Jota: Muy buenos días a todos, un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Patricia, que como todos sabéis, es Psicóloga Sanitaria enfocada en población adulta, que trabaja desde terapias contextuales y es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Patricia, ¿qué tal? ¿Cómo estás?
Patricia: Buenos días, Jota. Muy bien, muy bien por aquí, muy a gustito. Y un día más con vosotros para charlar un ratito.
¿Qué es la gratitud desde una perspectiva psicológica y qué beneficios tiene para la salud mental?
Jota: Pues yo te agradezco enormemente que estés por aquí. Me encanta el tema del que vamos a hablar hoy y estoy muy, muy agradecido, de verdad, que pases a hablar de estos temas tan interesantes. Así que como estas gracias tan poco graciosas que hago muchos días, cuéntanos, para empezar, ¿qué es exactamente la gratitud desde una perspectiva psicológica?
Patricia: Bueno, la gratitud es esa sensación que nos invade cuando otra persona o el propio contexto nos pone algo bueno, algo que queremos, algo que nos aporta felicidad. Pero no solo es ese acto como de querer corresponder a otras personas, sino que también implica un poco más allá, implica una actitud ante la vida. Implica esta actitud que nos permite identificar, reconocer y poner en valor las cosas buenas que la vida nos va dejando y que nos hacen sentir bien. Entonces, no solo es ese acto de querer corresponder, sino que también es esta perspectiva un poco de vida, de prestar atención a no solo cosas grandes, sino a pequeños detalles que nos aportan felicidad.
Jota: Y esta gratitud que sentimos, ¿es beneficiosa para nuestra salud mental?
Patricia: Pues muchísimo. Y de hecho creo que muchísimo más de lo que nos podríamos llegar a imaginar. Porque fíjate, Jota, que una de las cosas que mencionábamos es que esta actitud de gratitud implica una parte de prestar atención, de ser conscientes de aquellas cosas buenas de la vida. Por lo tanto, esto implica que vamos a redirigir nuestra atención también hacia esas cosas. Hay veces que podemos estar como en un bucle más negativo porque nuestro estado de ánimo es más bajito, porque estamos sintiendo ansiedad, porque nos ha pasado algo complicado, sea lo que sea. Y sólo nos focalizamos en lo desagradable de la situación, que oye, es algo que tenemos que hacer, tampoco podemos dejar de lado esto. Pero nos ayuda mucho también el poder equilibrar un poquito esa balanza y ser conscientes también de las cosas buenas que tenemos, porque si no sería como llevar unas gafas negras donde todo está oscuro y donde no vemos nada. Vamos a tratar un poquito como de compensar. En la vida hay cosas malas, pero también hay cosas buenas y no nos tenemos que quedar ni solo con unas ni solo con las otras, sino con el pack en completo. Entonces, al prestar atención también a las cosas que nos hacen feliz en la vida, podemos contagiarnos un poco más de emociones más agradables de sentir. Implica también mejorar nuestros vínculos con otras personas, porque al final cuando mostramos esta gratitud implica que no estamos dando por hecho que la otra persona se tiene que comportar de esa manera porque sí, sino que lo está haciendo de una manera altruista o porque nos tiene afecto o por lo que sea. Entonces, cuando mostramos esta gratitud, estamos poniendo en valor lo que las otras personas hacen y lo que nos están dedicando. También, en general, hay investigaciones que resaltan que mejora un poquito el nivel de ansiedad, mejora la situación de estrés, mejora el estado de ánimo. Entonces, es algo que sería muy genial que pudiésemos implementar todos en nuestro día a día.
Jota: Muy interesante. Pero hay una cosita que has comentado que a mí me llama la atención, y es que implicas a otras personas. Pero puede ser que estemos agradecido a cosas que suceden que no haya implicadas otras personas. ¿Podría ser?
Patricia: Sí, por supuesto. Sí, sí, sí, totalmente. Claro, ante esos pequeños detalles del día a día que no tendrían por qué estar ahí, pero sí que están. Por ejemplo, el: Salimos a la calle hace frío y llevo un abrigo que es muy mullidito, muy calentito, pues el poder también prestar atención a eso y sentirme con esa actitud de gratitud de qué bien que estoy calentita y estoy viendo que hace muchísimo frío, a poder darnos una ducha de agua caliente o a comer un día nuestro plato favorito. Por supuesto, no solo ante gestos de otras personas, sino también ante las cosas, los aspectos buenos que tenemos en nuestro día a día.
Gratitud sin Excesos: Encontrando el Equilibrio entre Reconocimiento y Autolímites
Jota: Qué bueno. Y ser agradecido es siempre positivo o puede ser, yo que sé, que haya alguien que sea demasiado agradecido y que pueda llegar a un punto que sea perjudicial o no, ser agradecido siempre es bueno?
Patricia: Bueno, yo creo que como casi todo, cuando llevamos las cosas a un extremo, pues pierden un poquito el sentido. Cuando se produce esto de la gratitud en exceso, por decirlo así, podemos caer un poco como en la complacencia hacia los demás y olvidarnos de nuestros propios límites. Desde luego que tenemos que, o que está bien que seamos personas agradecidas, pero que eso no quite el que tengamos nuestros propios límites o el que digamos que no, si no queremos algo y demás. Y luego también fíjate que antes hablaba de un equilibrio como dos platillos de la balanza. Es decir, creo que es necesario que podamos focalizarnos en las cosas positivas que tiene nuestro día a día y nuestra vida, pero que también le demos la importancia que tiene a las cosas que son desagradables y que no querríamos que estuviesen ahí. Si tenemos esta actitud como demasiado positivista, por decirlo así, donde solo miramos el platillo de lo bueno, oye, quizás no nos estamos permitiendo sufrir o sentir lo que hay de malo en nuestra vida. Creo que lo ideal es que haya cierto equilibrio siempre.
Cultivando la Gratitud en la Vida Cotidiana
Jota: Claro. ¿Podrías ponernos algunos ejemplos buenos de dónde está? Porque hay cosas que son evidentes, que todo el mundo agradecería. Pero, ¿dónde hay un punto en el que debemos trabajar o debemos hacerlo correctamente para ser efectivamente agradecidos, para que digamos así debes de hacerlo. No sé si me estoy explicando. Quiero decir, hay momentos en los que todo está claro. Yo qué sé, si viene mi jefe en el trabajo y sin yo pedirlo me hace un aumento de sueldo enorme y tal, digo: Bueno, está claro que debes de ser agradecido. Pero si hay algo, algún matiz más pequeño en el que puede pasar desapercibido este agradecimiento que a lo mejor no estamos haciendo? No sé, voy a poner al final yo los ejemplos. Que por la mañana cuando me levante mi pareja me haya preparado el café y lo tenga ya listo. Son esas cosas. Nos puedes poner ejemplos efectivos donde debemos mostrar ese agradecimiento o sentirlo. Y cuéntanos un poco la diferencia que hay, efectivamente, entre sentirlo y mostrarlo.
Patricia: Para poder sentirlo tengo que prestarle atención previamente. Tengo que partir de la idea de que eso que estoy recibiendo, ya sea a través de otra persona, ya sea a través de la propia vida, por decirlo así en general. Eso que estoy recibiendo y que es agradable para mí, no es algo que deba de estar ahí necesariamente, no es algo que tenga que venir dado, sino que es por el esfuerzo de otra persona o por mi propio esfuerzo que he podido alcanzar eso que tengo. Entonces, creo que es muy importante partir de esta idea de no hay nada que nos venga dado. Como siguiendo un poco el ejemplo que tú ponías y ahora buscamos otros, pero mi pareja no tiene por qué dejar el café de sobra para mí, sino que lo está haciendo porque sabe que a mí me gusta también desayunar café, sabe que me gusta el café recién hecho, que me gusta despertarme y que huela a café la casa. Entonces, no lo está haciendo porque tenga que hacerlo, sino porque me está teniendo en consideración. Entonces, cuando interiorizamos un poco esta idea de no hay nada que nos tenga que venir dado, creo que podemos conectar más con esta sensación y con este sentimiento de gratitud. Y es como que nos cambia un poco la mirada hacia el otro, hacia la vida, hacia el día a día. Y creo que esto va más, como decía, de sentir. Luego, por supuesto, hay veces que conviene mostrarlo sobre todo cuando hay involucradas otras personas. Pero también hay otros pequeños gestos, como lo que decíamos del abrigo o meternos en la cama y que la cama esté calentita en invierno, que implican más esta parte de sentir, de conectar con ello y de reconocerlo y ponerle nombre. Como tú decías, hay como situaciones en las que es muy evidente que la vida u otra persona nos está poniendo como un regalo, por decirlo así, muy grande, pero efectivamente quizás no vamos tanto por ahí, sino por pequeños detalles del día a día, como lo que tú decías del café o de darme una ducha de agua calentita o de agua fresquita en verano, el ir andando por la calle y que huela en primavera a flores y a plantas o el olor a tierra mojada. Son pequeñas cosas que si yo no dedico un tiempo de ser consciente de todo ello, no puedo sentir gratitud. Gratitud por poder estar aquí y ahora, gratitud por poder tener este ratito entre horas del trabajo en el que voy caminando y es cuando disfruto de la primavera. Si yo no dedico, como decía, una actitud consciente a esto, no voy a poder embargarme de esa sensación. Y quizás esto me lleva a vivir en un modo piloto automático, un modo robot de mi día a día, de voy de casa al trabajo, de trabajo a casa, y no conecto con nada más allá.
La Importancia de Expresar Gratitud en las Relaciones Interpersonales
Jota: Claro, creo que está claro esos detalles. Pero sí que hay esto que te estaba preguntando, que me parece importante, porque yo puedo levantarme y sentir: Qué bien, tengo aquí el café preparado, que me ha dejado mi pareja aquí listo, y no expresarlo. Y creo que también esta parte es importante, el que la persona que ha hecho este acto, al que tú le estás agradecido, que lo sepa, que sea consciente de ello. ¿Cómo sería el beneficio? El beneficio es que yo sienta y haya sido capaz de percibir que me lo han agradecido o además también coger y mostrarlo, el confesar. Oye, muchas gracias, qué café más rico me ha dejado.
Patricia: Claro, claro. Implica que a la otra persona le estamos reconociendo ese detalle o ese gesto que tiene por nosotros, que no lo estamos dando por hecho. Entonces, claro, esto mejora el vínculo entre las personas, las relaciones interpersonales y demás. También cuando agradecemos algo a otras personas, les estamos de alguna manera señalando que hemos tenido en cuenta ese detalle y que ese detalle ha sido positivo para nosotros. Por lo tanto, estamos facilitando el que en un futuro próximo ese detalle se repita con mayor frecuencia. Entonces, es una manera de enseñar al otro, de irle guiando por las cosas que valoramos, por las cosas que queremos en nuestro día a día. Si no agradecemos, implica que la otra persona no puede ser consciente del efecto que ha tenido, eso que ha hecho para nosotros en nosotros. Entonces, al final esos detalles con el tiempo se pueden perder o incluso se pueden transformar como una exigencia, de: ‘Oye, ¿por qué esta mañana no me has preparado el café?’ Es que la otra persona no tiene por qué prepararte el café. Entonces, fíjate como este gesto, esta actitud y este expresar gratitud, tiene un efecto generalizado en nuestras vidas.
El Impacto de la Falta de Gratitud en Nuestra Vida y Relaciones
Jota: Totalmente, totalmente. ¿Qué pasaría si nos vamos al otro lado, a la falta de gratitud? ¿Cómo nos afecta eso en nuestra vida? El no ser agradecido con los demás y con las cosas que nos ocurren.
Patricia: Bueno, pues como decíamos, implica que no estoy prestando atención a las cosas buenas que tengo en mi día a día. Entonces, mi filtro atencional va a ir totalmente… Se va a focalizar solo en lo que no me gusta. Entonces, me voy a embargar de emociones mucho más desagradables, voy a estar muy metida en la queja, voy a estar muy metida en la exigencia hacia cómo creo que deberían de ser las cosas. Lo que decíamos de las gafas estas negras, donde no puedo conectar con nada o más bien con poquitas cosas que me hagan sentir bien porque no las pongo en valor. Y no solo a nivel personal, esto que decimos de que me permita conectar con los aspectos que me gustan de mi vida, sino que también a nivel interpersonal, en cuanto a mis relaciones con otros, si yo no muestro nunca gratitud, lo que voy a mostrar es exigencia, como decíamos antes. Voy a exigir que las cosas tengan que ser de determinada manera, sin tener en cuenta lo que decíamos antes, que nada viene dado, que la otra persona está dedicando un tiempo y un esfuerzo en hacerme sentir bien o en tener un detalle conmigo. Entonces, probablemente mis relaciones interpersonales se deterioren y las otras personas también se cansen de este punto de exigencia.
Reflexión Diaria de Agradecimiento
Jota: ¿Hay algún ejercicio para la gente que le cueste un poquito más ser agradecido, que puedas recomendar para esas personas que les cuesta para que puedan empezar a practicar la gratitud?
Patricia: Pues mira, un ejercicio muy sencillo. Podría ser todas las noches cuando ya estamos metidos en la cama, tratar de pensar en qué cosas me han hecho sentir bien en mi día a día, o sea, qué cosas tengo que agradecer, qué cosas me han pasado hoy, con qué cosas me he encontrado hoy, tanto con otras personas como en general, en el contexto en el que he estado, que me pueden despertar esta parte de gratitud. Por ejemplo, lo que decíamos antes, en el trabajo he tenido media horita de descanso y he podido darme un paseo y estar al sol. Pues oye, qué bien que haya podido hacer esto hoy, conectar con esa sensación de gratitud por el buen día que ha hecho, por ese descanso en el trabajo, porque me ha dado el sol y demás. Entonces, quizás podamos generar como esta rutina todas las noches de: Oye, cuando esté en la cama, ya acostadita, justo, voy a pensar en tres cosas que me hayan hecho sentir agradecida este día.
Jota: Qué bien. Me parece un ejercicio estupendo, la verdad que así sacas esa parte buena que has tenido durante el día y puedes acostarte y dormir pensando en esos momentos buenos. Y encima, practicar un poco la gratitud. Luego, a lo largo de nuestra vida siempre hay momentos que, por suerte o por desgracia, nos va a tocar vivir situaciones difíciles o traumáticas en algunos casos. No sé si en esos momentos complicados en los que nos enfrentamos a lo largo de la vida, se puede de alguna forma encontrar también gratitud, de alguna forma, o si esto fuera beneficioso de buscar algo de gratitud, incluso en los malos momentos.
Patricia: Claro, claro, como decíamos antes, sin que esto implique desconectar del malestar que estoy sintiendo, porque eso es real y porque si la situación que estoy viviendo es complicada, oye, pues tengo que sufrirlo y está bien que lo haga. Pero si yo acompaño esto de conectar también con otras cosas que sí que están bien, de haberme podido levantar esa mañana, de haber podido desayunar un café rico y calentito, pues me va a ayudar a compensar un poco ese sufrimiento, aunque esté ahí, pero es un poco como un bálsamo, que me ayuda a relajar o a calmar un poquito la situación. Entonces, claro que tiene un efecto muy beneficioso y que también nos puede dar cierta fuerza para seguir adelante en esa situación dolorosa que tengamos en ese momento.
Jota: Claro. Pues a mí me parece que solo puedo estarte agradecido por toda esta información que nos has traído hoy y pedirle a todo el mundo que seamos agradecidos, que veamos las cosas positivas que suceden aunque sean pequeñitas. Y nada, darte muchísimas gracias y esperar verte pronto en otro capítulo.
Patricia: Por supuesto que sí. Muchas gracias a vosotros, Jota. Un abrazo fuerte.
Jota: Chao, chao.