Jota: Muy buenos días. ¿Qué tal estáis todos? Estamos aquí un día más para hablar sobre salud mental. Y hoy estamos de nuevo con nuestra amiga Paula, Paula Massa que es psicóloga experta en terapia online con casi 20 años de experiencia haciendo terapia y más de seis años haciendo terapia online. Además, es supervisora de casos y apoyo del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Cómo estás?
Paula: Encantada de estar aquí contigo, Jota.
Jota: Qué bien, qué bien. Me encanta, me encanta que estemos aquí. Además, hoy vamos a hablar de un tema que nos han pedido. Nos lo ha pedido Marta. Si alguien más quiere hacer alguna petición o alguna sugerencia, lo podéis hacer escribiéndonos a podcasts@psicologiaavanzada.es, y siempre que podamos, pues atenderemos vuestras peticiones. Así que bueno, Paula, ¿qué tema nos ha pedido Marta?
Paula: Pues hoy vamos a hablar sobre la asertividad.
Jota: Está muy de moda esta palabra. Se dice mucho.
Paula: A mí me parece una palabra bastante fea. Si te digo la verdad. Pero significa o representa algo tan bonito. Es una palabra que está muy de moda, y además yo cuando la trabajo en consulta con mis pacientes, cuando hablamos de ella, muchos me dicen mira, no paro de escuchar esta idea, este concepto, me lo dicen en la empresa, me lo dicen en muchísimos sitios y todavía no sé lo que significa. Y es que es verdad, se habla mucho de ella, pero yo creo que pocas veces se nos explica realmente lo que es.
¿Qué es la asertividad?
Jota: Pues oye, pues qué mejor que empezar entonces explicando que es la asertividad.
Paula: Vale, voy a empezar con una definición un poquito más justa, más exacta. Y es que la asertividad es la capacidad que tenemos las personas para poder transmitir nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras emociones e incluso nuestras decisiones de una manera firme, respetando a nosotros mismos y respetando a los demás.
Jota: Suena muy bien.
Paula: Es algo muy completo. Para explicarla un poquito mejor hablo de que existen tres tipos de comunicación. Tenemos la comunicación agresiva, tenemos la comunicación sumisa y la comunicación asertiva. Es la que está entre medias entre ambas. Es decir, es esa comunicación que nos ayuda a la negociación, que nos ayuda al win-win que tanto se habla en las empresas, verdad Jota? pues es extrapolar esta manera de comunicarnos en la cual ganemos todos, extrapolarla a cualquier ámbito de nuestra vida. Esa es la asertividad.
Jota: Pues oye, me gusta más tu definición.
Paula: Sí, creo que es más fácil de entender la verdad. O sea, entendiendo lo que no es la asertividad, yo creo que conseguimos llegar a entender más lo que es.
¿Solemos ser asertivos en general?
Jota: ¿Y cómo nos comunicamos normalmente? ¿Cuando hablan la gente en general que utiliza la asertividad, somos asertivos en general o es?
Paula: Uf, esto depende, depende de muchísimas cosas, depende del ámbito en el que nos encontremos, depende también de características de nuestra personalidad. Se dice que para ser asertivos existe una cierta predisposición, que hay personas más asertivas que otras. Yo creo que sí, que es verdad que es posible que haya personas a las que les cuesta menos ser asertivos. Pero también hay un factor que influye muchísimo, que es el del aprendizaje. Si nos hemos criado en un ambiente donde ha reinado la asertividad, es más probable que seamos, que tengamos más este estilo de comunicación inculcado en nosotros. Y luego también es que es algo que se puede entrenar, entonces al final todos llegamos a los mismos resultados. Depende mucho del ámbito en el que nos encontremos.
Jota: Puede que ocurra que en algunos ambientes seamos agresivos, en otros sumisos, en otros asertivos, ¿no? Dependiendo del entorno y de lo que se nos deje, o el rol que desempeñemos.
Paula: Si lo que pasa es que así como los roles que desempeñamos en los distintos entornos tienen como cierta labor adaptativa, ¿no? La comunicación asertiva, sin embargo es la ganadora en todos los ambientes en los que estemos, aunque tienda más a parecer una comunicación agresiva o tienda más a parecer una comunicación sumisa en determinados ámbitos, siempre en la medida de lo posible, hemos de lograr ese estilo de comunicación, la asertiva, porque insisto, es que es en la que ganamos todos.
Ejemplos de los 3 tipos de comunicación
Jota: Y antes de continuar, ¿por qué no ponemos un ejemplo? Vamos a poner una forma de comunicación en la que podamos decir cosas similares utilizando distintas, estas tres formas que nos has indicado. Por ejemplo, ¿se te ocurre algún ejemplo así ahora de momento?
Paula: Casi prefiero que lo pongas tú. En otros podcasts has puesto ejemplos buenísimos, Jota.
Jota: Pues a ver yo me iría al tema laboral. Entiendo que en un tema laboral si un jefe viene y te manda una serie de tareas, digamos, excesivas. Me imagino que si eres agresivo pues serás poco amable, le dirás de todo menos bonito, le dirás que no vas a hacerlo o que o algo así. Me imagino que sería una comunicación agresiva. Si eres sumiso, aunque no puedas con ello, pues lo aceptarás y aunque no vayas a ser capaz, y si eres asertivo, le explicarás no me imagino que le darás una explicación y le dirás que es demasiado, que tu no sabes hacer esto, que no te da tiempo suficiente y que no vas a ser capaz de completarlo todo, pero de una manera amable.
Paula: ¿Asertiva?
Jota: Sí, asertiva, efectivamente.
Paula: Ponemos el ejemplo en cada uno de los estilos de comunicación o nos vamos directamente a la asertiva, ¿qué prefieres?
Jota: Yo creo que es importante poner un ejemplo de cada uno para que veamos claramente la diferencia.
Paula: No porque tu al ponerte en las distintas posturas ya de alguna manera has dado una idea. Efectivamente, en la comunicación agresiva le decimos un no rotundo a nuestro jefe sin apenas darle explicación y es poco más o menos pongámonos en plan exagerado: no, no lo voy a hacer porque no me da la gana y ya está, ¿no? Y ahí se queda. Esa sería una respuesta bastante agresiva, donde sí es posible que me esté respetando a mi misma, pero no estoy respetando a la parte que me lo pide, a la parte de mi jefe. La comunicación sumisa sería efectivamente también lo que tú has dicho. Directamente lo hago, me callo o digo vale, me parece muy bien, voy a poder con ello y me pongo con ello. Cuando, sin embargo, yo sé que me está superando y que está superando determinados límites de los cuales yo me veo capaces, con lo que, por tanto, me estoy faltando el respeto a mí misma. Estaré cediendo y estaré haciéndole sentir muy bien a mi jefe, pero yo me estoy faltando el respeto. Y en la comunicación asertiva lo que haríamos es lo que te decía antes el win to win. Quizás yo le puedo decir a mi jefe que me siento saturada, que no sé si voy a ser capaz yo de abarcar ese número de tareas, que a ver cómo lo podemos hacer para conseguir un punto en el cual los dos nos podamos sentir a gusto. Que yo esté respondiendo bien a su petición, pero que sin embargo, también al mismo tiempo me sienta capacitada, no saturada y no sobrepasada con lo que me está pidiendo, que no sienta esa presión. Es importante cuando utilizamos el estilo de comunicación asertivo, hablar desde el yo, desde lo que yo siento, desde lo que yo quiero, no desde lo que tú me estás haciendo, ¿vale? Porque en el momento en el que hablamos de lo que tú me estás haciendo, ya te estoy juzgando y de alguna manera también, entonces, por tanto, te podría estar faltando al respeto.
Jota: Claro. Entonces aquí sería importante decir bueno, yo no soy capaz de hacer todo esto que me has pedido en el tiempo que me lo pides, pero veo que a lo mejor la mitad sí lo puedo hacer, o llegar, para poder negociar y llegar a un acuerdo en el que efectivamente todos ganemos. Yo no me sienta con el agobio y sin embargo sí que pueda responder con lo que yo soy capaz.
Paula: Exacto, de eso se trataría.
¿Se puede aprender a ser asertivo?
Jota: Muy bien. Y toda esta comunicación que comentabas al principio que dependía mucho del entorno, si se había aprendido, si lo habíamos visto. ¿Se puede aprender a utilizar?
Paula: Claro que se puede aprender. Se puede entrenar. Como te había dicho en un principio. Que aunque haya determinadas personalidades o determinada predisposición genética, incluso se dice, por la cual llegamos a ser más asertivos y asertivas. También podemos entrenar nuestra asertividad trabajando distintos aspectos.
Jota: Claro. ¿Y es siempre la mejor forma de comunicarse, es siempre útil o hay veces en las que ser asertivo no ayuda?
Paula: A mí me parece que siempre gana la asertividad, la comunicación asertiva es el estilo ganador. Con el que vamos a conseguir mejorar nuestras relaciones con los demás, hablemos del ámbito que hablemos, con el que vamos a conseguir desarrollar nuestra empatía. Es un tipo de comunicación que además mejora la relación con nosotros mismos, con nosotras mismas, es decir, mejora nuestra autoestima, nos permite fluir porque no nos hace quedarnos ahí, enganchados o enganchadas en el orgullo. Y en resumidas cuentas, yo creo que sí que es el mejor tipo de comunicación, siempre.
Jota: Y cuando estamos en un entorno, por ejemplo, precisamente con el ejemplo que habíamos puesto de un entorno laboral, en el que no estamos de igual a igual, sino que estamos dialogando con una persona que tiene un puesto superior. Si nosotros somos asertivos, pero la otra persona no lo está haciendo y imagínate que esto que estábamos poniendo nos manda unas tareas que no podemos, nosotros de forma asertiva nos comunicamos y sin embargo la respuesta es agresiva y nos lo imponen. Y esto es así porque yo te lo digo, que lo hagas, ¿qué debemos hacer? ¿Seguir siendo asertivos o hay poco que hacer? A lo mejor si te estás enfrentando en una situación así es difícil la comunicación.
Paula: Yo seguiría con el estilo de comunicación asertiva, diría que sigo sin verme capaz, por muy agresivo que se ponga mi jefe. Y en cualquier caso, si se tiene que terminar la conversación, me iría con el bien, voy a intentarlo hasta donde pueda. No me voy a poner en el modo agresivo porque no consigo absolutamente nada. No tiene ningún sentido. Si ya he empezado yo con un estilo de comunicación asertivo y sin embargo, dada su agresividad, yo me pongo en un modo agresivo y me paso al no, al no rotundo y al no porque no, estaría como reculando, ¿no? Y lo mismo pasaría si opto por la sumisión, si estoy diciendo que no me veo capaz, que ocurre ahora, que sin embargo sí me veo capaz? Tenemos que tener en cuenta que el estilo de comunicación asertiva nos hace escapar de personas tóxicas, de relaciones tóxicas, de situaciones en las que nos estamos relacionando de forma tóxica. Yo creo que al final el estilo de comunicación asertiva ganaría y conseguiríamos llegar a ese punto de negociación con nuestro jefe, por muy agresivo que se encuentre. Quizás podría proponerle desde un no va a ser posible, que es una buena opción, es una buena alternativa de respuesta a un no rotundo, un no va a ser posible. Lo podemos hablar y lo podemos negociar en otro momento. Por mucho que sea mi superior en la empresa, al final somos personas y el respeto debe de reinar.
¿Cómo se puede mejorar la asertividad?
Jota: Claro. ¿Cómo se puede mejorar la asertividad?
Paula: Bueno, pues para mejorar la asertividad, para tener un estilo de comunicación asertivo, hay una serie de hábitos que nos pueden resultar muy adecuados. Por ejemplo, el primero de ellos es comprender que nadie puede leer nuestra mente, que por tanto hace falta una comunicación asertiva. Esto, mira, lo trabajamos, por ejemplo, mucho en terapia de pareja, porque en las parejas está mucho esa idea del debería de salir de él o debería de salir de ella. Es que no se lo pido porque tendría que salir de ella. ¿Y por qué? ¿Y porque tiene que salir de ella? ¿Es que es adivina? Si tú quieres algo, pídeselo a tu pareja de manera directa y de manera explícita. Es la única manera que tiene de saber ella o él, que es lo que tú estás queriendo o lo que en ese momento estás necesitando. Por ejemplo, este sería uno de los primeros hábitos a tener en cuenta y que siguen las personas que son asertivas, que se consideran asertivas. También, por ejemplo, identifican qué es lo que quieren y cómo hacer para conseguirlo. Claro, porque date cuenta que estamos dando una respuesta firme de lo que pensamos, de lo que sentimos para ello es previo, es necesario previamente que hayamos trabajado el autoconocimiento, que identifiquemos bien qué es lo que estamos queriendo y qué podemos hacer para conseguirlo. También por esta razón es por lo que decimos que el estilo de comunicación asertiva nos permite fluir y nos permite avanzar, porque nos llega, nos lleva a lograr nuestros objetivos. Luego, la persona que es asertiva también utiliza frases como yo lo que te decía antes, habla desde lo que él siente o ella y no tanto de lo que está haciendo el otro. Vale, o sea, si yo te digo tú me estás atacando. Estaríamos hablando más bien de una comunicación agresiva. Por mi parte, si yo te digo que yo me siento atacada es cuando estamos hablando de una comunicación más asertiva. Luego hay otro de los hábitos, este es fundamental, es esencial, que es el del escuchar. Date cuenta de que estamos hablando que en la comunicación asertiva es el win to win, tenemos que ganar y para ganar es importante también saber qué es lo que quiere la otra parte. Si por ejemplo volvemos un poco al ejemplo del jefe, este jefe que me está pidiendo tantas tareas, yo le puedo preguntar que por qué las necesita, para qué las necesita, en cuánto tiempo las necesita. O sea, que me dé la máxima información y yo escucharle de una forma muy activa para partir de ahí, con la información que tú me das y con la información que yo te estoy dando, que es necesario que te la dé, porque no eres adivino, como decíamos al principio, porque nadie puede leer nuestra mente. A partir de ahí, cuando ya hemos puesto nuestras respectivas informaciones sobre la mesa, es mucho más fácil llegar a ese punto intermedio. Y luego ya llega la parte del decir no. Muchas veces, cuando hablamos de asertividad hablamos de que hay que aprender a decir no, y efectivamente así es. Pero si te das cuenta, no es la única parte de la comunicación asertiva el decir no. El decir no nos permite poner límites, respetarnos más a nosotros mismos, es uno de los primeros pasos, uno de los primeros indicios a sentir que nos estamos queriendo más y por tanto nos acercamos más a esa mejora de autoestima que nos proporciona la asertividad.
Jota: Muy bien, muy buenos consejos aquí. Hemos hablado, creo recordar al principio que contabas de cosas que haces en terapia, cuéntanos, ¿utilizas la asertividad como herramienta durante la terapia o la intentas introducir?
Paula: Si, si te refieres a si es el estilo de comunicación que utilizo, por ejemplo, para relacionarme con mis pacientes. Por supuesto, he de tener siempre muy presente este estilo de comunicación y también animo a mis pacientes a que lo tengan ellos. De hecho, en una primera sesión yo siempre les digo que bueno, que estaré siempre a la expectativa de su demanda, que yo les explico como trabajo y que dirijo o estructuro la terapia de una determinada forma, pero que al final todo lo que va a suceder en terapia, todo lo que se consigue en terapia, lo conseguirá uno mismo, aquel que acude a consulta, con lo que por tanto siempre voy a estar a la expectativa de su demanda. Me encantará escucharle, me encantará saber lo que quiere y cómo se está sintiendo a lo largo de la terapia. Con esto ya le estoy animando, le estoy empujando a la comunicación asertiva, pero también además es una herramienta que trabajamos y entrenamos para tratar los problemas del propio paciente. En la mayoría de las problemáticas que nos llegan a consulta existen problemas de comunicación y precisamente aprendiendo a comunicarnos de una manera asertiva vamos a conseguir muchísimo en la mejora de esos problemas.
Jota: Me refería más a esta parte. Si detectas que un paciente no la utiliza en su día a día o no es asertivo en general si le intentas o le animas a reconducir la comunicación de esta manera. Ya veo, ya veo que sí.
Paula: Por supuesto. De hecho, hay técnicas. Hay técnicas de role playing, que trabajamos directamente en consulta. O sea, a veces ensayamos cómo llevar a cabo esa comunicación asertiva. Visualizamos, imaginamos la situación. Y vemos como puede ser la manera de comunicarse, qué pensamientos hay que están a lo mejor interrumpiendo ese tipo de comunicación. Porque muchas veces entra en juego ahí la anticipación: no, pero yo conozco, qué se yo, me quiero comunicar con mi padre. No, porque yo sé que mi padre me va a decir… Bueno, espérate, escúchale, ¿no? Ahí es cuando, por ejemplo, animaríamos a la escucha. O cuando, por ejemplo, por lo que te decía antes, en la terapia de pareja, no? No hombre, es que esto yo no se lo pido porque creo que debería de salir de él. ¿Y porque tiene que salir de él, es que acaso es adivino? ¿Es que es capaz de leer tu mente? No, me conoce. ¿Y qué más da? Pero no siempre vas a tener que estar queriendo o necesitando lo mismo.
Otros beneficios de ser más asertivo
Jota: Claro. Está muy claro. Oye, pues a mí me has descubierto muy bien el tema de la asertividad. No sé si se te ocurre alguna cosa que falte por contarnos que sea importante para profundizar más.
Paula: Bueno, yo creo que hemos dejado bien claro que la comunicación asertiva tiene grandísimos beneficios y que es el mejor estilo de comunicación hacia el que podríamos optar, ante las distintas situaciones donde la comunicación sea necesaria. Pero sí que es importante, quizás por terminar, puntualizar en qué realmente nos beneficia, en qué nos mejora. Por ejemplo, bueno, pues lo que estábamos diciendo todo el tiempo aumenta nuestra autoestima y la seguridad. Es decir, las personas que son capaces de comunicarse asertivamente tienen una autoestima sana. Además, la asertividad contribuye a que tengamos una mayor confianza en quienes somos y en aquello que expresamos, es decir, mejora nuestro bienestar emocional, nos hace madurar, ya que en las comunicaciones fluye el respeto y no la búsqueda de la razón que era antes lo que decía yo con lo del orgullo. Además nos ayuda a construir relaciones sociales saludables y constructivas y evitar así atraer a las personas tóxicas. O, peor aún, que nos convirtamos nosotros en una persona tóxica. Permite que alcancemos nuestros objetivos personales. Por esto también nos permite avanzar, evitando así el malestar emocional. Nos capacita para marcar nuestros propios límites y nos ayuda a juzgar nuestras propias necesidades, estableciendo nuestras prioridades y tomando nuestras propias decisiones. O sea, fíjate que la comunicación asertiva ya no es tanto que la dirijamos hacia otro, sino que la dirijamos hacia nosotros mismos, sabiendo ordenar, estableciendo nuestras prioridades y tomando nuestras propias decisiones. Por último, diría que nos facilita también a comprender los errores, tanto los propios como los de los demás, porque también nos ayuda mucho a desarrollar la empatía. En el mundo de la empresa es muy importante la comunicación asertiva, ya que me ponías el ejemplo del ámbito de la empresa. Porque nos ayuda la asertividad a desarrollar nuestras habilidades de liderazgo, a un mejor trabajo en equipo y a mejorar nuestra empatía. Entonces, yo creo que estas son herramientas fundamentales para el ámbito de la empresa. En definitiva, nos proporciona un bienestar emocional.
Jota: Pues me parece que si no me vas a decir nada más has dejado ya aquí.
Paula: ¿Te parece poco?
Jota: Efectivamente. Pues Paula, muchísimas, muchísimas gracias por haber pasado otro día más por aquí para hablar sobre salud mental.
Paula: Encantada.
Jota: Y deseando coincidir contigo otro día para continuar con la conversación.
Paula: Como siempre, encantada, Jota. Gracias a ti por invitarme.
Jota: Un saludo y feliz semana.
Paula: Igualmente.