El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) comparte muchos síntomas comunes con los trastornos alimenticios por atracones y purgas, como la impulsividad, la hiperactividad y el déficit de atención. Si bien las investigaciones que detallan la relación entre el TDAH y los trastornos alimentarios son escasas, estudios anteriores han indicado que:
“Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad son más propensos a exhibir conductas de alimentación anormales y ser tres veces más propensos a desarrollar un trastorno alimentario que los niños sin TDAH”.
Por lo tanto, el diagnóstico de TDAH es un componente crucial a tener en cuenta en el tratamiento de los trastornos alimenticios. Muchos de los síntomas que acompañan a este trastorno de déficit de atención pueden exacerbar o impulsar los trastornos alimenticios.
Índice
El estudio
Un estudio reciente realizado en Madrid analizó la influencia del TDAH en individuos con trastornos de la alimentación, principalmente en las áreas de calidad de vida y funcionalidad. Los participantes se dividieron en dos grupos: los que presentaban síntomas significativos de TDAH y las personas que no los presentaban.
La muestra, predominantemente femenina, estaba formada por personas con un diagnóstico de trastorno de la alimentación, consideradas clínicamente estables y que no habían recaído en los últimos seis meses.
Para evaluar la relación entre estos dos trastornos, los investigadores pidieron a los participantes que informaran sobre la gravedad de su trastorno alimentario, el nivel de impulsividad, el grado de discapacidad y la satisfacción con su vida cotidiana.
Influencia del TDAH en personas con trastornos alimenticios
A partir de las respuestas, los investigadores concluyeron que el TDAH afecta a las personas con trastornos alimenticios en las siguientes áreas:
- Síntomas y gravedad. El diagnóstico de TDAH predijo una mayor gravedad de los síntomas de los trastornos alimenticios en los participantes. En particular, los participantes con TDAH tenían un riesgo significativamente mayor de realizar purgas. Sin embargo, este trastorno no aumentó los síntomas en los pacientes con conductas alimentarias restrictivas. El incremento de los síntomas y la gravedad podría ser consecuencia principalmente de una mayor impulsividad.
- Impulsividad. Los participantes del grupo con TDAH puntuaron significativamente más alto en la escala de impulsividad que los del grupo sin TDAH. Sin embargo, esta conducta impulsiva suele llevar directamente a un aumento de la conducta alimenticia desordenada, como los atracones o las purgas. Se presentó una fuerte correlación positiva entre los síntomas de purga de los participantes y su impulsividad mental y física. El aumento de esta también influye en el inicio y la progresión del trastorno alimenticio.
- Calidad de vida. Los participantes con un trastorno alimenticio y TDAH informaron que su estado de ánimo era peor y que estaban menos satisfechos con su calidad de vida. Especialmente en lo que respecta al estado de salud, el trabajo y las relaciones sociales. Esto es atribuible al hecho de que, en teoría, es mucho más difícil conciliar dos trastornos que uno, debido al aumento de los síntomas, el tratamiento y las facturas médicas, provocando una mayor sensación de estrés e insatisfacción.
- Sensación de discapacidad. Los participantes del grupo con TDAH se identificaron como más discapacitados que los del grupo sin TDAH, lo que fue evidente a través de sus menores percepciones de apoyo por parte de amigos y familiares y las mayores percepciones de estrés.
Busca ayuda
Reconocer un diagnóstico o síntomas de TDAH es crucial en el tratamiento de los trastornos alimenticios porque el TDAH podría interferir potencialmente con el proceso de tratamiento tradicional.
La falta de atención asociada al TDAH también aumenta el riesgo de recurrencia del trastorno alimenticio, lo que es importante para los profesionales del tratamiento.
En muchos sentidos, el TDAH unido a un trastorno de la alimentación es una combinación desafortunada, especialmente para las mujeres, tal y como afirma este estudio. Sin embargo, con una comprensión total y completa tanto del TDAH como del trastorno alimenticio de los pacientes, estas personas con diagnósticos comórbidos pueden recibir un tratamiento eficaz para controlar ambos trastornos.
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