80 – Cómo sobreponerse a la culpa de no estar ocupado

Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula Massa, que como todos sabéis, es Psicóloga Sanitaria experta en Terapia Online con más de 20 años de experiencia, ya más de siete años haciendo terapia online. Además, es supervisora de casos y apoyo de todo el equipo de Psicología Online Avanzada. Muy, muy buenos días, Paula. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? 

Paula: Buenos días, Jota. Encantada de estar aquí contigo, como siempre. 

Jota: Sí, sí. Yo también estaba deseando que nos viéramos, aunque estemos muy, muy ocupados, sacar un huequecito para poder hablar de salud mental y de este sentimiento de culpa que algunas personas tienen por no estar ocupados a veces. 

Paula: Exacto. Sí, que con todo lo ocupados que estemos, no nos sintamos culpables ahora por parar un ratito, ¿no? 

¿Por qué algunas personas pueden sentirse culpables si no están ocupadas?

Jota: Exacto, exacto. Fíjate que hay mucha gente que adora escuchar podcasts y todo lo que implica porque es un audio al final que puedes estar escuchando mientras haces otras cosas y estar ocupado doblemente. ¿Qué te quería preguntar? Mira, a mí me encantaría que nos empezaras explicando por qué algunas personas pueden llegar a sentir algo de culpa cuando no están ocupadas. ¿Por qué ocurre esto? 

Paula: Lo de algunas es, yo diría casi esperanzador. Está muy, muy generalizado este sentimiento de culpa por no sentirnos, por no estar ocupados. Vivimos en la era de la productividad y de la ocupación constante. Nuestro cerebro, empezando por ahí, por lo más básico, por lo más primitivo, por la manera en la que funcionamos. Nuestro cerebro tiene un sesgo y es que cuando no hacemos las cosas como el resto de los miembros de nuestra especie, cuando nos salimos un poco de la línea, cuando nos salimos de la norma, nos manda una señal de que nos estamos equivocando. Si vivimos en la era de la productividad y de la ocupación constante, es decir, la mayoría de los miembros de nuestra especie están todo el día ocupados. En el momento en el que uno para y se desocupa, automáticamente el cerebro le va a mandar la señal de: ‘te estás equivocando, error’. Ya solo por eso, podríamos decir que puede surgir este sentimiento de culpa. Luego, probablemente en cada caso sea un sentimiento todavía más complejo, que hay que analizarlo, y tenga distintos elementos que influyan en él. Pero vivimos en la era de la productividad, de la ocupación constante, de la sobreestimulación, de lo inmediato. Todo tiene que estar ya. Y en el momento en el que yo lo quiero, y esto significa que para ello tenga que haber mucha ocupación. Con lo que, por tanto, si así no es, pues… Pues produce un efecto en mí. 

¿Cómo se relaciona la culpa por no estar ocupado con la autoestima?

Jota: ¿Tiene algo que ver este sentimiento de culpa con la autoestima? 

Paula: Sí, sí, claro. La culpa tiene mucho que ver con la autoestima. Antes y después. Podemos tener una baja autoestima porque tendemos mucho la culpabilidad. Podemos sentirnos culpables porque tenemos una baja autoestima. Pero influye. Sí, sí, yo creo que tiene una conexión directa. Efectivamente. Además, relacionado con la ocupación, aquí te hablaba de la culpa en general, pero relacionado con la ocupación con más razón. Parece que si no estamos ocupados, si no estamos produciendo, no somos válidos. Si no somos válidos, entonces ese concepto que tenemos de nosotros mismos ya se ve perjudicado. 

Jota: Claro. Y esta productividad o esta ocupación tiene que ser en temas laborales, o podría estar ocupado haciendo otros temas de ocio y con eso ya sería suficiente. Quiero decir, ¿dónde está el punto de culpa habitual que tiene la gente? ¿O simplemente no estar haciendo nada, que estés contemplando unas maravillosas vistas, un paisaje, el mar o lo que sea? ¿O sí puedo estar ocupado en actividades sociales y tal? Y ahí ya no tengo por qué sentirlo. 

Paula: Pues dependerá de cada uno. Supongo que todo se originaría más bien enfocado al aspecto laboral. Parece que sí, porque también hay una culpa de ocio. Si no estamos trabajando, también es bastante fácil que se genere una culpabilidad. Pero luego, al final, se ha desarrollado también como miedo al aburrimiento. Entonces, es lo que tú dices. Incluso parece que necesitáramos ocupación hasta en los momentos de descanso y de reparación. Que puede ser que sea así, que necesitemos actividad en los momentos de ocio y en los momentos libres de trabajo. Claro que sí, pero también tenemos que tener en cuenta que el parar, sin más y no hacer absolutamente nada, como tirarnos a la bartola y ojear una revista, ya es un momento de reparación, es un momento de descanso mental, es un momento de descanso físico también. Entonces, bueno, para aquellos que piensan que no están produciendo, pues incluso aquí yo les reforzaría un poco su adicción a la producción diciéndoles que sí que producen, producen descanso, producen reparación, se produce la capacidad de proporcionarse mayores energías para luego seguir y retomar la tarea. 

Desafiando la Culpa de la Inactividad: Transformando la Productividad en Responsabilidad

Jota: Efectivamente, estamos total y absolutamente metidos en esta productividad constante que hace falta tener. Y como tú bien dices, esto es lo que probablemente esté produciendo este sentimiento de culpa. Y es verdad que a mí por lo menos me llegan impactos de productividad constantes de distinto tipo para mejorarla, para estar ahí, siendo cada vez más productivos. ¿Cómo podemos manejar toda esta cultura que nos llega de ser cada vez más productivos y de los impactos constantes que aparecen para que no nos sintamos culpables? 

Paula: Bueno, el sentimiento de culpa es un sentimiento bastante inútil. Sirve bastante poco. Para ello es preferible trasladar o transformar la culpabilidad en responsabilidad. Cuando hacemos esta transformación, entonces ya empieza a tener como una cierta utilidad. ¿De acuerdo? Así que para poder trabajar la culpabilidad es importante pensar en la intención de aquello por lo que nos sentimos culpables. Estoy hablando de la culpabilidad en general. Si nos sentimos culpables por no estar ocupados, debemos de preguntarnos todos en todo momento, en esos momentos en los que no estamos ocupados, ¿cuál es el motivo por el que no estamos ocupados? Es que a lo mejor es porque estamos cansados o a lo mejor es porque ya he terminado todas mis tareas. Entonces, si esa es la razón, yo ya puedo avanzar un poco más. Ya me estoy trabajando de alguna manera mi culpa. La culpa viene un poquito de forma inmediata, quizás hacia esa señal que os contaba antes que nos manda nuestro cerebro, que aparece cuando no hacemos las cosas como el resto. Entonces, claro, este es nuestro cerebro reptiliano, es nuestro cerebro básico, más primitivo, el que nos está mandando esta señal. Tenemos uno racional, que es el que nos ayuda un poquito a contrarrestar. Entonces, ahí cogemos nuestro cerebro racional y le hacemos que tome conciencia sobre la situación y que dialogue con nosotros mismos y nos pregunte por qué estamos desocupados. Y sobre todo, más que el por qué, preguntémonos el para qué. Y siempre, siempre hay un para qué. Y el para qué de la desocupación es el descanso, es la reparación, es parar de aquellas actividades que sin embargo en exceso nos pueden estar agotando. 

Jota: Claro. Luego, además yo creo que habría que diferenciar entre dos cosas, por esto que estamos comentando de la productividad, que también es diferente estar ocupado que estar siendo productivo. 

Paula: Exacto. 

Jota: Que puedes estar en este mundo que se pide tanta productividad ocupándote, sin ser nada productivo. 

Paula: Sí, sí, sí, claro, ahí nos engañamos mucho. Efectivamente, lo confundimos. 

Jota: Claro, muchas veces estaría muy bien, efectivamente, conseguir ser productivos durante un tiempo y poder parar, dejar de estar ocupados porque nuestra productividad ya ha tenido efecto durante el tiempo y aprovechar que hemos sido productivos, precisamente para poder parar. 

Paula: Claro. Apelando a la calidad versus la cantidad, ¿no? ¿Te refieres? 

Calidad sobre Cantidad: La Búsqueda de Equilibrio en un Mundo Obsesionado con la Productividad

Jota: Claro, efectivamente. Está, además, que es el origen de todo este efecto de productividad. Yo soy productivo porque quiero conseguir terminar estas tareas lo antes posible, por eso soy muy productivo durante este tiempo y así consigo tiempo extra para mí, que no tengo que estar ocupado, por lo menos por obligación, que lo haga por devoción en lo que sea, en la revista, en el paisaje, socializar o en otras cosas que nos apetezcan. Pero he sido productivo durante un tiempo y ya no hace falta que siga estando ocupado porque ya lo he estado, y ha tenido su efecto. 

Paula: Claro, si no temiéramos la desocupación o no surgiera este sentimiento de culpa, efectivamente, llevaríamos más a cabo eso. Buscaríamos la forma de optimizar más nuestro tiempo y buscaríamos más el ser productivos y proporcionarnos momentos de calidad versus cantidad. Hay mucha presión social con todo esto también, porque… Bueno, mira, recuerdo el ejemplo de una paciente que me contaba que ella no se iba del trabajo hasta que su jefe no se fuera, independientemente de que tuviera tareas que hacer o no fuera así. Y eso podía suponer efectivamente, estirar más su horario de trabajo. Si ella habitualmente salía a las cinco, pues ya había días que no se iba hasta las siete, las ocho y porque estaba mal visto que se fuera antes que su jefe. Esto, indudablemente, es un gesto totalmente inútil, agotador. 

Jota: Yo creo que ya atemporal, creo, es verdad que… 

Paula: Quizás ya no pase tanto. Bueno, no sé yo qué decirte. 

Jota: Espero, me gustaría que fuese así. 

Paula: Ya. A mí también me gustaría, pero creo que en determinadas empresas todavía se trabaja bajo sistemas arcaicos. 

Jota: Sí, efectivamente, eso ya es algo absolutamente del pasado para mí. Espero que esto ya… 

Paula: Pero mira, a mí sirve como un ejemplo súper claro de lo inútil que nos puede llevar a comportarnos. Determinadas presiones sociales. Y bueno, pues lleva claramente a lo mejor quizás esta paciente en concreto, ya no solamente es lo mal que le pudiera mirar su jefe o las consecuencias que pudiera traer, que las traía, las traía objetivamente, sino que en ella también se generaba un sentimiento de culpa. O sea, ella lo tenía como tan interiorizado, estaba tan metida en esa dinámica que entonces sentía que no lo estaba haciendo bien si se iba antes. 

Tiempo vs. Tareas: Repensando la Productividad y Liberando Espacio para la Satisfacción

Jota: Fíjate. Esperemos que esto ya no suceda como antes, que sí que era algo bastante más habitual. Creo que ahora el concepto, la idea, sobre todo en entornos de trabajos son más basados en tareas, en tengo que realizar estas tareas y no tanto en el tiempo que dedico, que desde ahí tanto concepto de productividad. Yo soy capaz de sacar estas tareas que son de las que yo profesionalmente me tengo que encargar, y si las puedo hacer en dos horas, no tengo que estar cuatro horas dedicándoles porque tardo dos. A lo mejor otra persona, por su nivel, su conocimiento o su experiencia, tardará cuatro, pues se dedicará cuatro horas y de ahí la productividad. Pero sí que tendríamos que desligarlo y ser conscientes de que ser productivo es precisamente para poder estar más liberado en otros momentos. Me parece que es importante. Y empezar a valorar y apreciar ese tiempo que nos tiene que dar alguna satisfacción. A lo mejor hay gente que efectivamente la satisfacción la encuentra en estar ocupado o que la ocupación puede ser hacer deporte o socializando con amigos. Que si ese es el concepto de ocupación, no es lo mismo al final, que estar saliendo más tarde que el jefe. 

Paula: Claro. Es verdad que la actividad es una fuente de refuerzo. De hecho, es una medida preventiva y es un tratamiento, incluso, contra las depresiones. Efectivamente. Pero eso no significa que tengamos que estar por ello siempre, siempre activos. Como todo, llevado al exceso, al final produce un agotamiento, un cansancio. Y el cansancio no requiere otra cosa nada más que la de descansar. Descansar es parar. Así que la desocupación también es necesaria. La desocupación y el aburrimiento, que al fin y al cabo es también desocupación de estímulos. Falta de estímulos que tengamos alrededor. 

Descubriendo el Placer en el Descanso: Cómo Encontrar Satisfacción en la Desocupación

Jota: ¿Cómo puede conseguir una persona que está habituada a este ritmo de esta ocupación conseguir encontrar satisfacción en no estar ocupado? ¿Cómo puede llegar a pasar a apreciar esos momentos en los que puede desconectar y no estar constantemente ocupado? 

Paula: Creo que solo con observar, experimentar los resultados que produce. O sea, si paramos durante un tiempo, un tiempo moderado también, de aquella que es nuestra actividad, luego a la hora de retomarla nos va a resultar incluso más fácil. ¿Hemos hablado alguna vez del ejemplo de la taza de agua? 

Jota: La de mantener el brazo estirado. 

Paula: Exacto. Que es un ejemplo que a mí me encanta poner, que estoy poniendo constantemente por muchísimas razones en consulta, y esto me lleva también a acordarme de ello. 

La Metáfora de la Taza de Agua: Cómo el Descanso aligera la Carga de la Vida Diaria

Jota: Pues te lo he escuchado decir, pero creo que no lo hemos comentado nunca en un podcast. 

Paula: ¿No lo hemos comentado nunca en un podcast? Vale, pues mira, lo hacemos ahora porque a mí me encanta. Me encanta este ejemplo que me resulta de lo más gráfico y de lo más válido. Ahora mismo yo que he cogido esta taza de agua, no me cuesta nada retenerla, no me cuesta nada mantenerla. Vaya, que no pesa, que la sostengo. Vale, bien. Pero si me dices que esté un minuto así, ya me empieza a resultar cansadillo. Y si estoy cinco minutos así, la mano ya se me resiente. Pídeme que esté una hora, una hora con la taza, así. Vamos, que el brazo me acaba de doler. Con lo que si ya me pides que esté las 24 horas del día, esto se me convierte en un peso insostenible, como si pesara toneladas. Fíjate qué barbaridad. ¿Qué hacer? La apoyo, me doy un masajito en mi brazo, me dedico a otras cosas y cuando la vuelva a coger, volverá a pesar lo que realmente pesa. Esto es lo que pasa cuando nos desocupamos o cuando paramos de ciertas tareas. Si estuviéramos siempre sumergidos en ellas, al final aquello que hacemos se nos hace mucho más pesado, nunca mejor dicho, mucho más insostenible. Y por tanto, pues eso, llegaría el agotamiento. Llegaría el no puedo más, esto no lo sostengo. Y lo que es peor es que esto no nos lo estemos pidiendo de una manera consciente nosotros, o sea, nosotros mismos, sino que al final explotemos. O sea, que ese no poder más sea una explosión emocional que pueda llegarse a manifestar de una forma física, que pueda llegar a somatizar, que pueda producirnos incluso alguna enfermedad. Por eso es tan importante el desocuparnos de lo que sea. Si desocuparnos es parar esa actividad e incluso proporcionarnos… el otro día escuchaba a una chica que se dedicaba un poco a ser coach de organización del tiempo o algo así, en una charla que hablaba del nesting. El nesting es un concepto nuevo que precisamente se basa mucho en esto, en que en nuestras planificaciones, en nuestras organizaciones del tiempo, dediquemos ciertos espacios a no hacer nada. A no hacer nada, a cuidarnos, a mimarnos, a darnos un baño relajante. A lo que te decía antes, tirarnos en un sofá y ojear una revista, a escuchar un poco de música. Porque eso, aunque sintamos que no nos está sirviendo, que es no hacer nada, es hacer mucho. Es parar, es descansar, es reparar, es permitirnos que cuando luego volvamos a coger nuestra taza, pese lo que realmente pesa y no la sensación de toneladas que teníamos antes. 

Jota: Pues yo creo que ha quedado bastante claro. A mí me cuesta también a veces parar y aunque sí que hay momentos en los que lo hago, estoy pensando que incluso es algo que ya incorporamos en momentos muy de ocio. Tienes un descanso un fin de semana, unas vacaciones y tienes que tener actividades programadas, tienes que tener cosas que te van a mantener ocupado en otras tareas. Pero antes, yo creo que era más habitual que llegara un fin de semana y no hubiera planes o unas vacaciones y no tuvieras un viaje ya todo programado con cosas. Ahora no. 

Paula: Va más en nuestra sociedad. Ya te digo, la sociedad de la constante ocupación y de la productividad, de la sobreestimulación, tiene mucho que ver. Tiene mucho que ver con las tecnologías. 

Jota: Efectivamente, en la inmediatez con la que tenemos todo y demandamos todo. Yo me quedo, dime si estoy equivocado, pero creo que es importantísimo estos puntitos que yo he cogido así al aire y es que paremos, que nos cuidemos al fin y al cabo, ese autocuidado que se consigue de tirarte en el sofá, de darte ese baño o tirarte en el césped a ver las nubes y descubrir animales en esas nubes. O simplemente, pues eso, desconectar de tener la necesidad de tener algo. Algo tan bonito como escuchar música sin hacer nada más, sin tener necesidad de estar haciendo ninguna otra cosa para mejorar todo nuestro día. 

Paula: Si lo hacemos más nos vamos a sentir menos culpables, pero que además trabajemos la culpa. Si cuando hacemos esto aparece. Claro. ¿Cómo? Transformándola en responsabilidad. ¿Cómo? Dialogando con nosotros mismos. ¿Para qué paramos? Para descansar, para reparar, para coger fuerzas, para que mi taza pese lo que realmente es. 

Jota: Y que seamos conscientes de que si estamos siendo productivos, en ese tiempo que dedicamos a hacer cosas, nos hemos ganado ese descanso, esa parada. 

Paula: Sin duda. 

Jota: Muchísimas gracias, Paula, de nuevo por pasarte por aquí a charlar con nosotros y espero verte muy pronto en otro capítulo. 

Paula: Gracias a ti, Jota, estoy encantadísima de estar. 

Jota: Genial. Chao, chao. 

Paula: Hasta la próxima.

Paula Massa Terapia Online

Autor: Paula Massa

Psicóloga experta en terapia online con 20 años de experiencia haciendo terapia.
7 años haciendo terapia online.
Supervisora de casos y apoyo del equipo de POA.