Cuando hablamos de celos, podemos decir que es una emoción fuerte y complicada. Estos ocurren cuando hay una amenaza real o percibida en una relación interpersonal.
Es posible que sientas resentimiento hacia una tercera persona por haberte quitado o por parecer que te ha quitado el afecto de tu ser querido.
Los sentimientos que suelen acompañar a esta emoción son el resentimiento, la ira, la hostilidad y la amargura.
Todos experimentamos celos en algún momento de nuestras vidas. Esta emoción puede volverse insana y afectar negativamente a nuestras relaciones. La intensidad de los celos puede variar, cuando son graves, los celos irracionales llegan a provocar desconfianza, paranoia, abuso o incluso violencia física.
Características
Aunque normalmente se percibe como una emoción negativa, es natural experimentar celos en una relación cercana. Se pueden sentir celos de sospecha o celos reactivos.
Los primeros están basados en la percepción y suelen estar ligados a la baja autoestima y la inseguridad. Los segundos a situaciones que realmente amenazan la relación. Con frecuencia están ligados a acciones o situaciones que conducen o provocan la ruptura de la confianza.
Los celos por su parte dan lugar a otras emociones o sentimientos. La psiquiatra Nereida González-Berríos explica cómo pueden manifestarse los celos en las relaciones:
- Criticar.
- Buscar culpables.
- Culpabilizar.
- Sentir desconfianza.
- Ser sobreprotector o desconfiado.
- Mostrar un comportamiento obsesivo
- Experimentar un temperamento rápido.
- Abusar verbalmente.
Complicaciones
En dosis saludables, los celos sirven de recordatorio para valorar o priorizar una relación. Sin embargo, un alto grado de celos puede afectar a la calidad general de una relación.
Los celos también causan cambios en el cuerpo, según la Dra. González-Berríos, los siguientes síntomas físicos están presentes cuando surgen los celos:
- Dolores de estómago.
- Cefaleas.
- Molestias pectorales.
- Hipertensión arterial.
- Palpitaciones en caso de ansiedad extrema.
- Aumento o pérdida de peso.
- Insomnio o alteraciones del sueño.
- Falta de apetito.
- Inmunidad debilitada.
Los celos aparecen en cualquier momento, especialmente en situaciones que se sienten amenazantes, pero la emoción también se acumula con el tiempo.
¿Cómo reconocer los celos?
Los celos son difíciles de entender y procesar. Dependiendo de la situación, puedes sentirte avergonzado, amenazado, inseguro o abandonado.
Es posible que elijas decir algo a tu ser querido, notificándo tus sentimientos, preocupaciones o temores. Otra manera de reaccionar puede ser de forma más irracional; gritando, llevándote el teléfono, exigiendo, culpando, acusando de algo que no ha ocurrido o marchándote.
Incluso si se presenta una amenaza real, los celos a veces llevan a comportamientos extremos, especialmente si te sientes inseguro de ti mismo o de la relación. Por tu propia salud mental, deberás encontrar formas saludables de manejar tus celos.
¿Qué es lo que provoca los celos?
Varios factores psicológicos y socioeconómicos contribuyen a los celos. Dependiendo de tu personalidad y estilo de apego, es posible que seas más propenso a experimentar esta emoción. Por ejemplo, los altos niveles de interdependencia en una relación aumentan el riesgo de sufrir celos.
Hay muchas situaciones que provocan celos. Entre las más comunes se encuentran:
- Que tu pareja pase mucho tiempo con otra persona que te parezca amenazante para la relación.
- Un nuevo bebé se une a la familia o un padre pone su atención en un hermano en lugar de en ti.
- Un competidor (como un hermano o un compañero de trabajo) empieza a salir adelante, más rápido que tú.
Puedes sentirte celoso cuando un ser querido pasa mucho tiempo con un amigo en particular, también cuando habla largo y tendido con un compañero de trabajo frente a ti, cuando tu pareja reconoce los logros de otra persona pero no los tuyos, o quizás cuando un compañero de trabajo consigue un ascenso y tú no.
¿Cuáles son los tipos de celos?
Aunque existen muchas formas de celos, hay dos categorías principales: los celos normales y los anormales. Los seis tipos principales, descritos por la Dra. González-Berríos, son:
- Racionales: Cuando hay una duda genuina y razonable. Especialmente cuando amas a tu pareja y temes perderla, aparecen los celos racionales.
- Familiares: Suelen aparecer entre miembros de la familia, como los hermanos. Cuando nace un nuevo bebé, un hermano tiene celos porque la atención de los padres pasa al nuevo bebé, por ejemplo.
- Patológicos: Este tipo de celos es irracional. Los sentimientos enfermizos podrían ser el resultado de un trastorno mental subyacente, como el trastorno de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo o la esquizofrenia. Los signos de los celos patológicos incluyen una inseguridad extrema, así como un deseo de controlar y manipular.
- Sexuales: Cuando existe el temor de que la pareja ha sido infiel y ha incurrido en una infidelidad física.
- Románticos: Esto puede ser el resultado de una amenaza real o imaginaria a una relación romántica, lo que resulta en pensamientos o reacciones de celos.
- De poder: Este tipo de celos surge de la inseguridad personal. Puedes estar celoso de una persona que tiene lo que tú quieres. Cuando un compañero de trabajo recibe un ascenso o una recompensa que tú deseas recibir, por ejemplo, puedes sentir celos.
Los estudios realizados sobre las relaciones románticas heterosexuales descubrieron que los hombres tienden a sentir celos por el dominio de un tercero, están más preocupados por la infidelidad sexual. Mientras que las mujeres tienden a sentir celos por el atractivo de un tercero, están más preocupadas por la infidelidad emocional.
Tratamiento
Los celos son una emoción humana normal, pero los celos anormales tienen la capacidad de ponerte a ti o a otros en peligro. Si estás experimentando celos mórbidos, en los que tus pensamientos, emociones y comportamientos son irracionales, extremos u obsesivos, es posible que necesites tratamiento.
Las opciones de tratamiento más comunes son:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC).
- Terapia cognitivo-analítica (TAC).
- Antipsicóticos.
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).
El tratamiento variará en función del tipo de celos que estés experimentando y de cómo se manifiesten.
Los celos anormales no tratados pueden conducir a la desconfianza, la paranoia o el abuso.
Si padeces otra enfermedad mental subyacente, como un trastorno de ansiedad, un trastorno obsesivo-compulsivo o una esquizofrenia, deberás consultar con un profesional de la salud mental para discutir opciones de tratamiento adaptadas.
¿Cómo afrontar los celos en una relación?
Si no aprendes a lidiar con los celos, éstos pueden tensar o perjudicar tus relaciones. Si tus celos están afectando negativamente a tu salud mental o a tus relaciones, deberías utilizar los mecanismos de afrontamiento recomendados por la Dra. González-Berríos:
- Enfréntate a tus miedos: Los celos son fruto de la inseguridad o de una mala imagen de ti, por lo que es muy importante confrontar los miedos. Esto puede incluir el miedo a perder a tu pareja o el miedo al fracaso. Una vez que reconozcas estos miedos, debes abordarlos.
- Controla tus expectativas: En toda relación, es importante desarrollar una expectativa realista sobre el tiempo que una persona puede pasar contigo. Si no son capaces de cumplir tus expectativas, intenta no reprochar. Procura que trabajéis juntos para establecer unas expectativas más razonables.
- Practica la gratitud: Recuerda regularmente todas las cosas bonitas que te ha dado la vida.
- Sé abierto y honesto: Las relaciones sanas están basadas en una buena comunicación. Si surgen los celos, la Dra. González-Berríos sugiere tener una conversación abierta y honesta sobre cómo te sientes: “Trata de resolver los malentendidos con compasión y confianza mutua”.
- Practica la atención plena: Las emociones negativas son capaces de afectar a tu salud física y mental. Cuando sientas celos u otra emoción negativa, como la ira o el resentimiento. Intenta practicar la meditación de atención plena.
Para mantener unas relaciones sanas, deberás comunicar tus sentimientos, abordar las expectativas y establecer una base de confianza y comprensión mutuas. Si los celos se convierten en un problema, hablar con un profesional de la salud mental, como un terapeuta, te puede ayudar.
Qué significa esto para ti
Aprender a identificar los celos es una habilidad. Cuando los experimentes, intenta utilizar uno de los muchos mecanismos de afrontamiento que tienes a tu disposición.
Sin embargo, entiende que los celos no son una excusa para la manipulación o el abuso.
Si los mecanismos de afrontamiento no están funcionando o si la amenaza se convierte en algo perturbador para la relación (no importa si es real o imaginaria), entonces es posible que quieras buscar ayuda profesional para discutir el problema con un mediador. Puede que descubras que hay un problema subyacente en la relación que debe ser abordado.
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