Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental. Y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Patricia, que como todos sabéis, es Psicóloga Sanitaria enfocada en la población adulta que trabaja desde las Terapias Contextuales y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Mónica Avanzada. Muy buenos días, Patricia. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Patricia: Buenos días, Jota. Muy bien. Muy bien, con muchas ganas de compartir este ratito contigo.
¿Qué es la ecoansiedad?
Jota: Sí, yo también estoy aquí pasando un poquito de calor, pero bueno, vamos a charlar sobre este tema que puede estar pasando para que estemos cada vez en un ambiente en el que está claro que el clima está cambiando y cómo nos está afectando esto a la salud mental. Así que hay un término que vamos a utilizar probablemente hoy mucho, que es la ecoansiedad. Así que, si quieres, empezamos por ahí y nos comentas qué es la ecoansiedad.
Patricia: Bueno, pues la ecoansiedad, efectivamente, es como un concepto muy novedoso que se está utilizando últimamente para poner nombre a la experiencia de malestar que sienten algunas personas vinculada a la posibilidad de un cambio desastroso en nuestro planeta, vinculado con el cambio climático y demás. Fíjate que recoge el concepto de ansiedad, porque efectivamente esto está muy vinculado al futuro. La ansiedad, que ya hemos hablado de ella en algunas ocasiones, es una emoción vinculada al futuro, a la preocupación por lo que pasará y, por lo tanto, a la sensación de amenaza. Entonces, cuando experimentamos esta ecoansiedad, como se ha denominado, hay un factor de preocupación muy grande que me está generando un malestar presente y en mi día a día vinculando con lo que ocurrirá con el planeta si seguimos relacionándonos con el entorno de la manera tan problemática como lo estamos haciendo. Entonces, podemos encontrar sintomatología propia de ansiedad. Esta hipervigilancia hacia señales de amenaza, el que parece que determinados gestos que van en contra de valores ambientales cobran mucha más atención y mucha más importancia en nosotros. Una sensación de preocupación continua, de estar dándole muchas vueltas, de estar anticipando. Un malestar muy elevado cuando vemos algún tipo de noticia vinculada con todo esto del cambio climático, pues al final una sensación de malestar generalizado, que me perturba en mi día a día y que está vinculado estrictamente al tema del entorno y del ambiente.
El Cambio Climático y su Impacto en la Salud Mental
Jota: Claro. Bueno, pues ya que tenemos un poco el concepto, me has quitado algunas preguntillas que tenía previstas hacerte, porque ya incluso nos has adelantado un poquito los efectos que esto puede tener. El propio cambio climático en sí, no la noticia, no el futuro, ¿afecta a la salud mental?
Patricia: Bueno, los efectos, ¿no? Entiendo de ese cambio climático.
Jota: Claro, el que tengamos temperaturas más elevadas, el que haya de repente momentos de grandes lluvias torrenciales en un determinado momento y luego grandes sequías. ¿Todos estos cambios que estamos notando afectan a la salud mental ya de por sí o es simplemente el ver que esto está ocurriendo?
Patricia: Claro, es que lo que ocurre es que es difícil separarlo, porque yo creo, Jota, o tengo la sensación de que al final ese tipo de cambios en algunas ocasiones extremos, de sequía como planteabas o de que haya diluvios, ya es una señal en sí misma amenazante, porque es algo que no debería de estar pasando en base a nuestra experiencia. Es como si hace diez años esto no ocurría, si hace diez años los veranos no eran tan calurosos y ahora sí que lo son, ¿por qué está pasando esto? Aquí puede entrar una lectura de amenaza, que es la que me conecta con, claro, un malestar psicológico. Claro, también el que se estén produciendo estos cambios me traslada a anticipar qué es lo que va a pasar en años posteriores. Una sensación de que las cosas se pueden ir agravando o que esto puede tener alguna repercusión para mi trabajo en función del sector al que me dedique. Es que creo que el hecho de notar estas diferencias ya puede ser algo problemático en sí mismo si yo hago una lectura desde la amenaza. Y es aquí cuando entra esta parte de conciencia ambiental y de conciencia con el cambio climático. También nuestro cuerpo, en muchos casos, las respuestas en nuestro organismo están influidas, por supuesto, por nuestro entorno, por las horas de luz, por el clima como tal. Todo esto influye mucho en nuestro estado de ánimo. Entonces, si se van polarizando, extremando las temperaturas, por ejemplo, o determinados fenómenos meteorológicos, pues claro que esto al final puede llegar a tener un impacto en nuestro día a día.
Ecoansiedad: ¿Quiénes la Sufren y por Qué?
Jota: Claro. Bueno, está claro que esto al final está afectando a estas personas. Quiero decir, o sea el cambio climático nos está afectando a todos, pero la ecoansiedad al final la viven ciertas personas. ¿Quién está sufriendo este tipo de problemática? La propia ecoansiedad, ¿cómo aparece y por qué lo sufren unas personas y no otras, cuando todos estamos experimentando este cambio climático?
Patricia: Yo creo que al final esto conecta, la ecoansiedad conecta con los valores que tengamos cada uno de nosotros y también con nuestro perfil un poco de personalidad, porque no estamos hablando de solo la mera preocupación, que aquí podemos entrar gran parte de los ciudadanos, sino que estamos hablando ya de ecoansiedad. Es decir, cuando eso ya me genera un malestar diario y está dificultando el que yo continúe con cierta tranquilidad en mi día a día. Claro, como cualquier otro fenómeno psicológico vinculado con el malestar, la ecoansiedad la experimentan personas que tengan un determinado perfil de personalidad, un perfil como más ansioso, más tendiente a la preocupación, a la rumia, a estar dando vueltas, a estar buscando amenazas. Va a conectar más con este tipo de personas en vinculación también con los valores que tengan estas personas. Si yo soy una persona que tengo un perfil más bien ansioso, que tiendo a experimentar ansiedad y tengo unos valores muy fuertes y muy arraigados de conciencia ambiental y social, es como el caldo de cultivo perfecto para poder experimentar esta ecoansiedad, esta preocupación, pero limitante en cuanto al medio ambiente.
Manejando la Ecoansiedad: Estrategias para el Bienestar
Jota: ¿Qué estrategias pueden utilizar estas personas para manejar la ecoansiedad?
Patricia: Bueno, creo que también esto es fruto del impacto que tienen las noticias también en nuestro día a día, el cómo estamos bombardeados con noticias y cómo, desafortunadamente, no sé, el 99% de las noticias que vemos son noticias malas, noticias que nos conectan con esta amenaza y con que el mundo no está bien y como que va a ir a peor. Entonces, creo que es importante que limitemos la cantidad de información que recibimos, no que vivamos desinformados, sino que sencillamente no estemos continuamente rodeándonos de noticias, porque al final esto contribuye a nuestro estado de ánimo. Está bien, estar informados, pero en la medida justa y la manera que tiene que ser, que podamos dedicar un ratito diario, si nos apetece, a conectar con lo que está pasando en nuestro planeta, pero que no sea algo que me ocupe la mayor parte de mi día ni todos los tiempos muertos que puedo tener. Al final, al limitar la cantidad de información que recibimos, estamos menos bombardeados de esta sensación de amenaza. Sabemos que está ahí, que es una posibilidad o que es un hecho, pero no estamos continuamente experimentando la constatación de que esto está así y de que estamos fatal. Esto junto con… bueno, al final, como decíamos, esta ecoansiedad nace de una serie de valores. Si yo tengo estos valores de conciencia social, ambiental y demás, voy a darle una salida a todo esto. Oye, pues quizás me ayude el participar en voluntariados, en cuidar mi día a día, en tomar decisiones que realmente considero que tengan un impacto y que están bajo mi control y llevar esto a la práctica. Es decir, darle un poco la vuelta a esta preocupación y hacer que se concrete en acciones en mi día a día, que me hagan sentir congruente con mis valores. Y, bueno, es que se me ocurren varias cosas. Quizás también tener una perspectiva… Está bien que tengamos una perspectiva compasiva con el mundo y con todos los seres que vivamos en él. Pero también, bueno, entender que no todo el mundo recibe la misma educación que nosotros, como hay países que a lo mejor pueden estar contribuyendo a todo esto del cambio climático. Pero partir de la base de que es que no tienen la misma educación que a lo mejor hemos podido recibir nosotros y por lo tanto sus valores van a ser muy diferentes y la conciencia que tengan sobre sus acciones. Entonces, también tratar de tener una perspectiva realista en todo esto y llevarlo a lo que yo pueda hacer en mi día a día y a lo que yo quiero hacer y está en mis manos.
Jota: Claro. Todo esto, llevado al extremo, siempre es malo. ¿Qué podemos hacer con estas personas? Que los problemas, las soluciones que nos estabas dando ahora mismo son buenísimas, intentar desconectar, intentar no involucrarte de esta manera. Pero al final no estar informado es difícil. En las redes sociales aparece información y nos atacan por todos lados. Tenemos la información en nuestra mano constantemente. Y además, si tenemos este interés explícito, vamos a estar rodeados de gente que nos va a estar informando, nos va a estar hablando, estar en estos grupos que comentabas de voluntariado y de apoyo. Seguro que implica conversaciones relacionadas con el tema y hace que todo se entremezcle y sea muy complicado el que estar dentro no te traiga también esa información de la que comentabas que era interesante escapar o huir un poco. ¿No crees que es un poco difícil una vez que está uno metido en este ambiente, si está sufriendo ecoansiedad, no seguir recibiendo todos estos impactos continuamente? Si hay alguna otra manera de salir de ahí o hay que asumirla y escapar de esta ansiedad de alguna otra forma. No sé si se te ocurre alguna idea de por dónde podríamos moverlo. O a lo mejor estoy equivocado yo.
Patricia: No, sí, claro. Cuando me refería a esto de limitar las noticias, la información que recibo, claro, me refería a esa parte como de información en teoría objetiva, que nos dan los medios de comunicación, pero también en cuanto a, efectivamente, las personas con las que me relaciono, el tipo de información en redes que consulto, las publicaciones y demás. Claro, es que creo que es muy importante no estar todo el día conectando con eso y que las conversaciones sean continuamente acerca de esto y que todas mis redes estén inundadas de esto, porque entonces es que voy a estar viviendo con la amenaza ahí presente de una manera continua. Creo que está bien que se pueda dar salida, oye pues a hacer voluntariados o incluso que mi trabajo esté orientado a mejorar el entorno y el planeta. Que pueda tener amistades con las que comparta esta preocupación, con las que hagamos actividades y proyectos que vayan de la mano de esto. Creo que está bien, pero poniéndole un límite, como todo. El que no se monopolicen las conversaciones, que también pueda tener conversaciones acerca de cualquier otra cosa que en redes sociales, si me gustan las redes sociales, pues también pueda acceder a otro tipo de información. Es decir no estar todo el día metidos en esto, porque eso no va a ser beneficioso para nuestra salud, para nuestro bienestar. No es un evadirme de la realidad, como decía antes, ni ponerme en una tesitura negacionista, sino el darle a cada cosa el espacio que le corresponde. Y si para mí esto es importante que tenga un espacio, genial, pero que sea un espacio acotado, no que salpique todas las áreas de mi vida, porque entonces ya podríamos entrar en otro tipo de procesos más problemáticos, que se agrave esta ansiedad y que al final termine siendo algo muy limitante en mi día a día. Entonces, tener también otro tipo de conversaciones, rodearme también de personas que tengan otros valores, otras inquietudes diferentes, que mis redes sociales, si las tengo, sean más variadas y pueda acceder a contenido de todo tipo y también limitar la cantidad de tiempo que paso, mirando redes, información y demás, como decíamos antes.
Padres como Modelo: Ayudando a los Hijos a Manejar la Ecoansiedad
Jota: Me parece que, efectivamente, encaminado por ese lado tiene más sentido. Me imagino que habitualmente las personas que sufren ecoansiedad es gente más joven, igual esté equivocado, pero al ser gente más joven entiendo que el impacto de lo que los padres puedan hablar con estas personas les puede ayudar. ¿Cómo pueden los padres conversar con los adolescentes, con sus hijos o con, aunque ya no sean adolescentes, pero que haya ese contacto todavía, para que puedan lidiar con la ansiedad sobre el cambio climático?
Patricia: Creo que sería importante, en un primer momento, como validar esa preocupación, validar esas inquietudes que los hijos puedan tener en este sentido. Porque si los hijos se sienten juzgados, es como añadir una dificultad más. Encima de que estoy muy preocupada y que esto me atormenta, si encima me juzgan por ello, es añadir un conflicto más que no debería estar ahí. Entonces, entender que esa es una preocupación, es una inquietud importante para nuestros hijos y que le podamos transmitir como esta validación. Y también, a su vez, ser como un poco modelos de todo esto, de: Oye, puedes tener esta preocupación, esta inquietud, pero que esto no sea un todo en tu vida. El poder transmitirles: Oye, cómo gestionamos nosotros como adultos otro tipo de preocupaciones que también podemos tener. Pues eso, actuar un poco como modelo de referencia para que nuestros hijos puedan aprender cómo relacionarnos con esas preocupaciones de una manera sana, porque estamos hablando de ecoansiedad en concreto, pero es que podríamos hablar de cualquier tipo de ansiedad en relación a otros temas. Entonces, es importante que puedan aprender a relacionarse con esta preocupación de una manera sana. Para yo, como decía, actuando como modelo de referencia y dentro de esto también ayudando a acotar el tema con nuestros hijos, a que no todas las conversaciones sean acerca de lo mismo. Oye, vamos a darle salida esta inquietud que tienes, vamos a buscar alguna actividad, ya sea puntual de fin de semana o alguna actividad como más extraescolar o más frecuente, para darle salida a esta inquietud, pero transmitiendo que esto es el tiempo que dedicamos, este es el tiempo que hemos parcelado para esto y más allá debe de haber otras cosas, ayudando y enseñando a los niños, a los hijos, a que pongan también límite a esa preocupación. Vamos a validar, pero vamos a su vez, paralelamente, a enseñar, a relacionarnos con todo esto.
Perspectivas a Largo Plazo: Mitigando el Impacto Psicológico del Cambio Climático
Jota: Claro, claro. ¿Qué soluciones a largo plazo ves para mitigar de alguna forma, los efectos psicológicos del cambio climático?
Patricia: Bueno, yo creo que está muy relacionado con todo lo que comentábamos antes, con aprender a relacionarme con esa preocupación de una manera alternativa y asumir y entender que yo puedo hacer lo que esté en mi mano, que yo tengo una parte mínima de control en esto. Voy a ser coherente con mis valores, voy a actuar desde esta manera, pero voy a entender que lo que yo puedo cambiar será un granito de arena, que ojalá todos contribuyésemos con nuestro propio granito de arena y las cosas serían muy diferentes. Pero desafortunadamente, por lo menos en este momento, no estamos en ese punto y debemos de ser realistas y darle a cada preocupación el espacio que corresponde y asumir mi margen de control sobre ello.
Jota: Claro. Pues Patricia, me has abierto un montón de situaciones que desconocía. Esto creo que ha podido ayudar a mucha gente a conocer a lo mejor, este término que a lo mejor no sabía lo que le estaba pasando y que sepa lo que le está ocurriendo y que si necesita ayuda, la sepa buscar gracias a todos estos consejos que nos has dado. Y si no quieres añadir nada más, nos vemos dentro de poco en algún otro capítulo.
Patricia: Sí, nada, que está bien que nos preocupemos y me parece muy humano y muy lícito y ético el que este tipo de información y el cambio climático afecte a cómo nos sentimos. Lo único, vamos a hacer que esto no sea algo central en nuestra vida, cuando ya nos empiece a generar algún tipo de malestar más allá de algo puntual. Así que nada, muchas gracias Jota por invitarme y nos vemos otro día.
Jota: Perfecto. Chao, chao.