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Fortaleza mental
Amy Morin, LCSW, trabajadora social clínica licenciada, psicoterapeuta y profesora de la Northeastern University en Boston, Massachusetts, nos comparte una experiencia personal:
Unos meses después de la muerte de mi marido, una mujer mayor que había perdido a su marido unos años antes se sentó a hablar conmigo.
Me dijo: "Sé que es duro. Pero con el tiempo, notarás qué lloras menos. Eso es bueno. Significa que te estás haciendo más fuerte".
Por una fracción de segundo, pensé: “Oh, eso tiene sentido”. Luego, recordé que en realidad no es cierto.
Yo soy terapeuta. Sé que sentir y expresar emociones no es un signo de debilidad. Pero por un momento, lo que dijo sonó bien. Después de todo, cuando estamos luchando con un problema, hacemos casi cualquier cosa para encontrar pruebas tangibles de que estamos en el camino o de que nos estamos curando y fortaleciendo. Y “no llorar” era un indicador que podía medir.
“Pero la verdad es que llorar no es un signo de debilidad. De hecho, cuando te resistes a llorar, sólo estás actuando con dureza, no siendo fuerte. Se necesita fuerza para aceptar una emoción incómoda como la tristeza y para expresarla, especialmente si es a otra persona.”
Hay varios conceptos erróneos sobre la fortaleza mental que frenan a las personas y las mantienen atascadas en un lugar de dolor. He aquí 5 verdades que debes entender sobre la fuerza mental.
1. La fuerza mental consta de 3 partes
La fortaleza mental no consiste en reprimir tus emociones o insistir en que no sientes nada de dolor. Por el contrario, se trata de mejorarte a ti como persona y de reconocer las dificultades que surgen en el camino.
- Pensamientos: La primera parte de la fortaleza mental tiene que ver con tus pensamientos. Todos tenemos a veces pensamientos poco útiles. Las dudas sobre ti, las predicciones catastróficas y las ilusiones personales tienden a ser un obstáculo.
Construir la fortaleza mental implica responder a los pensamientos inútiles de forma saludable.
- Sentimientos: La fortaleza mental te permite experimentar una gran variedad de emociones, incluidas las incómodas. Asimismo, te ayuda a regular tus emociones y a expresarlas de forma saludable.
- Acciones: Tanto si te deshaces de un mal hábito como si desarrollas una rutina más saludable, la fortaleza mental implica emprender acciones positivas para mejorar tu vida.
2. Las luchas indican que estás creciendo, no que eres débil
Tanto si estás haciendo crecer el músculo físico como el mental, necesitas tensión para hacerte más fuerte. Levantar pesas te ayuda a desarrollar músculos físicos más grandes.
Experimentar emociones incómodas y hacer cosas difíciles te ayuda a desarrollar músculos mentales más grandes.
Pero a menudo, las personas pensáis que vuestras luchas indican que sois débiles. Os preocupais que las emociones incómodas, los hábitos poco saludables o los pensamientos negativos significan que no podeis ser fuertes. Pero es la lucha por cambiar estas conductas lo que ayuda a ser más fuertes.
3. Pedir ayuda no es un signo de debilidad
Es difícil pedir ayuda. Es especialmente difícil pedir ayuda cuando estás luchando contra la salud mental.
La depresión puede intentar convencerte de que no tiene sentido hablar con otra persona porque no funcionará. O la ansiedad puede intentar decirte que no puedes abrirte a un tercero.
Pedir ayuda con la situación económica, los problemas de vivienda o incluso un problema de fontanería es complicado. Pero es especialmente difícil acudir a otro cuando se tiene un problema de salud mental o de abuso de sustancias.
“A veces, existe la suposición de que acudir a un terapeuta significa que estás “roto” o que tienes problemas graves, pero la verdad es que abordar tu salud mental significa que quieres cuidar de ti mismo, un signo seguro de fortaleza”.
4. La salud mental no es igual que la fuerza mental
A menudo, las personas dicen cosas como: “Tengo depresión, así que no puedo ser fuerte mentalmente” o “Necesito fuerza mental para no sentirme ansioso”.
Pero, un problema de salud mental no significa que no seas fuerte mentalmente.
De hecho, como terapeuta, he conocido a muchas de las personas más fuertes que tenían problemas de salud mental. Es similar a la diferencia entre la salud física y la fuerza física. Puedes ser físicamente fuerte y seguir teniendo diabetes. Unos músculos grandes pueden ayudarte a mantenerte sano, pero no evitan todos los problemas de salud.
Del mismo modo, podrías desarrollar un problema de salud mental, como la depresión, a pesar de tener grandes músculos mentales.
5. Todos podemos construir fuerza mental
No es posible nacer fuerte mentalmente. Pero todos podemos elegir construir un músculo mental. Depende de las decisiones que tomemos cada día.
“Desarrollar la fuerza mental es un proceso continuo. Si no sigues trabajando en ello, tus músculos mentales se atrofian de la misma manera que tus músculos físicos”.
Hay muchas formas diferentes de desarrollar la fuerza mental. Al igual que puedes crear una rutina de fortalecimiento físico, también puedes crear una rutina de fortalecimiento mental.
Es posible que incorpores ejercicios a tu día, como practicar la gratitud o escribir en un diario. O quizás decidas eliminar un hábito poco saludable que te mantiene estancado, como pensar en el pasado o sentir lástima de ti mismo.
Hay muchas cosas que puedes hacer para seguir aprendiendo y creciendo. Si quieres apoyo en el camino para hacerte más fuerte mentalmente, te animamos a acudir a uno de nuestros terapeutas que estarán encantados de guiarte en el camino.
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