131. El fracaso como oportunidad y herramienta de aprendizaje

Jota: Muy buenos días a todos, un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Ana Ballesteros, que como todos sabéis, es Psicóloga Sanitaria que trabaja con población adulta y adolescentes, aplica un enfoque cognitivo conductual y además es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Ana, ¿cómo estás? 

Ana: Buenos días, encantada de estar aquí una vez más. Bueno, pues esperando charlar contigo y a ver qué podemos aportar hoy. 

Jota: Sí, espero que no sea un fracaso de capítulo y que le guste mucho a todo el mundo. 

Ana: Estaba pensando cómo meter la palabra, pero no me salía nada. 

Jota: Has fracasado, has fracasado en tu intento. 

Ana: Exacto, exacto, sí, sí. 

Definiendo el fracaso: más que la ausencia de éxito

Jota: Bueno, vamos a hablar sobre sobre el fracaso y aquí yo creo que es un temazo, porque muchas veces se puede pensar que es algo negativo. Otras veces puedes decir: Bueno, es un aprendizaje, tal. Entonces, antes de meternos en materia, si quieres, vamos a empezar por definir qué es el fracaso. 

Ana: Exacto. 

Jota: Y de ahí partimos. 

Ana: Sí, el fracaso es la percepción de no haber conseguido un objetivo en la vida. Puede ser laboral, puede ser personal. Entonces, muy probablemente ese fracaso se perciba porque ha habido un esfuerzo detrás. Yo me he esforzado para conseguir un objetivo y ese objetivo al final no se ha dado. Por ejemplo, mi objetivo era sacarme X oposición. He estado un tiempo invirtiendo muchísimo esfuerzo para poderme sacar eso y al final no se ha dado, no lo he superado por X situaciones. Entonces, mi percepción es de haber fracasado. Evidentemente, ese fracaso va acompañado con una serie de, bueno, es un impacto emocional negativo. Evidentemente, aquí queremos ver esta parte más positiva, es decir, tener el fracaso como herramienta, pero al principio lo entendemos como algo negativo y genera un impacto emocional en la persona. 

Jota: Claro. Eso es así, efectivamente, porque como bien comentas, si te has esforzado por conseguir algo y al final no lo consigues, pues… 

Ana: Exacto. 

Jota: ¿Qué impacto tiene esto de forma habitual en una persona? 

Ana: Lo primero que yo diría es la frustración, la frustración de no haber alcanzado eso que yo quería, de haberme esforzado y que eso no haya tenido el resultado esperado, me puede generar mucha tristeza también, una autopercepción negativa de mí mismo, incluso de que no soy capaz, o esto no se me da también, miedo hacia el futuro, de: Ostras, ¿y qué pasa si lo vuelvo a intentar? Voy a volver a perder este tiempo. A lo mejor tengo que ir por otro sitio. Incertidumbre, porque a lo mejor ese camino que tú habías diseñado para ti ya no se puede dar. Así que sí, va acompañado de una serie de emociones muy negativas que hay que aprender a gestionar. 

Gestionar el fracaso: del duelo a la oportunidad

Jota: Claro. Me imagino que por todo lo que comentas afecta bastante a la autoestima, incluso a lo mejor, reconocer esto delante de los demás, pues te cuesta. ¿Cómo debe gestionar una persona estos sentimientos para que no le influyan tan negativamente? 

Ana: Bueno, pues primero, evidentemente, vamos a aceptar que esas emociones van a aparecer si nosotros percibimos un fracaso. Evidentemente, cuando nos ocurre algo negativo en la vida, necesitamos un tiempo de duelo. Entender que ese camino se ha perdido, que a lo mejor no lo vamos a conseguir nunca, aunque si lo conseguimos, va a ser en otro momento de nuestra vida. Y ese duelo implica atravesar por esas emociones negativas. Entonces, super importante cuidarnos, rodearnos de las personas que nos quieren. Y a raíz de ahí es donde nosotros tenemos que entrar para decirle a la gente que se puede conseguir un cambio de mentalidad a raíz de ese momento y tratar de convertir el fracaso como una oportunidad. Es decir, voy a ver qué otras vías tengo en mi vida, qué otras oportunidades me puede dar la vida y, por supuesto que eso no haga que nos frenemos en seco y que pensemos que ya no… bueno, El ejemplo de la oposición, por ejemplo, que pensemos que nunca jamás vamos a dedicarnos a algo que queramos, que nunca vamos a conseguir nada, que no valemos, que no tenemos capacidad. Que esas emociones al principio son necesarias y van a aparecer, pero tiene que haber un momento en el que paremos y tratemos de ver otras oportunidades. Cambiemos un poco este diálogo interno. Y por supuesto que eso no haga que haya una autoevaluación negativa, constante de crítica, porque evidentemente la manera en la que nos hablamos nos afecta y todo lo que nos decimos al final lo convertimos en verdad. Si estoy todo el día diciéndome que soy un fracasado, evidentemente mi mente entiende que lo soy y me comporto a raíz de ahí. Así que sí, atravesar ese momento de duelo, pero a partir de ahí empezar a ver la oportunidad o qué herramientas tengo para cambiar la situación hacia otro sitio. 

El valor del fracaso: cómo convertir una derrota en un nuevo rumbo

Jota: Claro. Aquí se me juntan un montón de cosas y de ideas que a ver si podemos ir sacando. Cuando una persona intenta hacer algo, o sea, si supiera seguro que va a tener éxito, pues… o sea, que es que antes de empezar existe esa posibilidad de no conseguirlo. Esto no se sabe de antemano, o sea, las personas no están preparadas para saber que puede ocurrir, que no se consiga la oposición o no se consiga lo que se ha estado luchando. Y si sí se sabe, ¿por qué a pesar de todo nos afecta tanto el no conseguirlo? 

Ana: Sí, evidentemente, cuando nos ponemos los objetivos en la vida, tratamos de conseguir algo, sabemos que hay un riesgo. Lo que pasa es que yo creo que aquí el dolor influye en sentir que he perdido el tiempo, sentir que me he esforzado mucho, sentir que he invertido económicamente o que he invertido emocionalmente en una relación que no ha funcionado. Creo que la frustración y el dolor viene de mirar hacia atrás y pensar que he dedicado mi vida o parte de mi vida a algo que finalmente no ha podido ser. Esa sensación de haber perdido el tiempo, creo, de haber perdido algo. Pero al final, por eso hablo de este cambio de mentalidad. Sí, al principio es muy probable que sientas eso, va a aparecer la frustración y el miedo y la rabia, pero al final tenemos que ver la oportunidad dentro del fracaso. De hecho, como hablábamos a veces del sufrimiento, el sufrimiento es inherente a la vida, el fracaso también, no todo en la vida nos sale bien. Y tenemos también que estar preparados. Yo creo que desde pequeñitos los padres tienen que enseñar a los hijos a bueno, pues que a veces se fracasa, que no todos los exámenes te van a salir bien, que no se te van a dar bien todos los deportes a los que intentemos apuntarte. Entonces, creo que eso también va haciendo resiliente a la persona. Creo que es muy importante saber que puede haber un fracaso en mi vida, pero que eso no me tiene que frenar. Es decir, el fracaso lleva a la oportunidad, porque cuando yo he perdido algo, también tengo muchas cosas que ganar y a lo mejor veo otra vía en mi vida. Por ejemplo, si un proyecto profesional no ha salido bien, de hecho, muchísimos proyectos profesionales no salen bien a la primera o no salen, y eso hace que al final encuentres otro rumbo y al final puedas encontrar un sitio en el que a lo mejor puedes estar mejor que en esa primera opción que tú tenías. Y muchas personas que son exitosas en la vida se han caído muchísimas veces. Creo que aquí eso nos puede ayudar mucho a inspirarnos. A mí me gusta mucho inspirarme de personas que han conseguido cosas, que son resilientes o que han pasado por situaciones de gran impacto emocional y siguen hacia adelante. Y eso creo que puede ayudar mucho en un momento de fracaso, inspirarte de una persona que se ha caído varias veces, pero que siga hacia adelante y siga buscando herramientas para subsistir, y incluso encontrar un camino que pueda ser mejor. 

Cultura y mentalidad ante el fracaso: aprender a arriesgar y despersonalizar

Jota: Claro. Puede ser que también sea algo cultural nuestro. Creo que hay en otras culturas donde el fracaso, en estos ejemplos que pones más de proyectos o de tal, que pueden ser culturas como la americana, en la que hay mucho emprendedor y que se potencia mucho y hay gente que habitualmente fracasa en varios proyectos, pero siguen intentándolo. Quizá nosotros somos más dados a tener miedo a este fracaso, que en otras culturas no sucede. 

Ana: Sí, yo creo que en este momento no se fomenta mucho el riesgo, el arriesgar. Creo que también depende de los recursos con los que tú partas. Evidentemente una persona que tiene grandes recursos económicos, por ejemplo, puede diversificar mucho más sus negocios, buscar oportunidades que una persona que a lo mejor lo está apostando todo a una cosa. Creo que tiene que ver mucho con los recursos, pero la mentalidad, por supuesto, nos puede jugar una mala pasada. Creo que es importante decir a los jóvenes que sí, que hay que arriesgar, que hay que intentar las cosas, por supuesto, con muchísimo esfuerzo y que aún así puede no salir bien, y que eso no tiene que hacer que lo pierdas todo en la vida ni muchísimo menos. Por eso, lo primero es empezar a cambiar ese diálogo interno. Estar abierto a las oportunidades que puedan ocurrir en la vida, porque cuando estoy ofuscado, es como que siento niebla. Si hay oportunidades en la vida, no le presto atención y hay que prestarle mucha atención a eso. Y también es muy importante despersonalizar el fracaso. Es decir, que tú hayas tenido un fracaso no significa que tú seas un fracasado o que toda tu vida vaya a ser un fracaso o que tú no valgas. Es decir, sí, he tenido un fracaso, pero el fracaso tiene que ver con muchísimas otras variables, no solamente tiene que depender de mí. Cuando yo he invertido tiempo, esfuerzo y demás, sabemos muchas veces que existe el azar y existen muchísimas variables negativas que pueden influir, al igual que positivas. Entonces, despersonalizar un fracaso es algo que intentamos trabajar en terapia, de: Vale, sí te ha ocurrido esto, pero esto no tiene que ver con que tú seas ese fracaso. 

Jota: Claro, y luego depende mucho de qué tipo de fracaso sea. 

Ana: Exacto. 

Jota: Porque, comentabas antes el típico de una oposición, que te estás enfrentando, probablemente, a otros opositores que pueden también haberlo hecho mejor y que sea por eso, por lo que consiguen ellos. 

Ana: Sí, o a un examen, que no sabes cómo va a ser. 

Jota: Yo creo que aquí también es importante ver la parte de: No he conseguido lo que quería, pero ha habido por el camino una preparación, un conocimiento que me puede servir. 

Ana: Totalmente. 

Análisis y aprendizaje del fracaso: la resiliencia como herramienta de crecimiento

Jota: Incluso detectar las cosas que han hecho que no lo consiguiese, si era un negocio, si era tal. Para poder utilizarlo en el futuro en tu vida. Estamos hablando de cosas más profesionales, pero también puedes fracasar con una pareja o con otras cosas que también puedas aprender: Me he comportado de esta manera, igual debía haber sido… Y poder un poco aprender de todo lo que ha pasado para mejorar y para poder seguir intentándolo. Me parece que muchas veces la gente, cuando ha fracasado una vez, no se enfrenta a un nuevo intento, por ese miedo que comentabas al principio. Y me resulta curioso, porque primero que el ser humano ha llegado donde hemos llegado gracias a intentar siempre conseguir retos que muchas veces antes han fracasado. ¿Cuántas veces alguien ha intentado cruzar el charco y llegar a América y se habrán quedado por el camino? Pero igual que eso, es como nuestros hijos, cuando nacen, imagínate que el primer día que están intentando andar y se caen, no lo intenten más, que te vas a volver a caer. O si estás aprendiendo a montar en bici y se hace la rozadura, No lo intentes más, que te vas a volver a hacer daño. Tenemos que seguir intentándolo y aprender de esa caída, me caí porque pasó esto, y seguir intentándolo. 

Ana: Claro, sí, precisamente, iba a hablar de eso, que cuando hay un fracaso, tiene que haber un análisis. Bueno, ¿qué ha pasado? Es decir, ¿por qué he llegado hasta este punto? ¿Por qué eso no lo he conseguido? ¿Por qué no ha funcionado? ¿Por qué ha pasado esto en mi vida? Porque ese análisis es lo que va a hacer que saquemos todos los aprendizajes necesarios del fracaso. Y esto es la resiliencia, que es una palabra que se ha puesto muy de moda y que utilizamos mucho en este ámbito, que es salir fortalecido de una situación negativa, incluso sacar un aprendizaje. Yo he tenido pacientes que han pasado por situaciones muy complicadas y a lo mejor en un punto les preguntas que si tienen un aprendizaje de eso, que si sacan algo y al principio no lo ven. Al principio, tú estás triste, estás abatido, te hablan de aprendizajes y dices: ¿Cómo voy a aprender de esto? Si estoy fatal. Pero al final, al final de ese proceso terapéutico, se sacan un montón de aprendizajes. Ostras, es que he aprendido muchísimo. Y si no aprendes sobre la situación, aprendes de ti, aprendes que eres capaz de pasar por una situación negativa, lo que tú dices, has adquirido una serie de conocimientos, te conoces mejor a ti mismo, muy probablemente, aprendes sobre el mundo, sobre la vida, sobre las relaciones. Es decir, se sacan tantas cosas de una situación negativa que tenemos que estar también dispuesto a verlas, porque a veces esas emociones negativas es como que parece que lo inundan todo. Entonces, tenemos que darnos un tiempo, por supuesto, pero después es importante analizar los errores, los fallos y sacar aprendizajes de ese momento, qué es lo que va a hacer que tú avances. 

Jota: Claro. ¿Cómo ayuda ir a terapia a una persona que ha pasado por un fracaso? Entiendo que habrá gente que sienta una gran frustración con todos los problemas que comentabas al principio y que le esté afectando a su vida que decidan ir a terapia. 

Ana: Sí, en terapia, es que yo creo que la terapia está llena de situaciones negativas, de fracasos, de caídas. Pues bueno, pues al principio creo que hay una acogida de esas emociones, es decir, alguien que empatiza contigo, que entiende lo que te ha pasado, que te ayuda a gestionar esas emociones, que te explica que esas emociones son normales, que hay que cogerlas desde un punto de aceptación y luego trabajar sobre ellas. Vale, tengo miedo. ¿A qué tengo miedo? Y empezamos a racionalizar las cosas. Estoy frustrado. ¿Qué me ha frustrado? ¿Qué puedo hacer diferente? Y aquí empezamos a cambiar ese diálogo interno tan negativo que hay al principio. Lo que digo, despersonalizamos el fracaso de la persona. Esto es un fracaso, pero yo soy muchas otras cosas. Intentamos potenciar esas habilidades o esos conocimientos que se han adquirido aprendizajes y demás. E intentamos que esa persona tenga otros proyectos, otras motivaciones en ese punto vital diferente en el que se encuentra, que probablemente nos da igual que cuando hace unos años o hace unos meses antes de eso que fracasó. Pero se intenta, por supuesto, que siempre haya un objetivo y una motivación. Es muy importante que las personas miremos hacia adelante y tengamos algo. Es decir, ¿qué me motiva este año o este mes o esta semana, qué objetivos tengo? Eso es muy importante, trazar lo que quiero ir consiguiendo en mi vida. 

Inspiración en la adversidad: cómo los fracasos pueden transformarse en nuevas oportunidades

Jota: Aparte de todo esto, a mí se me ocurre que tiene que haber muchas historias inspiradoras de gente que a lo largo de su vida haya tenido fracasos y que hayas salido adelante de alguna forma con grandes aprendizajes. ¿Tienes algún ejemplo que nos puedas poner? 

Ana: Pues sí, justo ayer tuve una sesión con una paciente con la que hicimos un proceso terapéutico hace un tiempo. Cuando hicimos el alta terapéutica porque ya estaba mucho mejor, estuvo un tiempo sin venir y ahora ha retomado una sesión al mes, una cosita así para ir viendo ciertas cosas. Y es una persona que ha sacado muchísimos aprendizajes. Esta persona, cuando vino a terapia, se acababa de divorciar. Fue un divorcio completamente sorpresivo. De repente, su marido decidió que no quería estar más con ella y ella se rompió todo su mundo. Ella es mamá de dos chicos y toda su vida había estado centrada en ser madre, a ser la mujer de, y además a cuidar, porque precisamente esa persona tenía un trastorno mental, complicado, y ella lo había cuidado muchísimo. Y en ese momento, toda su vida se rompió, ella se sintió en un momento de su vida en el que sentía que ya no podía cumplir más objetivos, que ya no se iba a desarrollar de ninguna manera, estaba frustrada, lloraba, muchísima rabia. Y está en un momento ahora que es que parece otra persona completamente diferente. Ha aprendido muchísimo sobre la vida, sobre sí misma, tiene un montón de objetivos, hace viajes con amigas. De repente, el otro día le dieron una mala noticia y es que a lo mejor en el trabajo echaban a varias personas y le dijo una compañera: Da igual, nos montamos un bar, nos montamos lo que sea. O sea, ve oportunidades dentro de los fracasos y lo hace constantemente. Es verdad que, por supuesto, es una persona, se sigue frustrando, sigue llorando, siguen pasando cosas, pero ha tomado una perspectiva en su vida desde la autoestima. Ahora mismo se quiere un montón, se escucha, se entiende, ya no es tanto de cara a los demás, sino está mucho más de cara a sí misma, porque sus hijos ya son mayores, y entonces ella está mucho consigo misma y está aprendiendo a estar sola, pero estar bien, a estar feliz. Y me dijo una cosa muy bonita, dice: ¿Es qué? Dice: Yo me voy a pasear con mi perro y yo veo los árboles, y estoy contenta. Dice: Estoy aprendiendo a disfrutar de los días, de toda mi vida, del tiempo que esté aquí. Me da igual disfrutar de las personas, de una conversación, intento rodearme de personas que me den buena vibra, que no estén en la queja todo el rato, que es como donde yo estaba antes o si están en la queja, intentar iluminarles un poco como otras personas me iluminaron a mí. Y fue una sesión preciosa, que muchas veces a los terapeuta, los pacientes también nos enseñan un montón. Y es una persona de verdad que sentía que su vida en ese momento era un fracaso, era un fracaso absoluto porque había dedicado toda su vida a esa familia, se había roto, los hijos vuelan, digamos. Y en un momento de la vida en el que te crees que ya una edad en la que se piensa la gente que ya no puedes cumplir objetivos ni puedes hacer nada, y ella está cumpliendo muchísimas metas. Así que sí, la verdad es que hay historias super inspiradoras y muchas veces rescato historias de algunos pacientes que están bien, a pacientes que están mal. Digo: Esta persona está aquí, ¿no?. Porque creo que es muy importante escuchar a los demás y escuchar a las personas mayores, por ejemplo, que han pasado, yo que sé, abuelos que han estado en la guerra y historias, no sé, super desgarradoras y que han sido felices. Y bueno, creo que esto puede ayudar mucho a las personas que ahora mismo se sientan en un fracaso o en un momento difícil de su vida. 

Jota: Creía que me ibas a poner un ejemplo de alguien famoso, de lo típico de Steve Jobs y tal. Y me ha parecido increíble que pongas un ejemplo tan real de algo de verdad que nos puede pasar a cualquiera y que sea un ejemplo pues de una persona normal. 

Ana: De una persona que vino a terapia y estaba completamente devastada. 

Jota: Efectivamente. 

Ana: Sí, sí. 

Jota: Y que veamos que, efectivamente, que todos tenemos fracasos en la vida de un tipo o de otro y que de todo se sale, de todo se aprenden cosas y de todo hay al final, un crecimiento, si lo sabemos ver y lo sabemos encauzar para seguir viviendo y viviendo mejor con… 

Ana: Sí, sí, sí. Bueno, es que esta persona es más feliz ahora que hace unos años, ¿no? O sea, es increíble como una situación negativa te puede hacer darte cuenta de tantas cosas. Y muchas veces, bueno, pues sí, un fracaso puede ser una oportunidad completamente y a seguir viviendo, que a veces nos pensamos que en ciertas etapas, bueno, pues yo ya he conseguido esto, esto, y entonces ya no hay nada más. No es verdad, es muy importante seguir teniendo motivaciones, seguir teniendo objetivos, estar aquí para algo. 

Jota: Claro. Me parece genial que cerremos con este ejemplo tan inspirador, que tomen ejemplo los que se sientan que están pasando por una situación complicada por algún fracaso, que lo vean como una oportunidad y que si necesitan apoyo o ayuda, que la pueden buscar, que no todo eso negro que ven ahora tiene por qué ser así. 

Ana: Exacto, sí, que por favor, si lo necesitan, busquen ayuda, que se arropen mucho de sus seres queridos, que se traten bien, que se traten con mucha compasión y mucho cariño y que, por supuesto que si necesitan terapia, pues aquí estaremos encantados de atenderles. 

Jota: Claro. Pues Ana, espero verte muy pronto en otro capítulo. 

Ana: Muchas gracias. Nos vemos. 

Jota: Chao. Chao. 

Ana: Adiós.

Ana Ballesteros psicologa Online

Autor: Ana Ballesteros

Ana Ballesteros es una experimentada psicóloga especializada en las áreas forense y sanitaria. Su trayectoria abarca la atención a menores y adultos, y actualmente se dedica principalmente a la psicoterapia con enfoque cognitivo-conductual.

Puedes ver su perfil en este enlace.