Advertencia sobre el contenido: Este post incluye la discusión de los comportamientos de purga. Por favor, usa tu discreción al leerlo y habla con tu sistema de apoyo si es necesario. La siguiente información no pretende ser un consejo médico o dental, ni un sustituto del tratamiento profesional.
Con más de 14 años de experiencia, el Dr. Kumar Kolar es dentista en Londres, Inglaterra. Su objetivo es capacitar a los lectores para que conozcan la salud dental y tengan confianza en sus dientes y sonrisa.
Como todos los trastornos alimentarios, la bulimia nerviosa es un trastorno de salud mental que también afecta al bienestar de nuestro cuerpo físico.
Uno de los primeros lugares que muestra signos físicos de daño es la boca y los dientes. Las personas con bulimia pueden experimentar dolor, malestar y sensibilidad al masticar como resultado de los comportamientos bulímicos.
Índice
¿Qué es la bulimia?
La bulimia se caracteriza por los atracones, o la ingesta de cantidades inusualmente grandes de comida en un solo episodio, y las purgas. Los sentimientos de vergüenza y asco suelen acompañar a estos episodios de atracones, lo que lleva a comportamientos compensatorios como el vómito autoinducido, el abuso de laxantes, el exceso de ejercicio y la restricción de alimentos.
Curiosamente, el daño a la salud dental no está causado principalmente por los atracones. Aunque el ácido de los alimentos puede destruir los dientes y crear caries, la saliva proporciona una defensa natural contra este ácido. La saliva lava, diluye y neutraliza el ácido y, por tanto, protege los dientes del daño.
“La mayoría de las complicaciones dentales de la bulimia no están causadas por los atracones, sino por las conductas de purga”.
– Dr. Kumar Kolar
¿Por qué las purgas son perjudiciales para los dientes?
Vómitos autoinducidos
El estómago está lleno de varios de los ácidos más potentes del cuerpo. Al vomitar, estos ácidos entran en la boca y erosionan el esmalte, así como la capa que se encuentra directamente debajo del esmalte, llamada dentina.
Este daño progresivo adelgaza estas capas externas de los dientes, haciéndolos frágiles, débiles y sensibles.
Abuso de laxantes y diuréticos
Los laxantes y los diuréticos eliminan el agua del cuerpo, lo que conlleva a la deshidratación. Con la deshidratación viene la reducción de la saliva y la inflamación de las glándulas salivales.
Una menor cantidad de saliva debilita las defensas contra las bacterias y los ácidos de la boca.
Ejercicio excesivo y restricción
El ejercicio excesivo y la restricción, especialmente cuando hay restricción de líquidos, también contribuyen a la deshidratación. Las bebidas deportivas azucaradas pueden causar más daños sin la protección natural de la saliva.
La deshidratación también provoca grietas en las comisuras de los labios, así como infecciones fúngicas y bacterianas.
Signos y síntomas dentales de la bulimia
Entre las señales más comunes de las complicaciones dentales relacionadas con la bulimia se encuentran las siguientes:
- Erosión de los dientes. A medida que los dientes se erosionan, se vuelven transparentes. Puede haber un borde irregular y dentado en las puntas de los dientes. Este daño se produce lentamente con el paso del tiempo.
- Sensibilidad. Al perder la capa exterior protectora del diente, el nervio está más cerca de la superficie, lo que aumenta la sensibilidad a las sustancias frías, calientes y dulces.
- Cambios en la forma y longitud de los dientes. Los dientes más finos son propensos a romperse, lo que hace que se acorten. Es posible que se vea una parte menor de los dientes al sonreír o hablar.
- Dientes más oscuros. Al perder el esmalte, la segunda capa más oscura de los dientes, la dentina, queda expuesta. Esta aparece como un color amarillo, naranja o marrón.
- Boca seca. La lengua tendrá un aspecto brillante, y las líneas que recorren la lengua serán más prominentes. Los alimentos se pegan entre los dientes con más frecuencia. Los labios se resecan y se agrietan con facilidad.
- Glándulas salivales inflamadas (sialadenitis). Las glándulas salivales pueden inflamarse y tener un aspecto hinchado. Esto es especialmente prominente alrededor de la esquina de la mandíbula, cerca de la oreja.
- Alteración de la sensación gustativa.
- Grietas en las comisuras de la boca (queilitis angular). Las comisuras de la boca se enrojecen y se agrietan. Pueden tener un aspecto costroso y producir picor y dolor.
El papel del dentista
La visita al dentista a veces resulta desalentadora, pero los dentistas están ahí para apoyarte y mantener tus dientes sanos. La mayoría de los dentistas han sido formados para reconocer los signos de los trastornos alimentarios en sus pacientes, y entenderán el impacto de estos trastornos en tus dientes.
Tu dentista podrá registrar el estado de tus dientes, que te servirá de referencia en futuras citas. Los registros de referencia pueden incluir radiografías, fotografías y escáneres intraorales.
A continuación, los dentistas podrán darte consejos preventivos personalizados y trabajar contigo para que funcionen. Si sufres de dolor o de la apariencia de tus dientes, también pueden ayudarte con esto.
Es importante encontrar un dentista con el que conectes para que confíes en el servicio que te ofrece. Si no tienes una buena experiencia la primera vez, no renuncies a los dentistas; busca otro.
Terapia Online ¿La recuperación es posible?
Los trastornos alimentarios no tienen porqué ser permanentes. Con el tratamiento adecuado, la recuperación es posible. En Psicología Online Avanzada sabemos que a la mayoría de estos trastornos alimentarios les subyace una obsesión, para ello será necesario hacer ejercicios de parada, cambio y confrontación del pensamiento.
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