Terapia para parejas LGTBIQ+: 3 cosas que debes buscar en un terapeuta

La terapia de pareja es un recurso inestimable en cualquier relación, pero como pareja homosexual, ¿cómo encontrar al terapeuta de parejas perfecto?

Aquí hay tres criterios para buscar.

1. Conocimiento de los desafíos únicos que enfrentan las parejas queer en sus relaciones

Aparte de los retos de la relación a los que se enfrentan todas las parejas, por ejemplo, la falta de comunicación, la infidelidad, el establecimiento y el mantenimiento de la confianza – las parejas queer también afrontan un conjunto de dificultades únicas.

Por ello, busca un consejero de parejas que esté capacitado en estos temas como, por ejemplo:

Desafíos relacionados con el reconocimiento de las familias de origen

Muchas parejas queer luchan por recibir el reconocimiento y la dignidad de la familia de origen.

En mi práctica, he visto a muchas parejas queer sentir ansiedad por ser ellos mismos en plenitud ante los miembros de la familia. A menudo, se esfuerzan por manejar y curar el aspecto de su existencia para que sea más aceptable para las familias heterosexuales.

En su mayoría esto ocurre por razones muy legítimas, como la supervivencia. Pero con el tiempo, este proceso se vuelve muy difícil para la pareja.

Si esto te afecta a ti o a tu pareja, entonces un terapeuta especializado en problemas familiares, junto con la terapia de pareja, es una buena opción.

Falta de validación cultural, celebración y reflejo

Las parejas heterosexuales reciben mucho refuerzo cultural, tanto explícito como implícito, sin embargo, tal y como están las cosas, no hay muchos modelos de parejas queer. Hay muy poco reflejo en la comunidad de parejas y familias queer, lo que tiene un efecto insidioso en la estructura familiar queer.

Trabajar con un terapeuta especializado en un enfoque relacional te ayudará a profundizar en este fenómeno y en cómo se desarrolla en tu vida.

Crear una familia y tener un bebé

Cuando las parejas queer intentan adoptar o conseguir un embarazo, por lo general se enfrentan a un escrutinio adicional. El crecimiento de esta familia implica navegar por los sistemas médicos, a menudo burocráticos, austeros y aislantes, que resultan desmoralizadores y explotadores para las parejas homosexuales.

Es posible que prefieras trabajar con un terapeuta que entienda las complejidades y las tensiones de la planificación familiar como pareja queer.

Hay terapeutas que están especializados en ayudar a los pacientes a navegar por el proceso de adopción.

2. Comprensión de la cultura queer, y la capacidad de hacerte sentir cómodo

Tu terapeuta debe hacer que tanto tú como tu pareja os sintáis cómodos, ¡siempre! Los dos debéis sentiros a gusto, cómodos y seguros en presencia de vuestro terapeuta.

Tu terapeuta debe ser abierto, conocedor y capaz de abordar cualquier preocupación que puedas tener, tanto si es única para ti como individuo queer como si no.

Hazte estas preguntas cuando evalúes la idoneidad de tu terapeuta:

  • ¿Me siento cómodo en las sesiones?
  • ¿Este terapeuta valida nuestras dos identidades?
  • ¿Tengo que dar muchas explicaciones o el terapeuta parece “entenderlo”?
  • ¿Reacciona el terapeuta alguna vez con juicio?
  • ¿Me siento valorado y respetado como la suma de mi totalidad, en lugar de los problemas o síntomas que presento?

La sensación de ser juzgado en la sala de terapia no favorece la curación ni el crecimiento, así que asegúrate de que tanto tú como el terapeuta os sentís respetados y valorados en las sesiones.

3. Amplia formación en terapia de pareja, incluidas las modalidades que te gustaría probar

Dentro de la terapia de pareja, hay muchos enfoques y escuelas de pensamiento, así que, en última instancia, el tipo de terapia que beneficia a tu relación se reduce a tu historia personal, a la situación de la relación y a la fuerza que te impulsa a considerar la búsqueda de terapia.

Teniendo en cuenta esto, quizás decidas que quieres probar un tipo específico de terapia de pareja para ayudarte a superar, o a trabajar, un problema presente. Si este es el caso, busca un terapeuta que esté capacitado para ello. Por ejemplo, en ciertos casos se puede utilizar dos tipos de terapia en la consulta, como lo son:

La terapia estructural: Para establecer, o suavizar, los límites

Utilizar la teoría estructural, significa básicamente trabajar con los límites de la relación.

Si los límites de una pareja están “ablandados” se debe trabajar para establecer una mayor autonomía. Por el contrario, si una relación está compuesta por límites rígidos, hay que trabajar en suavizarlos.

Terapia Imago: Para introducir nuevas narrativas en la relación

En los casos en los que las parejas parecen atascadas en la misma retroalimentación negativa, Imago es muy útil. Ayuda a eliminar el lenguaje negativo e hiriente de la comunicación y a establecer nuevas voces en la relación.

Cuando estés evaluando la idoneidad de un terapeuta, asegúrate de preguntar qué enfoque utiliza. No temas pedir explicaciones o aclaraciones sobre cualquier término de la jerga.

Trabajar con un terapeuta es útil en todas las etapas de tu relación

Es posible que veas la terapia de pareja como una “última parada” antes de que tu relación se desmorone, pero ese no es el caso en la experiencia de muchas personas. Trabajar con el terapeuta de pareja adecuado es útil en todo momento, ya sea que te sientas atascado en la misma pelea una y otra vez, o que llegues a un punto más serio en el que os sintáis invisibles, resentidos y aislados el uno del otro.

Incluso cuando selecciones el mejor terapeuta para ti, recuerda que la terapia de pareja no es un proceso fácil, requiere mucho trabajo, así como vulnerabilidad, ya que hay que bajar la guardia para lograr el crecimiento.

Pero si lo haces bien, te sacará de esos bucles repetitivos, hará que te comuniques con más claridad y honestidad y te liberará de los resentimientos que han estado ahogando la relación.

Terapia Online

Aunque pertenecer a la comunidad LGTBIQ+, no es ningún problema, a nivel social y cultural, desgraciadamente, todavía podría suponerlo. Eso puede acarrear emociones negativas en la persona, que no sabiéndolas transformar en los sentimientos correctos, le puedan traer consecuencias negativas en su vida.

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