Introducción: Separarse con respeto también es posible
Jota: Muy buenos días a todos, un día más aquí para hablar de salud mental. Y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis, es psicóloga experta en terapia online, con más de 20 años de experiencia como Psicóloga, más de ocho haciéndolo de forma online. Además, trabaja desde las terapias cognitivo conductual y especializada en adultos, supervisora de los casos de Psicología Online Avanzada. Y nada. Muy buenos días, Paula. ¿Cómo estás?
Paula: No sigas diciendo cosas, Jota, que ya son muchas.
Jota: Es verdad, que se acaba el tiempo del podcast y sigo
Paula: aquí diciendo todo mi currículum.
Jota: Esto es una prueba, es el primer día que lo hacemos de forma presencial. Es un placer que lo podamos grabar así sin líneas por medio y que podamos estar aquí. Y bueno, hoy vamos a hablar sobre un tema… Bueno, hemos hablado de terapia de pareja muchas veces, intentando ver los conflictos que hay, las problemáticas distintas, las cosas que se deben hacer para salvar una relación o no. Pero hay momentos en los que las relaciones no se pueden salvar. Puede que estemos yendo a terapia de pareja y la pareja finalmente rompa. Y si estaban yendo a terapia de pareja, entiendo que es una pareja que está trabajando en ello, que quiere hacer las cosas bien, incluso han intentado salvar la relación. Y una vez que ya se toma la decisión de: Mira, no tiene arreglo, mejor que sigamos cada uno por nuestro lado. Imagino que hay muchas decisiones que tomar, dependiendo de muchas cosas. Siempre va a haber familia, amigos, es muy posible que haya hijos. Cuéntanos, porque es el tema de hoy, cuéntanos. Vamos a ver consejos para hacer esto de forma correcta. ¿Por qué hay que comunicar esta ruptura a los demás y cómo se debería hacer?
Por qué comunicar la separación: respeto, claridad y valentía
Paula: Bueno, sin duda hay que entender que esto es un proceso muy complicado, que cuesta mucho y que genera, o mejor dicho, requiere de una gran valentía, porque es enfrentarnos a miedos, es enfrentarnos a dudas, inseguridades, tomas de decisiones, muchas preguntas. Nos hacemos ante un proceso así y para esto es para lo que principalmente queremos hoy dedicar nuestro podcast, para saber cómo gestionar este proceso, que es difícil, que es complicado. Lo importante es tener en cuenta, lo primero, en primer lugar, que es una decisión que si hemos tomado los dos en conjunto, que si estamos conforme con ella, es la mejor decisión que podíamos tomar. Muchas veces nos entra la duda de los hijos, que van a sufrir, que les vamos a hacer daño, no solo los hijos, sino también muchas personas de nuestro entorno. Pero al final, realmente, lo que estaríamos haciendo si nos mantuviésemos juntos, es que estamos engañando a los demás y especialmente a unos hijos, transmitirles y enseñarles un modelo de pareja muy insano, muy incorrecto, con lo que, por tanto, aunque es una decisión difícil donde hay sufrimiento, lo mejor es que se tome.
Paula: Decías de la comunicación, ¿por qué es importante comunicarlo? Bueno, en primer lugar, porque ya que hemos tomado esta decisión, la mejor manera de hacer que los demás no se conviertan en un obstáculo en esta decisión es hacérselo saber. Que ha sido una decisión consensuada, que nos ha costado tomarla, que nos ha llevado un tiempo, pero ya hemos tomado la decisión y por eso queremos comunicarlo. Y a partir de ahí pedir que nos respeten, que nos validen en cuanto a cómo nos estamos sintiendo y que tengan paciencia, porque es posible que en este proceso al que nos enfrentamos, pues haya reacciones por nuestra parte que los demás no entiendan.
Jota: Es habitual que se de que en esta ruptura los dos estén de acuerdo, porque entiendo que muchas veces pasará que la decisión la ha tomado al final uno de los miembros y la otra persona a lo mejor no está conforme con esa separación.
Paula: Claro. Sí, bueno, queríamos plantear un poco este podcast desde el momento en el que ya sí se ha tenido que aceptar. Es normal que haya una parte que está menos convencida que la otra. Es normal que le cueste aceptar esta realidad, pero bueno, no hay dos si uno no quiere. Por lo que, por tanto, si uno de ellos está bajo este convencimiento, la otra parte necesite el tiempo que haga falta y respetemosle ese tiempo, ahí también es una parte importante a tener en cuenta por parte de quien toma la decisión. Que acepte esta decisión tomada para finalmente poderlo hacer de la mejor manera en consenso.
Jota: ¿Quiénes son las primeras personas a las que hay que comentar una vez que se toma la decisión? Paula: Bueno, quiénes son las primeras no es tan importante. Creo que quiénes son los más importantes a comunicar esta decisión son los hijos, si es que los hay. Eso sí, no tienen por qué ser los primeros. A lo mejor queremos antes, pues también hablar con un mediador, con alguien que nos asesore, alguien que nos diga cómo queremos comunicárselo a los hijos, algún amigo. Pero los más importantes, si hay hijos, serán éstos.
Cómo comunicar la separación a los hijos según su edad
Jota: Imagino que dependerá mucho de la edad de los hijos.
Paula: Evidentemente.
Jota: Para contarlo de una forma o de otra.
Paula: Claro, claro. Lo que siempre se recomienda es que se comunique cuando ya se ha tomado la decisión. Eso es importante. Y que se haga con un lenguaje muy claro, efectivamente, adaptado a la edad de los hijos. Lo mejor es que lo hagamos los dos en conjunto, que seamos ambos quienes lo estamos comunicando a nuestros hijos y sobre todo, el intentar evitar juicios, reproches en este momento de la comunicación y limitarnos más a tener un lenguaje neutro en el cual hablamos desde los hechos. Sí transmitirles a nuestros hijos que nosotros hemos decidido separarnos como pareja, pero que nunca vamos a dejar de ser sus padres.
Jota: Vale. No será en estos casos, aunque haya sido consensuado, la pregunta de tú eres culpable, la culpa es de uno, la culpa… No os digo ya tanto de que se lo hagan los padres entre sí, sino que los propios hijos puedan decir esto es culpa de uno o es culpa de otro.
Paula: Bueno, en ese caso siempre tenemos que estar muy receptivos a las dudas y a las preguntas de nuestros hijos y que sepamos que aunque nuestros hijos nos estén preguntando algo, que incluso a uno de los miembros de la pareja le favorezca a nivel personal, ‘verdad que la culpa ha sido de papá’ y se lo está preguntando a mamá, intentar en la medida de lo posible desmontar estas ideas, desmontar estos juicios, porque si lo que no queremos es hacerles sufrir, aunque sean dudas que ellos mismos están poniendo sobre la mesa, les hace sufrir. Entonces, tratar de desmontarlo, aquí no hay culpables. Al final, es una decisión que hemos tomado los dos. Y hablemos más bien de lo que va a suceder a partir de ahora. Entrar en causas no tiene mucho sentido. Jota: ¿Qué otros consejos habría que dar a estas parejas que ya han tomado la decisión? Aparte de lo que nos comentas, que claro, pues es probablemente lo que más les preocupe, ¿no? Cómo lo va a vivir mi hijo, que va a llevarse probablemente un daño, que no querrás que tenga, pero que habrá que minimizarlo. Pero, ¿qué otras cosas tenemos que tener en cuenta en esta situación?
Afrontar el duelo de la separación: culpas, idealizaciones y miedo al futuro
Paula: Bueno, que nos enfrentamos a un duelo complejo, nos enfrentamos a un duelo doble, como mínimo. Es un duelo por la relación de pareja, pero también es un duelo por el proyecto familiar. Entonces, precisamente por eso, porque un duelo es un proceso que no es cuestión de tiempo, pero sí está ubicado en el tiempo, saber que eso es lo que a partir de ahora nos toca. Y hay tres elementos esenciales que vamos a tener que tener en cuenta y que vamos a tener que trabajar. Estos son la culpabilidad, la idealización de la relación pasada o incluso el miedo al futuro. Son tres puntos esenciales que pueden dificultar mucho nuestro proceso. ¿Qué hacer? Lo mejor, lo más recomendable, es buscar apoyo psicoterapéutico, porque esto no es un lujo, es una responsabilidad afectiva.
Jota: Si han estado ya en terapia de pareja anteriormente, ¿es bueno continuar aunque esté decidido ya la ruptura, esa terapia de pareja en conjunto o ya la terapia sería por separado?
Paula: Bueno. Yo creo que no vendría mal continuar en conjunto, pero también haría falta una terapia individual para trabajar personalmente, lo que a cada uno le está suponiendo. Somos dos personas que estamos pasando por el mismo proceso, pero como dos personas distintas que somos, tenemos unos tiempos diferentes y lo vamos a vivir de manera diferente. Entonces, esto sí que es importante trabajarselo a nivel individual. Podemos continuar con la terapia de pareja, si ya estábamos antes, o empezar una nueva, quizás, para trabajar en muchas dudas que se nos planteen en común, para trabajar, quizás, la parte de la comunicación, porque en cualquier caso entre nosotros nos tenemos que seguir comunicando, probablemente más, y llegar a consensos en muchas decisiones. Entonces, bueno, no viene mal tampoco recurrir en la terapia de pareja. No solo está enfocada para… tenemos la idea de que la terapia de pareja va en dirección a remontar la pareja, a curarla, a hacer que la terapia siga hacia adelante. Y no, muchas veces la terapia de pareja también se enfoca hacia tomar la decisión de una separación y, por tanto, también se ofrece a veces este seguimiento.
Jota: ¿Qué otras cosas? Porque has dicho antes, otras valoraciones que habría que tener en cuenta, no sé si quieres profundizar en ellos.
Paula: ¿A cuáles te refieres, perdona?
Jota: Sí, no solo lo de comunicar a los hijos, sino pensar en el futuro, que era uno de los duelos que había.
Paula: Trabajar el miedo al futuro, trabajar la culpabilidad y la idealización de la relación pasada. Estos son puntos importantes que nos podemos encontrar en nuestro proceso de duelo y que pueden ser un gran obstáculo. Y lo que decía, lo más recomendable es a la hora de trabajar eso, porque son conceptos bastante abstractos y muchas veces quizás no los localizamos, no los identificamos muy bien. Pedir ayuda psicoterapéutica, que como te decía, no es un lujo en esta ocasión, es una responsabilidad efectiva. Jota: ¿Hay alguna otra cosa más que tengamos que trabajar, porque… Sí, cuéntanos.
Nuevas parejas, entorno familiar y comunicación saludable entre los ex
Paula: Sí, bueno, pues a veces no sé cómo llamarlo, quizás, factores por extensión. Es decir, lo que antes también me preguntabas un poco el comunicarlo a familiares o cómo tratar con familiares para que esto se haga de la manera más armoniosa posible, para que no sean ellos quizás los que entren en el juego de culpabilizar y esto se lo transmitan a los hijos, por ejemplo. Y también es importante pensar incluso en la entrada de próximas parejas a la hora de gestionarlo con los hijos. En primer lugar, es importante ir despacio, ir muy lentos, por varias razones, por los hijos, por supuesto, pero también por nosotros mismos. Es muy difícil establecer nuevos vínculos sin haber roto con los anteriores. Entonces, estamos en un proceso muy convulso, podemos llamarlo así, y es bastante fácil que muchas de las dificultades que nos encontramos en nuestro proceso de separación se proyecten sobre el establecimiento de una nueva relación de pareja, con lo que, por tanto, podría suponer un inconveniente para eso crear un buen vínculo sano con una nueva persona. Pero bueno, aún así podemos planteárnoslo, es difícil, pero no es imposible. Entonces, es recomendable ir lento, comunicárselo a nuestros hijos en el momento en el que veamos adecuado y, por supuesto, no sustituir. No transmitamos en ningún momento a nuestros hijos que esta persona viene a desempeñar un rol que antes desempeñaba papá o mamá, respectivamente.
Jota: Nos dices esto de ir lento cada uno, que se lo tome así, ¿no? Pero, ¿qué ocurre si ves que tu pareja no lo está haciendo y de repente ves que tiene una nueva vida con otra nueva persona y enseguida, bueno, se coge una nueva vida y que tus hijos ya están compartiendo vida con esa nueva persona. ¿Cómo te lo puedes tomar tú? Porque entiendo que no sea fácil inicialmente.
Paula: Hombre, sería… es complicado, claro, nuestro cerebro es posesivo y puede sentir por lo pronto celos. Es una parte dura, es una parte que añade dolor a este proceso, no cabe duda. Pero claro, tampoco podemos entrar y gestionar cómo lo hace el otro. Quizás, si nos vemos con la suficiente confianza y existe un clima agradable entre nosotros, podríamos dar recomendaciones, podríamos dar ciertos asesoramientos, pero no basados tanto en mí y en cómo a mí me está doliendo el hecho de que estés con esta persona, sino un poco como lo estás gestionando con nuestros hijos y quizás les pueda hacer daño. Pero con mucho cuidado, con mucho tiento, porque podría ser que rozaras o sobrepasaras el límite de meterte en la vida de la otra persona.
Jota: ¿Hasta qué punto recomiendas a la gente que está yendo a terapia de pareja? Durante la terapia de pareja, ¿se llega a este consenso de ruptura, de continuar, o lo habitual es que si ya deciden romper, es que la terapia termine ahí?
Paula: No, no, no. Es importante ofrecer la posibilidad de este seguimiento y por lo menos informarles que se van a enfrentar a un proceso complicado y que nosotros siempre vamos a estar desde la terapia dispuestos a apoyarles y acompañarles.
Jota: Porque es muy habitual que cuando se inicia este proceso de terapia, si la pareja rompe, automáticamente deje esta terapia.
Paula: Suele ser, suele ser habitual, sí. Se puede entender incluso, bueno, hay quienes hasta lo denominan fracaso. Denominan fracaso al hecho de estarse separando, lo cual no hay que entenderlo así. Esa idea es importante cambiarla porque no es un fracaso, es un cambio en nuestra vida. En nuestra vida estamos tomando constantemente decisiones. Puesto que estamos en constante construcción, en constante crecimiento, también cambiamos. Y los cambios nos pueden llevar a que decisiones que hemos tomado en el pasado ya no nos sean tan válidas, con lo que, por tanto, más vale ser honestos, en primer lugar, con nosotros mismos y en segundo lugar, con los demás y tomar decisiones. Y esta puede ser una de ellas, la del que nos separamos, no? No entenderlo como un fracaso, sino como un cambio, un cambio en nuestra vida. Al mismo tiempo, esto se traslada a la idea de la terapia. Hay personas que han estado en terapia de pareja y cuando deciden que se van a separar, piensan que es que la terapia ha fracasado. Quizás ahí no se les ha transmitido bien desde el principio, que la terapia no está enfocada solo y exclusivamente en ayudarnos a seguir adelante, sino a que tomemos decisiones y que tomemos las decisiones que tomemos, lo hagamos siempre de la manera más sana y más responsable desde el punto de vista afectivo.
Jota: No sé si hay algún consejo más que nos quieras dar antes de terminar, a estas parejas que están en este punto, o nos has contado todo lo importante.
Paula: Bueno, no sé si hemos dejado bien claro que una de las comunicaciones más importantes es la que haya entre ellos. Hemos hablado de cómo comunicarles a los hijos, cómo comunicarles a terceras personas, pero no quizás tanto cómo comunicarse entre ellos. Y eso es al principio muy difícil. Hay que entender que estamos en ese proceso de duelo y eso es una sucesión de sentimientos. A veces los sentimientos son de enfado y entonces no es fácil comunicarse. Establecer una buena vía de comunicación. Vuelvo a repetir un poco lo que decía antes, basada más bien en hechos y no tanto en emociones, e incluso encontrar la forma de comunicarnos. A veces ayuda al principio que solamente nos comuniquemos por escrito, porque hablado, acompañado de una tonalidad, puede hacérnoslo más complicado. Con lo que, por tanto, determinar eso es importante.
Jota: Sí, aunque muchas veces escrito, ya te imaginas tú el tono, incluso aunque no lo haya.
Paula: Ya, sí, sí, sí, pero bueno, no te puedes dejar engañar por eso. Al final no deja de ser un aporte tuyo propio.
Jota: Sí, ¿sería importante a lo mejor buscar un intermediario, que esos mensajes no fueran directos y que hubiera una persona que hiciera un poco de filtro?
Paula: Yo creo que no, porque al final tenemos que acabar aprendiendo a ello. Tomemoslo como un aprendizaje, si no lo hacemos bien, así vemos en qué fallamos y podemos mejorar. Porque al final, insisto, no vamos a dejar de ser nunca los padres de nuestros hijos. En algún momento tenemos que aprender a comunicarnos. Lo que sí que no podemos utilizar nunca, jamás, es a los hijos. O sea, no utilicemos ese momento en el que, por ejemplo, les comunicamos a nuestros hijos que hemos decidido separarnos para aprovechar indirectamente y decirle algo al otro. Cuidado, porque esto es fácil que salga. Nuestros hijos no son ni nuestros mensajeros ni nuestros terapeutas. Entonces, por eso es muy importante analizar y decidir juntos antes de ponernos a comunicar a nuestros hijos qué es lo que vamos a decir, cómo se lo vamos a decir, etcétera.
Jota: Pues Paula, muchísimas gracias por otro capítulo estupendo y espero verte muy pronto presencialmente grabando más.
Paula: Encantada de estar aquí, Jota, como siempre.
Jota: Chao, chao.
Paula: Adiós.



