Sesgos de percepción en la vida cotidiana: Cómo la mente nos engaña constantemente

¿Te has preguntado alguna vez si tus percepciones y juicios sobre el mundo que te rodea son objetivos y precisos? Es posible que te sientas incómodo o preocupado porque tus sesgos de percepción pueden estar afectando tu vida personal, como en tus relaciones interpersonales, tus decisiones importantes, e incluso en cómo percibes tu propia vida. En este artículo, exploraremos algunos de los sesgos de percepción más comunes y analizaremos cómo pueden afectar tu vida cotidiana. También te proporcionaremos algunas estrategias para reconocer y reducir los efectos de los sesgos de percepción para que puedas tomar decisiones más informadas y tener relaciones interpersonales más saludables y productivas.

¿Qué son los sesgos de percepción?

La percepción es el proceso cognitivo mediante el cual interpretamos e integramos la información sensorial que recibimos del mundo que nos rodea. Esta información puede provenir de nuestros sentidos (como la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto) y también de nuestras experiencias pasadas, conocimientos previos y expectativas.

La percepción implica la selección, organización e interpretación de la información sensorial para formar una representación mental de la realidad. Sin embargo, esta representación no siempre es precisa ni objetiva, ya que nuestra mente puede ser influenciada por una variedad de factores que pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad. Estos factores pueden incluir prejuicios, emociones, motivaciones, expectativas y contexto, entre otros.

Estos factores son conocidos como sesgos de percepción, y son patrones sistemáticos de distorsión cognitiva que afectan la forma en que procesamos y recordamos la información. Los sesgos de percepción pueden ser provocados por nuestros propios prejuicios, emociones, experiencias pasadas y expectativas, lo que puede llevarnos a interpretar y recordar las cosas de manera incorrecta.

Los sesgos de percepción son importantes porque pueden influir en nuestras decisiones y en la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea. Si no somos conscientes de ellos, podemos caer en la trampa de tomar decisiones basadas en información incompleta o sesgada, lo que puede llevar a malentendidos, conflictos y decisiones equivocadas.

Sesgos de percepción comunes:

A continuación, describiremos algunos de los sesgos de percepción más comunes que afectan nuestra vida cotidiana:

Sesgo de confirmación

Este sesgo se produce cuando buscamos información que confirma nuestras creencias o prejuicios, y tendemos a ignorar o descartar la información que va en contra de ellas. Este sesgo puede llevar a la confirmación de creencias erróneas o limitar nuestra capacidad para considerar nuevas perspectivas. Por ejemplo, si alguien cree que todas las personas mayores son tacañas, podría ignorar las pruebas en contra de esa creencia y buscar solo información que confirme su opinión.

Sesgo de atención selectiva

Este sesgo se produce cuando nos enfocamos en ciertos aspectos de una situación y descartamos otros. Este sesgo puede hacer que perdamos información importante o que no consideremos todas las perspectivas relevantes. Por ejemplo, si estamos en una reunión y nos enfocamos solo en el lenguaje corporal de un compañero de trabajo, podríamos perderse información importante que se está discutiendo en la reunión.

Sesgo de retrospectiva

Este sesgo se produce cuando recordamos los eventos pasados de una manera que los hace parecer más coherentes y comprensibles de lo que realmente fueron. Este sesgo puede hacer que simplifiquemos o distorsionemos la información que recordamos. Por ejemplo, si una persona recuerda su experiencia en la universidad como una época perfecta en la que nunca tuvo problemas, es posible que esté olvidando los desafíos y dificultades que enfrentó en ese momento.

Sesgo de egocentrismo

Este sesgo se produce cuando interpretamos la información de manera que la hace más relevante o significativa para nosotros mismos. Este sesgo puede hacer que ignoremos la perspectiva de los demás o que no consideremos todas las posibilidades. Por ejemplo, si una persona cree que su forma de pensar es la única correcta, puede no considerar las perspectivas de los demás y perder la oportunidad de aprender de ellos.

Sesgo de confirmación retrospectiva

Este sesgo se produce cuando interpretamos la información de manera que la hace más coherente con nuestras creencias después de que se ha producido un evento. Este sesgo puede hacer que exageremos la información que respalda nuestras creencias y descartemos la información que no lo hace. Por ejemplo, si alguien cree que una amistad no era genuina desde el principio, podría reinterpretar cualquier interacción pasada como evidencia de que siempre lo supo.

Estos son solo algunos de los sesgos de percepción más comunes que pueden influir en nuestra forma de procesar y recordar la información. Reconocerlos y entender cómo funcionan puede ayudarnos a evitar los errores y distorsiones que pueden surgir de ellos.

Cómo afectan los sesgos de percepción a nuestra vida cotidiana

Los sesgos de percepción pueden influir en nuestra forma de procesar y recordar la información, lo que a su vez puede afectar nuestras decisiones y nuestra forma de interactuar con el mundo que nos rodea. Algunas formas en las que los sesgos de percepción pueden afectar nuestra vida cotidiana incluyen:

  • Influencia en nuestras decisiones: Los sesgos de percepción pueden influir en las decisiones que tomamos, tanto en situaciones simples como en decisiones más importantes. Por ejemplo, si alguien tiene el sesgo de atención selectiva, podría tomar una decisión basada solo en ciertos aspectos de una situación, lo que puede llevar a una decisión incompleta o incorrecta. Del mismo modo, el sesgo de egocentrismo podría hacer que alguien tome una decisión basada solo en su propia perspectiva, ignorando la de los demás.
  • Efecto en nuestras relaciones interpersonales: Los sesgos de percepción también pueden afectar nuestras relaciones interpersonales. El sesgo de retrospectiva, por ejemplo, puede hacer que recordemos las interacciones pasadas de una manera que no sea precisa, lo que puede afectar nuestras relaciones con los demás. Del mismo modo, el sesgo de confirmación puede hacer que busquemos información que respalde nuestras creencias sobre los demás, lo que puede afectar nuestra forma de interactuar con ellos.
  • Impacto en nuestras emociones: Los sesgos de percepción también pueden influir en nuestras emociones. Por ejemplo, el sesgo de retrospectiva puede hacer que recordemos eventos pasados de una manera más positiva de lo que realmente fueron, lo que puede llevar a una sensación de nostalgia o añoranza. Del mismo modo, el sesgo de confirmación retrospectiva puede hacer que exageremos los eventos que respaldan nuestras creencias, lo que puede llevar a una sensación de satisfacción o validación.
  • Limitación en nuestra capacidad para aprender: Los sesgos de percepción también pueden limitar nuestra capacidad para aprender y crecer. Si solo buscamos información que confirme nuestras creencias (sesgo de confirmación), podemos limitar nuestra capacidad para aprender nuevas perspectivas o para cambiar de opinión. Del mismo modo, si interpretamos la información de una manera que la hace más relevante para nosotros mismos (sesgo de egocentrismo), podemos perder la oportunidad de aprender de los demás.

Cómo evitar los sesgos de percepción

Aunque es imposible evitar completamente los sesgos de percepción, es posible reducir su impacto al reconocer su existencia y cuestionar nuestras propias interpretaciones y recuerdos. Para evitar los sesgos de percepción, es importante:

  • Estar abiertos a la posibilidad de que nuestras percepciones puedan estar equivocadas: El primer paso para reducir los efectos de los sesgos de percepción es estar abiertos a la posibilidad de que nuestras percepciones puedan estar equivocadas. Esto significa estar dispuestos a considerar otras perspectivas y a escuchar a los demás.
  • Cuestionar nuestras percepciones: Es importante cuestionar nuestras percepciones y tratar de ver las cosas desde diferentes ángulos. Podemos preguntarnos: “¿Qué evidencia tengo para respaldar esta percepción?” o “¿Hay alguna otra manera de ver esta situación?”
  • Buscar información objetiva: Buscar información objetiva y fiable es una forma efectiva de reducir el impacto de los sesgos de percepción. Esto significa buscar fuentes de información imparciales y basar nuestras decisiones en hechos y datos objetivos en lugar de nuestras propias percepciones o creencias.
  • Practicar la empatía: Practicar la empatía puede ayudarnos a evitar el sesgo de egocentrismo y a entender las perspectivas de los demás. Esto significa tratar de ponerse en el lugar de los demás y considerar sus sentimientos y necesidades.
  • Poner a prueba nuestras percepciones: Una forma de reducir el impacto de los sesgos de percepción es poner a prueba nuestras percepciones. Esto significa buscar activamente pruebas que respalden y refuten nuestras percepciones y evaluar la validez de cada una.
  • Practicar la atención plena: Practicar la atención plena puede ayudarnos a ser conscientes de nuestros propios sesgos de percepción y a reconocer cuándo están influyendo en nuestra percepción de la realidad. Esto nos permite tomar medidas para reducir su impacto en nuestras decisiones y acciones.

Aunque no podemos eliminar completamente los sesgos de percepción, podemos tomar medidas para reducir su impacto en nuestra vida cotidiana. Al estar abiertos a la posibilidad de que nuestras percepciones puedan estar equivocadas, cuestionar nuestras percepciones, buscar información objetiva, practicar la empatía, poner a prueba nuestras percepciones y practicar la atención plena, podemos tomar decisiones más informadas y evitar los errores y distorsiones que pueden surgir de los sesgos de percepción.

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Conclusión:

En resumen, los sesgos de percepción son errores sistemáticos en la forma en que percibimos y procesamos la información. A menudo son inconscientes y pueden afectar nuestra toma de decisiones, nuestras relaciones interpersonales y nuestra percepción de la realidad.

Es importante recordar que los sesgos de percepción no son algo que podamos eliminar completamente, pero sí podemos aprender a reconocerlos y reducir su impacto. El conocimiento y la comprensión de los sesgos de percepción son herramientas valiosas para mejorar nuestra toma de decisiones y relaciones interpersonales, y para tener una mejor comprensión de la realidad que nos rodea.

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Bibliografía:

  • Ross, L., & Nisbett, R. E. (2011). La persona y la situación: Perspectivas de la psicología social. Páginas de Espuma.
  • Kahneman, D. (2011). Pensar rápido, pensar despacio. Debate.

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Autor: Psicología Online Avanzada

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