Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental. Y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Ana Ballesteros, que como todos sabéis, es psicóloga sanitaria que trabaja con población adulta y adolescente, aplica el enfoque cognitivo conductual y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Ana, ¿cómo estás?
Ana: Buenos días, estoy genial, encantada de estar aquí otra vez hablando de temas de salud mental tan importantes. Y bueno, a ver si, como siempre, intentamos ayudar un poquito a quien nos esté escuchando.
Jota: Un poquito. Espero que tengas ganas de hacer algo, que como vamos a hablar hoy de ganas de no tener que hacer nada, pues vamos a hablar de nosotros, que sí que tenemos ganas de hacer este podcast.
Ana: Tenemos ganas, sí.
Apatía Temporal o Señal de Algo Más: Cómo Detectar y Afrontar la Desmotivación
Jota: Entonces, si quieres, para empezar con el tema directamente, cuéntanos un poco qué razones hay para que haya alguien que no le apetezca hacer nada. Y si es realmente nada, nada, ¿cómo es esto? Cuéntanos.
Ana: Pues sí, la idea de abordar este tema es precisamente porque me lo encuentro mucho en sesión, de: ‘mira Ana es que no tengo ganas, no me apetece salir, estoy super-apático, desmotivación.’ Y evidentemente las raíces pueden ser distintas y diversas. Un momento de estrés en mi vida, un problemón que estoy teniendo. Y bueno pues mi estrategia de afrontamiento es la inactivación, porque no sé muy bien cómo solucionarlo, no tener objetivos y metas en la vida o actividades agradables y que me motive. Así que nada, vamos a ver si esta conversación ayuda a alguien que de verdad se esté sintiendo incapacitado, que de verdad no tenga ganas de hacer nada.
Jota: Bueno, ya has dado aquí en un segundo que llevamos un montón de cositas, de posibles causas. Si quieres vamos a hablar un poquito más de esto, exactamente. ¿Qué ocurre? Por lo que has dicho, motivos muy diferentes. Has hablado de estrés, de tener problemas o de no tener motivaciones por hacer nada. Cuéntanos un poco, explícanos cómo se puede llegar a ese estado en ambas situaciones o incluso si hay más.
Ana: Pues puede ser una respuesta de estrés, puede ser un momento en mi vida en el que bueno… el estrés al final es que mis recursos personales ahora mismo son menores a todo lo que tengo encima, es decir, a todo el número de responsabilidades a las que tengo que hacer frente. Y entonces una de las respuestas puede ser perfectamente esta, el agotamiento, no tener ganas de hacer nada, estar apático, procrastinar. Luego también puedo estar teniendo un problema en mi vida que me esté costando muchísimo solucionar. Entonces, hay un problema emocional, estoy pasando por un duelo, estoy pasando por una ruptura, por un cambio de trabajo. Y entonces, todo eso me puede agotar emocionalmente y puedo en un momento de apatía. La apatía al final es una emoción de inactivación, es de no hacer, de no iniciar, de no tener la voluntad. Y hay veces que es necesario atravesar por ciertas emociones, por esos duelos o por esos momentos complicados para poder después resurgir. Y la apatía tiene esta función, lo que pasa es que es una emoción muy desagradable que no nos gusta y que nos inactiva completamente. Y luego también, a veces en nuestra vida estamos en un momento en el que no me apetece lo que estoy viviendo, quizá no hay algo que me motive y no tenemos unas metas o objetivos muy establecidos, entonces hay que ir por ahí. Bueno, de aquí a un año, ¿quién te gustaría ser? ¿Qué objetivos estamos marcando a nivel laboral? ¿Cómo estamos? ¿Cómo estamos a nivel relacional? A lo mejor hay que hacer un chequeo así en general de cómo está nuestra vida y por qué hemos llegado a un punto en el que no nos apetece hacer las cosas. Por supuesto, decir, si esto se alarga muchísimo en el tiempo, por supuesto, consultar con alguien y revisar si pudiese ser algo más en un inicio, no necesariamente es una depresión que nos pase esto, pero evidentemente si se alarga mucho, sí que podríamos ir detectando si hubiese un diagnóstico detrás.
Apatía y Depresión: Similitudes, Diferencias y Factores Desencadenantes
Jota: Acabas de decir algo que justamente quería hablar porque has nombrado la palabra depresión y querría aquí que diferenciásemos, si es diferente, ¿qué diferencias hay entre ‘no me apetece de hacer nada, estoy apático’ y ‘tengo una depresión’.
Ana: Pues este síntoma de apatía es uno de tantos síntomas que tiene la depresión. Por lo tanto, si lo único que me está ocurriendo es la apatía, no necesariamente hay una depresión detrás. O decir, la depresión es un problema, es un mental, es un trastorno psicológico que necesita de un tiempo para poder diagnosticarlo. Aparte de eso, hay muchísimos más problemas. Hay muchísima tristeza, hay problemas también a nivel fisiológico. Pues pérdida de apetito, insomnio o hipersomnia. Es un problema muchísimo mayor y que abarca muchísimas más áreas y que es incapacitante para la persona. Por eso hay bajas por depresión o de repente me aíslo y me quedo en casa. Entonces, estar pasando por un momento de desgana, no necesariamente es esta depresión. Pero sí, sí que es muy exacerbado y llevamos mucho tiempo así, quizás sí que deberíamos revisar si pudiese serlo. Pero ya te digo, esto que estamos hablando es un síntoma que puede ser depresivo, pero que no necesariamente conlleva tener una depresión.
Jota: ¿Podría ser que si se larga en el tiempo y no ponemos remedio, acabara siendo una depresión?
Ana: Bueno, las depresiones son multifactoriales, no siempre tienen una raíz única y es un tiempo en el que bueno podría ser. Yo, si estoy mucho tiempo de esta manera apático y demás y no pongo soluciones, podría ser, pero no necesariamente, porque la depresión es algo mucho más inherente y que muchas veces es independiente del contexto. Es decir, yo puedo estar intentando soluciones, yo puedo tener una vida que es maravillosa y no estar disfrutandola porque tengo un trastorno psicológico. Es algo mucho más profundo y que no siempre tiene que ver con el contexto que estoy viviendo. El contexto lo alimenta, el contexto puede ser desfavorable y puede hacer que se propicie una depresión, pero no es necesario. De hecho, también hay una base que es genética, por eso también revisamos el árbol genealógico de la persona que viene y que parece que tiene un diagnóstico de depresión.
Jota: Entiendo que, de todas formas, en nuestro día a día, como usamos el lenguaje, cuando estás en esta situación, sí que igual la gente te dice: ‘Es que estás deprimido’, o tú mismo te dices: ‘No, es que sí que estoy deprimido.’ O sea, que sí que podremos utilizar esta palabra cuando nos pasa esto, aunque realmente no estemos sufriendo una depresión realmente.
Ana: Claro, el decir estoy deprimido es correcto, es un estado: ‘Yo me siento deprimido hoy’, no? Es una emoción estar deprimido, vale? Pero una cosa es tener depresión, que es muy distinto. Y en el idioma coloquial lo decimos todos y no tenemos por qué intentar corregirlo. Hoy me siento deprimida. Puede ser que hoy tenga este ánimo depresivo, pero no necesariamente tengo este diagnóstico. Entonces, quizá lo podemos confundir, pero claro, si este ‘estoy deprimido’ dura mucho, pues ahí hay que revisar qué puede estar pasando.
Jota: Me estoy acordando ahora de un ‘Desayuno con Diamantes’ cuando los días grises le apetecía ir a Tiffany a ver Diamantes. No sé por qué. Vamos a seguir con el tema.
Ana: Bueno, cada uno tiene sus recursos para intentar que el día sea un poquito más agradable.
Éxito y Apatía: Cuando Tenerlo Todo No Es Suficiente
Jota: Sí. ¿Qué ocurre cuando estás en esta situación? Ya sabemos que no es una depresión. Nos has dicho muchas cosas, entre ellas la falta de objetivos, y aquí me viene recurrentemente un perfil que es la persona que lo tiene todo, que tiene dinero, que tiene toda su vida resuelta. Estoy pensando ahora mismo, por ejemplo, en un jugador de fútbol, en Cristiano Ronaldo con su familia. ¿Podría pasar que esté pasando por una situación así en algún momento? He dicho Cristiano Ronaldo, pero cualquier otra persona, porque Cristiano Ronaldo igual tiene la vida feliz que desea. Pero, ¿un perfil de ese estilo podría pasar por una situación como esta.
Ana: Por supuesto. Es decir, es que nadie está exento de tener un problema en salud mental, sea de la índole que sea. O sea, muchísimas personas, de hecho, famosas, reconocen que van a terapia y que les va superbien. De hecho, tener una vida tan expuesta y tan exigente como la tiene Cristiano Ronaldo, le puede ocurrir que un día, por esos niveles de estrés tan altos, por ejemplo, que le puede suponer su día a día, le venga este bajón, por así decirlo, porque es como que tu cuerpo te está diciendo que tienes que parar, que tienes que parar, que tienes que revisar lo que pasa, que tienes que detectar y tiene una función. Es decir, aunque sea desagradable, todas las emociones que sentimos tienen una función. Si estoy apático, es por algo. Vamos a detectar qué está pasando, por qué estoy así, qué está ocurriendo en mi vida, por qué no me apetece hacer nada. A lo mejor tengo que revisar, por ejemplo, si no me apetece salir, no tengo que revisar, a lo mejor mi entorno social, a lo mejor tiene que ver con esto. Tengo que revisar esos niveles de estrés, ansiedad, a lo mejor me estoy desbordando, tengo una carga de trabajo demasiado grande, voy a gestionar. Entonces, si nos está pasando algo emocional o estamos tristes o tenemos mucha rabia contenida, tenemos que parar y ver, porque esas emociones nos están queriendo decir algo, nos dan una información sobre nuestra vida y sobre nuestras necesidades.
Del Estancamiento a la Acción: Claves para Vencer la Apatía
Jota: Claro, es verdad que desde fuera es muy fácil, sin estar dentro de la persona, ver alguien que tiene fama, éxito, dinero, que decir: ¿Cómo va a estar apático si puede permitirse hacer lo que quiera? Tiene el dinero, el tiempo y la posibilidad de ir a cualquier sitio, irse de viaje, estar en los mejores sitios. Y llama la atención que una persona con esas posibilidades pueda sufrir este tipo de problemas.
Ana: Sí, pero ocurre, porque somos personas, todos sentimos, y lo que te digo, incluso tener una vida así de exigente, de demandante, o de estar siempre en el foco de que el mundo quiera saber de ti, también puede ser perjudicial para la salud, incluso.
Jota: Claro. Cuando estás en esta situación, seas quien seas, estás en esta situación de apatía, ¿qué cosas podemos hacer para salir de ahí? Ya sea por las situaciones que comentas de estrés o falta de motivación. O sea, ¿qué pasos tenemos que ir dando para conseguir salir de ahí y ver la vida de otra forma y disfrutarla?
Ana: Pues lo primero, es precisamente detectar la emoción, como me estoy sintiendo, tengo mucha tristeza o estoy apático o qué me está pasando. De esa emoción, trato de detectar la raíz: de qué me viene esto, qué hay en mi vida. Y trato de ver en las áreas de mi vida qué puede estar fallando, qué me puede estar causando esta infelicidad o este estado de ánimo depresivo o esta tristeza. Y ahí intento solucionar, dependiendo de lo que yo haya detectado que es esa raíz. Siempre ayuda muchísimo hacer actividades que me generen cierta motivación, que sean agradables para mí y empezar a generar metas cortas en mi vida. Cuando estoy en este estado, probablemente esté lleno de desmotivación, precisamente, revisar cosas que nos hagan sentir bien y empezar a establecer un futuro próximo que nos apetezca más que lo que estamos viviendo ahora mismo. Buscar apoyo social, por supuesto. Es super importante sentirnos arropados en el momento en el que hay muchísimas personas que les cuesta pedir ayuda y en estos momentos sentir que hay alguien ahí que me están escuchando y que también creo que a esto nos ha pasado a todos en algún momento. Normalizar un poco que pueda ocurrir y que al final siempre que sentimos algo, aunque sea desagradable, tiene un sentido en nuestra vida. Vamos a agradecer que nos sentimos así para poder solucionar cosas. Y el autocuidado es superimportante. ¿Te mueves, comes bien, estás durmiendo? Es decir, si estoy todo el día cansado y desmotivado, pero duermo cuatro horas, a lo mejor hay una raíz más bien fisiológica y no tanto emocional. Entonces, hay que revisar todo el día de la persona, el contexto y detectar esos puntos que están haciendo que esté en este momento de desmotivación total.
Cómo Salir del Círculo Vicioso de la Desmotivación
Jota: Claro. Has hablado de muchas cositas aquí que podemos hacer, pequeños pasos y tal. Está bien, incluso puede que todos lo sepamos, pero por ejemplo, si estamos en esa situación de gran estrés y tal, que nos tiene desbordados, ¿cómo podemos ir quitando esas capas para poder disfrutar mejor? Si Claro, si tengo más obligaciones de las que puedo, en ese sentido, ¿cómo podríamos.? Lo veo complicado, así a priori.
Ana: Claro, es que depende de la raíz, porque el estrés puede ser una de tantas. Entonces, habría que revisar qué me está generando ese estrés y si puedo solucionar ahora mismo ese estrés. Si ese estrés tiene solución, es decir, yo puedo liberarme de cargas, tengo que solucionar, y si no tiene solución, tenemos que trabajar la aceptación y cómo gestionar el momento que estoy viviendo. Muy importante, y que se me olvidó decir, que creo que es la clave de todo, cuando precisamente estoy apático con desgana, lo que hacemos es: no hacer nada. Como no me apetece salir, no salgo. Como no me apetece llamar a no sé quién, no lo hago. No me apetece hacer estas actividades, se me van acumulando. Y es muy importante romper el círculo vicioso. Si no rompemos ese círculo vicioso, ahí empezamos a entrar en una espiral de apatía que cada vez es mucho más difícil deshacer. Entonces, precisamente por eso es muy importante el autocuidado, actividades agradables, cosas, o sea, metas que sean cortitas pero que pueda ir realizando. Pero si ya he estado unos días de estar sin hacer nada y con esta desgana, luego hay que intentar activarse, Porque si no este círculo se hace más y más y más. Entonces, vamos a intentar romperlo poco a poco y generar esa motivación diaria.
Jota: Claro. Y cuando el problema es al revés, es la falta de motivación y no encuentras nada que te motive, es complicado encontrar una motivación que si no la tienes. Tienes que salir ahí a probar cosas, probar, no sé, pues voy a hacer algo de deporte nuevo, a ver qué hay o hacer una escapada, un viaje. ¿Qué tendríamos que hacer cuando no hay nada y no me apetece? O sea, es que además no me apetece, o sea, es que es una situación difícil para…
Ana: Sí, por eso es un círculo vicioso, porque todo te está diciendo que no hagas nada, que te quedes en el sofá, que vas a estar mejor, pero es totalmente incorrecto. Donde no te va a ocurrir nada que te genere motivación, es estando quieto. Ahí seguro, que no generas ninguna emoción positiva. Ahora bien, si sales e intentas algo, hay muchas más probabilidades de generar emociones distintas. A lo mejor no te sienta super bien, pero estoy segura que un poquito mejor sí. Y de ahí, poco a poco. Todos tenemos intereses, todos. Lo que pasa es que a veces no indagamos. ‘No, no me gusta nada y demás.’ Vale, y qué te gustaba cuando eras adolescente, por ejemplo, los adolescentes son muy guays porque lo viven todo de manera super intensa. Y me compro 100.000 discos de este grupo que me gusta un montón y voy a estos conciertos y me veo todas las películas de Marvel. Es como que lo llevan todo el extremo y esa emoción a veces en los adultos como que se nos va perdiendo. Y a veces hay que rescatar a ese niño y decir: Vale, ¿qué te ha apasionado a ti en la vida? ¿Qué te ha gustado? ¿Qué te ha hecho que tú estés trabajando aquí? Por ejemplo, porque siempre me ha gustado la informática y no sé qué. Y siempre, siempre, siempre vas tirando, y tirando del hilo y buscas intereses en la persona y son super necesarios.
El Poder de la Conexión: Apoyando a Quienes se Sienten Apáticos
Jota: Claro. Cuando una persona está así, que estamos hablando de la persona, pero esta persona suele tener gente a su alrededor y pueden verle apático y pueden intentar animarle, no? ‘Venga, vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro.’ ¿Es bueno que las personas de alrededor insistan, estén ahí metiendo el dedo: ‘Venga, vamos, qué tal’? ¿O es mejor darle un poquito de espacio, entenderle, respetarle? ¿Qué deberíamos hacer ahí?
Ana: Bueno, pues es difícil apoyar a alguien que se siente mal y desde fuera hacemos lo que podemos. Yo creo que siempre es mejor mostrar apoyo y mostrar interés que no mostrarlo. Si una persona está así, es porque se siente mal y a lo mejor no quiere salir a tomarse algo contigo, pero a lo mejor puedes subir a su casa y hacerle compañía a media hora. Es decir, sí que es verdad que tienes que aceptar un ‘no’ por respuesta si en algún momento no le apetece, pero sí preguntar. Es decir, yo creo que tener un punto medio entre estar agobiandolo ‘sal, sal, sal’, porque a lo mejor realmente no le apetece, o a lo mejor hacer un plan que sepas qué le gusta y tal, y no sé, y generarle esa motivación. Pero creo que sí que es importante hacerle ver a esa persona que estás ahí, porque si está apático y no le apetece hacer nada, es porque no está bien, probablemente.
Cuando la Emoción Supera a la Razón: El Momento de Consultar a un Psicólogo
Jota: Claro, totalmente. ¿Cuándo debemos tomar la decisión de decir: ‘Estoy mal, no soy capaz de encontrar la motivación que necesito para salir de aquí, necesito ayuda’? ¿Cuándo deberíamos ver ese punto de: ‘Los psicólogos están ahí para algo y ahora lo necesito y hay que ir’?
Ana: Pues cuando ves que la emoción está pudiendo contigo. Cuando tú intentas y te pones objetivos, te pones metas, intentas salir de ahí y no puedes, y fallas y te caes. Y bueno, mañana salgo a dar una vuelta y no lo haces. Y todas esas pequeñas metas o propósitos que te vas poniendo para intentar salir de ese círculo están siendo fallidos completamente y te sientes completamente abrumado por las emociones, por el estrés, por lo que sea que te esté pasando, por ese momento de dolor, por esa ruptura. Entonces, cuando todo lo que estoy haciendo está dirigido por emociones, ahí es cuando hay que decir: ‘Ostras, tengo que…’ Tenemos que juntar emoción y razón. Es superimportante que todas las decisiones que tomemos tengan estas dos partes que son tan importantes. Vamos a atender a las emociones, pero también vamos a pensar de manera lógica qué es bueno para mí, qué necesito realmente. Entonces, si me veo muy abrumado y todos los intentos que estoy haciendo por salir de ese círculo vicioso de apatía y de desgana, no lo estoy pudiendo hacer por mí mismo, ahí sería un buen punto. Y no alargarlo hasta el fin, como hacemos. ‘Es que llevo un año que no me apetece salir de casa’. No podemos. No podemos llegar hasta ese punto, vamos, por nosotros mismos.
Jota: Totalmente. Hay una persona que ha estado un año en esa situación. Qué pena de año, no haber puesto remedio y haber disfrutado de otra forma y haberse quitado ese peso, que es esa carga que está teniendo. Ana, me ha encantado descubrir todos estos detalles. Espero que hoy os animéis todos a hacer algo, no os quedéis ahí sin hacer nada y darte las gracias muchísimas por haber venido aquí a hablar de salud mental otro día y espero verte muy pronto en otro capítulo.
Ana: Muchas gracias a ti por invitarme una vez más. Espero, bueno, que esos consejos los podáis seguir, que hoy salgáis un poquito, que os mováis que contactéis con aquella persona que os siente siempre bien hablar y que siempre, siempre, siempre hay algo que nos interesa y que nos motiva. Solamente hay que buscarlo, a veces, de manera persistente. Así que nada, que paséis un buen día.
Jota: Tú también. Un saludo. Nos vemos pronto.
Ana: Chao.
Jota: Chao, chao.