Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental. Y de nuevo estamos con nuestra queridísima Ana Ballesteros, que es Psicóloga Sanitaria que trabaja con población adulta y adolescentes. Aplica un enfoque cognitivo conductual y además es una pieza fundamental del equipo de Psicología Online Avanzada, gracias a su súper gran trabajo. Muy buenos días, Ana. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Ana: Buenos días. Muy bien. Encantada de estar aquí otro día más con este tema que tenemos entre manos, que es muy interesante. Y bueno, pues en el día a día de la consulta. Y bueno, a ver si este tema pudiese interesar a la gente, que creo que tiene mucho que ver con ese primer paso que das para empezar a ir al psicólogo.
Jota: Sí, a mí me parece un temazo, porque fíjate que cada vez se oye hablar más y con más normalidad en todos los sitios de ir al psicólogo. Cada vez hay más gente que abiertamente comenta que va al psicólogo por esto, por lo otro. Antes era más extraño. Incluso la gente que iba, pues lo ocultaba más. Pero aún así, sigue habiendo ese estigma ahí todavía de ir al psicólogo.
Ana: Totalmente.
¿Por qué existe un estigma asociado a la idea de ir al psicólogo?
Jota: ¿Por qué pasa esto, Ana?
Ana: Sí, bueno, pues el área de salud mental creo que es un área que tiene que ver mucho con la intimidad de una persona, ¿no? Y creo que puede tener cierta vergüenza en que otras personas lo sepan o conozcan que, que bueno, que tenemos un problema de salud mental. No obstante, no hace falta tener una psicopatología grave para acudir al psicólogo, que es un poco lo que creo que se pensaba antes. Alguien cuando acudía a un terapeuta o centro especializado era porque había algún problema más grave de base, no?. Ahora está habiendo una concienciación social que me parece muy positiva, sobre todo en personas jóvenes, que veo que son mucho más despreocupados en cuanto a esto y que incluso a amigos, familiares no tienen ningún tipo de reparo en decir: ‘Mira, voy a ir al psicólogo, voy a ir al terapeuta y demás’. De hecho, tengo pacientes jóvenes que lo comentan abiertamente con otros amigos y bueno, creo que cada vez está siendo algo que se comenta de manera más abierta. Pero bueno, al formar parte de algo tan íntimo, estos problemas personales o los conflictos que tenemos a nivel emocional o por alguien de nuestro entorno, pues bueno, tampoco creo que sea algo fácil de contar a veces.
Salir del Estigma: La Evolución de la Psicoterapia desde Problemas Graves a Cotidianos
Jota: Claro, sí, efectivamente. Lo relacionabas con lo que decías al principio de los problemas graves, y es que antes, bueno, se asocia la idea del psicólogo con estar loco. Tienes que estar, no sé, escuchar voces, ver visiones, estar ahí muy muy mal, tener un problema más serio para… Era lo que la gente asociaba. Que ahora, efectivamente, con cosas más habituales que a todos nos pueden pasar a lo largo de nuestra vida, tener lo típico: estrés, depresión, ansiedad, que dependiendo de las circunstancias de cada uno, podemos pasar. Y ahora no es tan raro que tú decidas, cuando tienes una situación así, acudir al psicólogo, y que no dé miedo contarlo.
Ana: Sí, antes estaba asociado a una esquizofrenia o una depresión grave, a un trastorno bipolar. Digamos, algo que te lleve a la psicopatología , no? Pero bueno, no hace falta tener un diagnóstico o enmarcarse ahí para poder pedir ayuda en un momento dado en tu vida. Al final, cuando vas al psicólogo es cuando tienes un asunto entre manos, una problemática que te está costando hacer frente solo. Que ves que tus recursos personales en este momento no son los mejores y que sientes que ese conflicto no lo puedes llevar a cabo tú solo, como a lo mejor te ha pasado en otros momentos de tu vida. Entonces, necesitan esa ayuda, ese especialista en esa área de la salud para que te pueda brindar herramientas, explicarte el funcionamiento de la psique humana, para que puedas comprender lo que te pasa y así puedas hacerle frente a ese conflicto. Entonces, cualquier cosa que te pueda ocurrir en el día a día, un conflicto en el trabajo, estrés, que ahora lo vemos así, estrés, ansiedad, súper común. Problemas de relación de pareja. Todo eso, si tú estás viendo en algún punto que te está costando solucionar ese conflicto, pues bueno, sí que se puede llamar a un terapeuta y ver si de esa manera te facilita un poco esa vía.
Compartir la Carga: El Valor de la Apertura en la Experiencia Terapéutica
Jota: Claro, efectivamente, siempre es una ayuda. Es como una muleta, cuando tienes algún problema, tienes una torcedura en un tobillo. El apoyarte en alguien que te guíe un poco para esa cosa que está molestándote en tu día a día, en tu vida, para poder seguir. Claro, es algo muy personal, muy íntimo, como comentabas. Efectivamente, yo creo que que la gente sepa que tienes una debilidad es algo que cuesta. Tienes algo que te hace vulnerable.
Ana: Exacto. Pues sí, y a veces el entorno de los pacientes que vienen, no es el más favorable, tampoco. A lo mejor hay un entorno social pobre o a lo mejor la relación con la familia no es la mejor. Y en esos casos también dificulta que esa persona sea más abierta en cuanto a decir o no que va al psicólogo. Por supuesto, es algo voluntario, al final el paciente puede contarlo o no contarlo, puede hacer lo que quiera. Pero bueno, yo sí que veo que el compartir esa experiencia con otras personas y que esas otras personas que también hayan pasado por lo mismo que tú, y también hayan acudido a un psicólogo, creo que resulta muy enriquecedor y te hace sentir también que bueno que no eres la única persona que necesitas ayuda, sino que hay muchísimas otras que también están atravesando por un proceso terapéutico.
Terapia Online: Desafiando el Estigma desde la Comodidad del Hogar
Jota: Es verdad. Y fíjate, estaba pensando ahora, según contabas esto de contarlo o no contarlo, que ahora a lo mejor no es tan importante, es que si antes ibas al psicólogo, tenías que ir a una consulta física, tenías que entrar por la puerta de un sitio donde tus vecinos estaban viéndote entrar. Y aunque tú no quisieras contarlo, pues ahí había alguien que podía verte, incluso en la propia clínica. En la consulta, entrando, saliendo. O sea, te podías encontrar con gente que te conociera. Y ahí, que sin tú querer comentarlo, pues se diesen cuenta de que esto pasaba. Ahora, gracias a la terapia online, puedes estar tranquilamente en el salón de tu casa y que absolutamente nadie sepa lo que estás haciendo. Pero efectivamente, el querer que no se sepa es precisamente por ese estigma que hay de: ‘me está pasando algo, por lo que yo estoy pidiendo ayuda’.
Ana: Sí, bueno, es que con otros especialistas no aparece ese estigma. No te da miedo decir que has ido al fisio, o que has tenido que ir al médico de cabecera, o que te han hecho una revisión. Supongo que por esa parte tan íntima y personal, que entra esa vulnerabilidad de la que nos hablas, nos cuesta mucho abrirnos y sentirnos vulnerables con otras personas, porque pensamos que esas personas pueden hacernos más daño, saben más de nosotros. Entonces, bueno, hay que derribar ese estigma. Bueno, yo creo que en parte sí, sobre todo para que la gente conozca realmente lo que es ir al psicólogo y que hay una multitud de problemáticas con las que puedes acudir y que por supuesto, no necesitas tener un problema súper grave o una psicopatología de base. Entonces, bueno, yo creo que poquito a poco se está haciendo esta concienciación social, pero sí creo que esa parte íntima y tan personal es lo que nos diferencia de otros especialistas y lo que hace en parte que sea difícil compartirlo con gente que se tiene en el entorno.
Normalizando la Ayuda Psicológica: El Papel de la Educación y los Medios de Comunicación
Jota: Claro. ¿Cómo se podría educar un poco a la gente para que esto fuese más normal? Que nadie mirase a nadie raro como diciendo: ‘Uff qué va al psicólogo? ¿Qué le pasará?’ ¿Qué tendríamos que hacer? ¿Desde qué ámbitos para que esto fuera normal, para que nadie te mirase raro, simplemente pues te preocuparas, no? ¿Qué te pasa, te puedo ayudar?
Ana: Claro. Pues bueno, supongo que el primer ámbito es la educación, que desde la educación se fomentase incluso nuestra figura, que incluso los niños o adolescentes, pudiesen tener, no sé, una serie de clases o cursos que tuviesen que ver, por ejemplo, con la gestión de las emociones o con los conflictos interpersonales. Porque, pues esto es una parte super importante. Evitaría incluso problemas entre alumnos de bullying, puede ser. En los medios de comunicación también es súper importante que nuestra figura esté presente, que se vea. Cada vez se ve más, la verdad. Afortunadamente, en esos debates de la tele y demás, ahora con los podcasts, sí que es verdad que nuestra figura va apareciendo cada vez más. Cuando sale un tema social que los psicólogos podemos comentar y podemos aportar, cada vez estamos aportando más y la gente se está familiarizando muchísimo con nuestra figura. Pero aún queda mucho. Yo creo que desde esa educación, en los alumnos, si incluso, pudiesen tener a un psicólogo de referencia, hay una figura en los colegios, pero sí que es verdad que es una y que hay muchos alumnos y niños y es muy difícil recurrir a ella. Pero bueno, sí que se les podría enseñar algo en cuanto a gestión de emociones, o a cómo lidiar con el estrés de los estudios, o algo así. O sea, que desde pequeño supiesen que el conseguir esas herramientas, pues qué bueno que hay una figura que se dedica a ello.
Jota: Efectivamente, sí señor. Hay una cosa que estabas comentando ahora sobre la televisión, que efectivamente tiene una parte buena, hay mucha gente que todos estamos viendo, que pueden decir públicamente que van al psicólogo, han tenido este problema, tal, que hay gente que vemos ahí que pueden ser referentes. Luego, además, lo que comentabas de psicólogos que aparecen en algunos programas dando su opinión o haciendo algunas cosas. Y efectivamente, hay algunos que yo les veo trabajando y dando opiniones muy correctas, pero hay algunos que a mí me dan un poco de miedo, que parece más que psicólogos que hacen… Dime si me estoy equivocando.
Ana: Flaco favor, ¿no?
Jota: Flaco favor, si.
Ana: Flaco favor, la profesión, puede ser, puede ser. Es que como todo, no sé, hay profesionales de todo tipo. Yo también he oído ciertas opiniones que me parecían un poco alejadas de lo que a lo mejor yo profesionalmente recomendaría. El problema con los programas de televisión y demás es que ellos tienen que decir una cosa, está todo muy reglado, muy pautado, no te puedes salir un poco de la norma. Entonces, supongo que no puede salir un poco de esas líneas. Pero bueno, creo que el hecho de que la gente sí que vea esa figura que existe, que es algo que no sé, no nos ven como algo mucho más, muy alejado, digamos. Y creo que al vernos en sus casas, digamos, aunque sea con una opinión más favorable o más desfavorable, que ahí podríamos entrar en debate, pues creo que al menos hace que las personas se familiaricen con que esa figura existe. Y sí, por supuesto, pues podría ser cuestionado alguna de las recomendaciones que hagan, eso está claro. Pero bueno, creo que hay otras ocasiones en las que sí que funciona como algo positivo.
Decisión Difícil: La Resistencia de Generaciones Pasadas a Buscar Ayuda Psicológica
Jota: Creo que lo has comentado antes, has dado una pista, pero ¿crees que hay algún grupo demográfico que tenga más problemas en decir que va al psicólogo que otros?
Ana: Sí, como digo, lo que yo además veo en consulta todos los días, las personas más jóvenes, el estigma es muchísimo menor. Incluso adolescentes que me comentan: ‘Es que mi amiga también va al psicólogo.’ Y lo comentan en clase. Para mí, eso cuando yo iba a clase era completamente impensable. De hecho, recuerdo una alumna que a veces se salía para ir al psicólogo, no sé quién se enteraría de la clase y nos lo dijo y nos parecía extraño. ¿Va al psicólogo, qué le ha pasa? Pensábamos que era algo super grave y no estaba nada normalizado. Y a día de hoy los jóvenes están muy concienciados en eso, y es algo super positivo, pero claro, te vas a generaciones de personas más mayores, y evidentemente, la educación que han recibido, pues no, era: ‘Tira para adelante, tira para adelante y ya está, hasta que no puedas.’ Esa figura en la sociedad, bueno, sí, por supuesto, había gente que acudiría, pero no estaba nada normalizado. Entonces, bueno, con estas personas sí que me da la sensación de que les cuesta un poco más abrirse y que en el momento en el que piensan que podrían ir al psicólogo, hasta que finalmente agendan esa cita, suele pasar más tiempo. Mucho más tiempo de reflexión: ‘¿Esto es para mí?’ Incluso a veces han venido y me han dicho: ‘Es que yo la verdad es que esto no sé si sirve para algo.’ Y bueno, pues vamos a ver si sirve, no?. Voy a intentar que sí, voy a intentar que esto sea productivo para ti. Y bueno, la mayoría de la gente luego acaba viendo, pues los beneficios que tiene y las posibilidades tan positivas que puede tener para la resolución de esos conflictos ir al psicólogo. Pero sí que tardan mucho más hasta esa decisión final y encontrarse cara a cara con el terapeuta. Incluso, se les ve como con cierta vergüenza o con ciertos nervios de decir: ‘Ay, es que yo nunca he necesitado esto, pero ahora sí.’ Y lo ven incluso como un signo de debilidad, de decir: ‘Pues yo siempre he podido con todo y ahora no puedo.’ Y es como bueno, es que no pasa nada.
Jota: Efectivamente. Creo que hay una cosa, una teoría mía que se me estaba ocurriendo, según estabas comentando, y es que la gente más joven que va al colegio, como comentabas, tiene unos padres que son los que al final deciden, toman la decisión de que esos hijos vayan al psicólogo. Y yo creo que ahora hay mucha gente que le cuesta dar el paso de ir ellos mismos al psicólogo, pero sí que detectan rápidamente que todo el mundo alrededor tiene que ir. Esta gente te ve, incluso a sus hijos, siendo sus hijos, si ven o detectan cualquier mínimo problema, como comentabas de estrés, puede ser, imagínate, un bullying o algún problema que puedan tener, voy a llevar a mi hijo al psicólogo. Y a lo mejor eso sí que hace que esta gente, esta generación, que sí que ya ha empezado a ir, lo tome con mayor normalidad y poco a poco, pues… Bueno, de hecho está ocurriendo. Cada vez está más extendido, cada vez es menor problema. Pero el problema es que aún sigue existiendo. Probablemente por culpa de las generaciones más mayores.
Ana: Sí, al final vamos evolucionando y nos damos cuenta pues eso de que bueno, que es una ciencia más, de que somos un especialista más y puedes necesitarlo en algún punto. O bueno, no necesitarlo también está bien, pero en ningún caso te puede perjudicar negativamente y en ningún caso tienes que estar en el extremo para acudir. Cualquier situación o con cualquier dificultad de la vida cotidiana, a la que te esté costando hacerle frente, pues se puede acudir perfectamente.
Jota: ¿Y hay diferencia entre hombres y mujeres? ¿Hay gente que tenga más problemas para acudir a terapia?
Ana: Si, yo veo más mujeres, como pacientes, la mayoría. No solo lo veo yo, sino que hablando con compañeros de profesión y demás, la mayoría de pacientes que tenemos son mujeres. No sé, yo creo que esto es multi causal, no podríamos decir que es por una cosa en concreto, pero sí que veo más pacientes que son mujeres. No obstante, tengo muchos hombres de diferentes edades o sea, desde adolescente hasta cincuenta y tantos, o sea que bueno sí que veo una diferencia, pero tampoco es algo que me llame muchísimo la atención. También veo muchos hombres que acuden a terapia y, bueno, igualmente comprometidos con su proceso y con querer mejorar. Así que sí hay una pequeña distinción, sí que es verdad en eso.
Jota: Sí que van más mujeres. Yo creo que aquí, y también puedo estar equivocado, pero creo que el problema de los hombres es que, aunque solo sea de manera histórica, el mostrar una vulnerabilidad o un problema, eso para un hombre es más difícil, por educación quizá, de tener que ser siempre el fuerte, esperemos que esto mejore poco a poco y que todos podemos tener problemas. Y fíjate lo de ‘Los hombres también, lloran’, que. todos podemos tener un problema, pero probablemente haya muchos hombres que les cueste más abrirse que una mujer, ya solamente por educación.
Ana: Sí, no, por supuesto, pues hemos tenido unos roles marcados, en cuanto a hombre, mujer y demás. Entonces, bueno, pues quizá la mujer es más dada a pedir esa ayuda. Quizá el hombre es más de: ‘bueno, voy a intentar solventarlo yo, hasta el final’. Pero sí, está súper bien, que también haya hombres que acudan a terapia y vean que también puede ser para ellos perfectamente. Ya te digo, he tenido procesos terapéuticos también con hombres que han ido súper bien. Personas que a lo mejor no habían ido anteriormente al psicólogo tampoco y que han visto que les ha traído muchísimos beneficios y que me ha encantado también atenderles. Que si, yo creo que poco a poco se está abriendo a todo el mundo, incluso a todas las edades también. Es que he tenido pacientes de más de 60 años también, que jolín, tú dices por educación puede ser más difícil que acudan pacientes de esas edades, pero también están viniendo, también menos que personas jóvenes, pero poquito a poco se normaliza.
Jota: En la plataforma en Psicología Online Avanzada, hemos tenido pacientes que han acudido de más de 80 años.
Ana: Guao.
Psicología y Ciencia: Rompiendo el Mito de la Ineficacia Terapéutica
Jota: Sí, sí. ¿Hay algún mito referente a todo esto relacionado con este problema que estamos tratando, así que sea habitual, que se habla así, que quieras quitarlo y decir mira, estos mitos?
Ana: Pues bueno, me encuentro con un poco la pregunta esta que se hacen las personas de: ‘Esto es para mí? A mí realmente no me pasa nada’. Nos ponemos como muchas barreras. Es una manera de quizás evitar un poco el problema porque es algo complejo. Venir a terapia duele. Es decir, estás tratando temas emocionales que son dolorosos. Entonces, va a haber sesiones en las que remuevas un montón y no todo el mundo está preparado para enfrentarse a esa situación. Pero si tú te estás planteando ir a terapia, seguro que es para ti. Nos hacemos esa pregunta de barrera de: ‘esto es para mí, a mí me valdrá?’ Por supuesto, si tú ya te estás planteando eso, inténtalo. Intenta encontrar a ese terapeuta que vaya contigo, con el que te sientas a gusto, con el que te sientas cómodo. Seguro que hay alguien que te pueda atender de la mejor manera para que te haga sentir súper bien. Luego también me encuentro un poco de: ‘Bueno, es que yo realmente tengo un entorno social fuerte, tengo amigos que me escuchan, familiares, para que lo necesito, no?’ Bueno, es que cumplimos un rol muy distinto. Nosotros en ningún caso somos un familiar o somos un amigo, no tratamos de dar consejos. Tratamos de explicar lo que ocurre a nivel psicológico para que la persona lo comprenda y tratamos de brindar herramientas y de que tenga recursos distintos a otros momentos de su vida que les pueda ayudar a hacerle frente. Bueno,y luego lo de que: ‘los psicólogos no valen para nada’, también. También lo escuchamos, pero bueno al final es que es una ciencia más. Nosotros no nos estamos basando en cosas raras, nos estamos basando en estudios científicos. Entonces, es una rama más de la salud.
Jota: Totalmente, sí. Yo he escuchado alguna vez: ‘Yo no creo en esto.’
Ana: Sí, como si tuvieses que creer en los astros, o en no sé. Si, realmente, no es que sea, no es una creencia, es que es una ciencia, no es una creencia realmente, es algo que se estudia en todo momento.
Jota: Totalmente. Y todo lo que utilizamos en terapia, que está basado y contrastado científicamente, que tiene sus efectos.
Ana: Por supuesto.
Jota: ¿Hay algo que quieras contarle a todos nuestros oyentes antes de terminar? Para que si todavía hay algo ahí que les…de…, también es lo que tú decías, esto es una cosa íntima y que no tienes por qué abrirte, pero ¿cómo podemos avanzar en eliminar ese tema? Cuéntanos algo.
Ana: Pues mira, lo que les diría es cuando esa idea se planta en tu mente, esa idea de voy a ir al psicólogo, esa primera idea, lo que les diría es prueba. No va a haber nada negativo que encuentres en terapia. Es un entorno seguro, es una persona que no te juzga, es una persona que te puede explicar con otras palabras lo que te está ocurriendo, que te puede hacer comprender. Te va a brindar una serie de recursos que a lo mejor antes no te habías planteado. Es decir, prueba, prueba a ver. No se pierde nada viniendo terapia. Y si ya está esa idea en ti, es por algo. Es por algo que se te está escapando, es porque algo se te está descontrolando, es porque tú ya ves que a lo mejor no puedes solo. Les diría prueba, prueba a ver qué tal. Esa primera sesión, agéndala y luego ya verás.
Jota: Perfecto, Ana. Pues como acabáis de escuchar, probad.
Ana: Exacto.
Jota: Y nada, espero que os ayude a todos muchísimo todo lo que hemos hablado y que os vaya a todos muy bien. Nos vemos pronto en otro capítulo, Ana.
Ana: Nos vemos pronto. Un placer.
Jota: Chao.