Jota: Muy buenos días a todos. Un día más aquí para hablar de salud mental y de nuevo estamos con nuestra querida amiga Paula, que como todos sabéis, es Psicóloga Experta en Terapia Online, con más de 20 años de experiencia haciendo terapia, más de siete haciéndolo de forma online y además es supervisora de casos y apoyo del equipo de Psicología Online Avanzada. Muy buenos días, Paula. ¿Qué tal? ¿Cómo estás?
Paula: Buenos días, Jota. Estoy encantada de estar aquí contigo.
Entendiendo el Duelo Amoroso: Por Qué Aparecen Pensamientos Negativos
Jota: Sí, sí, sí. A mí me encanta que charlemos sobre estos temas tan interesantes y hoy vamos a tratar un tema que suele tener mucha audiencia, porque todo lo que es hablar de parejas y tal les encanta a nuestros escuchantes que están ahí. Y una de las cosas que ocurre a lo largo de nuestra vida, normalmente, es que cuando tenemos una pareja, pues a veces se acaba esa relación. Y en ese momento, pues nos vienen muchas veces pensamientos, pues normalmente negativos. Dime si no es así. Y vamos a intentar ir quitando o desmontando esas frases o pensamientos que nos aparecen en esos momentos. Pero si quieres, empezamos por ahí. ¿Por qué nos vienen estos pensamientos negativos tras una ruptura sentimental?
Paula: Sí, son ideas, pensamientos muy comunes que se ha observado, que muchas personas que están justo en ese punto después de la ruptura, inmediatamente después de la ruptura, pensamos de manera muy similar, pensamos de la misma manera. Y son pensamientos negativos, efectivamente, porque tienen que ver bastante con el momento en el que nos encontramos, el duelo, el dolor. Como tal, representan dolor, de ahí su negatividad. A mí me gusta mucho este tema, porque aunque se sufre, se sufre en este punto, en este periodo, al final es todo muy irracional. Y precisamente ese es el objetivo de nuestro podcast hoy, desmontar todas estas ideas para que todas aquellas personas que se encuentren ahí, que se encuentren en ese punto, aprendan un poquito más a cuestionar lo que están pensando y lo sepan poner en duda. Entonces, bueno, principalmente, como estamos en un proceso de duelo, al final estos pensamientos lo que van a representar mucho es cómo vamos avanzando en ese proceso. El duelo es una sucesión de sentimientos que se van dando, empezando por la negación, pasando por el enfado, por la rabia, por la ira, la depresión, hasta llegar a un momento de aceptación y ya llegaríamos a nuestro punto de reinserción. Bueno, pues esos pensamientos que queremos tratar son los de, principalmente, la primera parte del proceso de duelo.
Desmontando el Mito: ‘Nunca Voy a Encontrar a Nadie Como Ella/Él
Jota: Bien, pues vamos a ver algún pensamiento, si quieres te digo alguno así que yo tengo aquí, que me he anotado que me parece como típico. Luego me dices tú si son habituales que te los encuentres tú en terapia, y si no, nos sacas tú alguna de estas frases. Pero yo he apuntado aquí uno, por ejemplo, el de: ‘Nunca voy a encontrar a nadie como ella o como él’, como la persona con la que estaba.
Paula: Efectivamente, este pensamiento es muy frecuente. Claro, si lo analizamos, es muy bloqueante, es muy paralizador pensar que ya nunca más vas a poder volver a vivir la experiencia del amor, de sentir lo que has sentido, como sentiste con esta persona, es algo que desespera y que genera, efectivamente, desesperanza. Es un pensamiento muy irracional. Claro que vas a encontrar alguien igual o incluso mejor. No se trata de encontrar alguien igual, encontrar alguien igual significaría fracaso. Estás en un punto… Perdón, fracaso no. Fracaso no me gusta utilizar esta palabra en la ruptura. Significaría que ahora no funcionaría el encontrar a alguien igual. Significaría que entonces no podríamos estar juntos. Lo que buscamos es alguien que se adecúe, ni mejor ni peor. No hay personas mejores o peores. Es alguien que se adecúe al momento de mi vida en el que me encuentro.
Jota: Este pensamiento de no voy a encontrar a nadie como esta persona, ¿sucede siempre independientemente de quién deje a quién o el motivo de la ruptura o puede ser que haya momentos en los que la ruptura se acaba porque yo decido romper, porque, por ejemplo, sé que mi pareja me ha sido infiel. En ese caso, también puedo tener un pensamiento de este estilo, de nunca voy a encontrar a nadie como esta persona. ¿En qué situaciones se da? Porque puede ser contradictorio, ¿no? Estoy rompiendo yo porque ha hecho un acto o algo que me impide continuar, pero además sigo pensando esto. O no, en esta situación no se daría este pensamiento?
Paula: Sí, yo creo que sí, como te decía, estos pensamientos aparecen muy en función de los distintos sentimientos que se van sucediendo a lo largo del proceso del duelo. Entonces, yo, por ejemplo, este pensamiento lo asociaría mucho con un sentimiento de culpa. Y puede sentirse culpable tanto la persona que, por ejemplo, decide romper, en un momento dado, ha tomado la decisión de romper, pero como siempre existen esas ambivalencias, existen esas dudas, esas inseguridades, esas dualidades. Entonces, yo por un lado, sé que lo que más me conviene, quizás, es separarme de esa persona, pero por otro lado, hay ciertos pensamientos boicoteadores que se contradicen y me pueden decir: ‘No, no, no, era la persona ideal, nunca encontrarás a nadie mejor’. Eso, por un lado, el que decide romper, el que, por ejemplo, sin embargo, decide romper porque le han sido infiel, también puede llegar a sentir de alguna manera esa culpa, porque podría estar pensando que igual esa persona me fue infiel porque yo no fui capaz de darle lo que esa persona necesitaba. Entonces, de alguna manera me culpabilizo a mí de lo que la otra persona ha hecho. Y eso también me puede llevar a que nunca encontraré a una persona igual porque yo no soy capaz de tener a alguien así. Es muy fácil que en los primeros momentos del duelo, tras una ruptura, idealicemos mucho a la persona con la que estábamos y de ahí viene bastante este pensamiento. Pero yo lo relaciono además mucho con el sentimiento de culpa, con la fase de la culpa, que dependiendo un poco de cómo haya sido la ruptura, puede venir antes o puede venir después.
Jota: Bien, si quieres, hablamos de otro pensamiento.
Paula: Venga, otro pensamiento común.
Superar la Creencia de ‘Voy a Estar Siempre Solo/a’
Jota: Y era, aquí tengo otro que es, el de: ‘siempre después de esto, después de este fracaso, voy a estar siempre solo’ o ‘voy a estar siempre sola’.
Paula: Ya, nunca volveré a tener pareja.
Jota: ‘No me voy a volver a enamorar, nunca voy a volver a poder estar en pareja’. Ese tipo de pensamiento o de frases, no sé si son habituales o te lo sueles encontrar.
Paula: Sí, también, también es muy común. Es como que ya estamos condenados a quedarnos solos. Y bueno, aquí puede aparecer por distintas razones. O bien, porque yo a mí misma me doy la autoinstrucción de: ‘No me voy a volver a enamorar, no voy a volver a tener pareja.’ Porque tener pareja implica sufrimiento. Eso es un pensamiento muy generalizador, es un pensamiento por el cual o el cual se ha dejado inundar por todo el sufrimiento y el dolor que la ruptura me ha supuesto. Cuando, sin embargo, bueno, aunque sea un proceso de ruptura en el cual se sufre, he de mirarlo con una cierta complejidad, es decir, con una visión analítica y darme cuenta que aunque haya implicado sufrimiento, también ha habido cositas bonitas, ha habido cosas buenas. Entonces, he de tratar de hacer esa visión un poquito más objetiva y menos generalizadora. Eso, si el pensamiento viene un poco como consecuencia de la autoinstrucción. O sea, yo no me voy a volver a permitir enamorarme, yo me voy a quedar toda la vida sola. Y luego también viene el pensamiento en el cual hacemos como si dijéramos una predicción, un pronóstico, una previsión, como si jugáramos a ser adivinos. Estoy condenada a estar sola, ya no volveré a tener pareja, pero un poco como si fuera una cuestión del destino. Evidentemente, es irracional en el sentido de que estoy jugando a ser adivina, estoy anticipando, nadie sabe el futuro, yo no puedo controlar el futuro, yo no sé lo que va a pasar. Pero es verdad que existen bastantes probabilidades de que suceda todo lo contrario. Si yo anteriormente he tenido pareja, si yo quiero tener pareja, ¿por qué no voy a volver a tener pareja? También te digo una cosa: estar solos no es malo. O sea, que cuando nos digamos lo del ‘estoy condenado a estar solo’, no lo veamos tampoco como una condena. Es verdad que no puedo hacer esa previsión, no puedo hacer esa predicción, pero estar solos no es malo. Estar sin pareja no es algo negativo, no ha de verse así, no es una necesidad. Esto lo hemos repetido en varios podcasts, es un complemento que nos viene muy bien a nuestra vida y si queremos estar en pareja, no hay nada que nos tenga que hacer creer que no vayamos a volver a poder estar en ella.
Rompiendo el Pensamiento de ‘He Perdido Todo Este Tiempo’
Jota: Claro. Si quieres, seguimos con otra frase porque me está gustando mucho como está yendo. Hay otra que yo creo que también debe ocurrir con frecuencia y es la de: ‘he perdido todos estos años, he perdido el tiempo, he perdido todo este tiempo de mi vida por culpa de no continuar con esta relación.’ ¿Qué puedes decirnos de este tipo de frases? Me imagino que también suelen ocurrir.
Paula: Pensamiento muy frecuente, efectivamente, sí, la sensación de pérdida de tiempo. Bueno, porque podemos en esos momentos estar viendo la relación y todo lo que ha pasado en ella como una inversión, como una inversión que hicimos, que sí o sí nos tenía que traer unos resultados. Eso no es una relación de pareja, eso no es vivir en general ninguna de las situaciones de nuestra vida. El sentido de nuestra vida está en cada momento y cada momento aporta. No tiene por qué tener unos resultados a posteriori y no debemos de ver toda nuestra vida como una inversión, pues mucho menos tampoco la relación de pareja. Una relación de pareja es algo que aporta muchísimo, que nos ayuda muchísimo a aprender, que nos ayuda mucho a conocer sobre las personas, sobre la convivencia y la relación entre las personas, pero sobre todo, sobre todo, lo que más nos ayuda, y yo creo que es el aprendizaje más útil para el resto de nuestra vida, independientemente de que sigamos en pareja o no, es aprender sobre nosotros mismos. Es decir, nos ayuda muchísimo al autoconocimiento, nos ayuda a conocernos y eso ya es algo súper necesario. Es un arma, es una herramienta que ya hemos hablado también anteriormente, que forma parte de nuestra inteligencia emocional. Y entonces, por tanto, no podríamos decir que haber estado en esta relación de pareja ha sido una pérdida de tiempo. En esta relación de pareja, si he aprendido sobre mí, ya he sacado un aprendizaje importantísimo, crucial para el resto de mi vida, con lo que, por tanto, no he perdido el tiempo.
Rompiendo la Esperanza de Reconciliación: Aceptar la Pérdida y Seguir Adelante
Jota: Luego hay otro pensamiento que tengo aquí apuntado que no sé si sucederá siempre. Creo que lo puedo entender en el momento en el que eres la persona a la que han dejado, más que haya sido decisión tuya. Y es la de poder recuperar a esa persona, de ‘esto no se ha acabado, va a volver’. Estar todavía pendiente de esto tiene solución.
Paula: Ya, ya. Que no llegues a aceptar la pérdida y que siempre estés un poco a la espera de que esta persona volverá, lo cual paraliza y bloquea muchísimos otros aspectos de tu vida. Claro, es posible, es posible que la otra persona vuelva, es posible que volvamos a la relación. Claro que es posible y probable, incluso. Pero yo lo que siempre digo en estos casos es que en cualquier caso conviene aceptar la pérdida, asumir que la relación hoy por hoy, tal y como estaba, si hemos decidido separarnos, se ha roto y, por tanto, elaborar ese proceso de duelo es también un proceso de aprendizaje, es un proceso de enriquecimiento, de fortalecimiento, del cual vamos a sacar unas herramientas, vamos a sacar, como decía, unos aprendizajes, una fortaleza que nos va a ayudar en próximas relaciones, incluso si la próxima relación es esa relación con la misma persona, pero sería otra relación. Estaríamos hablando de otra relación. O sea, en realidad, la relación anterior sí que ha muerto y la relación anterior se ha perdido. Y por tanto hay que hacer ese proceso de duelo, que puede durar más, que puede durar menos, pero hay que permitírselo. Y entonces, si luego vuelvo con la persona con la que estaba, que nos planteemos una relación diferente, donde ambos hemos cambiado, donde estamos dispuestos a cambiar, precisamente en aquello que ha fallado, ya sea mediante la aceptación o mediante cambios directamente hechos. Pero plantearlo como una relación nueva, como una relación diferente.
Jota: Estas eran las frases típicas que yo tenía aquí apuntadas. No sé si tienes alguna más típica que suela aparecer en sesión que quieras compartir con nosotros, además de estas.
Paula: Van mucho por esa línea en general, las que has planteado. También está un poco la de la sensación de engaño, me ha engañado, me ha decepcionado, me ha estado durante todo este tiempo engañándome. ¿Por qué? Porque hemos llegado ahora a la conclusión de que lo nuestro no funciona o que en este momento de nuestra vida, en el punto en el que nos encontramos cada uno, no nos viene bien estar juntos. No, eso no es un engaño, eso no es una decepción. Aunque en un principio generásemos unas expectativas que no se han cumplido, es bastante frecuente que nuestro cerebro haga esto, que nuestro cerebro, desde el momento en el que empieza en una situación, pues haga como esa previsión, lo que decíamos antes, haga como una especie de predicción de lo que va a suceder. Pero es importante que sepamos que simplemente es eso, una cuestión de posibilidades, una cuestión de probabilidades que no tienen porqué cumplirse. Eso no significa que la otra persona me haya engañado o que la otra persona me haya decepcionado. A veces, dependiendo la fase del duelo en la que estemos, nos viene bien pensar que la otra persona me ha hecho esto, me ha engañado o me ha fallado. ¿Por qué? Porque nos genera un sentimiento de enfado que quizá se adecúe bastante a la situación en la que estamos. Si estamos en una situación de separación de distancia y yo me enfado, el enfado implica rechazo. Eso me va a permitir más mantener mi distancia. Y como decíamos antes, por el tema del duelo, me viene muy bien mantener esa distancia para nuestro cerebro es como un duelo, un duelo cualquiera. O sea, igual que una pérdida por fallecimiento, una pérdida por separación o la pérdida incluso de cosas materiales. El proceso es bastante similar, aunque tenga sus diferencias en ciertos matices. Bueno, pues para nuestro cerebro necesita un poco de esa ausencia, de ese espacio, de ese distanciamiento, quizás, ¿no? Y para poder elaborar el proceso, con lo que, por tanto, bueno, es a lo mejor un pensamiento, entre comillas, adaptativo, pero es irracional. Es adaptativo transitoriamente, pero digamos que es irracional porque nadie nos hemos engañado, nadie nos hemos fallado. Si hemos decidido compartir nuestra vida, bueno, a ver, hay gente de todo tipo, pero en general, si hemos decidido compartir nuestra vida con una persona durante un tiempo, si nos hemos querido involucrar en un proyecto, generalmente no ha habido la intención de mostrarse de manera diferente ni de engañar de manera intencionada. Entonces, bueno, al final esto sí que es interesante desmontarlo porque nos lleva al perdón, nos hace más fácil el perdón. Y el perdón nos permite dejar atrás, lo cual nos ayuda a avanzar.
¿Es Inevitable el Dolor tras una Ruptura? Explorando las Variaciones Personales
Jota: Claro. Es muy interesante todo esto que dices, porque estamos hablando de esos pensamientos iniciales, no? Estas frases que tienes inicialmente, que van a servir un poco de inicio para todo ese duelo del que nos estás comentando. Estos pensamientos, que como decimos habitualmente, son negativos, pero sucede así siempre o hay rupturas en las que la gente puede pasar por ellas sin sufrir el duelo, por alguna circunstancia, porque lo tenga muy claro, porque a lo mejor lo he construido ya durante la propia relación y he visto que la relación estaba rota. ¿Hay alguna forma o siempre vamos a pasar por esta fase negativa de verlo todo mal, de me han engañado, no voy a encontrar a nadie igual, ha sido culpa mía, voy a estar siempre solo? ¿Todas estas sensaciones ocurren siempre o ya dependerá un poquito de la persona y la situación?
Paula: Evidentemente, depende mucho de la persona, depende mucho de la situación. Yo creo que un pequeño proceso de duelo siempre se vive. Pero como tú decías, pueda ser que incluso hayamos vivido un duelo antes de la ruptura. Es decir, esas relaciones que agonizan, esas relaciones en las cuales ya nos hemos distanciado antes de tomar la determinación de que nos separamos, ya pueden estar elaborando sus respectivos duelos, de los cuales no somos muy conscientes, porque como nos mantenemos todavía en la relación, entonces a lo mejor no somos, pues efectivamente, eso, tan conscientes de que estamos en ese proceso y, por tanto, a lo mejor no han aparecido estos pensamientos de manera tan incisiva, de manera tan dañina. Al final, todo proceso del ser humano es un mundo y siempre está marcado por las diferencias individuales. Siempre, siempre va a haber diferencias. Aunque estos pensamientos son muy comunes, yo veía interesante que hiciéramos este podcast y que habláramos de ello, porque creo que nos ayuda también bastante a normalizar y como decía al principio, nos puede ayudar bastante a saber cuestionar nuestros pensamientos, a ponerlos un poquito en duda y a no dejarnos llevar demasiado por ellos, que si no es mucho más fácil que nos haga sumergirnos en un hoyo más profundo del cual nos cueste mucho más salir.
Jota: Claro, es habitual en estos momentos, dependiendo también de la persona, que todos estos pensamientos y frases de las que estamos hablando hagan que estemos pasando por un momento horrible y que realmente lo vivamos con mucho sufrimiento. ¿Qué debe hacer una persona que está viéndolo, que sí, que puede estar incluso escuchándonos ahora y nosotros decirle: ‘No te preocupes, que sí, que vas a encontrar a alguien. No te preocupes, que no vas a estar sola si no quieres o solo. No te preocupes, que no ha sido culpa tuya.’ Todo esto. Pero la persona al final sigue con ese sufrimiento. ¿Qué podemos decirle que puede hacer para que no esté pasando por este mal momento o lo suavice o le pueda ayudar para salir cuanto antes de este momento tan duro?
Paula: Como mucho, como mucho que lo suavice, como mucho, si puede, pero que el duelo es dolor y hay que pasar por ello. Y que no pasa nada, que no tenemos que tener miedo a que en la vida pasen cosas que nos duelan. Somos humanos y somos sensibles. Y sentir todo tipo de emociones, y esto lo hemos hablado en muchísimos podcasts, cuando hemos hablado de emociones, todas las emociones son adaptativas. Todas las emociones tienen una función, pueden ser más o menos cómodas, pueden hacernos más o menos sufrir. Pero eso no significa que sean malas y que haya que evitarlas o haya que rechazarlas. El duelo es dolor y hay que pasar por él. Y además, es un proceso totalmente natural, que no hace falta que estemos enfermos, que no es patología. Y vamos a pasar por duelos en distintos momentos de nuestra vida. Nos ayudan muchísimo los procesos de duelo, a crecer, a aprender, a fortalecernos. Entonces, yo animo a que aún así, si estamos sintiendo este dolor, nos recordemos que gracias a este dolor, yo me voy a fortalecer, que gracias a este dolor, yo voy a aprender y que en este dolor, yo estoy adquiriendo unas herramientas y unas estrategias que me van a ayudar para el resto de mi vida.
Jota: Claro. A mí me suena genial ahora mismo, pero no sé si esa persona que está pasando ahora por ese momento y está sufriendo todo esto, lo verá tan bonito, de que estoy sufriendo aquí, estoy con este dolor, pero esto va a ser una aprendizaje.
Paula: Bonito no, es doloroso, es doloroso. Pero sirve para algo, tiene un para qué. Y eso es lo que yo creo que no podemos perder de vista.
Jota: Y en ese momento yo creo que lo más duro puede ser el no ver el fin del dolor, el pensar: ‘Esto no se acaba. Es que me dolía ayer, me está doliendo hoy. Sé que me va a doler mañana’
Paula: Al final va a ser siempre así, ¿no? Y no voy a saber salir de esto.
Jota: Seguramente que si una persona le dijera: ‘Mira, dentro de 10 días se te ha pasado.’ Lo vería como: ‘Venga, pues 10 días.’ Pero como cuando tienes una gripe: Bueno, sé que voy a estar mal una semana. Pero, ¿cómo le abrimos esa puerta? ¿Sería conveniente ir a terapia? No hay una manera de decirlo, porque igual una persona no son 10 días y es un mes y otros son tres. ¿Qué podemos comentarle?
Paula: Efectivamente, cada uno tenemos unos tiempos diferentes, pero para nuestro cerebro se le hace mucho más fácil el afrontamiento si se trata de algo temporal. El saber que algo tiene un final puede ayudar bastante mejor a afrontarlo y a llevarlo mejor. Efectivamente, hay un final. De eso lo tenemos clarísimo. Y si no lo hay, es que no hemos llevado bien nuestro proceso. Con lo que, por tanto, si la cosa se está alargando y prolongando demasiado en el tiempo, yo sí que recomendaría buscar el apoyo de una terapia. Nunca está de más, incluso si lo hacemos antes de tiempo, porque estamos en ese momento de sufrimiento, en ese momento de dolor y no sabemos muy bien si lo estamos llevando de una forma correcta a cabo. La terapia ahí nos puede servir como un apoyo, como un acompañamiento, como una supervisión de cómo estamos gestionando y llevando a cabo el proceso. Pero si la cosa se alarga en el tiempo, a lo mejor ya empieza a derivar un poquito más en lo patológico y con más razón para que recurramos a una terapia. En cualquier caso, a lo que preguntabas, siempre, siempre ha de terminar, siempre tiene una temporalidad y por tanto, el saber que esto tiene un final, aunque no sepamos cuándo, porque eso también es verdad, no podemos garantizar tiempos. Cada uno tenemos unos tiempos diferentes. Depende mucho de la ruptura, depende mucho de la situación y de las características de la personalidad de la persona, pues al final se pasa. Eso ayuda mucho, el decirnos en un momento de dolor esto se me va a pasar, pero en cualquier momento de dolor, incluso un dolor físico. Si sabemos que tiene una temporalidad, que forma parte de un proceso o bueno, incluso por la propia, por el propio umbral del dolor, que podemos muchas veces trabajarlo y manejarlo desde un punto de vista psicológico y conseguir que algo que siempre nos estado doliendo en X medida, lo llevemos mejor, lo sintamos mejor. Eso también denota la temporalidad y la transitoriedad del sufrimiento.
Jota: Muchísimas gracias, Paula, por este nuevo capítulo en el que nos has descubierto, como siempre, algunas píldoras muy, muy, muy interesantes. Así que espero verte muy pronto en el otro capítulo.
Paula: Seguro que sí.
Jota: Y muchas gracias por haber venido.
Paula: Gracias a ti, Jota. Encantada, como siempre.
Jota: Chao, chao.
Paula: Adiós