¿Son las dificultades sociales un factor de riesgo para la anorexia?

Las investigaciones han demostrado sistemáticamente que muchas personas que viven con anorexia nerviosa informan de dificultades con las actividades sociales, redes sociales más pequeñas y problemas para regular las emociones en ciertos entornos sociales.

Aquí exploraremos por qué las dificultades sociales son a menudo un factor precursor y de mantenimiento de la anorexia y qué es lo que podemos hacer para mitigar el problema.

Anorexia

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario grave que se caracteriza por la pérdida drástica de peso, la restricción excesiva de calorías y los pensamientos obsesivos sobre la comida y la imagen corporal.

Si bien la anorexia es una enfermedad cuya recuperación es posible, tiene la tasa de morbilidad más alta de todos los trastornos psiquiátricos. Es esencial recibir tratamiento lo antes posible.

Habilidades sociales

Las habilidades sociales hacen referencia a las capacidades de comunicación necesarias para que las personas podáis interactuar de forma eficaz y adecuada con vuestro entorno”.

Estas habilidades incluyen la capacidad de establecer diversos tipos de relaciones, conectar con otras personas, compartir historias, ofrecer y recibir apoyo emocional y establecer límites. Unas buenas habilidades sociales facilitan el crecimiento de una red social sólida, en la que cada persona encuentra pertenencia y es libre de hablar y expresar lo que es importante para ella.

La mayoría de las habilidades sociales básicas son aprendidas a lo largo del tiempo, comenzando en la familia y ampliándose con la experiencia vital de cada persona. En la escuela primaria, la mayoría de los padres enseñan a sus hijos a conocer a otras personas y a jugar amablemente.

En la escuela secundaria, la mayoría comprenderá el funcionamiento de los grupos sociales y la forma de establecer una comunicación eficaz en ellos. Mientras que las habilidades sociales pueden ser adquiridas y refinadas a lo largo de la vida. La evidencia científica sugiere que ciertos rasgos como la sociabilidad y la ansiedad son, al menos en parte, hereditarios.

Así, si bien puede ser habitual que las personas se presenten a otras nuevas, el deseo y el grado en que una persona quiere socializar está en cierto modo predeterminado por los genes.

Esta predeterminación en cierta medida da lugar a que ciertas personas experimentéis diferencias sociales y os encontréis con la falta de un sistema de apoyo social.

Dificultades sociales

Las dificultades sociales suelen ser retos que hacen que las personas os sintáis desconectadas o aisladas de los que os rodean. Estas dificultades pueden incluir la ansiedad social, la incapacidad de hacer nuevos amigos y la ausencia de límites fuertes. Esta falta de soltura social hace que sufráis de diversas maneras.

En un estudio realizado por Chris Segrin, director del Departamento de Comunicación de la Universidad de Arizona, se demostró que:

“Las personas que presentaban déficits en las habilidades sociales informaban de más estrés, más soledad y peor salud mental y física en general”.

En concreto, los rasgos sociales que analizaron fueron los sentimientos de inadecuación, la sensibilidad al rechazo, la evitación del dolor, la falta de asertividad y la falta de competencia social general. Observaron que cuando las personas no se sentían parte de un grupo social y elegían trabajar activamente para evitar ser juzgadas, desarrollaban tendencias a participar en otros métodos de control, como la restricción y la alimentación desordenada.

Si bien se observó que las habilidades sociales deficientes eran un precursor de los trastornos alimentarios, también se demostró que eran un factor importante para mantener la enfermedad.

Las dificultades sociales como precursoras de los trastornos alimentarios

Otro estudio similar descubrió que las dificultades sociales sí preceden a los trastornos alimentarios en una gran mayoría de personas”.

En concreto, las personas diagnosticadas de anorexia recordaban haber luchado durante la infancia para hacer valer su identidad en los grupos familiares y de amigos. También demostraron tener miedo al juicio negativo, lo que se tradujo en hábitos y comportamientos alimentarios anormales.

Por ejemplo, cuando las personas se sentían juzgadas por la apariencia o el peso, tendían a utilizar conductas alimentarias desordenadas en un esfuerzo por controlar esa apariencia y eliminar el juicio. A la hora de la verdad, estas personas señalaron que utilizaban las restricciones dietéticas y la pérdida de peso como una forma de controlar el estatus social y de seguir siendo consideradas atractivas y socialmente aceptables.

Las dificultades sociales como factor de mantenimiento de los trastornos alimenticios

Las dificultades sociales constituyen un precursor de los trastornos de la alimentación, pero son un factor definitivo de mantenimiento de la enfermedad.

Perfeccionismo

La National Eating Disorder Association (NEDA) afirma que muchas personas que padecen anorexia experimentaron inflexibilidad en su comportamiento mientras crecían: sentían que siempre tenían que seguir las “reglas” y completar las tareas de la manera “correcta”. Esta rigidez en el sistema de creencias de una persona se presta al perfeccionismo, la ansiedad y las tendencias obsesivas.

Estos factores psicológicos centrados en el control permiten aumentar la probabilidad de que una persona desarrolle y sufra trastornos alimentarios a largo plazo.

Acoso escolar

Las personas que experimentan una incapacidad para conectar con otros o para tener una comunicación eficaz pueden ser objeto de burlas o de acoso por parte de los compañeros. Esta burla suele adoptar la forma de burlas en línea, insultos en persona o comentarios sobre el aspecto físico de la persona. El acoso es un factor de riesgo tan importante en los trastornos alimentarios que ha ganado una notable atención en la última década.

La NEDA afirma que el 60% de las personas afectadas por trastornos alimentarios declararon que el acoso contribuyó directamente al desarrollo y mantenimiento de su trastorno alimentario”.

Comunidades minoritarias

Las personas pertenecientes a grupos étnicos raciales y minoritarios corren un riesgo especial de experimentar dificultades sociales. Esto es debido al hecho de que de ellos se espera que se adapten a la “norma” cultural.

Cuando la presentación corporal de una persona no coincide con lo que se “espera”, se producen consecuencias sociales.

Estas personas pueden tener problemas para encontrar ropa que encaje con su cuerpo, ven una representación significativamente menor de personas que se parecen a ellas en los medios de comunicación y son objeto de burlas o de ser etiquetadas como “diferentes”. Estos resultados tienen como consecuencia que las personas piensen de forma diferente sobre ellas mismas y de forma negativa sobre su cuerpo, lo que puede provocar desórdenes alimentarios o agravarlos aún más.

Para probar este punto, se realizó un estudio en Fiji, donde se introdujo a las mujeres en programas de televisión occidentales. Después de tres años, las mujeres que antes se sentían cómodas con su cuerpo, desarrollaron graves problemas. Estos fueron los resultados:

  • El 74% se sentían demasiado gordas.
  • Un 69% hacían dieta para perder peso.
  • El 11% se autoindujeron el vómito.
  • Y un 29% corrían el riesgo de sufrir trastornos alimenticios clínicos.

Soledad

Las dificultades sociales, como la incapacidad de formar o mantener una red social fuerte, a veces obligan a las personas a la soledad y al aislamiento. Una red social limitada y sentimientos de reclusión son características de la anorexia. Muchos pacientes de anorexia dicen tener menos amigos de lo normal, menos actividades sociales a las que asistir y menos apoyo social.

“Se ha demostrado que esta falta de apoyo mantiene, y potencialmente empeora, las conductas de los trastornos alimenticios en las personas. Los trastornos de la alimentación y la soledad son cíclicos”.

Los trastornos alimentarios pueden hacer que te aísles: quizás no quieras asistir a eventos sociales relacionados con la comida, puede que no desees ser visto como inferior o no quieras que las personas de tu entorno sepan lo que está pasando. Esto da lugar a un aumento de la soledad, lo que hace que te restrinjas aún más o adoptes conductas alimenticias desordenadas en un intento de recuperar la sensación de control.

¿Qué puedes hacer?

Dado que la falta de habilidades sociales no sólo contribuye a un trastorno alimentario, ya que también lo mantiene, ¿qué podéis hacer las personas que padecéis anorexia y otros trastornos de la alimentación?

Si vives con un trastorno alimenticio, es importante empezar poco a poco y darte cuenta de que cada elección que haces puede llevarte a una vida más brillante y plena.

En primer lugar, es recomendable buscar tratamiento profesional y dar el primer paso hacia la recuperación.

En segundo lugar, intenta establecer un pequeño objetivo para cada día. Esto podría ser acercarte a un amigo o saludar a una persona que ves regularmente. A medida que esto sea más fácil, comienza a construir lentamente una red social sólida de personas que te apoyen durante la recuperación. Reúnete con amigos que te apoyen cuando sea posible, o mantén tus amistades mediante mensajes de texto o llamadas telefónicas.

La recuperación es más fácil si las personas están conectadas con otras que también abogan por la recuperación, por lo que es importante acercarte y mantenerte conectado.

Si no padeces un trastorno alimentario pero conoces a una persona que sí lo padece y que también puede tener dificultades sociales, también podrás contribuir. Acércate a ellos y expresa tu preocupación. Ofrece recursos de tratamiento y sé un oyente. Al ofrecer este apoyo, la persona podrá sentirse más capacitada para dar el difícil paso de comenzar el tratamiento.

Si propones sugerencias para el tratamiento, también alivias la ansiedad social que sienten al buscar opciones y hablar por teléfono con personas de distintos centros. Como siempre, si conoces a una persona que está luchando y le has tendido la mano y has sugerido opciones de tratamiento, ¡no te rindas! y se paciente.

Lo más importante que puedes hacer por un ser querido que padece un trastorno alimenticio es estar presente, participar y permanecer en su equipo.

Terapia Online ¿La recuperación es posible? 

Los trastornos alimentarios no tienen porqué ser permanentes. Con el tratamiento adecuado, la recuperación es posible. En Psicología Online Avanzada sabemos que a la mayoría de estos trastornos alimentarios les subyace una obsesión, para ello será necesario hacer ejercicios de parada, cambio y confrontación del pensamiento.

Además, nosotros aplicamos la tecnología para la realización de las sesiones por vídeo-llamada. Mediante la terapia online, buscamos derribar todo tipo de barreras, para que tú, nos dejes ayudarte. De este modo estarás un paso más cerca de cumplir tus objetivos.

Si tú o un ser querido están luchando contra este trastorno alimentario, ponte en contacto con nuestro programa. Pide tu primer sesión totalmente gratuita, así podrás comprobar si es el método que deseas para tomar acción con respecto a tus problemas. No esperes más, estaremos encantados de proporcionarte ayuda.

Te esperamos.

Autor: Psicología Online Avanzada

Terapia Psicológica Online Avanzada por Vídeo-Conferencia.
Psicólogos Expertos en Terapia Online.
Aplicamos el enfoque Cognitivo-Conductual con medios actuales.

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