Jota: Muy buenos días a todos. ¿Qué tal? Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Ana Ballesteros, que como todos sabéis, es psicóloga sanitaria que trabaja con población adulta y adolescentes, aplica el enfoque cognitivo conductual y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Ana, ¿cómo estás?
Ana: Buenos días, fenomenal. Un día más aquí en este podcast, me apetecía volver y tratar este tema que es crucial para el trabajo de los psicólogos.
Prepararse para la Primera Sesión de Terapia: Lo que Debes Saber
Jota: Claro, sí, porque bueno, si han visto el título ya sabrán de lo que vamos a hablar. Pero hay muchas dudas que se tienen para ir a la primera sesión a terapia y hay gente que a veces puede llegar a no ir porque le cause incluso estrés, ansiedad o se ponga nervioso, o que tengan alguna especie de miedo, vamos a quitarlos, que esto no pasa nada. Aquí estamos todos en familia y lo que queremos es al revés, estar mejor. Así que a ver si nos desvelas un poquito todos esos misterios que puede tener alguien que no ha ido nunca, porque a todos nos pasa. Cuando no hemos hecho algo una vez, puedes tener la incertidumbre qué va a pasar. La primera sesión voy a salir ya curado y voy a salir sin problemas y feliz, o esto es un proceso. Bueno, vamos a descubrir todo este tipo de cosas y qué ocurre en esa primera sesión habitualmente, poco a poco. Y si quieres, te voy a empezar a preguntar por qué debe hacer un paciente? ¿Se tiene que preparar algo? ¿Tiene que ir con apuntes? ¿Qué tiene que hacer para ir a esa primera sesión?
Ana: Realmente preparar como tal no te tienes que preparar la sesión. Lo importante en esa primera sesión es que expliques lo que te ocurre. Y bueno, poco a poco el terapeuta te irá guiando a través de preguntas para conocer más lo que te pasa, tu problemática y poco a poco, ir haciéndote recomendaciones a lo largo de las sesiones y que empiece lo que se llama el tratamiento. No obstante, si tienes algún tipo de historia clínica o diagnóstico, lo que sea que quieres aportar, estaría bien, pero no es necesario aportar ni apuntar nada, simplemente estar tranquilo y con la seguridad de que estás en buenas manos. Sí que es verdad que si la sesión es online, como sería mediante Psicología Online Avanzada, pues estaría muy bien que te preparases esa conexión, ese lugar tranquilo, esa privacidad, si está teniendo un lugar en tu casa, que sea un sitio en el que te sientas cómodo, que puedes hablar con tranquilidad, en el que a lo mejor no haya nadie más en ese momento en tu casa, en el lugar en el que te encuentras. Pero más allá de ahí, no habría que preparar nada. Al revés, estar tranquilo, que el terapeuta te irá guiando poco a poco a través de esa sesión y te irá preguntando lo que necesite saber de ti.
Cómo Prepararte para una Sesión de Terapia Online: Ambiente Ideal y Recomendaciones
Jota: Claro. Bueno, está muy bien lo que comentas de la parte online, si vamos a estar online, que preparemos, que haya una buena conexión, que el internet funcione, que tengamos una pantalla que nos permita tener la mejor experiencia. A ver, si no tienes otro dispositivo y quieres hacerlo desde el móvil, lo puedes hacer, pero si tienes una mejor pantalla, una tablet, un ordenador, un buen monitor donde puedas ver con más detalle todo, pues será, y bueno me imagino que el audio, como estamos aquí con unos auriculares, que escuches bien, que te aísle un poco del resto del mundo y que te concentres un poco en lo que está ocurriendo. Y me imagino que no recomendarás que alguien tenga su sesión en la calle, paseando o en el coche o en su… no sé.
Ana: Sí, yo lo que siempre he ido transmitiendo a los pacientes, antes de la primera sesión es que sea lo más parecido a lo presencial posible. Es decir, tú en una terapia presencial, estarías sentado, sería algo estático, no te estarías moviendo todo el rato, mirarías a la persona en todo momento, a los ojos, no estarías realizando otro tipo de tareas, no estarías hablando con otra persona a la vez, no estarías fumando. Es decir, todo eso que tú harías en una consulta presencial, lo ideal es que la online sea lo más similar posible, dentro de lo que se nos pueda permitir. Siempre es ideal que en vez de móvil sea ordenador, porque tienes mucho más visión, incluso que puedas tener unos apuntes por si quieres copiar algo que el psicólogo te está diciendo. Y yo siempre digo: Oye, lo más precioso, lo que sería una consulta presencial con cualquier tipo de especialista en el que te sientas, en el que estás tranquilo y en el que no hay interrupciones. Evidentemente, intentamos adaptarnos a los pacientes: No tengo portátil, o se me ha roto. Ahora mismo los móviles, es verdad que tienen buena conexión y muy buena resolución. No pasa nada, nos adaptamos. Pero lo más importante es que no haya interrupciones o el paciente no sienta que nadie más le está escuchando, porque eso interfiere muchísimo a la privacidad, la confidencialidad es lo más importante y que ese paciente tenga privacidad y se sienta libre de poder expresar lo que necesite. Se van a tratar temas delicados, en algún punto, no sé, necesitas llorar o necesitas expresar algo que evidentemente no quieres que alguien esté escuchando. Entonces, es muy importante que escojas ese momento para tener esa primera sesión, porque tú también te vas a sentir mucho más a gusto también, que no te vas a sentir incómodo y el terapeuta también. Y a nosotros también nos puede distraer ver que el paciente se esté moviendo o esté haciendo otras cosas. Es importante tener la atención en lo que se está hablando, que al final son 50 minutos. Y sí, evidentemente nos adaptamos, pero lo más ideal es que sea lo más parecido a lo que tú harías en una consulta, que sería sentarte, tener privacidad y estar todo el rato pendiente de lo que te está comunicando la otra persona.
¿Qué Contar en tu Primera Sesión de Terapia? Consejos para Empezar
Jota: Claro. Bueno, Pues si ya tienes resuelta esa parte tecnológica, que tienes una buena pantalla, un buen audio, una tranquilidad, estás en el sitio perfecto, pues lo que dices tú, llegar a la primera sesión y relajado. Pero has dicho una cosa que es qué contarle al psicólogo, que te guiará con preguntas, pero contarle lo que te pasa. Todo el mundo sabe lo que le pasa cuando llega a la primera sesión, porque yo creo que debe pasar, que mucha va al psicólogo porque sabe que le pasa algo que no se encuentra bien, pero a lo mejor no saben exactamente qué les ocurre. ¿Ocurre esto?
Ana: Bueno, pues en ese caso, se puede ir un poco a ese malestar. No sé qué me pasa, bueno pues dime cómo te sientes. Me siento ansioso, me siento triste, no estoy bien con mi pareja. Y a raíz de ahí se va tirando. El terapeuta en ese momento hace ese trabajo de exploración, esa entrevista, indagar en los diferentes contextos de la persona y poco a poco se va sacando ese qué me pasa. Y es eso, es confiar en la persona que tienes delante y evidentemente, si hay algo que no quieras tratar en esa primera sesión, no pasa nada. La gente viene a veces como: ¡Uf! Es que le estoy hablando a alguien que no conozco. No nos conocen de nada y esa es la realidad. No tenemos que pretender que el paciente en la primera sesión nos suelte todo, que esté supercomodo. Puede ser que tenga reticencias, puede ser que venga recomendado por alguien y realmente no quiere hacer terapia, puede ser que esté intranquilo. Entonces, tenemos nosotros que con total empatía, saber cómo viene ese paciente. Y probablemente la primera pregunta que te haga el psicólogo es: ¿Es la primera vez que viene a terapia? ¿Por qué estás aquí? ¿Qué necesitas?. Porque ahí exploramos mucho cuál es la motivación del paciente. Y si ya ha tenido contacto con la terapia, y en caso de que no hayas tenido contacto, el psicólogo deberá explicarte cuáles son las fases de la terapia y cómo trabaja el propio terapeuta. Y el paciente también es muy importante comunicarte, es decir, todas las dudas que tengas sobre lo que es la terapia, hacerlas al terapeuta, no pasa a nada, no ha venido nunca, qué se hace aquí? ¿Qué es esto? El terapeuta te lo explicará.
La Primera Sesión de Terapia: Un Punto de Partida, No la Solución Mágica
Jota: Claro, yo creo que eso pasa mucho y antes, al principio decía que si voy a ir a la primera sesión y voy a salir ya sin mi problema ya resuelto. Creo que le pasa a mucha gente que acude a terapia, que no tiene las expectativas muy claras, cree que va a llegar ahí y ya en seguida le van a dar una píldora mágica que resuelve todos los problemas y que instantáneamente… Cuéntanos cómo es realmente, porque entiendo que esa primera sesión es un punto de partida, ¿pero dónde nos deja?
Ana: Creo que es una de las grandes razones por los abandonos en terapia. El: ‘es que no me ha hecho nada, es que no he conseguido nada’. Y puede ser porque no ha habido un buen ajuste expectativas o de objetivos terapéuticos. El problema en la conexión con el terapeuta, somos personas. Y muchas veces es pensar que la terapia me soluciona, que el terapeuta me soluciona y que en la primera sesión ya me voy a ir completamente aliviado. Hay que entender las fases de la terapia. La primera es la evaluación. Al igual que tú no conoces a tu terapeuta, yo tampoco conozco al paciente. Tengo que entender cómo es, cómo se comporta, cuál es su contexto, qué cosas le han pasado, su historia de vida, sus antecedentes. Es decir, muchísima información para yo poder ayudarle de la mejor manera. Yo necesito tener esa historia del paciente de la manera más rigurosa posible para poder ayudarle mejor, porque el contexto intercede mucho en lo que a uno le pasa. Entonces, en esa primera, incluso segunda sesión, sobre todo es un proceso de evaluación, de que el terapeuta evalúa lo que está pasando. Y a raíz de ahí se hace una devolución. Está ocurriendo esto, estas pueden ser las vías de solución, podemos plantear estos objetivos y a raíz de ahí se hace el tratamiento. Planteamos objetivos y vamos trabajando sobre ellos. Quiero mejorar la relación con mis padres. ¿Qué sería para ti mejorar? Pues hacer esto, esto y esto, comunicarme mejor, decir lo que me molesta, hacer más cosas juntos, hablar de aquello que pasó en tal momento. Y ahí es cuando el terapeuta te puede empezar a ayudar, recomendar, dar recursos. Pero una primera sesión no sería ético dar recursos a un paciente porque no conoces todo lo que le está pasando Y sería dar una píldora para subsanar algo puntual, pero no te estás yendo a la raíz del problema. Por lo tanto, no esperéis eso de la primera sesión, sino primera toma de contacto, empezar a charlar, conocer, empezar a sentirte a gusto y poquito a poco se va trabajando. La terapia necesita tiempo y las relaciones personales también. Al igual que no te haces amigo de una persona el primer día, quedas varias veces, te va cayendo mejor, con tu terapeuta te puede ocurrir. Primera sesión, segunda, en la tercera, hay una confianza mucho más asentada.
La Primera Sesión de Terapia: Cómo Ajustar Expectativas y Entender el Proceso
Jota: Claro, hombre, yo por lo que estás contando, entiendo que una persona que tenga la problemática que sea para saber todo lo que le está pasando ahora mismo, todo su contexto de en qué situación vive en su entorno personal, con su familia, en el trabajo, todo lo que le pasa, qué le ha llevado ahí, cuándo ha sentido esas cosas que le están pasando. Imagino que ni en dos, incluso igual necesitas tres o cuatro sesiones para entender todo ese contexto. Y aunque poco a poco vaya sabiendo un poquito más y ya seas capaz de darle alguna pista, entiendo que sí, que hacen falta unas cuantas sesiones. Y en la primera, que es simplemente una primera toma de contacto en el que te cuente por dónde van los tiros, qué es lo que me está pasando, cómo me siento. Tú también tienes que contarle a ese paciente cosas en esa primera sesión. Necesitas lo que decías, explicarle, pues esto, veo que tienes esta problemática, no hay problema porque esto le pasa a más gente. Entiendo que le explicarás cómo puede ser el proceso. Me vas a contar durante unos días todo tu entorno, toda tu vida, todo lo que eres tú. Y luego iremos trabajando, dándote recursos. Y esto van a ser un número de sesiones que dependerá de la problemática de la persona y de mil circunstancias también. Pero decías que era una de las cosas que hacía que se dejara la terapia, el pensar que en una primera sesión ya todo se resuelve y decir: ‘Bueno, no se ha resuelto nada.’ Evidentemente no se ha resuelto nada porque es que necesitas más sesiones. También hay otra parte, que aparte de sacar todo eso, también hay que saber escuchar. Todos los pacientes también escuchan, porque yo puedo creer y ya contar las películas, pero también habrá gente que no… o sea, que van a hablar, pero no escuchan tampoco mucho. Esa parte de escucha es importante también, entiendo.
Ana: Sí, a ver, hay de todo. Hay personas que vienen a la primera sesión y necesitan contar muchísimas cosas. Tú tienes que ir parando un poco, porque digamos que los psicólogos, lo que nos van contando los pacientes, lo vamos traduciendo a conceptos psicológicos. Esto puede ser dependencia emocional, esto puede ser esto, es un evento traumático, te voy traduciendo lo que tú me vas diciendo con palabras para que veas que yo te estoy escuchando y te estoy entendiendo y para que veas que le doy un sentido y que esto se puede trabajar de X manera y que yo lo trabajo así. Eso digamos, es lo que se le traslada en la primera sesión y las fases de la terapia. Pero sí que es verdad que te encuentras con muchas cosas, hay personas que vienen con necesidad de: ‘Bueno, yo es que solo puedo permitir unas sesiones’ o es que ‘tengo la necesidad, dime algo, por favor, ayúdame.’ Y esta desesperación es importante ajustarla, porque nos encantaría en la primera sesión ayudar a todo el mundo. Yo les lanzaría una píldora mágica si pudiera para poder solucionar sus problemas, pero es importante decirles porque no es ético hacerlo. Es decir, si yo ahora te doy una píldora, te va a servir para un día. Es como, por ejemplo, cuando tú trabajas la ansiedad, lo que más ayuda a trabajar la ansiedad es entender la ansiedad, es decir, la psicoeducación, que se llama, que es la parte en la que los terapeutas educamos al paciente en psicología. La ansiedad es esto, se produce por esto, tiene estos efectos. Cuando entienden lo que es la ansiedad y por qué no se tiene que huir de ella, es cuando más avanzan. Independientemente de los recursos de respiración, relajación muscular, deporte, todo eso se diluye en nada si tú no haces una buena psicoeducación. O sea, que yo el primer día te puedo dar dos o tres consejos que probablemente no te sirvan. Entonces, pues es importante rebajar eso y precisamente, oye, trabajar con esa ansiedad, ¿por qué estás tan ansioso? ¿Por qué tienes esta impaciencia? Escuchar y acoger esas emociones negativas, por supuesto, no dejarlas ahí. Es decir, percibo que estás un poco nervioso, qué te pasa? ¿Por qué tienes esta necesidad tan grande de solventarlo ahora mismo? Y bueno, pues evidentemente ese paciente, pues sería importante la frecuencia, vamos a vernos semanalmente para que tenga los resultados de la terapia lo puedas ver lo antes posible, que también es importante ajustar la frecuencia a cada paciente. Hay pacientes que necesitarán venir semanalmente y otros que a lo mejor se pueden permitir cada 15 días y demás, pero tampoco vas a ir citando una vez al mes. Yo no soy partidaria de que la terapia tenga una frecuencia muy baja al inicio o que sea inconsistente, porque eso también hace que tú no veas resultados. A veces te dicen: ‘No, es que mi anterior psicólogo no me funcionó.’ Bueno, ¿y qué pasó? ‘Bueno, tal. Bueno, a los dos meses dejé de ir.’ Y claro, esas inconsistencias muchas veces hacen que no vaya hacia adelante. Es un trabajo de dos siempre, terapeuta y paciente. El paciente también tiene que trabajar y lo tiene que saber.
Rompiendo el Hielo: Cómo Facilita el Psicólogo la Comunicación en la Primera Sesión
Jota: Claro. Está claro, sobre todo eso que estamos comentando al principio, que son esas sesiones en las que tú vas a recopilar información. Si se espacian mucho en el tiempo, el paciente no está viendo ningún resultado porque es la parte en la que es más de recogida de información. Y claro, ahí hay un punto en el que tú necesitas más frecuencia y el paciente también para empezar a ver un progreso. Comentábamos también antes sobre los pacientes que no han ido nunca a terapia, que no saben que se van a encontrar y tal. ¿Qué pasa si un paciente llega nervioso, le cuesta hablar de su problema o incluso no tal? ¿Cómo le ayuda el psicólogo si está ahí todo todo nervioso, sin saber qué contarte? ¿Cómo le podemos quitar ese miedo? ¿O qué hace el psicólogo si se encuentra con esa situación?
Ana: Bueno, yo lo primero que le digo es que solamente vamos a hablar de lo que el o ella quiera, que es un lugar seguro, que es confidencial, que se va a tratar con la mayor empatía. Y precisamente, desde la mayor empatía. Si lo ves nervioso, incluso señalarlo, estás nervioso, pues podemos hacer un ejercicio de respiración antes de empezar. Podemos, por ejemplo, con adolescentes que a veces son un poco cerrados en cuanto a contar cosas sobre sí mismos, sobre todo si vienen motivados por los padres, pues a lo mejor lo que hago es que si necesito recabar información, pues le digo que me la escriban o a través del dibujo, no sé, les hago ejercicios diferentes a la típica conversación. Es decir, les intento sacar de la típica conversación de: Te tengo que estar aquí contando mis cosas y no te conozco de nada y estoy nervioso. Es decir, hacer un ejercicio sobre identidad, sobre cómo te ves, sobre el autoconcepto, interesarse por su vida, creo que es lo que más rebaja la ansiedad. Oye, ¿cómo estás? ¿Cómo te han ido las vacaciones?. Este rapport que se llama, que es el romper el hielo y hablarles sobre su vida, quién eres, dónde vives, trabajas. Es decir, la persona es mucho más que sus síntomas. No hace falta estar todo el rato hablando de la ansiedad que tienes. Por ejemplo, los primeros 15, 20 minutos, lo que necesites, estaré conociéndote, porque yo, los psicólogos, nos interesamos mucho por la persona, en toda su forma, no solamente por las cosas que te van pasando negativas y dolorosas. Nos interesaremos por ti y te daremos el tiempo que necesites.
Superando el Miedo en la Primera Sesión: El Rol del Psicólogo en la Apertura y la Confianza
Jota: ¿Y qué ocurre si ese paciente llega nervioso, tiene miedo de contar todos los problemas que tiene o hay alguna parte que le parece más delicada o que no se la ha contado nunca a nadie y que no sabe cómo enfrentarse a esa situación con alguien que es profesional, pero no lo conoce, es una persona totalmente desconocida? Me imagino que esa parte de esa persona con nervios a veces también le ocurrirá. ¿Qué se va a encontrar un paciente que tiene esa situación delante? ¿Qué va a hacer su psicólogo o su psicóloga con esa situación?
Ana: Lo primero es que es completamente normal, que te dé vergüenza o que te dé reparo, que estés un poco nervioso la primera sesión porque no conoces a la persona que te va a atender. Ten por seguro que la persona te va a tratar con la mayor profesionalidad posible y sobre todo empatía, es decir, va a entender que estés nervioso, incluso se puede abordar que estás nervioso, qué es lo que te pasa. Si no quieres hablar de algo, no hace falta que lo digas. Y por lo primero que nos vamos a interesar es por la persona, ya independientemente de lo que te pase, de tu problemática, de eso que te duele tanto, que te es difícil sacar en terapia, cuéntame quién eres, qué haces con tu día a día, con qué personas te rodeas, en qué trabajas. O sea, la persona es mucho más que el síntoma y nos vamos a dedicar a eso. Y si en esa primera sesión no quiere sacar algo doloroso que le ha ocurrido, pues lo sacará más adelante. O sea, no hay nada escrito sobre qué tengo que decirle a un terapeuta en la primera sesión, no. Empieza por donde te sientas cómodo, incluso sacaremos otros recursos para poder sacar esa información a través de que me escribas cosas sobre tu vida, hacer otros ejercicios sobre identidad, autoconcepto, no hace falta que sea todo el rato la típica conversación. Es decir, si a través de otra vía te sientes más cómodo, pues genial. Por ejemplo, tuve una paciente que era adolescente, que cuando le pasaban cosas así más feas, me lo escribía solo por correo, porque era una persona muy vergonzosa, que le costaba un poco… O sea, venía a sesión, pero le costaba mucho. Entonces, cuando le pasaba algo así duro, me lo decía por correo, entonces yo eso lo recogía y luego lo trasladábamos en sesión, y era su manera de decirme cosas desagradables sin tenermelo que contar de manera hablada. Entonces, el psicólogo, estoy segura de que sacara cualquier recurso para que te sientas cómodo.
Construyendo la Alianza Terapéutica: Cómo Evaluar la Conexión con tu Terapeuta
Jota: Bueno, pues eso es al final lo importante, que vengan sin miedo, que no pasa nada, que solo van a contar lo que les apetezca, que nadie les obliga a nada. Y lo importante que es el ir abriéndose poco a poco con esa persona con la que poco a poco vas a ir conociendo y conectando cada vez más. Y hablando de conectar, estamos hablando de personas. Todo el mundo habla de esta conexión o el vínculo con su psicólogo. ¿Cómo de importante es esto, conectar con esta persona? ¿Y cuándo se considera que has conectado o no conectado? Porque claro, yo tengo una sesión o dos o tres contigo, pero a lo mejor no es suficiente. Igual es todo un proceso y dependiendo de ambas personas puede que se tarde más. Tú no haces un amigo en cinco minutos en la calle, hace falta un tiempo, un recorrido. Bueno, puede que haya gente que de primeras ya te lo muestre y tengas más claro que podéis encajar o no, pero con otras personas con las que con el tiempo estas alianzas se consigan. Cuéntanos un poco sobre la conexión con el terapeuta, ¿cómo debe ser y qué plazos debemos darnos un poco para entender esto?
Ana: Bueno, esto es lo que nosotros llamamos la alianza terapéutica, que es crucial para que un proceso terapéutico salga hacia adelante. O sea, es importante que el paciente se sienta en manos de alguien en quien confía, en quien contarle sus cosas. Al final, en primera sesión puedes estar rígido, pero te aseguro que en las siguientes vas a estar cómodo, porque sabes que estás en buenas manos, porque confías en la persona que te está atendiendo. Y lo mismo nosotros, es decir, que esa persona, lo que le vamos diciendo, lo va haciendo, que tiene una adherencia al tratamiento, que viene a las sesiones, que no viene tarde, que hay un compromiso entre los dos. Evidentemente, es una relación terapéutica, es decir, es una relación. No todas las relaciones funcionan bien, no te llevas bien con todo el mundo. Y hay gente que puede no caerte bien, puede no cuadrar contigo y no pasa nada. Sí que es verdad que yo le diría a las personas que se esperen un poquito más, porque al igual que de primeras, tú muchas veces has juzgado a alguien negativamente y luego ha acabado siendo uno de tus mejores amigos, pues puede ocurrir también con la terapia. O nosotros percibir que un paciente no tiene mucho interés en la primera sesión, pero que poquito a poco sí, que va hacia adelante. Si consideras que no estás teniendo la mejor conexión con tu psicólogo, espera un poquito unas sesiones a ver cómo se hacen esos objetivos, si te está sirviendo lo que te propone, haz lo que te propone para ver si te sirve. Y si no, pues bueno, tampoco hay que generar drama de no conectar con una persona, porque nos puede pasar en nuestra vida diaria. Para los terapeutas, que se marche alguien, pues nunca nos gusta y un paciente puede sentir: ‘Bueno, es que no he conectado.’ Pero puede ocurrir como te ocurre en la vida con otras personas. Es crucial que haya una conexión, es superimportante. Es las cosas que más alivia al paciente y una de las grandes claves para que la terapia tenga éxito.
Jota: Superimportante, como vemos este tema de la conexión y sobre todo tener confianza en el terapeuta que te está guiando. Superimportante. Me parece que hemos detallado un poquito las pildoritas más cruciales de alguien que no ha ido nunca a terapia, que se va a encontrar y cómo debe prepararlo. Y si te parece, lo dejamos aquí y seguimos en otro episodio pronto. A mí me ha encantado cómo nos has detallado estas cositas, que la gente le pierda el miedo, que no pasa nada, que vayáis a terapia si necesitáis, que vuestra vida necesita algo que está ahí, aunque no sepáis el qué, el psicólogo va a saber tirar un poquito del hilo preguntando en cuanto se haga esa composición con esas primeras sesiones a las que va a sacar todos esos datos, va a saber encontrar por dónde están llegando los problemas y la vida va a cambiar. Es que me imagino que esa magia que sucede, aunque sea no con una píldora, sino a lo largo de un proceso terapéutico, como mejora la vida de la persona con esas herramientas que sois capaces de proporcionar.
Ana: Sí, además, cuando se hace un cierre terapéutico, esta alta, cuando se hace un cierre de sesiones porque la persona ha avanzado y se ha se ha conseguido objetivos, se lleva un seguimiento, es algo muy guay, es muy chulo ver que le han servido las sesiones, que la persona está contenta y hay que darle tiempo. Cuando un proceso es exitoso, ha tenido un tiempo de trabajo, a lo menos unos meses, es necesario para que la persona sienta que eso le ha servido, tener también paciencia en eso. Y por supuesto, si necesitas ir al psicólogo porque no estás bien, prueba esa primera sesión, no vas a perder nada.
Jota: Genial. Pues muchísimas gracias, Ana. Espero verte muy, muy pronto en otro capítulo y nada, que vaya todo bien.
Ana: Nos vemos pronto. Adiós.
Jota: Chao.