Seguramente habrás escuchado el “¿Por qué no te haces hombre?”, o sabes de alguien que comparte el amenazante prejuicio: “La depresión es una enfermedad de mujeres”.
Entonces, ¿cómo pensamos en la depresión cuando se trata de hombres?
Los resultados están a la vista: La depresión parece ser predominantemente femenina. Las mujeres son tratadas por depresión el doble de veces que los hombres. Normalmente, la gente se imagina a una mujer llorando, cuando piensa en la depresión.
Sin embargo, las mujeres no dominan todos los aspectos de la depresión: Los hombres son los que con mayor frecuencia deciden acabar con su vida. Las investigaciones han demostrado que aproximadamente el 70% de todos los suicidios pueden tener como origen la depresión.
Por lo tanto, una cosa queda innegablemente clara: tenemos una gran necesidad de sensibilización y acción cuando hablamos de la depresión masculina.
Índice
¿Qué personas son más propensas a sufrir depresión?
Hecho: A nivel puramente biológico, las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir depresión.
La variación de los niveles hormonales es un factor de riesgo fundamental para los síntomas depresivos. Además, la llamada “depresión posparto” afecta al 10-20% de todas las mujeres después del parto y está relacionada con el alto estrés y los cambios hormonales bruscos.
Sin embargo, los factores biológicos no pueden explicar el doble de riesgo de depresión para las mujeres.
Reglas, roles y expectativas – Sociedad y depresión
Entonces, ¿el resto es cultura?
La respuesta es desconocida, y el debate es difícil. Pero aquí va el intento de buscar un terreno común:
Durante la infancia y mucho después, los niños y las niñas interiorizan diferentes pautas de comportamiento que se les enseñan y esperan de ellos.
Por ejemplo, es posible que reciban enseñanzas explícitas: “Deja de llorar, Jaime. Los niños no lloran”, o implícitamente, como experimentar una mayor aceptación paterna de una hermana que llora que de un hermano que llora. Antes de darte cuenta, aprendes a percibir esto como una regla invisible: “Los chicos no lloran”.
En comparación con las generaciones anteriores, estas diferencias percibidas están disminuyendo con el tiempo. Sin embargo, mostrar vulnerabilidad, sigue siendo visto como un “rasgo femenino” por la gran mayoría de la sociedad. Los chicos, en cambio, a menudo sienten que deben demostrar lo duros e intrépidos que pueden ser.
Conectando los puntos – Género y depresión
No hay duda de que estos estereotipos tienen un gran impacto en nuestras autoevaluaciones y evaluaciones de los demás. Se podría argumentar que, dado que la vulnerabilidad, la debilidad y las dudas sobre uno mismo son consideradas a menudo como “rasgos femeninos”, la depresión es más aceptada en las mujeres.
Por otro lado, en la cabeza de muchos persiste la imagen de un hombre fuerte, definido por la intrepidez y la capacidad de tenerlo todo bajo control. Y aunque esto es cierto para algunos hombres, pone un sello no deseado en muchos otros.
Los hombres que luchan contra los síntomas de la depresión, como un estado de ánimo deprimido, dudas sobre sí mismos, baja autoestima o culpabilidad, son considerados “poco masculinos” por algunos y, a menudo, incluso por ellos mismos, lo que aumenta aún más los sentimientos de culpabilidad.
“Aguántate” vs. “Pobrecita” – La tiranía de los estereotipos
Dado que la depresión es considerada un trastorno femenino, es más fácil que las mujeres la aborden como tal. Muchos hombres afectados por síntomas depresivos ni siquiera son conscientes de que están luchando contra un trastorno clínico que debe ser tomado en serio. Pueden intentar ignorar o restar importancia a las luchas y ocultar la vulnerabilidad.
Además, la forma en que los hombres y las mujeres buscan ayuda es diferente: Las mujeres suelen hacerlo más rápidamente y en las primeras fases de la depresión. Los hombres, en cambio, tienden a ir al médico cuando la carga es casi insoportable, en un intento agotador de “recuperar la calma”.
Depresión disfrazada: el reto de detectar la depresión
Como resultado de estas diferencias, lo más probable es que la depresión en los hombres esté infradiagnosticada. Curiosamente, cuanto más grave es un episodio depresivo, más próximas están las cifras de diagnósticos de hombres y mujeres.
Esto apunta a la idea de que los hombres no tienen necesariamente menos depresión, sino que hablan con menos frecuencia. Parece que las expectativas que ponemos en los hombres para que sean indestructibles son, en sí mismas, extremadamente destructivas. Y acaban dominando incluso los aspectos más importantes de la vida, como el bienestar y la salud mental.
Este estereotipo no sólo pasa factura a los hombres que luchan contra la depresión, sino que también dificulta la detección por parte de médicos y psicoterapeutas.
Cuando acuden al médico de familia, un lugar donde la mayoría busca ayuda por primera vez, los hombres suelen describir síntomas físicos como fatiga, insomnio, falta de concentración, dolor de espalda, dolores de cabeza o dificultades sexuales. Esto, a la vez, hace que los médicos tiendan a realizar diagnósticos físicos relacionados con el cuerpo.
Incluso la adicción puede ser consecuencia de una depresión subyacente. Los hombres, con más frecuencia que las mujeres, recurren al alcohol o a las drogas como forma de hacer frente a los desafíos mentales.
La depresión en los hombres podría ser un fenómeno único
En los últimos años ha surgido un debate en el ámbito científico sobre la posible distinción entre la llamada “depresión masculina” y la depresión estándar.
Mientras promovía un programa de prevención de la depresión en los años 90, el psiquiatra Wolfgang Rutz consiguió disminuir las tasas de suicidio, en el caso de las mujeres, en un 90%. Sin embargo, para su sorpresa, la tasa de suicidio de los hombres no había mejorado.
Entonces, él y su equipo desarrollaron una herramienta de evaluación destinada a detectar específicamente la depresión en los hombres, basándose en la idea de una “depresión masculina”, término que acuñó en el proceso.
Además de los criterios clásicos de la depresión, añadió otros factores de riesgo de suicidio, como el retraimiento social, el escaso control de los impulsos, el comportamiento antisocial y la agresividad. Como resultado, la herramienta de evaluación ampliada pudo detectar mejor la depresión y reducir el número de suicidios en los hombres.
Mismo trastorno, diferentes comportamientos
Para cumplir los criterios necesarios para un diagnóstico de depresión, hay que presentar una determinada combinación de síntomas depresivos. Los síntomas clásicos de la depresión pueden afectar por igual a hombres y mujeres, pero el mismo diagnóstico llega a expresarse de forma muy diferente en cada persona.
En consonancia con la idea de que los hombres están infradiagnosticados, algunos piden que aumente el catálogo de síntomas para incluir síntomas de depresión específicos de los hombres, con la esperanza de detectar mejor la depresión en ellos. Es de esperar que la identificación de estas posibles diferencias contribuya a romper la noción uniforme que tenemos de un trastorno muy mezclado.
¿Cómo se manifiesta la depresión en los hombres?
Además de los síntomas depresivos clásicos, algunos podrían presentar Irritabilidad, reacciones agresivas y defensivas, retraimiento social. Algunos se juzgan a sí mismos con más dureza, criticando cada uno de los movimientos. La pena y la fatiga emocional están ocultas incluso en las relaciones íntimas. Otros experimentan más dolores de espalda y de cabeza.
Mientras que las mujeres tienden a interiorizar la tristeza, los hombres la exteriorizan. Por eso, a los afectados por la depresión les cuesta más controlar los impulsos, y el límite de estrés es alcanzado con mayor facilidad.
Los hombres, con más frecuencia que las mujeres, recurren a la bebida, fuman o hacen un exceso de horas de trabajo o de deporte. Este comportamiento autodestructivo llega, en casos extremos, al suicidio. Para las mujeres la tasa de intentos de suicidio es más alta. Pero los hombres optan por las formas más graves de intento de suicidio, por lo que las tasas de suicidio cometido son el doble en los hombres. En el siguiente enlace puedes leer sobre: Cómo prevenir conductas suicidas.
Hablemos de la depresión masculina – Rompiendo tabúes
Cuanto más piensas en ello, más te das cuenta: No es la depresión, sino las estadísticas las que son femeninas. Todos debemos estar más atentos a lo que ocurre entre bastidores.
Por último, este tema debe ser más transparente. Superar la zona de tabú, detectar antes el trastorno y prevenir las alarmantes tasas de suicidio deben estar en lo más alto de nuestra lista de tareas.
Una campaña en Australia, llamada “man up”, anima a los hombres a llorar cuando estén deprimidos y a hablar cuando algo vaya mal.
Terapia online – ¿Necesito ayuda?
En Psicología online Avanzada, trabajamos mediante métodos con una validez científica, acompañándolos de una gran cercanía, comprensión de tu problema y con profesionales certificados y llevamos a cabo tratamientos psicoterapéuticos que permiten abarcar todo tipo de síntomas.
Es importante tener en cuenta que podemos sentir síntomas similares a los de una Depresión sin llegar a ser diagnosticados de ella. En cualquier caso, es un motivo suficientemente importante como para pedir ayuda y empezar una terapia.
Incluso, es posible que la terapia en estos casos, se planteara como una medida preventiva que impidiese que tales síntomas fueran a más. Además, nosotros aplicaríamos la tecnología para la realización de las sesiones por vídeo-llamada.
Por eso, si te encuentras triste, apagado, sin la capacidad de disfrutar de las cosas, sin ganas de hacer nada, con ganas de aislarte, incluso con problemas de apetito o sueño, no dejes de pedir ayuda.
Desde Psicología online avanzada, estaremos encantados de ayudarte.