Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Ana Ballesteros, que como todos sabéis, es Psicóloga sanitaria que trabaja con población adulta y adolescentes y aplica el enfoque cognitivo conductual. Además, es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Ana, ¿cómo estás?
Ana: Buenos días, muy bien, ¿cómo estás tú?
Jota: Pues estupendamente. Deseando hablar otro día más de salud mental, a ver si salimos hoy con pareja de…
Ana: Sí, esto es un temón, yo creo.
Jota: Sí, sí, Sí, es fascinante cómo la tecnología cambia nuestras vidas y cómo paso a paso las cosas van cambiando. A mí me tienes que enseñar un poco cómo va esto, que estoy un poco desconectado, pero cuéntanos qué es lo que está ocurriendo ahora mismo con el tema de las aplicaciones de citas.
Ana: Sí, evidentemente, como tú dices, la tecnología va avanzando y ha cambiado mucho la manera en la que conocemos a las personas, en concreto la manera en la que conoces a alguien que te interesa, ligas, tienes citas, conoces a tu futura pareja. Y aquí han entrado unas apps de citas muy potentes en los últimos tiempos, que sobre todo con los más jóvenes, creo que es donde ha tenido un impacto más grande. Entonces, bueno, aquí vamos a hablar, por supuesto, de sus beneficios, porque yo creo que todo en su justa medida es positivo, pero también del gran impacto emocional que esto puede tener en las personas, el hecho de conocer a alguien mediante una aplicación.
¿Es Tinder la versión moderna de las citas a ciegas?
Jota: Claro, porque no puede ser igual que conozcas a alguien en la calle, en donde sea, pero que os veis. ¿Esto sería semejante a lo que antiguamente era una cita a ciegas?
Ana: Bueno, sí, más o menos. Al final, tú, creo, conoces cuatro fotos de esa persona, tienes una serie de conversaciones y después quedas con esa persona. Es decir, sí que hay una parte de cita a ciegas, porque nunca has escuchado su voz, nunca le has visto en persona, no sabes nada de su entorno. Entonces, sí que es verdad que rodea una incógnita bastante grande el conocer a personas a través de apps y creo que es la gran diferencia que cuando tú conoces a una persona en la vida diaria, si va a tu trabajo, ya sabes de qué trabaja, puedes saber quiénes son sus amigos, has podido verlo en una cena, te has podido reír con esa persona, puedes saber si tienes química. Pero claro, a través de aplicaciones es complicado, porque al final lo único que vale, primero, es el físico, porque tú das like, dislike, según las fotos de la persona, básicamente, es como que todo lo basamos en la fachada. Y después, al final tú no has tenido un contacto previo con esa persona, no conoces nada. Entonces, sí hay una incógnita bastante grande.
¿Son las apps de citas un juego o pueden afectar nuestra autoestima?
Jota: Claro. Por un lado, debe ser una parte como un juego. Estás tranquilamente en tu casa viendo una serie de Netflix. Dices: ‘Bueno, ¿qué hago este fin de semana?’
Ana: A ver qué hay por aquí, ¿no?
Jota: Bueno, y podrías sacar un juego y estar tal, pero decides ver fotos de gente que pueden o no gustarte. Entiendo que inicialmente es algo así, o hay algún tema más detrás de gente que puede estar más obsesionada, necesito pareja, estoy solo o sola. ¿Y qué ocurre detrás?
Ana: Bueno, pues lo que puede entrañar esto es que tú lo estés utilizando con un objetivo distinto para el que realmente la aplicación se ha diseñado. Es decir, ya sabemos que las aplicaciones están diseñadas para que tú te pases el mayor tiempo posible en ellas. Entonces, ¿realmente la aplicación está diseñada para que tú encuentres pareja? Esta sería la gran pregunta y yo diría que no. Bueno, las aplicaciones están hechas para la gratificación constante, para que tú te sientas bien, para que pienses que tienes un like, que alguien le gustas y para que pases más tiempo ahí, más que para realmente encontrar a alguien, que creo que es lo que debemos entender una vez entramos ahí. ¿Es lícito? Por supuesto. Es lícito sobre todo si eres una persona racional, si tienes una buena autoestima y si estás bien contigo mismo. Pero sí que es verdad que si te encuentras en un momento de tu vida, quizá un poquito débil, sí que te puede hacer daño en varias cosas. Primero, los rechazos, sentir que no hay nadie al que le guste a través de la aplicación, sentir que las citas no están yendo bien, el ghosting famoso, que hablo con una persona y de repente desaparece. Todo eso en la vida diaria es mucho más difícil que ocurra. Luego, tampoco conozco muy bien el entorno de esa persona. No sé cómo decirle a alguien que no me gusta, qué hago, se lo digo, le mando un texto, desaparezco, dejo de contestar a sus llamadas. Entonces, sí que es verdad que si estoy en un momento un poco bajo de autoestima o no me siento bien conmigo mismo, puede funcionar un poco, puede tener un impacto emocional un poco mayor.
El verdadero problema no es la app, sino cómo la usamos
Jota: Claro. Pero, ¿qué diferencia real hay con una persona que conozcas en otro sitio al final? Todo esto también puede suceder. Si has conocido a alguien en un bar, en la biblioteca o donde sea, y has empezado a tener un contacto con esa persona, al final también puedes desaparecer, también puedes tener la duda de decirle me gustas o no me gustas. ¿Por qué hay tanta parte que se le echa la culpa a la aplicación? Al final somos las personas las que nos comportamos así.
Ana: Exacto. Es el uso, yo creo, que se le da a la aplicación más que la aplicación en sí misma. Una aplicación en sí misma no es ni buena ni mala, depende del uso que yo le dé. Es como si yo entro a otras aplicaciones famosas, que estoy tres horas en esa aplicación famosa para no pensar en mi malestar o estoy un rato en esa aplicación simplemente porque quiero ver recetas si me interesa. Creo que es el uso que se le da. Es decir, puede ser un buen aliado para conocer personas, puede ser un buen aliado, por ejemplo, si me estoy mudando de ciudad y no conozco a nadie. Hay personas que lo utilizan verdaderamente para poder hacer amigos. De hecho, hay parejas actuales que vienen de apps de citas y no pasa nada. Creo que el problema está en tener un uso excesivo, en sentir que mi autoestima está siendo validada a través de esas conversaciones o de esas personas a las que parece que les gusto, o sentir que no algo o nada simplemente porque alguien no le guste en mis fotos. Creo que va desde ahí, desde qué uso hago yo realmente de esa aplicación y qué importancia le estoy dando en mi vida.
¿Las apps de citas han sustituido al ligoteo tradicional?
Jota: Claro, Entiendo que antes, creo que lo más habitual para conocer a alguien, cuando tenías una relación o querías una relación, era un sitio muy común era estar en un bar de copas o en una discoteca y ser ahí un momento en la que había un momento de ligoteo, que podía llamarse. ¿Eso se ha perdido? ¿La gente sigue yendo a estos sitios y sigue ligando? O si alguien se acerca a otra persona a ligar en un bar y le dice: ‘Oye, esto no es Tinder, vete a una aplicación a ligar, ¿qué estás haciendo?’
Ana: Bueno, Evidentemente, esto sigue ocurriendo, porque las relaciones interpersonales diarias ocurren. Pero sí que es verdad que yo creo que ha habido un repunte muy grande, sobre todo en jóvenes. Bueno, perfiles a lo mejor que son más tímidos o que les cuesta un poquito más lanzarse o que no salen tanto de fiesta, quizá sí que lo utilizan más. Pero creo que sí que ha podido perjudicar, en cierto modo, a nuestra capacidad para poder decirle a alguien que te gusta, para poderle pedir una cita, para decirle de quedar. Creo que sí que ha mermado un poco esta capacidad de ligar, que se ha tenido siempre, porque al final como que sentimos que estamos mucho más refugiados a través de una pantalla. Al final, no conozco tanto esa persona, no me expongo de la misma manera que si voy y me acerco a alguien, porque ahí puedo tener un no. En cambio, si yo le he dado like a una persona y esa persona también me ha dado like, y ahí es donde se forma esa conversación, yo ya tengo por seguro, entre comillas, que algo sí que le puedo no gustar. Y al final, hablar por chat da menos vergüenza que hablar en persona. Entonces, creo que ahí también ha podido tener un impacto en cómo nos relacionamos, y sobre todo en generaciones más jóvenes, incluso en generaciones venideras. Esto a lo mejor se lo dices a nueva persona, que en su juventud no ha crecido con esas aplicaciones y quizá ha tenido impacto cero en su vida. Pero sí que es verdad que los jóvenes yo creo que se acercan mucho menos.
Jota: Claro, estoy pensando porque es totalmente cierto y es una gran barrera acercarte a alguien que no conoces a iniciar una conversación y intentar cualquier tipo de acercamiento. Además, en un entorno en el que esa persona no está sola. Normalmente si vas a una discoteca, estás con un grupo de amigos y tal, y es interrumpir y meterte en medio para… Y efectivamente, es muy habitual que haya mucha gente que para ellos fuera un momento tenso, incómodo, de miedo al fracaso.
Ana: Totalmente.
Jota: Totalmente. Pero eso ahora ha desaparecido por la ventaja que tiene, entrar en una aplicación y lo que dices. Si nos hemos dado like, nos hemos gustado algo ahí y encima no tengo que hablar contigo a la cara y no te estoy interrumpiendo en un momento en el que estás. Yo recuerdo momentos muy curiosos también, además, porque claro, antes, entiendo que ahora no es así, pero antes, nunca una chica iba a acercarse a un chico a decirle que le gusta. Eso, no era posible, no ocurría. Entonces, lo que pasaba en estos sitios es que las chicas, normalmente con su grupo de amigas, lo que tenían era un grupo de chicos alrededor, intentando ligar con ellas. Pero si estábamos en un sitio con mucha gente y no había muchas chicas, era posible que hubiera grupos de chicos esperando que esos chicos primeros fracasaran…
Ana: Terminaran, ¿no?
La superficialidad en las apps de citas: ¿Solo importa el físico?
Jota: …y ellos poder acceder a intentar ese ligue. ¿Qué ocurre con esas personas con tanto éxito como podían ser estas chicas? Que probablemente por el número descompensado de gente que había, que también ocurrirá en las aplicaciones, habrá gente con mucho éxito en las aplicaciones, porque estamos hablando de la gente que puede frustrarse para conseguirlo, pero los que tienen gran éxito y tienen gran demanda, ¿qué ocurre con ellos? También me entiendo que puedes tener algún problema.
Ana: Claro, lo primero es que esto se rige solamente por lo físico, porque cuando tú conoces a una persona en tu vida diaria, te gustan otras características también. Aquí simplemente tú das like por una serie de fotos. Entonces, esto lo que ocurre es que se lleven la mayor atención unas pocas personas, las chicas más guapas, los chicos también que son más guapos, Y entonces, hay muchas personas también que están en esas aplicaciones y que quizá no se sienten tan valiosos, porque a lo mejor físicamente no están teniendo tantísima repercusión, o tanta acogida, o tantos likes, digamos. Entonces, eso al final te puede acabar dañando y al que está teniendo muchísima gratificación, también un poco enriquecer ese ego. De hecho, creo que las aplicaciones hacen que al tú tener disponibles tantas citas hipotéticas, creo que fomenta un poco el que tú estés quedando con cinco o seis personas a la vez y que luego vayas valorando. Es decir, esto de hecho hay personas que quedan a través de una aplicación y saben que esa persona muy probablemente esté quedando con otras personas. Entonces, creo que también le puede quitar un poquito de valor a ese inicio de cuando tú conoces a alguien y te gusta un montón y solamente te apetece ver a esa persona, sino que ahora es como: ‘Bueno, como tengo tantas opciones y si no me gustas tú, me pueden gustar otras 10 u otros 10’, pues creo que le quita un poco de valor a esos inicios y al final a las personas y a las características que tiene una persona, que no es solamente cuatro fotos, que pueden estar primero trucadas, puede haber engaños también en esas aplicaciones. Y segundo, que al final muchísimas otras cosas me están dando una persona, el que tengamos gustos en común, la voz, su forma de ser, de hablar, de dirigirse a ti, de comportarse. Y al final, parece que todo se rige por cuatro fotos. Entonces, creo que es una forma un poco limitada de conocer a las personas y que fomenta muchas veces el ego y muchas veces también esta autopercepción negativa.
Relaciones digitales: Precauciones y aprendizajes para el mundo online
Jota: Claro. Por la parte de que sean solo fotos, entiendo que es porque al final son las aplicaciones que han triunfado. Pero hay otras que se piden mucha información de hábitos, de gustos y demás. Incluso creo que también se pide algo de información, que a lo mejor la gente lo ignora.
Ana: Sí, sí que es verdad que tú pones ciertas descripciones y creo hay apps que quizá esa parte se la trabajan un poco más. De hecho, nació una aplicación, que no sé si sigue en auge, en la cual tú hablabas con otra persona solamente a través de los intereses y no veías ninguna foto, y esa foto se te iba desbloqueando conforme tú ibas conociendo a la persona. No era como hacerlo a la inversa, para tratar un poco de romper con todo lo que ha ocurrido con Tinder y con aplicaciones similares. Entonces, evidentemente, quizá se le puede dar una vuelta a estas aplicaciones y a lo mejor que se pueda conocer a la persona de manera un poco más amplia, que no sea simplemente: ‘Veo cuatro fotos y te descarto’, no?
Jota: Claro. De todas formas, yo todo lo que me estás contando, al final le encuentro una semejanza en lo que ocurría antes. Es verdad que es mucho más sencillo el acceso y lo que te digo, no tienes que esperar a que llegue el fin de semana y voy a salir, por ahí voy a poder conocer gente. Que bueno, que la gente la puedes conocer luego en otros ámbitos, la puedes conocer en… lo que pasa es que es más difícil en otros ambientes, que la gente está a otra cosa. Si estás en el trabajo, estás trabajando, o si estás en la pescadería, estás comprando pescado y no estás… Entonces, sí que puede ser más complejo. Pero te abre una puerta o una ventana desde cualquier momento para hacerlo, es una facilidad. Y luego otra cosa que he escuchado, ¿hay aplicaciones que no son de ligar, que se están utilizando para ligar?
Ana: Si.
Jota: Inicialmente, aplicaciones como Instagram, por ejemplo…
Ana: Si, es cierto.
Jota: Que son más redes sociales, en la que muestras un poco tu vida, que mucha gente está utilizando, no sé si tanto o de manera ocasional, pero también es un instrumento este otro tipo de aplicaciones que se reconviertan para ese uso?
Ana: Sí, yo creo que al final las personas cuando les gusta alguien, buscan la oportunidad. Entonces, si te puedo contactar por Instagram te contacto. Entonces, con esto no estamos intentando decir que las aplicaciones son malas, por supuesto que no, pero sí que es verdad que tenemos que saber un poco para qué es su uso y para qué las estamos utilizando. La estoy utilizando para recibir gratificación constante porque me siento mal en mi vida, la estoy utilizando porque de verdad me apetece conocer a personas, reírme, echarme unas risas, ver si puede llegar a algo más y yo estoy bien conmigo mismo y no me afecta en caso de que alguien deje de hablarme. Creo que hay que estar un poco preparados para lo que nos podemos encontrar ahí y hacerlo siempre con un uso limitado. No puedes estar todo el día viendo a ver quién te ha estado escribiendo, porque al final estás cogiendo una adicción a esa aplicación como puedes coger a cualquier otra. Tenemos que entender que el teléfono móvil y las aplicaciones están diseñadas para que estés el más tiempo posible ahí, la luz azul. O sea, no te vayas a dormir con la luz azul, porque la luz azul lo que quiere es que te quedes más tiempo ahí. Entonces, creo que es importante saber para qué lo estoy utilizando, desde qué lugar y entender un poco los riesgos que se pueden entrañar ahí. Y por supuesto, creo que no hace falta decirlo, no? Pero quedar en un lugar conocido, público, con esa persona que no conoces de nada al final. Y sobre todo las personas que son muy jóvenes y nos están escuchando, por favor, no quedes nunca en casa de nadie o en un sitio en el que no vaya a haber nadie más que tú. Incluso, sé de personas que incluso comparten su ubicación con sus mejores amigos en caso de que pudiese haber riesgo. Que lo más seguro es que la otra persona esté en la aplicación para el mismo fin que tú, que es para conocer a alguien. Pero tenemos que entender un poco los riesgos que se entrañan, tratar de limitar nuestro uso y entender muy bien por qué estamos ahí. Y evidentemente, pues pueden salir de ahí relaciones bonitas. De hecho, ocurre y yo creo que todos tenemos en nuestro entorno alguien que está con una persona que se ha conocido en una aplicación de citas.
Jota: Claro, son consejos muy buenos los que acabas de dar. Igual son muy obvios para la gente que lo utiliza en su día a día. Pero sí que es cierto que de todas formas estás quedando con alguien que no conoces. Que es mejor tomar ciertas precauciones y evitar cualquier problema.
Ana: Exacto.
Jota: Y una vez que ya conozcas un poco más a la persona, pues dejar de tener esas precauciones iniciales que son necesarias. ¿Cuál es el mayor problema que se está generando? ¿Es el tema de la adicción? ¿Es el tema de la frustración? Ahora lo he dicho bien de corrido.
Ana: Sí, yo creo que el tema principal que ocurre es, uno, cómo ha cambiado esto en la manera de relacionarnos. Que ha habido un impacto muy grande e incluso negativo. Yo a una persona que está en una aplicación de citas, digo: Vale, me parece bien, es lícito si lo haces desde un buen lugar, pero no te cierres a conocer personas en tu entorno, porque al final es maravilloso. Digo, apúntate a un deporte nuevo, ve a una actividad, ve a un viaje en el que haya personas que no conozcas. Es decir, que sí, que está muy bien que haya la aplicación, pero que la vida real siempre es más importante que la pantalla. Y lo que nos ocurra en el día a día también puede hacer que conozcamos a una persona que el día de mañana esté en nuestra vida. Y creo que por ese lado, pero por otro lado, creo que también ayuda de comillas, a personas que quizá son un poquito más vergonzosas, que les cuesta lanzarse. Pero sí, creo que ha cambiado radicalmente la manera en que las personas encuentran pareja. Entonces, esto es un impacto social.
Cuando lo virtual no basta: La importancia de la conexión en la vida real
Jota: Totalmente. Fíjate que yo, en la conversación que hemos tenido, he sacado esos momentos en los que yo recordaba y efectivamente has sacado tú ahora rápidamente otros muchos que no recordaba tanto, pero efectivamente haciendo actividades deportivas, haciendo viajes, en todos esos sitios se conoce a mucha gente de las que puede surgir cosas maravillosas siempre. Y bueno, que siempre nos quedará Tinder, pero quizá debería ser la última opción en ese momento en el que hay aburrido en el sofá, dices: Ahora. Pero no ocupando momentos en los que en tu vida estás haciendo cosas, sino dejándolo para ese momento que no estabas haciendo nada, y lo puedes usar, pero que no sea tu momento primordial. Yo creo que sí.
Ana: Y que si no encuentras una persona importante en Tinder, que no pasa nada, que es decir, que no hay ningún drama. Al final, la vida real es la que vivimos, o sea, es esta conversación que estamos teniendo, no es una aplicación en la que hablo con alguien que yo qué sé si la foto es de hace cinco años. Es decir, hay una parte muy irreal también de las redes sociales, hay muchas cosas falsas. Me gusta ir al monte, igual hace tres años que no te has ido de ruta. Es decir, que hay mucha fachada y muchas cosas que no sabemos al final lo real es cuando tú conoces a una persona y empiezas a entender quién es esa persona, y es cuando empieza de verdad eso, que no te presiones y que si no conoces a nadie ahí, de verdad te quitas la aplicación y empieces a hacer con las nuevas en tu vida, que no pasa nada.
Jota: Totalmente. Lo más importante, como decimos siempre, es que no monopolice tu vida, que al final tengas tu vida y que puedas vivirla feliz y contento. Y si estás buscando tener una relación o encontrar alguien, es una forma más, pero no es la única.
Ana: Exacto, no es la única.
Jota: Y siempre aparece.
Ana: Sí, totalmente. Sí, es que yo creo que ahora mismo las personas jóvenes creen… Bueno, me he quedado soltero, pues Tinder. Es como que parece que es la única opción y hay muchísimas otras formas de conocer personas, porque si no nadie se hubiese conocido en épocas pasadas. O sea, ya simplemente con darle un poquito a la razón, entendemos que no es la única forma y que si no tienes Tinder nunca, que no pasa nada.
Jota: Totalmente. Muchísimas gracias, Ana, por un capítulo más.
Ana: Nada a ti.
Jota: Espero verte muy pronto en otro episodio y feliz semana.
Ana: Nos vemos pronto. Feliz semana. Chao.
Jota: Chao, chao.