123 – No me gusta la navidad

Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental. Y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis, es Psicóloga Experta en terapia online, con más de 20 años de experiencia haciendo terapia, más de siete haciéndolo de forma online y además es supervisora de casos y apoyo del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? 

Paula: Buenos días, Jota. Encantada de estar aquí contigo. 

¿Por qué la Navidad puede ser una época difícil para muchas personas?

Jota: Hoy estamos ya preparando los regalitos de Navidad, poniendo el árbol, haciendo todo esto. Y mientras hay gente que está súper feliz, súper contenta, deseando celebrarlo, reuniéndose y derramando felicidad por todos lados, a la vez hay otra gente que no lo pasa bien, que está con pocas ganas, que está deseando que acabe, que empiece ya la cuesta de enero, y de todo, menos pasar estas Navidades por alguna razón. Y quería preguntarte o empezar precisamente por esto: ¿por qué la Navidad puede ser una época difícil para algunas personas? 

Paula: Pues por muchísimas razones. Fíjate un dato curioso, Jota, resulta que en consulta aumentan el número de sesiones en psicoterapia en estas fechas, cuando nos vamos acercando a las Navidades. Y una de las cosas que me dicen algunos pacientes es: ‘Me encantaría dormirme en estas semanas, en estos días, y que me despertaran el día 7 de enero.’ Ya con todo habiendo pasado. 

Jota: Fíjate. 

Paula: Las razones, pues muchas. Desde el estrés que supone para aquellas personas que se encargan de los preparativos, de la organización, de la fiesta, el consumismo, que hay muchas personas que lo rechazan. El tema de las relaciones familiares, que muchas veces vienen totalmente unidas a conflictos. Las faltas, los vacíos, la tristeza que genera el pasar estas fechas sin aquellos a quienes queremos. Muchas razones en general. Si quieres, vamos hablando de cada una de ellas. 

Jota: Incluso la soledad, también puede… 

Paula: La propia soledad, evidentemente, claro. Son fechas donde, bueno, pues si tomamos como referente cómo están los demás, y además parece que es obligado el estar contentos, el estar en modo alegre, esa presión también puede ser simplemente una razón por la que no gustarnos estas fechas. 

¿Cómo influyen las expectativas sociales en nuestra experiencia navideña?

Jota: Sí, precisamente te quería preguntar por algo relacionado, que es cómo influyen las expectativas sociales ante la experiencia de la Navidad. 

Paula: Claro, son las fiestas populares que se basan en la alegría y en la fiesta, en la celebración. Y sin embargo, bueno pues hay muchas personas que no están en ese modo y, por tanto, no son capaces de disfrutarlas. 

Jota: Claro. ¿Cómo influye? Porque no lo hemos nombrado, pero esto puede… Bueno, por otros capítulos que hemos hablado y muchas veces tenemos que pensar en qué ocurre en la infancia para saber lo que ocurre. ¿Puede influir cómo se han vivido las Navidades cuando eres niño para que ahora te gusten más o menos las Navidades? 

Paula: Pues sí, para bien y para mal influyen. Tanto si hemos vivido Navidades muy bonitas, Navidades muy mágicas cuando éramos niños. Al fin y al cabo, fíjate, el efecto de las Navidades es como nuestra primera o una de nuestras primeras decepciones, una de nuestras primeras… ¿Cómo lo llamaría? De nuestros primeros desengaños, incluso. Cuando nos vamos haciendo mayores y vamos descubriendo que mucha de esa magia no es real. El haberlas vivido de una forma tan mágica, tan maravillosa, puede afectar. Y al revés, el hecho de que no hayamos tenido en nuestra infancia unas Navidades como el resto de los niños, etcétera, también afectará, por ejemplo, en el hecho de que no nos gusten estas fiestas, ya son un gran empuje en nuestra vida para recibirlas con una gran negatividad, por un aprendizaje asociado. Creo que esta segunda opción es más probable. 

Estrategias para sobrellevar la Navidad: gestión del estrés y asertividad

Jota: Todas estas cosas que estábamos comentando sobre cómo se ha vivido en la infancia, temas de consumismo, demás, todo esto que puede afectar. Al final, lo que comentabas, incluso, de que hay muchos pacientes que recurren a terapia en estas fechas porque se sienten así, que quieren como desconectar y que empiecen. ¿Cómo podemos a toda esta gente, luego entramos en los detalles específicos, a lo mejor de cada uno, pero cómo pueden cambiar el chip y sobrellevar o llevar lo mejor posible estas fechas, y aunque no sean felices y alegres o estén en ese mood navideño que todo el mundo tiene, puedan pasar lo mejor posible? 

Paula: Hay diversos modos de abordarlo. En primer lugar, por el estrés que generan estas fiestas, que suele ser a lo mejor uno de los principales motivos de consulta, no tanto porque no nos gusten las Navidades, sino porque siento ansiedad, me siento estresada, quizás ante las fechas que se avecinan, bueno, pues sería recomendable trabajar la relajación, ejercicios de control de estrés, la meditación, quizás, donde poder hacer un ejercicio de aceptación sobre las fechas que se nos vienen o a lo mejor ejercicios de cambio de foco que permitan aún a pesar de las emociones que me generan estas fechas, que son totalmente válidas, poder encontrar alguna emoción positiva al respecto. 

Jota: Sí, la respuesta perfecta para un problema de salud mental, pero estaba pensando en otras opciones, que es si tengo estrés por la organización de la propia fiesta, ¿puedo delegarlo o puede que lo pueda organizar otra persona? Si a mí me está ocasionando este problema o… 

Paula: Trabajar técnicas de asertividad son muy útiles también para estas fechas. Incluso, fíjate qué barbaridad voy a decir, hasta para el hecho de no ir a lo mejor, a una de las cenas, a una de las comidas. Es algo lícito, es algo que nos podemos permitir, pero que como no se hace con mucha frecuencia, y son unas fechas que se caracterizan por una gran presión social, hay un gran convencionalismo que exige y que parece que obliga a comprometernos con la reunión familiar de turno, con la fiesta, con lo que sea. El saber decir no también puede ser un ejercicio interesante y que también hemos trabajado en terapia para podernos enfrentar. 

Cómo afrontar el consumismo navideño sin comprometer tus valores

Jota: Luego otra parte que hemos nombrado un par de veces ya, que es el consumismo. Nos vemos prácticamente obligados a hacer regalos unos a otros. Hay mucha gente, como comentabas, que está en contra de tanto consumismo. ¿Qué podemos hacer ahí? 

Paula: Bueno, pues no entrar en el juego, no entrar en la dinámica si no estamos conformes con lo que está pasando. No por mucho que a mí me regalen o por mucho que se espere un regalo de mí o un regalo material, quizás también podamos un poco desarrollar nuestra creatividad y encontrar alternativas de regalos que no sean tan materiales, que no tengan que depender tanto del consumismo para poderlos hacer. No es obligatorio hacer un regalo y también aquí es bueno ser asertivos y poder dejar firme o patente esa opinión que tenemos sobre lo que es el hecho de regalar por obligación en estas fechas. Pero si queremos entrar, por ejemplo, en la dinámica de los regalos porque nos parece algo bonito, porque nos puede parecer algo divertido, pues a lo mejor también podemos un poco apelar a nuestra creatividad y hacer regalos que sean un poco menos materiales y que también puedan ser un gran aporte. Al fin y al cabo, un regalo, eso es. No hay nada que exija como debe de ser. 

Jota: Ya, pero muchas veces te sientes obligado por lo mismo que tú decías, la gente te va a regalar. Igual hay una celebración en la que todo el mundo se da regalos y si tú eres el único que no lo haces, pues casi es el estrés más de cómo no voy a hacerlo, de probablemente que pueda pasar esa circunstancia también. 

Paula: Bueno, sí. Ahí es bueno reafirmar un poco nuestra autoestima, nuestros criterios, nuestro concepto de estos aspectos en concreto, por ejemplo. Y poder ir y podernos presentar con esa firmeza y con esa presentación real de nosotros mismos. Al final estamos siendo honestos con nosotros mismos y con los demás. 

Jota: Muy bien. Pues bueno, hay que ser muy valiente, hay que tener lo que dices tú, la autoestima alta. 

Paula: A ver, entiende que hay grados a la hora de entrar en el juego, ¿no? 

Jota: Sí, y sobre todo, que aquí es quizá más duro si hay niños, ¿no? Cómo presentarse, aunque lo que comentabas también es tener en consideración y no tener por qué llevar un regalo material. Y si quizá hacer un regalo de una experiencia con los niños y no que todo sea llenarlo de juguetes. 

Paula: Sí, desde regalos como experiencias, regalos más abstractos, los llamaría yo, un poco alejándonos de los regalos materiales, pero también regalos materiales que sin embargo, no hayan supuesto mucho coste económico. Precisamente, creo que los niños están más capacitados para entender y aceptar esto que no tanto los adultos. Los adultos somos los que ya hemos centrado un poco más en la dinámica del materialismo, de la economía, de lo que cuestan las cosas, y parece que es en lo primero en lo que vamos a poner el foco a la hora de valorar un regalo. Y sin embargo, qué bonito es el mantener esa parte niña que nos permita valorar también las cosas, no tanto por lo que cuestan, económicamente hablando. 

Jota: Luego, otro gran conflicto que puede suceder en estas fiestas es tener que encontrarte y reunirte con gente que no te apetezca. Esa reunión de trabajo con un jefe que no te hace gracia, esa reunión familiar con el cuñado que no es de tu agrado y esos conflictos que además, muchas veces después de una copita, las conversaciones no se tienen tan calmadas como se tienen cuando no está el alcohol por medio. ¿Qué se puede recomendar en estas fiestas que pueden pasar este tipo de cosas que no te apetecen y que muchas veces es casi imposible evitar? 

Paula: Bueno, imposible no es. Partamos de esa base. Como imposible no es, desde el momento en el que nos lo planteamos así, el afrontamiento se hace mejor, se hace más fácil. Insisto, hay grados. Desde el no, no me voy a reunir porque no quiero. Ya está. Que puede ser quizás la opción más valiente, hasta el hecho de ir haciéndonos un poco un ejercicio de tolerancia, un ejercicio de flexibilidad, un ejercicio de autocontrol, un ejercicio de contención de nosotros mismos a la hora de responder o reaccionar ante las cosas o incluso imaginar situaciones que se puedan dar en ese tipo de reuniones para las cuales elaborar, a lo mejor, una respuesta asertiva. Eso también es todo un reto. Por ejemplo, nos lo podíamos plantear así como el reto de canalizar, de controlar mis reacciones. Y oye, si el alcohol nos afecta, pues quizás haya que controlar un poquito su ingesta. Eso también es importante tenerlo en cuenta. Claro, al fin y al cabo es un desinhibidor. Si vemos que puede ser algo que interrumpa nuestros objetivos de afrontar una situación de ese tipo, quizás más vale que lo moderemos. 

Cómo manejar la tristeza por la ausencia de seres queridos en Navidad

Jota: Otro tema que puede suceder en estas fiestas que nos reunimos todos, que estamos con toda la familia y además de tener esa persona que a lo mejor no te hace gracia, te das cuenta de que efectivamente falta esa persona que sí que te gustaría que estuviese y que echas de menos. Quizás se hace más patente en esta situación que en el día a día. ¿Cómo puedes sobreponerte a esa nostalgia, esa tristeza? ¿Cómo lo trabajas esto? 

Paula: Bueno, toda emoción es válida. Es necesario, por tanto, entenderla y permitírnosla. Si nos viene el sentimiento de tristeza, si nos viene la emoción de tristeza ante una de estas reuniones porque falta alguien, la dichosa ‘silla vacía’, bueno, pues permitámonosla, aceptémosla. Yo, de hecho, incluso animo a quienes lo sienten que también se permitan expresarlo y compartirlo con los demás, porque igual que le está pasando a él o a ella, le estará pasando al resto de los miembros de su familia que también puedan estar echando de menos, por ejemplo, a ese familiar. No pasa nada por llorar en estas fechas, no pasa nada por compartir, quizás también esa parte que es bonita. Forma parte del duelo, de nuestro proceso de duelo, de nuestro proceso de adaptación a la pérdida, el enfrentarnos con esas situaciones de vacío. Las Navidades son unas fechas muy proclives a que esto suceda, a que nos encontremos con esos vacíos, con que nos encontremos con esos huecos que han quedado en nuestras vidas. No pasa nada por enfrentarnos a ellos, por sentirlos, por expresarlos, por aceptar esa emoción que estas situaciones producen. 

Técnicas de afrontamiento para la ansiedad en Navidad

Jota: Pues es muy buen consejo. Y además, todo esto que estamos tratando aquí, que es toda la parte negativa, también, como comentabas, hay grados y hay gente que puede no hacerle gracia, puede no estar de acuerdo, pero lo puede llevar más o menos. Pero cuando la situación no es no me agrada, pero puedo hacerlo, sino que nos provoca un estrés, una ansiedad, una situación en la que realmente nos sentimos muy mal y que no queremos pasar por ello, ¿cómo lo podemos trabajar si la situación es más severa de una simple: No me apetece vivir las Navidades? 

Paula: Bueno, lo primero que podemos hacer es lo que hacen tantas personas cuando vienen a consulta por estas fechas, acudir a terapia. En ella podemos trabajar, por ejemplo, técnicas de control de estrés. Podemos trabajar nuestra relajación, lo cual es importantísimo, es esencial, porque necesitamos paliar esa ansiedad. Desde esos estados de ansiedad es muy difícil que tomemos decisiones correctas, con lo que, por tanto, si no estamos siendo capaces de controlar nuestra ansiedad ante determinadas situaciones, más vale, quizás, incluso que no nos enfrentemos. No tanto a modo de evitación, porque eso podría incrementar nuestro miedo, sino más bien a modo de no generar quizás peores consecuencias. Por ejemplo, no podemos olvidar que desde un punto de vista objetivo son fiestas, es celebración. Es una situación en la cual, bueno, la alegría, el bienestar, ha de estar presente, con lo que, por tanto, si vamos a ir en ese estado de ansiedad o en estado de estrés, lo único que podemos conseguir, quizás, a pesar de nuestro esfuerzo, es amargar a otros, con lo que, por tanto, incluso puede ser un acto de generosidad que no acudamos a este tipo de situaciones. Si nuestros niveles de ansiedad y estrés son muy elevados, si conseguimos rebajarlos, si conseguimos relajarlos, quizás sí que podamos hacer mejor nuestros ejercicios de cambios de foco, de trabajar, de ejercitar el afrontamiento. Esos ejercicios que te decía que nos podemos plantear como un reto, ejercicios de tolerancia, ejercicios de flexibilidad, de contención para el autocontrol, por ejemplo. 

Estrategias para informar que no celebrarás la Navidad con la familia

Jota: Todo esto está muy bien y si conseguimos mejorar la situación, a lo mejor podemos vivir las Navidades. Si vemos que nos va a ser imposible, que no queremos acudir a esas reuniones, ¿cómo lo debemos afrontar? ¿Simplemente no apareciendo, avisamos de que no vamos a ir, explicamos por qué no queremos ir? 

Paula: Yo creo que la comunicación es esencial. Los nuestros se merecen, nos esperan y se merecen. No son nuestros castigadores, no son nuestros carceleros que nos están obligando y exigiendo ir a una fiesta. Nos proponen ir a una fiesta, planteemoslo así. Entonces, yo creo que se merecen una respuesta, ¿no? Se merecen, a lo mejor no tanto una explicación, no hace falta demasiado entrar en detalles. Sí, hablar mucho desde el yo, desde lo que yo siento, cómo me siento. Y desde ahí dejar patente cuál va a ser mi actuación al respecto, por cómo me estoy sintiendo. No hace falta dar demasiadas explicaciones, si a lo mejor esas explicaciones nos pueden hacer entrar en peores sentimientos. A veces, el ahondar, el hurgar, el vernos en la obligación de tener que compartir quizás determinados aprendizajes o experiencias con gente que no son de nuestra total confianza como para ello, puede ser más perjudicial. Simplemente, quizás, es dejar la comunicación hecha, la información hecha, de que no voy a acudir a la fiesta, pero sin demasiados rodeos. 

Redescubrir la Navidad desde una perspectiva personal y auténtica

Jota: Bueno, hemos visto muchos ejemplos. Seguro que hay más que no hemos contemplado aquí de situaciones en las que no nos gustan las Navidades y están ahí, pero creo que hemos repasado las más frecuentes, quizá. ¿Qué última recomendación podemos dar, si es que hay algo que se nos haya podido escapar, para que la gente pueda disfrutar de estos días lo máximo que pueda y que a pesar de que no nos gusten, pues bueno, son unos días distintos, especiales y poder sacar un poquito de la magia que está en el ambiente, aunque no sea la que más nos apetezca. 

Paula: Una última recomendación que yo haría sería la de conectar con nuestra parte niña, conectar con nuestra parte infantil, con esa parte de ilusión, con esa parte mágica que todos tenemos y que conservamos por lo menos un trocito, aunque sea mínimo, en nuestra mente. Poder conectar con ella para, quizás, conseguir un mayor disfrute ante estas fechas. Que pasar, vamos a pasar por ellas. Nosotros elegimos cómo: querer que pasen días rápido y corriendo es algo muy triste. Tenemos que tener en cuenta que nuestra vida es limitada. No queramos que el tiempo pase rápido y corriendo, que pase porque sí Que pase cuanto antes. No, hagámonos el propósito de disfrutarlo, aunque no sean las fechas que más nos gusten. Y lo que hemos dicho, en realidad, un poco el trabajarselo un poco a modo de reto, el proponerse, pues quizás hacer ese cambio de foco. Yo creo que partiendo también de la aceptación o entendimiento de que esto no es ninguna obligación, que no es ningún compromiso. Y que si quiero, a mal a mal, puedo decir que no. Pues a partir de ahí voy a ver cómo digo que sí, para qué digo que sí. Pero conectar con un sí que a mí me toque, que venga desde un punto de vista interior de mí misma o de mi mismo, para que no lo sintamos tan impuesto. 

Jota: Me parece genial lo que nos propones. Esperamos, de todas formas, que estéis disfrutando muchísimo de las fiestas que vienen ahora y que lo paséis genial, que acabe muy bien el año, que empecéis mejor todavía y que seáis súper felices. Yo te lo deseo a ti también y que nos veamos el año que viene en muchos más capítulos y que nos vaya a todos muy bien. Y si no estáis disfrutando estos días, seguro que pasa muy rápido y enseguida estamos en el 7 de enero y seguir todos los consejos que nos ha dado hoy Paula. 

Paula: Si no se está disfrutando de estas fiestas, no pasa nada. También es normal. Sobre todo es eso, tenerlo presente. Yo también te deseo unas felices fiestas, Jota, que tengas un feliz año. Y sí, por supuesto que si tú quieres, estaré aquí contigo. 

Jota: Muchísimas gracias a todos y nos vemos en un próximo episodio. 

Paula: Adiós. 

Jota: Chao, chao.

Paula Massa Terapia Online

Autor: Paula Massa

Psicóloga experta en terapia online con 20 años de experiencia haciendo terapia.
7 años haciendo terapia online.
Supervisora de casos y apoyo del equipo de POA.