149. Cómo retomar la terapia después de las vacaciones

Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis, es psicóloga experta en terapia online, con más de 20 años haciendo terapia, más de ocho haciéndolo de forma online y es apoyo del equipo de psicólogos de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula, ¿cómo estás? 

Paula: Buenos días, Jota, encantada. 

Jota: Bienvenida a la quinta temporada. 

Paula: Qué bien. Muchas gracias por contar conmigo otra vez. 

Jota: Acabamos hace… Nada, hace como quien dice, dos días. 

Paula: Hace dos días. 

Jota: La cuarta temporada juntos, despidiéndonos. Y ya estamos aquí de nuevo arrancando otra vez. Y vamos a retomar un poco el tema que dejamos aquel día. 

Paula: Que dejábamos, sí. 

Cómo retomar la terapia después de las vacaciones: superar la pereza inicial

Jota: Y vamos a ver cómo retomamos la terapia después de las vacaciones. 

Paula: Sí, bueno, parece que fue hace dos días, pero venimos frescos, venimos descansados, venimos reparados. ¿Y cómo vuelve la gente a la terapia? Pues he de decir que por lo general con mucha pereza. A la gente no le apetece, y es normal, el retomar su terapia y volver a sesión. A veces esto es algo que pasa, incluso aunque no se haya interrumpido por la época de vacaciones, sino que cuesta, cuesta venir, cuesta mucho. Al final, no deja de ser un ejercicio de humildad, no deja de ser un momento en el que nos enfrentamos mucho a nuestros pensamientos, a nuestras emociones, a nuestros sentimientos. Requiere de un trabajo, requiere de un esfuerzo. Muchas veces hurgamos en heridas. Esto cuesta, cuesta mucho. Y esa es la razón por la que puede dar un poquito de pereza el volver. Además, muchos piensan que les ha ido tan bien en las vacaciones, que han descansado, que han reparado tanto, que a lo mejor ya no les haga falta. Y sin embargo, las cosas pudieron quedar un poquito a medias, siempre es importante por lo menos venir y asentar y colocar y hacer un poco esa exploración con tu terapeuta para ver que efectivamente puede ser así, que a lo mejor ya no hace falta continuar con el apoyo de la terapia. Al fin y al cabo, la terapia siempre va a estar ahí, aunque se acuda a ella con más o menos frecuencia. Pero bueno, es importante eso ponerlo sobre la mesa y hacerlo más explícito, claro. 

El esfuerzo emocional de retomar la rutina terapéutica

Jota: Bueno, cuentas que es un esfuerzo, que tal, pero entiendo que no solamente ahora, después de esta parada que ha podido haber, entiendo que todas las veces, todas las semanas que el paciente acude, le está costando. 

Paula: Sí. 

Jota: ¿No es algo distinto a otro día o hay alguna diferencia? 

Paula: Hombre, puede costar más, pues porque además ha estado un tiempo de parón, un tiempo de descanso. Todo lo que se retoma cuesta. En el fondo, es un poco como la famosa depresión postvacacional de la que hemos hablado tantas veces, que cuesta, pero en el momento en el que estás ya de vuelta y ya estás de nuevo sumergida o sumergido en ella, en la terapia, te das cuenta que efectivamente has cogido fuerzas, que vienes más fresco, que a lo mejor cosas que antes te costaba un poquito ver con objetividad, quizás las estás viendo mejor. Aunque cueste, se nota mucho el descanso. 

Cómo influye la duración de la pausa en la terapia

Jota: Y después de todo este parón, es independientemente de lo que haya durado, no es lo mismo a lo mejor que haya sido solo una semana de vacaciones, a que se hayan juntado tus vacaciones con las del terapeuta y se hayan juntado a lo mejor un mes entero sin ir a terapia. ¿Cómo es ese esfuerzo o ese retomar? Dependiendo del espacio o tiempo. 

Paula: Hombre, pues sí, cuanto más tiempo se interrumpe, más difícil. Más difícil es la vuelta. Como todo, al final es una cuestión de perder el hábito. Y yo creo que principalmente es ahí donde se encuentra la dificultad. 

Jota: ¿Y cómo hay que tomárselo este parón, esta pereza, este esfuerzo extra que hay que hacer por ir a terapia? ¿Hay que dejar que funcione y no voy a terapia ahora mismo, me está dando pereza. O tienes que poder darte un impulso y decir: No, sí, sí que voy a ir porque es ahora cuando mejor me viene. 

Paula: Como decía antes, La terapia siempre es un beneficio, nunca nos va a hacer mal, nunca nos va a hacer daño. Entonces, si tenemos la duda un poco de qué hago, me cuesta, me está dando pereza, quizás no me apetece, igual esto quiere decir que ya no me va a ser tan beneficiosa. Ante la duda, siempre lo mejor, evidentemente, es venir, sobre todo como te decía antes, cuando las cosas se han quedado pendientes, se han quedado a medias. Estamos hablando de un periodo de vacaciones. Se entiende que sí, que hay cosas por ahí que todavía es necesario cerrar, que todavía es necesario asentar y que quizás, sí hayan podido ser trabajadas indirectamente durante la terapia. Ya te decía en aquel capítulo, cuando nos despedíamos, que no hay nada más terapéutico que unas vacaciones. Y es verdad que las vacaciones pueden haber sido muy terapéuticas, pero en cualquier caso, siempre viene bien el hacer el esfuerzo de estar, estar en sesión de vuelta y por lo menos asentar y recolocar. Sí ha habido cambios y se han conseguido cosas, pues esas cosas que se hayan podido conseguir y las que hayan podido quedar pendientes también, a lo mejor el identificarlas y hacerlas más explícitas y a lo mejor marcarse nuevos objetivos o a lo mejor llegar a la determinación junto con tu terapeuta de que bueno, me voy a dar un tiempo, voy a intentar un poco seguir adelante por mi cuenta yo solo, insisto, o sea, siempre el referente de la terapia lo vamos a tener ahí, o sea, no hay que tener tampoco ningún temor a alejarse, a desvincularse de ella. 

Jota: Vale, ¿esto hay que hacerlo comentándolo con tu terapeuta o es una decisión que toma el paciente solo? 

Paula: Yo creo que es importante siempre, es un trabajo en equipo. Es algo que yo creo que se debe de alguna manera consensuar y poner en común. Es lo que te decía, ponerlo explícito. 

Jota: Bueno, puede haber gente que no se ha ido de vacaciones o que incluso se ha podido ir de vacaciones, pero incluso ha podido seguir con su terapia porque tenía acceso haciéndolo online. O sea, va a notar algún cambio o va a seguir su día a día y no ha habido parada, pues sigue con su terapia normalmente. 

Paula: Hombre, volver le va a costar menos que al que, por ejemplo, ha interrumpido porque no ha perdido el hábito. Quizás puede haber sentido un poquito ese esfuerzo de más habiendo tenido sus sesiones mientras estaba en periodo de vacaciones. Porque cuesta, ¿no? Encontrar esa hora, ese tiempo para tu sesión. Estoy en la playa, estoy comiendo con unos amigos, qué sé yo. O sea, cualquier actividad que estés haciendo se puede ver interrumpida si tienes programado tu tiempo de sesión y ahí es donde han podido hacer el esfuerzo, pero evidentemente a cambio, no han perdido el hábito. 

Jota: Pero incluso puede ser que siguiera trabajando, por lo que sea, y que no haya parado. 

Paula: Bueno, sí, claro. Que no haya estado de vacaciones. 

Septiembre y los nuevos comienzos en el proceso terapéutico

Jota: Claro. También va a ocurrir que mucha gente va a iniciar periodos de terapia ahora. 

Paula: Nuevos. 

Jota: Gente que no estaba haciéndolo. Ahora es habitual, después de este periodo que cambian, que empieza un curso, que es un momento… 

Paula: Un comienzo del año, al final, realmente, quien dice que el verdadero comienzo del año es en septiembre, a la vuelta de vacaciones cuando comienza el curso. Al fin y al cabo, así durante mucho tiempo nuestro cerebro lo ha entendido con el comienzo del colegio. Han sido muchos años donde hemos seguido un poco esa estructura y sí, es verdad que queda de alguna forma impregnada la idea de que realmente el año empieza en septiembre. Pues sí, es época de propósitos, es época en la que apetece empezar cosas nuevas. Yo aún, a pesar de ese lema, o mejor dicho, todavía teniendo más en cuenta este lema que yo tengo de que no hay nada más terapéutico que unas vacaciones, hay mucha gente que después de sus vacaciones se da cuenta que necesita terapia. ¿Y por qué? Porque precisamente no hay nada más terapéutico. Y si encima en mis vacaciones he sufrido, he tenido a lo mejor momentos de ansiedad, he tenido dificultades, he tenido pensamientos invasivos, me ha costado desconectar de algunas cosas. Es que me está pasando algo. Entonces, es bastante fácil que mucha gente vuelva ya con esa alarma encendida, de oye, igual tengo que empezar aquí un poquito mi proceso y aprender a analizar y observar y a manejar mi inteligencia emocional para saber qué me está pasando. 

Jota: Y estas personas que pueden estar con ese pensamiento de tengo que tomar algún tipo de acción, ¿es habitual que ocurra este pensamiento durante las vacaciones? Porque probablemente haya estado, como comentábamos antes, en momentos más placenteros, de desconexión con amigos, más que en la rutina del trabajo, del estrés, de los atascos. ¿Es normal que sea ahora, después de las vacaciones, cuando diga tengo que hacerlo? 

Paula: Pues probablemente sí, si a pesar de estar ante esos estímulos tan placenteros como tú dices, no ha tenido emociones cómodas. Porque bueno, como ya hemos comentado en muchas ocasiones, nuestras emociones son adaptativas. Es normal reaccionar con ansiedad, por ejemplo, que es una emoción que nos protege de las amenazas, cuando hay amenazas. Pero y si no las hay, ahí me está pasando algo. Ahí es donde yo, quizás, más me convenga hacer ese ejercicio de introspección, de autoobservación, de entrar en mí e indagar qué es lo que ocurre. Si ante estímulos tan placenteros y tan relajantes no consigo relajarme, Pues es bastante fácil que ahí se me despierte, se me active un poco ese pilotito que me dice: Oye, aquí tengo un objetivo. 

Jota: También puede pasar que sea al volver a la cruda realidad, que le cueste, que significa un esfuerzo, volver a madrugar, volver a tener que engancharse a esa rutina donde diga: No puedo con esto, quiero volver a mi descanso y a mis vacaciones. No todo el mundo se lo podrá permitir. 

Paula: Eso es verdad. Claro, el periodo de vacaciones también es un periodo muy para la reflexión, para mirar nuestra vida un poquito desde fuera. Y entonces ahí, muchas veces, puede ser que estando de vacaciones hayamos analizado un poco nuestra vida y nos demos cuenta que a lo mejor no estoy satisfecha con el trabajo, por ejemplo, o hay aspectos de mi vida que quiero cambiar y no sé muy bien cómo hacerlos. Entonces, también esa puede ser una razón por la que después de vacaciones iniciar una terapia. Porque he pensado, porque he reflexionado, porque a lo mejor en ese sitio tan estimulante y tan bonito donde he estado, he descubierto que igual mi vida quiere redirigirse, quiere ir en otras direcciones, quiero dar un cambio, quiero hacer un giro. Entonces, la terapia te puede ayudar también un poco a dar ese paso, a tomar decisiones tan importantes como las de salir de nuestra zona de confort, que en muchas ocasiones no llega a ser verdaderamente confortable y es necesario salir de ella. 

Cómo acercar la terapia a quienes nunca la han considerado

Jota: A lo mejor hay gente que no ha ido nunca a terapia, que no se la ha planteado, que no está ni en sus planes. Sin embargo, no se encuentran bien, tienen ahí algo, todas estas cosas y sensaciones que… ¿Cómo se puede llegar a ellos para que sepan que hay un método, una manera de aliviar esos problemas, de aliviar esa ansiedad, ese estrés, todos las problemas que puedan tener, que mucha gente no está optando todavía por ello porque lo tienen como algo que no se plantean siquiera. 

Paula: Hombre, ese es un poco el objetivo de este podcast, ¿no? Al final… 

Jota: Pero probablemente la gente que lo escucha, sí está concienciada, sí que se lo plantea, sí que lo tiene dentro de sus opciones. Probablemente la gente que no se lo plantean no nos está escuchando. 

Paula: Ya. Es verdad, es verdad, seguramente. La mayoría de nuestro público será gente que ya sabe lo que es la terapia y que le pueden interesar incluso estos temas. Pero bueno, todavía puede llegar alguien que a lo mejor no lo está buscando y de pronto escuchando lo que estamos diciendo, igual se identifica y puede descubrir que a lo mejor eso que él tenía tan asumido, tan dispuesto a resignarse, puede cambiarlo y puede hacer algo por sentirse mejor. Esa es una de las maneras. Yo creo que hoy en día se divulga mucho sobre la salud mental y eso puede ser una una vía para poder llegar a más gente y hacer que la gente cada vez tenga más presente esta idea de la importancia que tiene acudir a terapia. Yo creo que a nivel social, a nivel cultural, cada vez está más instaurado y cada vez está más normalizado. Cuando no eres tú mismo, a lo mejor el que ha barajado la idea, igual simplemente por el mero hecho de comentárselo a un amigo o a un conocido, esa persona te menciona. Por ejemplo, los niños en el ámbito escolar lo tienen muy fácil porque siempre hay algún servicio de orientación, sus propios profesores les pueden también un poco dar ese empujoncito a los padres, hablarles de que existe esta posibilidad para mejorar, para prevenir ciertas cosas o ciertas problemáticas. Y yo creo que en el mundo adulto, bueno, pues a lo mejor no pasa de una forma tan directa como puede pasar en el mundo de los niños, pero también yo creo que hoy en día es un poco la manera de llegar a otras personas que a lo mejor nunca se estaban planteando. Yo creo que muchas veces la propia insatisfacción, inquietud, disconformidad, yo creo que lleva a buscar soluciones y a nada que buscas, hombre, pues la opción terapéutica yo creo que es una de las más válidas. 

Jota: Ya, si evidentemente la gente más joven no creo que tenga ningún problema. Está ahí y además es muy fácil que una persona, más unos padres, detecten algún problema en sus hijos y no lo duden. Es más difícil que uno mismo, a no ser que le esté afectando más seriamente a su vida, tome la decisión de acudir a terapia, sobre todo gente más mayor, que a lo mejor no lo tenían tan interiorizado como ahora que se habla tanto. 

Paula: Puede ser que no lo barajen como una primera opción, pero yo creo que es algo hasta instintivo el hecho de que ante la insatisfacción, nuestro cerebro nos pida hacer algo. Y si esa insatisfacción es fuerte, es importante, es intensa, pues vas a buscar, vas a buscar opciones, vas a buscar soluciones. Yo creo que enseguida, en el momento en el que te pones a buscar, hoy en día lo tenemos muy fácil, tenemos mucha información a nuestra mano. Enseguida te va a llegar la opción de la terapia como una de ellas. 

Jota: Bueno, lo que queríamos hoy más o menos transmitir para empezar esta quinta temporada era saber un poco qué ocurre con esas personas que han pausado su terapia. Hemos hablado también un poco de esa gente que puede estar tomando la decisión de empezarla. Y bueno, al final creo que más o menos hemos dado una pista. Aquí estamos abiertos a que el que lo necesite poder ayudarles. Y no sé si hay algo más que les puedas decir antes de cerrar este primer capítulo. 

Paula: Bueno, pues animar a que a pesar de esa pereza y ese esfuerzo que supone, al final es eso, ya digo, un ejercicio de humildad. Se trata de abrirse ante una persona y eso cuesta. Como nos puede costar desnudarnos, existe ese pudor también emocional. Y bueno, una vez se hace el esfuerzo y se consigue, yo creo que hoy en día todavía hay ya más personas que lo avalan. Esta idea es algo de lo más gratificante y de lo que se pueden enorgullecer por el hecho de hacerlo. Así que bueno, animo a que a pesar del esfuerzo y la pereza, pues que se lancen a ello. 

Jota: Genial. Muchísimas gracias, Paula, por otro capítulo estupendo y nos vemos muy pronto. 

Paula: Gracias a ti, Jota. Encantada de estar aquí. 

Jota: Chao, chao. 

Paula: Adiós.

Paula Massa Terapia Online

Autor: Paula Massa

Psicóloga experta en terapia online con 20 años de experiencia haciendo terapia.
7 años haciendo terapia online.
Supervisora de casos y apoyo del equipo de POA.