado contexto, es bastante probable que reduzca mucho la frecuencia en la que veas a esa persona en ese contexto. Cuanto más si es un familiar o alguien con quien convives, te darás cuenta que pasa mucho tiempo dentro de casa, que a lo mejor no sale ni siquiera de su habitación, que cada vez tiene menos ganas de hacer cosas, que cuando hace cosas no disfruta, que quiere volverse pronto, que quiere huir, que quiere escapar de todas aquellas cosas que hace, que en un principio podían ser fuentes de refuerzo. Que empiezas a notar que, bueno, pues que no es la persona que antes era.
Jota: ¿Y hay alguna forma de ayudar a estas personas? Incluso estas personas que están en esta situación, ¿podrían auto ayudarse de alguna forma?
Paula: Bueno, la auto ayuda es fundamental en el sentido de que es lo primero que vamos a fomentar en terapia, tener ese diálogo contigo mismo, ¿no? Escucharte, comprenderte.
Jota: Claro, pero ya estás con un guía que te está dirigiendo por donde vas. Yo entiendo que estas personas que dicen: ‘No me ha pasado nunca, yo no he tenido que venir aquí nunca.’ Habrán estado buscando alguna forma de salir de ese problema por sí mismos y no han sido capaces. ¿Existe la posibilidad de que puedan hacerlo por sí mismos? A lo mejor ellos no y otras personas sí. ¿O hace falta un apoyo, un guía, un psicólogo que al final sepa cómo dirigir y darte las herramientas para poder salir.
Paula: Yo creo que es necesario en muchas ocasiones que tiren de ti. Muy necesario, porque la depresión aplaca. La depresión es como una losa que se coloca encima nuestra. Por mucho que nos hagamos el propósito de querernos mover, nos va a resultar muy difícil. Necesitamos a alguien que tire. Puede ser un ser querido, puede ser un profesional, pero necesitamos alguien que tire. Y normalmente el ser querido tira hacia el profesional. Digamos que le pasa el relevo al profesional, aparte del apoyo, el cariño, pero es un apoyo diferente que podría dar el profesional.
Jota: Tampoco será tan fácil, en estos casos en los que nunca se ha dado el paso, que ese familiar, ese amigo, esa persona que te empuja hacia el profesional, si tú no quieres, tú que estás sufriendo el problema, acabes yendo. Puede existir un rechazo que digas:’ No, yo no necesito que me ayude nadie.’
Paula: Sí, bueno, en estos casos a lo mejor la respuesta ya no es tanto la del no necesito, es que no puedo, que no puedo salir de casa, que no me apetece, es que no tengo fuerzas, es que no encuentro sentido tampoco. No veo futuro. Al final, eso es una depresión. Entonces, claro, lo primero que se pregunta, y ahí está la lucha de la persona que está sufriendo un problema de depresión. ¿Para qué? No le encuentro sentido a nada. No veo futuro. No me veo capaz.
Jota: Claro, pero estando tan mal, a lo mejor el que te digan: ‘Aquí hay una opción.’ Te hace intentar, ¿no? Buscar esa salida. Quizá sea más complicado si no has llegado a estar tan mal y todavía tienes una fuerza de algo. Dentro de tu habitación, a lo mejor encuentras un refugio en el que te sientes cómodo. Puede ser.
Paula: Puede ser. Puede ser y no. O sea, a lo mejor, precisamente, si no estás tan mal, todavía no tienes esa losa ahí tan pesada y valoras otras alternativas. El hecho de que no hayas llegado al momento más profundo. En el momento más profundo, a lo mejor la mera profundidad, efectivamente, te puede hacer sentir que efectivamente, o sea, no me queda otra. O sea, a lo mejor es la última opción antes de incluso pensar en quitarme la vida o incluso llevarlo a cabo. ¿Vale? Puede ser. Depende. O sea, la cuestión está en que, bueno, al final, a consulta, llegan personas que están en estados depresivos muy, muy profundos y salen de ello. Ese es el mensaje que principalmente quiero transmitir. Y también llegan otras que a lo mejor todavía no están en un estado muy depresivo, pero que empiezan a sufrir una depresión incipiente. Y al final, fruto de esa incomprensión o de esa impotencia que muchas veces la ansiedad nos genera.
Recuperar la motivación y la esperanza: salir del trastorno ansioso-depresivo sí es posible
Jota: Bueno, a mí me ha quedado aquí claro el mensaje que si tenemos un problema de salud mental, merece muy, mucho la pena ponerle remedio cuanto antes. Cuanto más tarde va a ser bastante peor, bastante más difícil, la losa va a ser más pesada y que lo más importante de todo es que hay solución.
Paula: Sin duda, sin duda. Y a lo mejor hablar de un problema de salud mental es hablar de algo muy genérico que uno mismo, por eso que hablamos de la fortaleza, no sabría decir si tiene un problema de salud mental. Llevémoslo a algo mucho más sencillo. Cuando dejas de ser tú mismo, cuando ya no haces las mismas cosas que antes, cuando ya no disfrutas con las mismas cosas. Cuando dejas de ser tú mismo, puedes pedir ayuda. Lo más recomendable es pedir ayuda. Acude a un buen profesional que te apoye, que te acompañe, que te haga entender lo que te está pasando. El trabajo va a ser principalmente tuyo. Y si eres fuerte, pues mira, cuentas con ese arma, cuentas con esa herramienta. Pero es en el mejor lugar donde lo puedes tratar, lo puedes trabajar y, por supuesto, tiene solución. Por supuesto que la tiene.
Jota: Muchas gracias, Paula, por otro capítulo estupendo y de habernos dado un poquito de luz a la gente que esté pasando por estos problemas para que sepan que hay una solución. Espero verte muy pronto en otro capítulo.
Paula: Igualmente, Jota, encantada de estar aquí siempre.
Jota: Chao, chao.
Paula: Adiós.



