Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Ana Ballesteros, que como todos sabéis, es psicóloga sanitaria que trabaja con población adulta y adolescentes, aplica el enfoque cognitivo conductual y además es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Ana. ¿Cómo estás?
¿Qué es la felicidad y por qué nos importa?
Ana: Buenos días, muy bien. ¿Estás feliz hoy?
Jota: Estoy súper feliz. No hay nada que me haga más feliz que empezar el día grabando un podcast contigo, haber descansado bien, no tener problemas en general, tener salud.
Ana: Estar tranquilo, ¿no? Yo creo que la tranquilidad es un buen indicativo de felicidad.
Jota: Total. Saber que tengo comida en la nevera y lo tengo todo ahora mismo.
Ana: Qué bien, qué bien. Pues bueno, vamos a ver si aclaramos un poquito qué es esto de la felicidad y a ver qué opinan nuestros oyentes después. Perfecto.
Jota: Pues, ¿por dónde podemos empezar? Quizá por explicar qué es la felicidad.
Ana: Sí. Bueno, la felicidad es un estado permanente de satisfacción plena. Es decir, yo siento que en las diferentes áreas de mi vida me encuentro bien, estoy contento, estoy feliz, bueno, cuando priman las emociones positivas, un estado emocional positivo. Y bueno, eso es como la definición. Y ahora vamos a ver un poquito qué variables influyen en que una persona sea más o menos feliz.
Factores que influyen en la felicidad
Jota: Pues cuéntanos qué variables influyen para que seamos felices.
Ana: Pues en primer lugar influyen los factores de personalidad, es decir, cómo seamos. Por ejemplo, una persona que sea más extrovertida, que esté más orientada a la sociabilidad, se ha investigado, nos dice la literatura científica, que puede ser más feliz que aquella persona que quizá es más retraída o a lo mejor no tiene un entorno social tan satisfactorio. Es decir, estar en contacto con otras personas y establecer vínculos sanos y que nos ayuden a estar bien, a reírnos, a la parte recreativa, a conectar, pues eso de la conexión con los otros, la sociabilidad es un indicativo positivo de ser feliz. En contraposición, la timidez muy acusada, la ansiedad social o la vergüenza, es verdad que son factores que nos pueden limitar un poquito esa sensación de sentirnos plenos y felices. Y la autoestima también es muy importante, el cómo nos percibimos a nosotros mismos. Si somos personas que nos percibimos de manera positiva, si tenemos una autoestima ajustada a la realidad, si tenemos un autoconcepto adecuado en el que somos conscientes de nuestras debilidades, pero también de nuestras fortalezas y tratamos de impulsarlas. Esto sería lo primero. Estos factores de personalidad que tenemos cada uno nos pueden ayudar un poco a ser más o menos felices.
Jota: Entiendo que también teniendo una base de que las necesidades básicas están cubiertas.
Ana: Claro. Sí, la verdad es que es algo que he estado pensando cuando he revisado los artículos y demás. Creo que hay una definición también muy buena que creo que es la ausencia de problemas. Es decir, sí, la felicidad es sentir que estoy bien, que estoy satisfecho, que estoy contento. Pero claro, para estar así, tiene que haber una ausencia de problemas y tener las necesidades básicas cubiertas. Evidentemente, en una situación de vulnerabilidad, será mucho más difícil ser feliz. No obstante, hay personas que aunque estén en situaciones de vulnerabilidad, sí que puntúan alto en felicidad. Quizá por esto que digo, de que a lo mejor hay una autoestima ajustada y a lo mejor valoran otros aspectos de la vida. No necesariamente por tener muchísimas cosas voy a ser más feliz, pero sí que es verdad que tiene que haber unos mínimos, ¿no?
Ana: Algo muy importante también es la salud, la salud real y la salud autopercibida, es decir, sentirme bien, sentirme ágil, que tenga salud física, que me encuentre bien, que no haya enfermedades. Otra vez ausencia de, ausencia de problemas, de enfermedades, de estados patológicos y también la salud mental. Evidentemente, si tengo una ansiedad muy grande o tengo un trastorno depresivo, cualquiera de otros del estado de ánimo y demás, también van a limitar esa sensación de felicidad. Y un poquito más allá, nivel educativo, estado civil y economía, también es bastante importante. Se ve, nos dice la literatura científica, repetimos, un nivel educativo algo superior, es decir, tener estudios superiores, generalmente, sí que esas personas pueden puntuar un poco más alto en felicidad. Tener un estado civil en pareja, evidentemente, siendo una pareja sana y que es feliz, frente a las personas que no tienen pareja y también en parte los ingresos, ¿no? Pues entiendo que para cubrir esas necesidades que tenemos.
¿Se puede ser feliz sin tenerlo todo?
Jota: Puede ser, con lo que nos acabas de decir, Me cabe alguna duda, pero puede ser que una persona que viva en algún sitio en plan en una chabola, sin agua en el grifo, sin una nevera, que tengan unas condiciones a las que no estamos acostumbrados a día de hoy, por suerte, por lo menos en nuestro entorno, ser tan feliz esa persona como una persona millonaria en una mansión con su piscina, con gente que le limpia en casa y le preparen comida. ¿Pueden ser esas dos personas igual de felices?
Ana: Realmente sí. Es decir, de hecho, todos sabemos historias muy trágicas sobre famosos multimillonarios, que incluso acaban con su propia vida. Es decir, sabemos que tenerlo todo, entre comillas, sobre todo a nivel monetario, no necesariamente nos tiene que hacer más felices. Es decir, es la suma de diferentes variables. Es más probable que si yo tengo una economía ajustada a mis necesidades, sea más feliz que si no, pero no lo determina todo. Es decir, es una variable que puede influir, pero que no necesariamente es determinante, es distinto. Y una persona que a lo mejor no lo tiene todo, quizá tiene conexión con los otros, a lo mejor hay sentido de comunidad, a lo mejor tengo a mis tíos, primos, abuelos muy cerca y a lo mejor no me comparo quizá con otras personas que puedan tener más cosas que yo, y a lo mejor tengo factores de personalidad que me predisponen a la felicidad. A lo mejor mis pensamientos generalmente son positivos y trato de ver el lado bueno de las cosas. Entonces, hay muchas variables diferentes que influyen y considero que ninguna de ellas es 100% determinante para la felicidad.
Jota: Claro. Sí, a mí me ha llamado la atención cuando en algún momento he pasado por alguna zona muy pobre en la que ves a la gente que está viviendo sin nada y que viven al día con lo que consiguen ese día y probablemente, lo que están consiguiendo no es nada económico, estamos hablando de conseguir para comer, y les ves muy felices. Y eso no pasa en otros sitios. Tú vas por cualquiera de nuestras ciudades, paseas por la calle, tú no ves a la gente especialmente feliz. Puede que sí, pero esa gente, no sé luego interiormente cómo se sentirán, pero lo que se ve desde fuera es que hay felicidad sin que tengan nada.
Ana: Sí, creo que esto tiene que ver un poco con el mundo moderno. Es decir, vivir en ciudades muy grandes donde hay contaminación, donde hay muchísimo ruido, donde tenemos mucho trabajo, donde hay estrés, donde cada vez estamos menos conectados con los otros. Creo que todo eso influye negativamente en la felicidad. Al final, ya te digo, si nos vamos a lo primero que te he dicho, la sociabilidad es superimportante, a lo mejor ellos están mucho más conectados entre ellos que nosotros, por ejemplo. También es verdad que el consumismo a veces puede ser dañino, incluso el pensar que siempre quiero más y no conformarme. El no conformismo también puede ser un factor que me pueda perjudicar. No obstante, yo trataría de llevar esto a nivel personal. Es decir, con las condiciones que yo tengo, las personas que tengo en mi entorno, mi trabajo y demás, ¿esto me hace feliz? ¿Puedo generar algún cambio? Porque evidentemente hay vidas muy diferentes, lugares muy distintos, realidades muy distintas. Vamos a intentar, dentro de la realidad que cada uno pueda vivir, de qué manera podemos ser un poco más felices.
Cómo influyen el entorno y las decisiones personales
Jota: Claro. Hablando un poco de esto que comentas, cuando en nuestra vida tenemos algún factor que nos hace infelices, ya no hablo de cosas que a lo mejor son más difíciles que están fuera de la nuestra. Si tengo algún problema de salud, tendré que ir al médico. Pero cuando tengo una vida en la que sí tengo las cosas cubiertas, pero no me hace feliz mi trabajo, tengo que pasar muchas horas, estoy incómodo ahí o mi relación de pareja no me está aportando, son cosas en las que muchas veces, cuando están ocurriendo, no salimos de ahí y seguimos y seguimos y aguantamos y aguantamos y estamos años en esa situación y nos quejamos y salimos y estamos protestando. ¿Por qué cuesta tanto dar el paso de algo que nos está haciendo daño, que no nos hace felices, para cambiarlo?
Ana: Sí, bueno, creo que cuando no nos movilizamos, la emoción que suele haber detrás es el miedo. Cuando nos sentimos mal y no sabemos por qué, yo lo que trataría de hacer es una especie de análisis emocional. Es decir, ¿cómo me estoy sintiendo? ¿Tengo miedo? ¿Estoy triste? ¿Es frustración lo que siento? Las emociones nos dan muchísima información. Entonces, vamos a saber si no estoy actuando por miedo o es que estoy en estado de apatía tan constante en el que ya no sé qué hacer. O sea, yo iría un poquito a ese plano emocional y desde ahí ayudarnos a dirigirnos. Es verdad que puede ser conformismo, a veces es pereza, a veces es apatía, otras veces es miedo. Entonces, tratar de detectar el por qué no me estoy movilizando es lo que me puede hacer, precisamente, que me movilice. Si no sé exactamente qué está ocurriendo, es mucho más difícil poner la solución. Tenemos que detectar muy bien cuál es el problema para saber cuál es la ruta, para saber cuál es la solución y lo que me puede hacer salir de ahí. Es algo que trabajamos mucho en terapia, no todas las personas que vienen a terapia tienen un problema muy grande de trauma. Muchas personas vienen por insatisfacción o por crecimiento personal. Creo que también es algo que se debe de potenciar. Yo lo puedo tener todo, puedo tener familia y demás. De hecho, creo que a veces ocurre algo que cuando alcanzamos todas estas casillas de la vida, tener un trabajo estable, tengo una pareja, tengo una casa, incluso tengo hijos, a veces es como que me quedo quieto ahí y siento que ya no puedo avanzar más. Y el crecimiento personal de uno también es muy importante e influye muchísimo en la felicidad. O sea, que yo animo a todas las personas a que en ciertos momentos de su vida se replanteen simplemente: ¿soy feliz, qué cosas me generan bienestar, tengo que cambiar algo? Y creo que siempre se puede cambiar a mejor alguna cosa y con pasos que no necesariamente sean muy grandes, sino con pequeños cambios en el día a día.
Jota: Creo que lo has explicado muy bien. Nos has dado antes, además, una serie de cosas que hacen que seamos felices, ¿tendríamos algún orden, alguna prioridad en cuáles son los factores que más felicidad da? Antes me ha parecido que le dabas mucha importancia a la socialización, a los amigos, al entorno. No sé si ese es el factor que tú consideras más importante o hay algún otro que sea mayoritariamente…
Ana: No sabría exactamente cómo hacer esta escala de cuál es más importante o cuál es menos importante. Pero sí que podemos hacer como un resumen global. En primer lugar, yo pondría la salud, realmente, en primer lugar. Es decir, tengo salud física, tengo salud mental, me encuentro bien, porque desde ahí, puedo a lo mejor generar algún cambio de bienestar, hago ejercicio, me alimento bien desde ahí. Luego, las relaciones interpersonales, no sé si es el primer lugar, que son super importantes, la sociabilidad, la conexión, que sean satisfactorias. Luego, también sentir cierto logro o éxito en mi vida, es decir, que he alcanzado aquellas metas que he querido. Y luego está la percepción de la satisfacción con mi vida. Percibo que mi vida está bien, percibo que tengo que hacer algún cambio, percibo que me encuentro bien. Y la emocionalidad, es decir, la mayor carga de emociones que hay en mi vida son positivas o son negativas. Es decir, estoy siempre enfadado y frustrado, no creo que haya felicidad. O generalmente tengo un estado emocional positivo en el que estoy alegre, conecto con los demás, estoy bromista, extrovertido y demás. Entonces, digamos que esos factores nos pueden ayudar un poquito a ver, vale, pues voy a ver cada uno de ellos y en qué punto estoy.
Claves prácticas para mejorar nuestra felicidad
Jota: ¿Y se puede ser feliz todo el tiempo? ¿O para sentir que uno es feliz debe estar sintiendo también momentos en los que no sienta esa felicidad?
Ana: Muy buena pregunta. Yo siempre digo que hay una diferencia muy grande entre la alegría y la felicidad. La alegría es un estado de ánimo que va y viene. Ahora estoy alegre porque me han contado un chiste y luego a lo mejor no, estoy más seria, por así decirlo. Pero la felicidad sí que es un estado permanente. Es decir, yo me puedo sentir feliz independientemente de que haya algún problema en mi vida. Por supuesto, nada va a ser perfecto y la felicidad no es perfección, es simplemente percibir que en mi vida las cosas están bien, que me encuentro bien, que tengo conexión con los demás, que tengo logros, que estoy bien en el trabajo o en esas esferas de mi vida. Pero no necesariamente tiene que estar todo perfecto. Yo me puedo sentir bien y ser feliz, independientemente de que haya algo a mejorar. O sea, la felicidad es más bien un estado permanente, que no tanto la alegría, que es un estado emocional, que bueno, pues sí hoy estoy más alegre y mañana no tanto.
Jota: ¿Puedes contarnos alguna pequeña decisión que podamos hacer en nuestro día a día para ayudarnos a estar un poco mejor?
Ana: Sí, yo trataría de tener estos factores en cuenta, los que hemos estado diciendo, y tratar de ver uno a uno cómo me enmarco, por ejemplo, con el tema de la salud. Evidentemente, lo que tengamos capacidad, si hay alguna enfermedad y demás, no tenemos esa capacidad de actuación, pero, ¿yo tengo la capacidad de tener una mejor salud de la que tengo? ¿Tengo la capacidad de tener una mayor sociabilidad de la que tengo, de conectar mejor con los demás, de tener mejores relaciones de las que tengo? ¿Puedo pensar mejor sobre mi día a día? Porque a lo mejor estoy todo el día criticándome, valorando negativamente lo que pasa. La valoración positiva de las cosas también es muy importante. Y ver un poco cuál percibo que es la satisfacción global en mi vida. Es decir, ¿yo diría que estoy muy satisfecha con mi vida, poco o regular? Y desde ahí empezar a cambiar cosas. Creo que, como tú dices, cambiando pequeñitas cosas es mucho más fácil que si ahora de repente quiero ser feliz de un día para otro. No, la felicidad también está en saber valorar lo que tenemos, por supuesto, en la gratificación y en aceptar a veces la realidad que no es muy favorable. Creo que eso también se nos había pasado decirlo y es muy importante. Es decir, la felicidad también es aceptar que a veces hay problemas, aceptar que no todo va a ser siempre superbonito y saber lidiar con los problemas y ser resiliente también es un marcador de felicidad.
Consejos finales para construir una vida más feliz
Jota: ¿Hay alguna receta que nos puedas dar para ser felices o no existen recetas aquí?
Ana: Ojalá, ¿no? Ojalá hubiese una receta, porque todo el mundo estaría bien. Evidentemente no la hay, depende mucho de cada uno y de los objetivos que tengamos. Así que yo lo haría más personal, que cada persona identifique cuáles son sus puntos de felicidad, que trate de identificarlos y aquellas cosas que no le hagan tan feliz, pues ver de qué manera se pueden modificar.
Jota: Esas personas que no se sienten felices, que no… Que piensan que nunca lo van a ser, que lo ven como algo… ¿Qué mensaje les podemos dar o qué podrían hacer para empezar a dejar de pensar de esa forma tan negativa, que probablemente estén pasando por alguna cosa? Pero, ¿qué les está.? ¿Qué podemos hacer para que no piensen que es imposible ser feliz?
Ana: Más que eso, lo que yo haría es no poner una meta tan grande. Si yo estoy pasando por un momento de gran dificultad y no estoy bien, plantearme ser 100% feliz creo que es difícil. Lo que yo trataría es de mejorar poquito a poco, de gestionar mejor mis emociones, de lidiar mejor con el problema, de aceptar lo que está ocurriendo, de tener apoyo social, un proyecto de vida. Es decir, tratar las mejoras como cosas mucho más pequeñas, si no, pues evidentemente en un momento de infelicidad en el que no estoy bien, de repente tratar de ser muy feliz es bastante difícil. Así que yo haría más la técnica de los pequeñitos pasos, más bien.
Jota: Precisamente, te voy a preguntar sobre esto. ¿Qué cosas que no parecen a lo mejor importantes o grandes, pero sí marcan una gran diferencia. A lo mejor hay cosas, siempre lo decimos, al final, a lo mejor dando un paseo por el campo viendo un amanecer o haciendo cosas que son pequeñas, pero marcan a lo mejor el que tú ese día te sientas lleno, completo, que digas: Madre mía. Entonces, ¿qué pequeñitas cosas podemos, a lo mejor simplemente estar atento, porque igual estábamos haciendo eso mismo, pero estás con tu cabeza ahí en otras cosas y no estás atento a lo que está ocurriendo delante tuya. ¿Hay algún mensaje que nos puedas dar para que con pequeñas cositas seamos más felices?
Ana: Pues mira, desde que nos levantamos, por ejemplo, tratar de estar un poco alejados de la tecnología, la movilidad es superimportante, movernos, mover nuestro cuerpo. La exposición al sol también, 10, 15 minutos al sol nos aportan muchísimo grado de bienestar. Y sí, yo creo que activar todos los sentidos, tratar de no estar en esta rueda de ir por productividad, de hacer cosas y después, sino a veces pararnos. A lo mejor simplemente pararnos en un momento en el que estamos mal, respirar profundamente, meditar, tener en cuenta las cosas buenas, es decir, la gratitud y el diálogo interno son muy importantes. ¿Cómo me hablo? De todo lo que hemos estado hablando, estoy segura de que hay algo que todos podemos modificar. ¿Cómo interpreto la realidad? ¿La interpreto negativamente? ¿Me hablo bien? ¿Me hablo mal? ¿Me expongo un poco al sol? ¿Me estoy moviendo lo que mi cuerpo necesita? ¿Me estoy alimentando bien? O sea, yo creo que trataríamos de verlo desde la salud física y luego ya la salud emocional, que creo que es un poquito más compleja.
Jota: Muchas Ana, por otro capítulo estupendo.
Ana: A ti, a ti.
Jota: Y espero que todos nuestros oyentes sean muy, muy felices.
Ana: Lo espero, lo espero, espero que sí. Un abrazo. Chao.
Jota: Chao, chao.



