Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis es Psicóloga Experta en Terapia Online con más de 20 años de experiencia haciendo terapia, más de siete años haciéndolo de forma online. Además, es supervisora de los casos y apoyo del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Paula: Hola, Jota. Encantada de estar aquí. Muy bien.
Jota: Sí, yo también estoy encantado de que podamos hablar un día más. Hoy vamos a hablar de un tema muy interesante que nos afecta a todos, probablemente a lo largo de nuestra vida, en algún punto. Esperemos que todo sea leve, que sea tranquilo y que no pase nada. Pero son esos problemas para tener un equilibrio en nuestra vida, tanto personal como profesional. Y no sé por dónde empezar. Es un poco complicado, a lo mejor, tener claro dónde está ese balance correcto para tener una vida equilibrada. Cuéntanos un poquito tú cómo lo ves.
Paula: Bueno, a mí me parece muy interesante hablar de este tema, porque aunque nos parezca mentira, el 80%, 85 incluso, de los casos que me llegan a consulta a día de hoy, tienen un origen laboral. Es decir, el motivo de su consulta deriva de un problema en el trabajo y precisamente el problema está en este desequilibrio que existe entre el aspecto laboral y nuestro bienestar en muchas ocasiones.
Identificando el Desbalance entre Trabajo y Vida Personal
Jota: Pero aquí yo creo que es importante hacer una diferencia, porque dime si estoy en lo cierto o no, pero me imagino que aquí el problema muchas veces viene por tener un exceso en la parte de trabajo, en la parte laboral. Es dedicarle más tiempo a esta parte que a nuestra vida personal. Pero puede suceder por dos razones. Una, porque se me exija y no me quede entre comillas remedio. Y otra, que es que yo este enganchado a mi trabajo de una forma u otra y sea yo el que decide dedicarle ese exceso de tiempo al trabajo, prácticamente limitando mi vida personal, que no es lo mismo que te lo exijan a que seas tú el que lo hace. Me parece que es importante también diferenciarlo.
Paula: Sí, sin duda. Por supuesto que es muy importante diferenciarlo, pero independientemente de si viene de dentro o viene fuera, lo verdaderamente importante, y esto sí que es común a todos, debemos de encontrar esa armonía entre las responsabilidades y las demandas de nuestro trabajo con nuestra salud física y mental.
Jota: Y por lo que comentas, hay muchísimos casos. Me imagino que no son todos por el exceso de trabajo. Habrá otras problemáticas que no tienen por qué ser porque trabajé mucho, pero probablemente sea una que es importante.
Paula: Muy frecuente.
Estrategias para Manejar una Carga Laboral Excesiva
Jota: ¿Cómo se puede lidiar con una situación en la que tú tienes mucho trabajo que no sale de ti, sino que…
Paula: Que te lo imponen.
Jota: desearías trabajar menos, y te viene impuesto de una manera directa o indirecta.
Paula: Vale. Bueno, pues aquí sería importante, en primer lugar, ser realistas con lo que se me está pidiendo, con las expectativas que vienen de fuera, que se tienen sobre mi rendimiento y sobre mi productividad, porque a veces nos piden imposibles. Yo tengo pacientes que me dicen: ‘Es que me piden tareas para ayer.’ Y digo yo, pues lo primero que hemos de hacer es sabernos comunicar con nuestros responsables, con nuestro jefe, de una forma muy asertiva, por supuesto, tener esa comunicación efectiva y poder, por medio del establecimiento de límites, transmitir que eso que me estás pidiendo es un imposible. Yo creo que es una buena base de la que partir. Cuando ese volumen de trabajo me viene desde fuera y soy incapaz de hacerme cargo de ello.
Comunicación Efectiva en el Entorno Laboral
Jota: Claro, es evidente. Cuando te piden un imposible, como es para ya, que entiendo que aquí lo que te están pidiendo es que lo tengas lo antes posible. A veces también nosotros recibimos estas llamadas por parte de nuestro responsable o un jefe, como tenlo cuanto antes de esta manera, y a lo mejor nosotros nos hacemos más responsables de lo que realmente nos están pidiendo. Igual no nos están pidiendo, ese imposible. Nosotros lo queremos ya tener cuanto antes, y a lo mejor el cuanto antes puede ser un poquito más en el futuro. El diálogo sería muy importante aquí para decir vale, yo lo voy a tener cuanto antes, pero ¿cuándo es cuanto antes?
Paula: Claro. Es que algunos responsables muchas veces se valen de estrategias, desde mi punto de vista, nada correctas, muy basadas en la ley del regateo. Yo te voy a pedir mucho porque tú me vas a ofrecer poco y así podemos llegar a un término medio. Y no es la idea. No es la idea. Aquí lo que necesitamos es tener un lenguaje correcto, un lenguaje entre adultos y pedir lo que de verdad estoy pidiendo y hacer saber realmente que para cuándo lo quiero, qué es lo que quiero. Es algo esencial en el buen funcionamiento laboral, en el buen rendimiento y en la productividad. Tener, como si dijéramos, un trabajo bien definido y en esto incluye esta parte. Que aquello que se nos pide, aquello que se nos demanda, esté bien explicado, bien concretado y bien comunicado, por supuesto. Sí, eso es fundamental.
Señales de Desbalance entre Vida Personal y Laboral
Jota: ¿Cuáles serían las señales más claras de que una persona tiene este desequilibrio entre la vida personal y laboral? Porque muchas veces, sobre todo cuando sale de uno mismo, como el ser adicto al trabajo tampoco es algo que esté mal visto…
Paula: No, nuestra sociedad, por desgracia, no.
Jota: …en la sociedad, pues muchas veces puede pasar un poco más desapercibido. ¿Cuál sería una señal clara de: aquí hay un problema?
Paula: Pues, por ejemplo, los trastornos que nos llegan a consulta, que pueden ser trastornos de ansiedad, muchas veces marcados por el estrés, por el estrés laboral en muchísimas ocasiones, muchísimas. Ya te digo, hay una incidencia tremenda de estos casos. Esa ansiedad, al final, puede manifestarse de muy diversas formas, incluso puede llegar a somatizarse. Son muy frecuentes las crisis de ansiedad como consecuencia de esta problemática, pero es que a veces incluso problemas verdaderamente físicos, problemas cardíacos, problemas dermatológicos, problemas respiratorios, problemas digestivos son muy comunes ante el estrés laboral, por ejemplo. Estas serían las consecuencias. Luego también hay consecuencias en otros aspectos de nuestra vida, pues porque a veces el exceso de trabajo también directamente implica una limitación en nuestras relaciones personales, en nuestra vida personal. Esa falta de relaciones personales que se están viendo afectadas por nuestro trabajo, o falta de actividades que son fuentes de refuerzo para nosotros también nos pueden llevar a caer, incluso en estados depresivos o semi depresivos, donde tengamos síntomas muy similares a los de una depresión. Insisto, como consecuencia de una situación laboral estresante. Vamos a definirla así, vamos a llamarla así, de una forma muy general. Entonces, tanto en dirección a la ansiedad como a la depresión, por ejemplo, podría surgir esas consecuencias. Además de eso, problemas relacionales en nuestra vida personal o incluso otras áreas de nuestra vida afectadas. Pues eso, el olvidarnos de nosotros mismos, olvidarnos de nuestra propia salud física y mental, que nos pueda llevar a descuidarnos y a traer otro tipo de consecuencias, ya no sería tanto la somatización de la ansiedad o del estrés, sino consecuencias del autoabandono. Porque estoy demasiado involucrada o demasiado sumergida en mi trabajo. Lo que no podemos olvidar, Jota, es que el trabajo es una herramienta que nos ayuda a vivir y a subsistir. Entonces, visto así, la vida es otra y es en la vida en la que realmente tenemos que poner todos nuestros esfuerzos y en la que de verdad debemos de invertir principalmente nuestras energías. Hablo de nuestras energías físicas y mentales. Yo muchas veces les pongo el símil a mis pacientes, les pongo el ejemplo de que el trabajo fuera como si fuera un escenario al que nos subimos todos a hacer nuestro teatrito. Digamos que ese teatrito puede ser en muchos casos muy cercano y muy similar a lo que luego vivimos en nuestra vida personal. Esto puede ser bueno porque significaría que nuestro trabajo, por ejemplo, nos realiza, ¿no? Y forma una buena parte de nosotros y tiene mucho que ver con nuestra personalidad, pero también puede ser totalmente alejado y no pasa nada por ello. Lo verdaderamente importante es que sepamos que de ese escenario nos tenemos que bajar y que nuestra vida es la que se desarrolla entre bastidores y fuera de nuestro escenario.
Reconociendo la Adicción al Trabajo
Jota: Claro, pero al final, de una manera u otra, pasamos muchas horas en el trabajo. Es parte de nuestra vida, aunque no sea la fuente principal o no debería serlo. Entonces, bueno, también habrá que estar ahí viviendo y disfrutando dentro de lo posible. Hay un punto que no quiero que se me escape y todo esto que nos has contado antes es muy interesante. Todas estas reacciones que pueden llegar a tenerse, estrés, ansiedad, depresión, todos estos efectos colaterales de tener un exceso en la vida laboral. Pero yo sigo, y perdona que insista un poco, en esta parte de la población que le encanta estar en el trabajo disfrutando por el motivo que sea, que no tiene estos problemas, que pasa horas y horas en el trabajo.
Paula: Sí, sí los tiene, al final los tiene. Lo que pasa es que a lo mejor no está siendo consciente.
Jota: Claro.
Paula: Quizás los está negando, porque cuando tenemos una adicción, y la adicción al trabajo es una adicción como otra cualquiera, pues muchas veces eso, la propia sustancia o el propio hecho que nos tiene enganchados nos impide ver en todo lo demás que nos estamos faltando, no?
Las Razones Detrás de la Adicción al Trabajo
Jota: Quizás también está huyendo de esa otra parte que tiene fuera del trabajo, de esa vida que a lo mejor no es tan satisfactoria y que prefiere estar en ese escenario que nos has pintado, donde está disfrutando más y tiene otra carencia afuera.
Paula: Muchas de las razones pueden ser esas. También pueden tener mucho que ver con problemas de autoestima e inseguridad. Cuando, sin embargo, en un trabajo nos estamos sintiendo reconocidos o tenemos éxitos, pues muchas veces nos enganchamos mucho a ellos, sobre todo si son intermitentes. Luego habría que hacer un análisis bastante exhaustivo de cuál es la situación en cuestión. Pero a veces el mero hecho de ser exitosos en nuestro trabajo también tiene su peligro. Si luego, por otro lado, a nivel general, como característica de nuestra personalidad, prima una baja autoestima, una inseguridad o una desconfianza en ti mismo. Si solamente sientes que el éxito lo consigues en el ámbito de lo laboral, pues igual te olvidas de todo lo demás. Pero qué es antes o qué es después. Aquí ya entraríamos en una reflexión muy complicada.
Estrategias para Equilibrar Trabajo y Vida Personal
Jota: Claro. ¿Cómo se puede hacer una gestión correcta de esto? Porque estamos hablando de muchas cosas, está muy bien el diálogo, el poner límites, el poder tener estas conversaciones. A veces no solamente es el ir y estar en el trabajo, a veces el trasladarte al trabajo ya supone un esfuerzo en tiempo largo. Tienes que volver a casa, que también puede llevarte mucho tiempo. Además, a veces ahí te has desplazado lejos de tu vida personal y luego además a lo mejor tienes horas para comer con una jornada partida. Y aunque tampoco estés haciendo horas de más, sí que supone entre traslados, pausas y demás pasar toda la jornada durante toda la semana, dedicándote sola y exclusivamente al trabajo. ¿Qué podemos hacer para estabilizar o mediar o equilibrar un poco el balance entre una situación y otra? Porque a veces no es tan sencillo.
Paula: Bueno, en primer lugar, o sea, cuando yo hablo de que el trabajo es una herramienta que nos ayuda a vivir y a subsistir, es precisamente para que lo relativicemos. Y el hecho de que estemos ante una situación laboral que efectivamente llega a ser así de complicada, que nos puede llegar a absorber tanto y que inevitablemente inunda otros aspectos de nuestra vida que son mucho más importantes. A lo mejor lo primero que nos tendríamos que hacer es plantearnos cambiar de trabajo, que no tiene nada de malo, que parece que una vez hemos conseguido un trabajo y sobre todo en nuestra sociedad, porque en otras sociedades, en otras culturas, en países europeos, quizás sí que se valora más esa inquietud y esa tendencia al cambio de trabajo, esa tendencia al movimiento. Pero sin embargo, en la sociedad española, yo creo que todavía se valora mucho el trabajador que lleva 30 años en su empresa y cosas así, que no me parece mal, que no voy a entrar en qué es mejor o qué es peor, pero que no tengamos miedo a perder nuestro trabajo, ya sea bien porque nos despidan, o porque decidamos nosotros libremente el irnos de él. El tener esa posibilidad, el valorar que existe, esa posibilidad incluso favorece muchas veces a nuestro afrontamiento. Luego, por ejemplo, entra mucho en juego la diferencia entre calidad y cantidad. Es verdad que en el trabajo pasamos muchas horas, es verdad. Pero si esas horas no son de calidad, y por calidad me refiero a que nos proporcionen un verdadero refuerzo desde un punto de vista psicológico, quizás haya que trabajar la calidad fuera del trabajo. Aunque haya poquito espacio fuera del trabajo, quizás lo que debamos de hacer es optimizar mucho ese tiempo y vivir momentos de calidad. También es importante hacer trabajos con la motivación dentro de nuestro trabajo. Es decir, trabajar la motivación intrínseca, si es que el trabajo en cuestión nos gusta y nos puede llegar a realizar y la tarea concretamente nos produce una cierta satisfacción. Y si no es así, podemos buscar otro tipo de motivaciones más extrínsecas. Pues que el trayecto que hago hacia el trabajo sea bonito, pase por un sitio bonito, sea capaz de mirar al cielo y disfrutar de esos momentos. A esto hay estrategias muy concretas que nos ayudan y que pueden ser, por ejemplo, los ejercicios de meditación o hablando un poco de la optimización del tiempo fuera del trabajo. Está muy bien tener en cuenta siempre el llevar a cabo hábitos de ejercicio regular, por ejemplo, y también hacer ejercicios en esto. Y esto nos cuesta mucho a la sociedad de ahora la desconexión digital. Que no estemos todo el día conectados a las pantallas, que seamos conscientes de que si me he tirado más de ocho horas frente a una pantalla de ordenador, intentemos que luego fuera no suceda tanto esto.
Aprovechando los Momentos de Calidad
Jota: Me estoy imaginando a la persona en un transporte público hasta su trabajo con una hora y pico al móvil.
Paula: Por ejemplo, ya.
Jota: Su jornada laboral al ordenador y volver otra vez con el móvil, llegar a casa y ponerse en otra pantalla a ver una serie. Efectivamente, son muchas horas. Me ha encantado una cosa que quiero que no pase desapercibida, que has dicho lo de los momentos de calidad. Si tenemos esta situación tan compleja que no nos permite por una razón u otra tener tiempo para nosotros, que esos momentos que tengamos que sean de calidad. No dejemos que los días pasen y aprovechemos esos momentos para disfrutarlos. Y aprovechar esos momentos que pueden pasar también a veces desapercibidos, ya sea en un transporte público o en el descanso, para que también se puede sacar provecho de esos ratos, ya sea en solitario, aunque no sea en compañía de otras personas, o con los compañeros de trabajo, que al final se pueden compartir también en parte de nuestra vida y que puedan ser amigo y también tener con ellos unos momentos ahí de calidad. O lo que decías, de contemplar el cielo, leer un libro, hacer otro tipo de cosas que puedan también completar nuestra vida personal y no sea solo lo laboral. Me ha encantado ese detalle de buscar la calidad cuando el tiempo no es todo el que quisieramos.
Paula: Claro. Y no se nos olviden los descansos. También son fundamentales. Tanto descansos físicos, que son los que nos dicen que paremos por completo y que nos tiramos a la Bartola, o los descansos psicológicos, que son los que son un cambio de actividad. Estos también nos ayudan mucho a optimizar nuestros tiempos fuera del trabajo, que simplemente puede ser eso, un descanso entre hora y hora laboral, por ejemplo, entre turnos.
Teletrabajo: Ventajas y Desafíos
Jota: Efectivamente. ¿Cómo afecta, cambiando un poco de tema, nuevas incorporaciones que se están haciendo en nuestra vida laboral, como es, por ejemplo, el teletrabajo? Esto me imagino que tiene, dependiendo de la empresa, de la persona, dos caras. Pero esto es un cambio que se está empezando a dar desde la pandemia mucho más, pero poco a poco se está haciendo más en las empresas y es el poder trabajar desde casa, que tiene ventajas evidentes, como la de no tener que perder ese tiempo que hablábamos antes de trasladarte al trabajo. Tiene otras pegas, también dependerá mucho de las personas, pero ¿cómo afecta esto también a lo que estamos hablando?
Paula: Bueno, todo tiene sus ventajas y todo tiene sus inconvenientes, no cabe ninguna duda. Y por ejemplo, en el teletrabajo, algo con lo que yo estoy muy conforme, hay que tener en cuenta que existen bastantes déficits, que sin embargo, debemos de ser capaces de compensar, de paliar de alguna manera. Pues por ejemplo, si ya no están directamente implicados esos traslados al trabajo, porque trabajamos desde casa, es muy importante que nos movamos, que hagamos algún desplazamiento, algún cambio de aires, aquí especialmente, es cuando entra en juego el ejercicio físico. Y sí, a lo mejor podríamos practicar el ejercicio físico desde casa, pero mejor si salimos fuera y mejor si es al aire libre. Pero incluso el trasladarnos al gimnasio, ya por lo menos estamos teniendo a cambio ese desplazamiento que quizás nos falta un poco de ese movimiento como consecuencia de estar teletrabajando y ya no tenernos que desplazar a nuestro lugar de trabajo presencial. Por ejemplo, ese sería uno de ellos. También a veces el teletrabajo lo que nos impide es, sin embargo, la desconexión, porque a lo mejor trabajamos en el mismo sitio en el que comemos. Pues porque nuestra casa no tiene por qué ser muy grande. Igual ahí donde yo me apaño mi despacho es además luego la mesa donde me voy a sentar con mi pareja y voy a comer. Pues mira, yo aquí recomiendo hacer cambios de orientación, cambiar la mesa de sitio, intentar quizás, pues si no puedo cambiar de habitación, pues eso, que esté hacia otra dirección orientada. Si estaba al lado de la ventana, pues quizás ponerme de frente. Pensar un poquito en esto y darme cuenta que ahí el cambio físico, incluso, es muy importante y me ayudará mucho más y favorecerá mucho más la desconexión. Sin ni qué decir, tiene, por ejemplo, que no por el hecho de que estemos trabajando en el sitio en el que vivimos, nuestra vida sea siempre trabajo. Tiene que llegar un momento en el que cerremos el ordenador y nos olvidemos de él, y mejor si no lo vemos, incluso. Y que esté apagado, por supuesto, porque como nos suena alguna notificación, nos vamos a sentir muy tentados de volver a ello. Entonces, esos son un poco los peligros que puede de alguna manera traernos el teletrabajo. Hay planteamientos que se están haciendo hoy en día que son mixtos. Quizás, mientras no seamos del todo capaces de paliar, esas dificultades o esos déficits que el teletrabajo nos proporciona sea una de las mejores opciones. ¿Quién sabe?
Buscar Ayuda para Restablecer el Equilibrio
Jota: Efectivamente, efectivamente. Creo que hemos sacado unas cuantas píldoras muy interesantes, pero antes de irnos, sí que me gustaría que nos dijeras qué crees tú que debe ser el primer paso para buscar ayuda cuando una persona empieza a notar que hay este desequilibrio entre la vida personal y la laboral para recuperarla, para sentirse mejor, para no llegar a tener esos problemas que estábamos comentando antes que podemos llegar a tener. ¿Cuál sería ese primer paso a dar?
Paula: Una vez has detectado los síntomas o incluso cómo detectar que estás teniendo ese problema.
Jota: Si, en cuanto tú empiezas a notar que hay un desequilibrio, puede ser que no tengas esa situación tan extrema que hablábamos todavía, pero sí que notes que estás dedicando demasiado tiempo a tu vida laboral, más que a tu vida personal, y notas que esto puede llegar a pasarte factura en algún momento.
Paula: Bueno, lo ideal sería poderte coger unas vacaciones, hacer un parón absoluto en ese momento. Con el propósito de que luego cuando vuelvas, empezará a ser de una manera más dosificada, que ni te vas a dejar absorber por tu trabajo, ni tú quizás te vas a volcar demasiado en ello, que vas a saber poner tus límites, que vas a saber cumplir tus horarios, que vas a poner más en práctica el decir que no. Si todo esto te está costando, lo mejor es pedir ayuda. Y para eso estamos los psicólogos y para eso están las terapias, para aprender de uno mismo cómo poder gestionar distintos aspectos de su vida que pudiendo ser muy gratificantes y muy enriquecedores, precisamente por un mal manejo, se convierten en enemigos nuestros. Entonces, si eso, algo así como poner límites, decir que no o cumplir nuestros horarios es algo que nos está costando y hace como consecuencia que absorba nuestra vida y que estén faltando momentos de calidad en otros aspectos de nuestra vida, lo mejor, Jota, es pedir ayuda.
Jota: Genial. Pues no os olvidéis de esos momentos de calidad que nos comentaba antes Paula y pedir ayuda si lo veis necesario. Muchísimas gracias a todos y a ti también, Paula, y espero verte pronto en otro capítulo.
Paula: Muchas gracias a ti, Jota. Encantada.
Jota: Chao, chao.